En el CIC del cuartel general de la Orden de los Perdidos se podían ver a numerosas personas trabajando en sus puestos pero en el principal holoproyector en el centro de la sala estaban dos chicas hablando acerca de algunas cosas. Alice Nebiros y Stella Vermillion estaban frente a frente. La charla era todo menos augusta para los presentes, la discusión del cabecilla de la guerra Viktor era un premio que no se podía dejar pasar fácilmente si las cosas parecían así por parte de la hija de los Vermillion.
La plática sobre qué hacer en cuanto a la suma enorme de créditos se prolongó por varios minutos tensos para ambas partes hasta llegar a un "arreglo" justo para las dos chicas sobre como dividir la cuantiosa suma entre ambas y sus subalternos. Llegando a un acuerdo por ahora Alice se puso manos a la obra y cantó a su ex compañera de estudio de la Academia Imperial sobre el próximo ataque de los Terran a este sistema en concreto.
Stella sabía bien de la nueva facción humana que había surgido y lanzado una conquista extensa para con las regiones caóticas, que ahora fuera a verlos de primera mano sería irreal en cierto sentido si los informes de inteligencia de su Casa eran algo que decir acerca de su avanzada tecnología que poseían en sus manos.
Ahora veía detenidamente al mapa del Subsector Cygnus donde estaban ubicados y de otros Subsectores que conforman cada uno un sistema estelar cercano en un radio aproximado de docenas de años luz. Miro como a unos pocos años luz de distancia la fuerza de la Primera Flota Astarte Draconus Sombra o Umbra Draconis en latin antiguo se alistaban para lanzar su ataque, pero estaban inmóviles como si estuvieran esperando algo en concreto.
Datos de análisis de IAs eran pasados a la mesa táctica mientras que las dos chicas analizaron a la mayor velocidad que podían esta información con cada detalle en sus mentes para forjar un camino con toda la información que tenían acerca de los Terran llegando a un solo resultado: La caída de Cygnus ante los Terran en poco tiempo.
Todo lo que sabían les hacía ver que las fuerzas de ese grupo de naves serían más que suficiente para enfrentar a las fuerzas protectoras del sistema en cuestión la única pregunta para las dos era, ¿Que hacer al respecto sobre este hecho?. Ambas tenían una fuerza combinada de dos mil naves y millones de soldados a sus ordenes, ademas de que sospechaban que los Terran ya tenían agentes en el planeta, muy probablemente en puntos claves y mucho mas, cosa que denotaba sus tácticas de sigilo para acabar con la resistencia con la mínima cantidad de bajas posibles.
Aun siendo solo clones de su propia semilla genética, Kamier consideraba a cada uno de ellos como sus hijos por lo que aunque pudiera uno caido ser reemplazado por otro clon no significa que no le doliera en su corazón que incluso luego de grandes guerras e innumerables batallas por múltiples campañas sangrientas le doliera verlos morir, incluso ante el Asedio de Sol durante la Guerra Terran-Covenant ya hace muchos años atrás.
Esa batalla la tenía bien grabada en su psique, cosa que nunca lo dejaría de su lado aunque muriera, cosa que era muy difícil de lograr para alguien normal e incluso un Avatar de tipo Dios Oscuro como los que había enfrentado antes en su pasado.
Las dos jóvenes siguieron en sus pensamientos mientras que una voz resonó desde los altavoces de la sala de mando.
"Creo que puedo ayudar con su problema".
Aquella voz fue de Gaia que se manifestó en un holograma en la mesa técnica, ambas jóvenes estaban shockeadas de que una IA desconocida haya sido capaz de hackear los sistemas de seguridad cibernética de última generación usados en este edificio base.
"¿Quién eres?" la pregunta cautelosa de Alice atrajo la mirada burlona de Gaia hacia ella, como una madre hacia un niño que hizo una pregunta estupida
"Con lo que saben, deberían hacerse una idea" fue lo único que dijo como respuesta la IA de clase Titán.
Las dos jóvenes llegaron a una sola conclusión en sus mente sobresalientes de esta humanidad: Una IA de los Terran, pero por lo que suponían no era cualquier IA simple que pudieran comparar con la más avanzada IA que conocían según propagandas del Rovia Imperius sobre su IA de defensa desarrollada en secreto por los más brillantes mentes científicas que tenía a su disposición el Imperio al que servían.
Al ver los ojos aclamados y serenos de las dos jóvenes, Gaia sonrió ante eso. Le hacían recordar a un cierto joven que es igual y que luchó al lado de Kamier durante muchas de las Grandes Guerras que libró la Gran Alianza Terran en su realidad de origen por muchos años, lamentaba que no estuviera aquí para ver lo que su hijo había crecido hasta convertirse en un hombre fuerte y leal a la humanidad como lo fue el en su tiempo.
