Capítulo 2: El Regreso
Abro lentamente mis ojos y veo un techo desconocido. Recuerdo cómo eran los techos antes, casi destruidos. Era difícil encontrar un lugar para refugiarse. Me levanto y observo a mi alrededor. Estoy ,Mi habitación es un espacio acogedor y personalizado. Las paredes están pintadas en un tono suave de color azul claro, lo que le da una sensación de tranquilidad. Hay un par de ventanas grandes que dejan entrar la luz del día, permitiendo que la habitación se ilumine de manera natural.
En una esquina de la habitación, se encuentra mi cama, cubierta con una colcha de colores vibrantes. Al lado de la cama, hay una mesita de noche con una lámpara, donde suelo poner mi teléfono y otros objetos personales.
Frente a la cama, hay un escritorio amplio y ordenado. En él, se encuentra mi computadora, junto con algunos libros y cuadernos. También hay una silla cómoda donde me siento para estudiar o trabajar en mis proyectos.
A lo largo de una de las paredes, se encuentra una estantería llena de mangas, series y novelas ligeras. Los libros están ordenados y colocados en filas, creando una colorida exhibición de mis intereses y pasatiempos.
Pensamiento de Shin: Funcionó, realmente funcionó la máquina. Siento que quiero llorar después de todo lo que he pasado, lo que he sufrido desapareció todo.
Observo mis manos, pequeñas y sin rastros ni cicatrices. Parece como si la guerra fuera solo un mal sueño. Observo un poco más mi habitación.
Pensamiento de Shin: Es raro volver a ver mi cuarto, mi habitación había sido destruida, no había quedado nada la última vez.
Mientras miro más a mi alrededor, me quedo perplejo. Recuerdos que había olvidado regresan a mí. Me levanto y Me dirijo al baño Baño:
El baño es un espacio funcional y limpio. Las paredes están revestidas con azulejos blancos y relucientes, que reflejan la luz de las luces empotradas en el techo. El suelo también está cubierto de baldosas del mismo tono, creando una sensación de amplitud.
Frente a la entrada, se encuentra un lavabo con un espejo grande sobre él. El lavabo tiene grifos modernos y un mueble debajo donde guardo mis artículos de tocador. Junto al lavabo, hay una pequeña repisa donde coloco mis productos de cuidado personal.
Al lado del lavabo, hay una bañera con una cortina de ducha. La bañera es lo suficientemente espaciosa para relajarme y disfrutar de un buen baño después de un largo día. También hay una ducha independiente al lado de la bañera, con una mampara de vidrio transparente.En una esquina del baño, se encuentra el inodoro, separado del resto del espacio por una puerta. Junto al inodoro, hay una pequeña repisa donde coloco papel higiénico y otros elementos esenciales.
En general, tanto la habitación como el baño son espacios ordenados y funcionales, donde puedo descansar, relajarme y cuidar de mí mismo en un entorno cómodo y acogedor camino y me veo en el espejo. Es difícil creer que sea yo, después de todo lo que ocurrió. Sus cicatrices, todo... Suelto un suspiro.
Pensamiento de Shin: Y pensar que todo fue destruido. Las casas, los edificios, muchas muertes... todo. Esta vez, no dejaré que nadie muera. Esta vez, estoy determinado.
Me quito la ropa y me dirijo ala regadera un buen como extrañaba bañarme con agua caliente , tratando de relajarme mientras lo hago, pero no puedo dejar de pensar en algo.
Pensamientos de Shin: Cosas que no sé qué habrá querido decir Briyi con eso. Hay más cosas que no sé de la SEA o tal vez fue un farol.
Niego con la cabeza mientras me pongo jabón y sigo pensando.
Pensamientos de Shin: Ella era una sádica loca, pero no mentirosa, hasta donde sé. Entonces, ¿hay más cosas que no sabemos? Si es así, ¿qué más están ocultando? ¿Hubo un propósito de someter a la humanidad? Si es así, ¿cuál era y por qué diablos me necesitaban?
No puedo evitar suspirar y cierro la regadera, me pongo una toalla y luego regreso a mi habitación para cambiarme.
Salgo del baño y me dirijo al a mi armario
Pensamiento de Shin: Vaya, mi vieja ropa. Me gustaba, pero ver esta antigua ropa escolar me hace sentir nostálgico antes de ponermela nesesito ver qué día es.
