Chapter 4 - MATER MEA

Balanceando aquella hacha, golpeaba los muñecos con todas mis fuerzas, sentía claramente el como las fibras musculares de mis brazos se iban rompiéndo sin reparó alguno, aun así estaba de terco y continúe, de la nada caí incapaz de volverme a levantar del suelo.

Estaba muy cansado y tarde o temprano caería pero no ahora, bañado en mi sudor respiraba de manera lenta, llenando mis pulmones de aire, tras cada exhalada me dolía el pecho demasiado. Levantándome débilmente abandone el lugar arrastrado mis pies junto al hacha de forma debil.

(…)

—AAAAHHH DÉJAME ESO ME DUELE —grito recibiendo un masaje para aliviar su dolor muscular—.

Sasya me estaba masajeando el pecho con mucha fuerza, el pasar de sus manos por mi pecho me hacia apretar los dientes o en algunos caso gritar del dolor por el cual estaba pasando, sus manos pasaban pero me hizo girarme y fue a mi espalda, y ahi fue peor. Cuando término estaba apuntó de desmayarme por el dolor.

—Eres un terco, la próxima no podrás respirar, por lo tan tensionado que tendrás el pecho —dijo para alejarse del muchacho —. Bueno en unas horas te daré una q clase que te ayudará para la siguiente prueba, tendrás que sobrevivir por una semana entera en el Nora, el sitio esta lleno de vida solo que esta vida fue corrompida por el material dragonico de los cadáveres de unos dragones llamados los Veteres.

Terminó con una gran sonrisa oculta para mi quien aún sufría en silencio por la tensión en mis brazos.

Tras unos segundos de un respectivo reposo, me levante débilmente, cada ligamento de las fibras musculares de mi espalda apenas y se lograban mantener unidos, aún así mi recuperación debía de ser rápida para no llegar a la prueba herido o lesionado, yendo a mi cuarto, me recosté con dolor desmostrado en una mueca. Relajandome cerré los ojos para dormir.

Pero los abrí de nueva cuenta, no estaba en mi cuarto si no que en un bosque siendo un paralelismo a un bosque real, de colores tan muertos y grises, confuso gire para todos lados sin saber mi razón del porque estaba ahi y mucho mas que en mis manos abría sangre, girando a mi diestra quede perplejo. En mi mirada solo abría miedo envuelto en confusión, delante de mi abria una copia de mi persona a los 5 años, ensangrentado y asustado por lo que estaba delante de sus ojos.

Un ser salido de mis pesadillas y miedos mas íntimos, algo que representaba el infierno a la perfección y aún así el infierno se quedaba corto, su caminar entre el fuego. Sus ojos ardiendo en rojo y aquellas alas tan grandes como las de un dragón, este ser caminaba sin duda estar vivo, tan perplejo un llanto me hizo girar, mi versión pequeña lloraba por el miedo, dolor o algo mas que no entendia, y con eso ese ser parecía ponerse torpe, sujetando su arma con una mano mientras llevaba su deformada mano a su cabeza de cráneo de cabra, tambaleando se cayó de rodillas mientras su cabeza se fracturaba en la parte del rostro y cai al suelo sin aviso alguno. Mi mirada se petrifico al ver un ojo humano tras esa coraza viéndome directamente el rojo de su ojo se interpuso ante los míos con superioridad.

Y esa cabeza de cabra se siguió quebrando, sus alas se encogieron y su rostro salió a la luz, era una mujer, de facciones delicadas y una cicatriz de un zarpazo en la mejilla derecha, esta se levantó y camino con dificultad dejando su arma caer, se arrodilló y apuntó de entrar en shock escuché sus finas palabras.

—No llores mas hijo mio.

Mi corazón estaba que estallaba, mi respiración era constante, sentando en la cama sujetaba mi pecho con fuerza, viendo el cuarto con rapidez me fui calmando, las pulsaciones disminuyeron hasta que ya no hubieron nada y mi pulso volvió a la normalidad, abrazando mis piernas me quede ahi unos segundos analizando aquella pesadilla que parecía mas un recuerdo petrificado en mi conciencia.

Tuve mi rutina como de costumbre, estudié arduamente con sasya hasta quemarme las Sejas pero aún así en mi mente se mantenía fresca aquella escena a lujo de detalle.

Decidiendo investigar a mi madre, logre encontrar un registró de caballeros y busque por horas y horas sin parar en algún segundo y esa búsqueda término con una simple fotografía plasmada en un libro de pasta negra acompañado con unas manchas rojas de un líquido que escurrió de mi nariz tan rojo y carmesí.

Debajo de la fotografía estaba el nombre delay Clayton, y la fotografía estaba plasmado el mismo rostro de ella limpiandome la nariz de sangre cerré el libro con el temblor de mis manos, al alejarme un poco lleve mis manos a mi cabeza lo que estaba descubriendo me estaba afectando, pero algo se cayó de una estantería tras mia un libro de folio azul estaba en el piso, la duda que ya estaba en mi y ese miedo se intensificó con gradualidad.

Tomando el libro, lo puse en la mesa y comencé a pasar hoja por oja hasta que mi nariz volvió a sangrar, una gota cayó en una oja y apenas, con tan solo leer el título mi alma casi me abandona.

«hierarchica commutatio ratio

Esto consiste en hacer un trato involucrando un objeto con alto impacto emocional que sera intercambiado con un alto señor dragón, o un miembro de rango alto del aquelarre de sangre. El trató y el cambio se podrá hacer correspondientemente a lo que deseen los dos involucrados, si deseas fuerza deberás de cortar parte de tu carne y darla, poder algo mas grande un familiar o conocido y así sigue con el intercambio cada vez mas complejo y mas estricto con lo pedido por ambas partes.

Pero también hay contratos o individuos dragonicos que piden ciertos requisitos a cumplir, aún así esta práctica es muy común lo que no es muy común el uso de un alma por un cuerpo o la resucitación en este medio, aún que sea el mas utilizado y como de ver entre los caballeros traidores.»

Al terminar cerró todos los libros que tenía cerca y me retiró en silencio sin antes dejar todo lo que abría tomado del lugar de donde lo tomo, al salir de la biblioteca se escuchó el altavoz.

—Reclutas prepárense, en unos minutos se llevará acabó la penúltima prueba y serán vigilados por el alto mando de la FAE, se les pide estar presentables, listos y con sus respectivas cosas y armas —su voz sonó con eco por el lugar en donde se produjo—.

Acatando la orden fui a mi cuarto a preparar algunas cosas, en una mochila mediana llevaba lo permitido para la prueba, tenía mi hacha en las manos y ya sentía la adrenalina pasando por lo cuerpo, al salir me despedí de sasya con un abrazo y recibiendo varios mensajes de apoyos de los demás individuos de la área de análisis.