"Hijas de Terra, no soy una enemiga. Al contrario soy una madre o más bien una hermana mayor que solo viene a ofrecer su ayuda en su momento de necesidad" dijo calmadamente Gaia mientras caminaba por la holomesa.
Desconfianza era lo que sentían las dos jóvenes antes las palabras de la avanzada IA Terrana, todo lo que sabían de los objetivos de los Terran eran muy difusos y algo vagos en el mejor de los casos sobre lo que harían bien que las Regiones Caóticas estuvieran por completo sobre su control. No faltaron las teorías y especulaciones acerca de lo que los Terran harían, desde consolidar un puesto firme en la galaxia hasta amasar fuerzas para la conquista completa de la galaxia, cosa que no estaba muy lejos de la verdad en cierta forma sobre los verdaderos motivos de los Terran a la hora de asumir un papel más activo a la hora de contactar a la tribu perdida de la humanidad en esta galaxia alterna de su original.
A largo plazo para los Terran era fácilmente asumir el control completo de la Vía Láctea una vez más en sus manos, pero no tenían prisa. El tiempo les había enseñado a ser paciente sobre esos asuntos y con el nacimiento mensual de miles de millones de clones sus fuerzas sobrepasarian a las fuerzas combinadas de los poderes humanos en un futuro cercano, cosa que Kamier no buscaba por la fuerza que se unieran a los Terran.
Sabiendo muy como aquellos resultados podrían ser contraproducentes en algunos años como había aprendido de los datos históricos de la vieja Tierra y muchos mundos colonias de la antigua Federación hace más de noventa mil años atrás, antes que la Gran Alianza Terran hubiera nacido como su sucesora y unificadora total de todos los humanos bajo la bandera de la águila dorada que formalizó el inicio de las maravillas de la Edad de Oro de la Humanidad en las estrellas.
"¿Cómo puedes ayudarnos?" cuestionó esta vez Stella a la IA mientras que su mano estaba en su espada en su cintura, estaba lista para destruir la holomesa de ser necesario.
Gaia la mira con una sonrisa maternal para chasquear los dedos y en un instante la holomesa fue invadida de una gran cantidad de datos. Las dos chicas reconocieron que se trataba de toda la información acerca de Vanishing-01 y los demás mundos del sistema, en resumen era un completo esquema de toda las defensas, posiciones y etcétera de información secreta sobre las corporaciones que manejaban con puño de hierro este sistema estelar.
Mirando de nueva cuenta a la IA con suma cautela pero con algo más de prevención en sus miradas. Darles esto como asi no seria sin pedir algo a cambio sino fuera por parte de los Terran hacia sus personas y Gaia lo sabía muy bien, por eso había hecho esto en concreto y presentándose a otras dos partes clave para el futuro de la humanidad en su conjunto en esta galaxia y tal vez otras.
"Lo que quiero de ustedes es simple- con un movimiento simple en el ciberespacio paso el mismo contacto que les dio a Asuna, Eleonora y Yularen antes a las dos chicas- en el futuro les dire que sera eso, por ahora planean qué hacer con esto" dijo y desapareció de la holomesa sin más.
Las IAs de la instalación intentaron seguirle el rastro pero esto era un juego de niños para Gaia, cosa que había erigido múltiples muros falsos y banderas trampa para despistar a las creaciones virtuales y conscientes de los humanos perdidos mientras la IA se desvanecia en la inmensa nube de información galáctica que eran todos los puntos de cada gobierno, militar y civil que tenía acceso con solo un simple pensamientos de sus procesadores cuánticos cristalinos dimensionales en el Hyperion II.
Dejando de lado lo que ocurrió con la IA Terrana que en futuro sería la encargada de proteger la Galaxia de amenazas intergalácticas, las dos jóvenes se fijaron en toda la información que tenían a su disposición con suma atención hasta el más mínimo detalle. Luego de largas horas de discusión, lograron formar una red defensiva alrededor de toda la próxima batalla, con ajustes de las numerosas IAs a su disposición mientras que ordenaban a sus tropas alistarse para la guerra que se avecinaba sobre ellos en poco tiempo.
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Unos días después, lo inevitable estaba ocurriendo en el sistema Cygnus al fin, el ataque de los Terran había iniciado.
Los Grupos de Batalla Astarte habían salido muy cerca de cada uno de los ocho planetas presentes en el sistema capaces de albergar vida mientras que pequeños escuadrones de fuerzas clones se encargaban de tomar el control de muchísimas operaciones mineras en el cinturón de asteroides del sistema para el uso de los Terran.