Antes de cambiarme, decido ver la fecha en mi celular, un iPhone 30 que
Observo mi celular y lo enciendo, pero me quedo en shock, horrorizado. Es el 23 de junio de 2027.
Pensamiento de Shin: No, no, no, nooo, esto no puede ser. La máquina debió haberme enviado tres meses antes del ataque, no en tres semanas. Debe haberse dañado. Maldita sea, ¿cómo podré detener el ataque en tres semanas? Incluso con drou, es imposible. Tengo que relajarme, tendré que pensar en un nuevo plan para evitar esto. ¡Mierda! Primero tengo que contactarme con él y debemos encontrar una cura lo más pronto posible y distribuirla por todo el mundo antes del ataque.
El miedo y los recuerdos de lo que pasó ese día me están abrumando, y un enojo grande también. No puedo evitar apretar los dientes del enojo.
Pensamientos de Shin: Los disparos debieron haber dañado la máquina una vez más. Ellos volvieron una vez más, la SEA volvió a joderme. No puedo evitar apretar los puños. En serio, no hay un día en el que ellos no lastimen algo o destruyan algo.
Pensamientos de Shin: No, no, no. Tengo que relajarme. Sabía que no sería fácil. Debo confiar en mi suerte y en drou para evitar todo esta mierda, pero no será fácil.
Intento caminar hacia mi armario donde tengo la ropa de la escuela, pero de repente me siento mareado.
Pensamiento de Shin: ¿Qué está pasando siento como si quisiera?
Corro hacia el baño y me inclino sobre el inodoro, vomitando sangre. Me sorprende esta situación y no puedo evitar seguir vomitando. Cuando termino, me siento confundido y temeroso. Me desplomo en el suelo, tratando de recuperar el aliento mientras pienso en lo que acaba de suceder.
Pensamiento de Shin: ¿Por qué estoy vomitando sangre? Esto nunca me había pasado antes. Hasta donde sé, no estoy enfermo. ¿Qué está pasando?
En ese momento, recuerdo algo que GL me dijo una vez en el edificio mientras construíamos la máquina.
Recuerdo...
GL: Señor, ¿cree que esto funcione? Debería considerar otra manera. Tal vez no sabemos qué efectos secundarios podría tener sobre usted la máquina.
Sonaba preocupado.
Shin: No hay otra opción, GL. Es la única manera. Además, ¿qué es lo peor que podría pasar?
Fin del recuerdo.
Pensamientos de Shin: Entonces, estos son los efectos secundarios de la máquina del tiempo. Sabía que nada podría ser tan fácil. Si algo implica dolor, espero que no vuelva a vomitar sangre. Si ella se entera de esto, me estaría siguiendo y vigilando todos los días por preocupación.
Suspiro profundamente, intentando calmarme y ordenar mis pensamientos. No puedo permitir que el miedo y la confusión me dominen. Necesito encontrar una solución rápidamente. Me levanto del suelo y me enjuago la boca en el lavabo del baño, tratando de eliminar cualquier rastro de sangre.
Pensamiento de Shin: No puedo dejar que esto me detenga. Aunque los efectos secundarios sean preocupantes, tengo una misión que cumplir. Debo encontrar una manera de detener el ataque y salvar a la humanidad. No puedo permitir que la guerra y la destrucción se repitan una vez más.
salgo del baño y vuelvo a mi habitación. Me visto con la ropa escolar Mi ropa escolar consiste en un uniforme estándar que consta de una camisa blanca de manga corta con botones en el frente. La camisa tiene un cuello puntiagudo y se ajusta adecuadamente al cuerpo. Llevo puesto un corbatín negro que se ata alrededor del cuello de la camisa, dándole un toque formal.
Como parte del uniforme, uso un pantalón de color negro que llega hasta los tobillos. El pantalón es recto y ajustado, pero lo suficientemente cómodo para permitir movimientos sin restricciones. En la cintura, llevo un cinturón de cuero negro que ayuda a mantener el pantalón en su lugar.
Completando el conjunto, llevo puestos unos zapatos negros de estilo clásico, bien pulidos y con cordones. Los zapatos son elegantes pero prácticos, adecuados para el ambiente escolar.
Para dar un toque personal, llevo una chaqueta negra que combina con el uniforme. La chaqueta es de manga larga y tiene un corte ajustado y formal. Tiene bolsillos en el frente y se abrocha con botones.
y me aseguro de llevar conmigo la mochila que encontré. En ella, guardo mi celular, y mis libros lo basico.