Enseguida la respuesta de los defensores corporativos y fuerzas mercenarias contratadas no se hicieron esperar con proyectiles de riel y sorprendentemente armas de energía mucho más especializadas que dispararon luego a los navíos Terran que devolvieron el fuego, iniciando una brutal batalla por el control del sistema.
Sorpresivamente para las fuerzas conjuntas de las corporaciones y mercenarios, las dos flotas de las casas de caballeros habían disparado contra ellos con armas de energia muy poderosas en Vanishing-01 y que era el principal planeta de todo el sistema Cygnus, capturarlo era una prioridad por parte de los Terran y las dos jóvenes caballeros lo sabían, por eso había sumado sus fuerzas en la defensa de los inocentes y liberar este mundo y otros de la opresión de las manos de los poderosos que solo querían poder y nada más.
La batalla en órbita le recordaría a Kamier a la Batalla de Asuras en la Galaxia Enana de Pegaso en su realidad en el 71° Milenio, donde había unido fuerzas con unos humanos locales conocidos como los Viajeros y otras fuerzas menores para eliminar la amenaza de los Asuranos, los segundos hijos de los Alteran y aquellos que querían erradicar a la Humanidad como fuente de alimento para los Wraith en la Gran Guerra Terran-Wraith-Asuran que solo duró unos pocos meses pero fue una de las más caóticas que estuvo presente como Pretoriano y líder de los Draconus Sombríos en toda su historia.
Esta alianza improvisada entre los Terran Astarte, los Caballeros Nebiros y Vermillion fue de sorpresa pero rápidamente comenzaron a ganar terreno en contra de las fuerzas enemigas que defendían la órbita del mundo corporativo.
Millones de soldados habían sido desplegados en la superficie antes en los últimos días como parte de un "permiso de descanso" otorgado por ambas jóvenes a sus subalternos y apostarlos en las posiciones adecuadas para cuando estallara la batalla de Cygnus.
Lo que benefició enormemente a los equipos Astarte en la captura de puntos claves en todo el planeta en cuestión en mucho menos tiempo, aunque no requieran la ayuda de las casas de caballeros, las órdenes de colaborar de Gaia y Kamier no les hacía más que cooperar con los soldados de ambas jóvenes caballeras.
Por lo que los Adeptus Astartes se encargan de asegurar a los numerosos civiles desde los niveles más bajos hasta los más altos para evitar que se encuentren en el planeta y asegurar su supervivencia a como dé lugar.
Alice y Stella dirigieron un ataque personalmente a cortar la cabeza de la serpiente, yendo directo hacia la junta directiva que dirige conjuntamente todo el sistema Cygnus.
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En el puente del CS Himalaya, el Almirante de Flota Polius revisaba los diversos informes de progreso acerca de la batalla en el mundo principal que actualmente orbitaba mientras la batalla progresaba a su alrededor.
Ya muchos navíos y plataformas de defensa yacían destruidos de parte las fuerzas corporativas/mercenarias combinadas en Vanishing-01 y si las cosas que predecían el resto de informes eran algo que decir sobre el resto de las peleas en el resto del sistema era que estaban ganando como las demás batallas que hasta ahora han participado en su campaña de expansión.
Miro por la ventana del puente como la batalla proseguía, torpedos salían de los silos desde el buque pesado Astarte y destrozaban varias plataformas con suma facilidad mientras que los cañones Tri-Rail Gun disparaban rondas aceleradas a porcentaje c y destrozaban a escuadrones de cazas enemigos, dejando cuerpos inertes en el vacío del espacio mientras más escombros se añadían a la órbita del mundo jardín.
"Almirante una transmisión de las fuerzas terrestres. El Mariscal Cody ha informado que han capturado a los directivos corporativos con ayuda de Lady Alice y Lady Stella" informó un alférez clon desde su consola de control.
Tarareando para sí mismo, el líder de la Primera Flota Draconus miró por su enlace neuronal el reporte del Mariscal Cody, comandante de todas las fuerzas Terrestres clon del Adeptus Astarte Draconus. La ayuda de aquellas dos jóvenes Ladys significaba que las cosas estaban yendo por el buen camino que se había previsto por parte de Gaia y Artanis mismo desde hace semanas atrás.
No por nada eran las manos derecha e izquierda de su Padre genético y uno de los estrategas más brillantes de la Gran Alianza Terran en su conjunto, sólo siendo igualado o superado por muy pocos en su realidad de origen.
Por lo que el futuro podría ser incierto para los Terran pero una cosa era segura para ellos, nada los detendría en la unificación de la humanidad en una sola bandera.
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Desechando su espada de la sangre, Alice miro como los cuerpos de los guardaespaldas manchaba el piso fino de porcelana blanca mientras que los clones y soldados de élite varían la zona en busca de cualquier cosa que pudiera haber quedado de la breve pero sangrienta pelea que hubo en esta sala de reuniones.
Los clones esposaron a los líderes corporativos y se los llevaron escoltados hacia un transporte que esperaba afuera en una plataforma privada para llevarlos a uno de los buques pesados Astarte en órbita e irse al Arca.
Stella miro una tableta que un Astarte le había pasado, en ella contenía información sobre todo lo relacionado que había negociado el último mes extraídos directamente de los servidores privados de las diversas compañías. Con esto estaba segura de poder tener lo que su Casa requería para elevarse una vez más en poder militar.
Gaia pasó esa información e hizo cambios en lo negociado con anterioridad para que la Casa Vermillion tuviera una rápida recuperación de sus pérdidas sufridas en aquel ataque, además de añadir algunas otras cosas que potenciarán su capacidad de acción en contra de cualquier ataque futuro a sus mundos miembros.
Esto no era más que ganarse el favor de la Casa Vermillion y por extensión, Nebiros que ahora tenían buena impresión de los Terran. Los clones habían protegido a los civiles en medio del intenso combate por todo el planeta y se esperaba que tuvieran una mejor vida en calidad bajo la bandera del águila dorada de los Reclamadores.
Siendo observador silencioso, un miembro de la Guardia del Solsticio veía a las dos Ladys nobles del Rovia Imperius por orden directa de Artanis que era el Patriarca de los Templarios y mano derecha de Kamier.
" ¿Qué piensan Artanis y Gaia sobre lo que era mejor para nuestro Señor?" se preguntó el Templario para sí mismo.
No era un secreto a voces entre los Templarios que los dos estaban buscando pareja o más bien parejas para su Señor, cosa que desconcertaba a muchos de los Templarios y ellos solo seguirán la voluntad de su Señor en cuanto lo decidiera.
Muchos de ellos salvados de mundos acristalizados por el Covenant y el les extendió una mano salvadora para una nueva vida, invirtiendo muchos recursos en su entrenamiento y formación en poderosos psiónicos que fueron el terror de las fuerzas Covenant durante la guerra y siendo uno de los más poderosos grupos reconocidos en la Gran Alianza Terran.
La poderosa Armada Dorada y sus Templarios Avalonienses, en honor al mundo natal de su Señor, desataron inmensas bajas en múltiples batallas en la Segunda mitad de la guerra. Desde la Defensa de Davonov hasta el Asedio de Sol, y la Gran Batalla por el Arca que finalizó la Guerra Terran-Covenant.
Aunque muchos habían caído durante la guerra, incluyendo a Talandar que fue hermano de armas de Artanis y uno de los generales más poderosos y hábiles de Kamier, sus conciencias fueron transferidas a cuerpos mecánicos que pueden desplegar poderes psiónicos a poca escala pero su adaptabilidad y habilidad en combate son excepcionales Templarios Purificadores que son miembros valiosos de la Guardia del Solsticio.
"Como sea, solo estoy aquí para hacer mi deber" dijo el Templario mientras sus alas etéreas de energía ondeando sin viento que las movieran.
En su cintura estaba su espada que fue desenvainada y presionada su hoja en contra del cuello de una persona que intentaba escapar de la sala de reuniones. El hombre que era un hombre de negocios se encogió de miedo ante el gran guerrero que tenía delante de él sin haberlo visto cuando apareció de frente a él.
Deshaciéndose de su camuflaje, el Templario arrojó al hombre a los pies de las dos hijas nobles que estaban sorprendidas de ver a ese humano si es que aún se le podía llamar así, aparecer así de la nada y además que era bastante grande en comparación incluso de los clones Astarte.
Cody dio un saludo al reconocer a uno de los Templarios que formaba parte de las fuerzas personales de su Padre.
"Tranquilo Mariscal estoy solo por pedido de Gaia" la voz del Templario era bastante fría que le dio escalofríos a las dos jóvenes y sus guardias de élite que las acompañaban.
"Encargarse de que este hombre sea transportado junto a los demás" haciendo que Cody asintiera e hiciera que dos clones se llevarán al hombre de negocios fuera de la sala.
Midiendo 3m de altura, el Templario a las órdenes de Kamier sólo se movió flotando en el aire mientras "caminaba" por la enorme sala de reuniones siendo observado por las dos atentas miradas y curiosas de las dos jóvenes que habían ordenado que sus guardias no hicieran algo imprudente, sentían que ese guerrero no debe ser subestimado en lo más mínimo.