Pensamiento de Shin: depues que termine la escuela trataré de contactar con drou aún que eso será un problema no tengo ni idea como hacerlo.
Salgo de mi habitación y me dirijo ala La sala es un espacio acogedor y ordenado. Aunque no es muy amplia, está cuidadosamente decorada con elementos que reflejan el gusto personal de mi madre. Las paredes están pintadas en tonos cálidos, creando una atmósfera acogedora.
En un rincón de la sala se encuentra un sofá de color beige, suave y cómodo, invitando a descansar y relajarse. Junto al sofá, hay una pequeña mesa de centro de madera, sobre la cual se encuentran algunos libros y revistas. Un suave juego de luces se filtra a través de las cortinas, creando un ambiente suave y acogedor.
Frente al sofá, se encuentra el televisor de pantalla plana, apagado en ese momento. Junto a él, hay una estantería llena de películas, libros y recuerdos familiares. Las fotografías enmarcadas de momentos felices adornan las repisas, recordándonos los momentos especiales que hemos compartido como familia El suelo está cubierto por una suave alfombra, proporcionando una sensación de calidez y comodidad al caminar. En una esquina de la sala, hay una planta en una maceta, agregando un toque de naturaleza y frescura al ambiente en la sala ay una mujer La mujer que veo en la sala es mi madre, de 35 años. Es una mujer delgada y elegante, con una apariencia radiante a pesar de las circunstancias difíciles que nos rodean. Su cabello café cae en suaves ondas sobre sus hombros, enmarcando su rostro lleno de expresión y ojos azules llenos de calidez y amor.
Viste un traje de trabajo impecable, que muestra su profesionalismo y determinación. Su blusa blanca está perfectamente planchada, combinada con una chaqueta de color negro que acentúa su figura esbelta. Sus pantalones negros se ajustan con elegancia a sus piernas, y sus zapatos de tacón bajo le brindan comodidad y confianza cuando me ve me sonríe pero no evitar recordar la última ves que la Vi siento como se ubiera visto un fantasma
Recuerdo cómo mis pies golpeaban el pavimento mientras corría desesperado por las calles caóticas de la ciudad.La ciudad, una vez vibrante y bulliciosa, se encuentra ahora sumida en el caos y la desolación. Los edificios, antes majestuosos y orgullosos, ahora se alzan como estructuras desmoronadas y heridas. Sus muros están cubiertos de grietas y escombros, mientras que las ventanas rotas y los balcones colapsados llenas de sangre y monstruos mientras gente grita revelan un paisaje desgarrador. Monstruos horripilantes me perseguían, acechando en cada esquina, y la destrucción que los rodeaba era evidencia de su ferocidad. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Cómo es posible que mi ciudad pacífica se haya convertido en un escenario de pesadilla?
Mis pensamientos se entrelazan con el latido acelerado de mi corazón. Me preocupo por mi madre, aún sin respuesta en el teléfono. ¿Dónde estás, mamá? La urgencia y la angustia se reflejan en cada paso que doy, impulsándome a escapar de mis perseguidores y encontrar un refugio seguro.
En mi afán por evadir a los monstruos, me adentro en un estrecho callejón, donde mis pulmones arden por la falta de aire. Un destello de ingenio me lleva a ocultarme dentro de un contenedor de basura. Inhalo profundamente, intentando calmar mis nervios, y decido llamar nuevamente a mi madre. La esperanza y el temor se mezclan en mi voz.
"¿Mamá, estás bien?" pregunto, mi voz temblorosa reflejando la incertidumbre que me consume.
La respuesta de mi madre llega, su voz entrecortada y llena de preocupación. "Shin, lo siento... sobrevive, hijo... te quiero", sus palabras son como un susurro frágil en la distancia.
Un rugido aterrador interrumpe nuestra conexión, y el temor se apodera de mí. "¡Mamá, mamá!" grito desesperado, pero solo escucho un ruido ensordecedor del otro lado de la línea. Siento cómo mi mundo se desmorona.
La rabia y el miedo me invaden, y en un arrebato de furia, salgo del contenedor de basura. Mis ojos exploran frenéticamente el entorno, veo que no ya ningún monstruo corro hacia a casa
Con el corazón en la garganta y los ojos llenos de lágrimas, me quedo paralizado frente a los restos destrozados de lo que una vez fue mi hogar. Las paredes se alzan como testigos mudos de la devastación, con grietas profundas y ladrillos dispersos por el suelo. El techo ha cedido, dejando expuesta una habitación en ruinas.
Mis pasos vacilantes me llevan a través de los escombros, buscando desesperadamente alguna señal de vida. Grito el nombre de mi madre una y otra vez, pero solo el eco melancólico de mi propia voz me responde. El silencio pesado se aferra a mí, envolviéndome en una desolación abrumadora Me arrodillo junto a un montón de escombros, sintiendo el polvo y la suciedad impregnarse en mis rodillas. Con manos temblorosas, aparto cuidadosamente los restos, esperando encontrar algún rastro de esperanza. Pero lo que encuentro es un cabello café, empapado en sangre, que yace solitario en medio de la tragedia.
Mis ojos se llenan de lágrimas mientras sujeto aquel mechón de cabello en mis manos temblorosas. Un nudo se forma en mi garganta, una mezcla de dolor, ira y desesperación. Grito con todas mis fuerzas, dejando escapar mi angustia al viento, esperando que de alguna manera mi voz llegue a oídos que aún puedan escucharla
Fin del recuerdo
Mamá: "¿Estás bien, hijo? Te ves pálido."
Lo único que puedo hacer es salir del shock y abrazarla con fuerza. Me aferró a su cálido abrazo, tratando de calmar mi agitado corazón.
Mamá: "Eh, hijo..."
Shin: "Estoy bien, mamá. Solo tuve una pesadilla."
Ella me devuelve el abrazo con ternura, su amor maternal brilla en sus ojos.
Pensamientos de Shin: "Esta vez no permitiré que nada te suceda, mamá. Te protegeré con todas mis fuerzas."
Shin: "No, mamá, estaré bien Te veré luego, prometo cuidarme."
Salgo de mi hogar con determinación y comienzo a caminar por las conocidas calles de nuestro vecindario. El sol brilla en el cielo, esparciendo su cálido resplandor sobre la ciudad en la que crecíMientras camino, los sonidos cotidianos llenan el ambiente. El alegre bullicio de los niños jugando en el parque, el revuelo de las hojas acariciadas por la brisa suave y los saludos amistosos de los vecinos. Pareciera que el mundo sigue su curso como si nada hubiera sucedido.
Sin embargo, en mi interior, la imagen de la destrucción y el caos aún persiste
Pensamientos de shin: pensar que todas las calles estaban cubiertas de sangre de mucha gente estáves no dejaré que ocurra aún que tenga que morir intentadolo no dejaré que gente inocente sufra
Voy caminando normalmente estoy aunos minutos de la escuela pero
???:shin
Esa voz Me volteo rápidamente y me quedo paralizado. Frente a mí, veo a un joven de cabello negro azabache, su peinado perfectamente desordenado le da un aire rebelde. Viste el uniforme escolar con una chaqueta negra que contrasta con la camisa blanca y la corbata. Sus ojos profundos y penetrantes reflejan una mezcla de determinación y misterio. Es Dark, mi mejor amigo desde la infancia, siempre ha sido la personificación del carisma y la rebeldía A su lado se encuentra una hermosa joven de 17 años llamada Nora. Su cabello oscuro y liso cae delicadamente sobre sus hombros, enmarcando su rostro angelical. Viste el uniforme escolar con gracia y elegancia, llevando una falda plisada y una blusa impecable. Sus ojos brillantes transmiten amabilidad y sabiduría. Nora es el equilibrio perfecto entre dulzura y valentía.
No pude evitar sentirme mariado y
De repente, todo se sumerge en la oscuridad y puedo escuchar un grito desgarrador que resuena en mis oídos.
"¡Shiinnnnnnn!"
Narrador: He vuelto. Este oscuro sentimiento que ahora me envuelve no existía en el campo de batalla, pero aquí y ahora, se ha convertido en una realidad ineludible. Los fantasmas de mi pasado han regresado, acechándome implacablemente. Mis mejores amigos, Dark y Nora, y también ella, la chica a la que me vi obligado a enfrentar. Sus recuerdos y susurros se entrelazan en mi mente, recordándome los terribles momentos que viví y la dolorosa decisión que tuve que tomar de matarla.