Siendo llamado como Malgion, habiendo renunciado a su nombre original hacía ya muchos milenios atrás y sirviendo ahora como uno de los guerreros más poderosos que existían en esta realidad a las órdenes de su Señor Kamier y el Patriarca Artanis.
Siendo los únicos capaces de poder de ordenarle con efectividad y estaba más que dispuesto a seguir sus órdenes, su lealtad hacia los Terran y lo que representaba su Señor no era poca y juro seguirle hasta el final como todos los Templarios aquel día luego del nacimiento del primero de ellos en su forma actual, Artanis que había sido herido de gravedad por un Sangheili que era el huésped de un Avatar malicioso y para salvarlo Kamier hizo una fusión con otros Altos Templarios que habían ofrecido sus vidas para salvar a su líder que los había ayudado y guiado durante muchas batallas por innumerables mundos contra la horda de Xenos genocidas.
Luego de unos meses había nacido el Arconte del Valor y portador de la lanza Solaris, Patriarca de los Templarios y Comandante Supremo de la Armada Dorada.
Malgion podía recordar vívidamente como las fuerzas Astarte y Templarios lucharon lado a lado en la Caída del mundo Fortaleza de Reach en los últimos años de la guerra contra el Covenant y la supervivencia de la Humanidad estaba en juego en aquel momento.
Como su espada y las de los demás Templarios se mancharon de sangre Xeno, los destellos de las hojas psi de los Avalonienses empoderados con armaduras basadas en la tecnología Asgardiana y Alterana. Así como a las naves de la Armada Dorada enfrentando a las enormes naves del Covenant con valentía y aunque superados en números, lograron el tiempo suficiente para sacar a tantos civiles como fuera posible de aquel mundo en proceso de acristalamiento.
Luego de eso Kamier ordenó una retirada total de sus fuerzas de vuelta al sistema natal de la humanidad para el prolongado Asedio de Sol que duró más que le gustaría recordar y las batallas que tuvieron en Marte y Terra misma para evitar la pérdida de los mundos gemelos y a la humanidad en sí misma en el proceso.
Ahora miro por la ventana a la enorme metrópolis que se alzaba luego de décadas de desarrollo y modernización, estaba seguro que bajo la bandera de los Terran prosperará aún más este mundo y el resto de los siete que conforman este sistema.
Miro por un momento a las dos jóvenes que en un futuro posible podían ser parejas de su señor si los planes de Gaia y Artanis seguían su curso, pero si algo estaba seguro era de que las cosas nunca salían como lo previó uno y más cuando el Universo parece conspirar en su contra.
Y vaya que no se equivocaba pero eso es una cosa para otro momento.
"Pregunten" alentó a las dos jóvenes sin darles la cara realmente pero podía sentir mediante sus sentidos psiónicos como ellas se miraron un momento antes de voltear a verlo una vez más.
"¿Qué eres?" pregunto Stella.
Sin dudarlo responpió."Soy un Templario al servicio de mi Señor, el líder de los Terran en esta galaxia".
Malgion siguió mirando la ciudad y sintió como la hija de los Nebiros hablo," ¿Por que estas aqui?".
"Vine aquí por pedido de Gaia, nada más", no reveló mucho pero sacio las preguntas de ambas jóvenes y solo tal vez futuras compañeras de su Señor.
Sintiendo que las dos jóvenes tienen más preguntas, el Templario se volteo y extendió una de sus alas que sacó de su almacenamiento dimensional una caja que le dio a las manos a Alice quien lo miró confundida por este objeto.
"Ahi esta algo que responderá sus preguntas jóvenes caballeras" dijo y desapareció en un miasmas oscuro del lugar.
Las dos miraron la caja y al abrirla pudieron notar un objeto con forma geométrica que sacaron con sumo cuidado de la caja para verlo más de cerca.
"¿Qué será esto?" preguntó curiosa Stella mientras Alice examinaba el objeto.
"No lo sé- miro a donde estuvo el Templario antes- pero seguro que nos lo dio por una razón" supuso la hija de la Matriarca Nebiros.
Ambas se retiraron de la sala de reuniones, sin saber que lo que tenían en sus manos era un holocrón creado por el mismo Gran Mariscal Terran y dado uno a cada uno de los Pretorianos como un obsequio de un padre a sus hijos. Kamier había aprendido como recrearlo y le dio uno a cada uno de sus Templarios para que almacenarán en ellos lo que quisieran de información, eso fue muy útil para ellos en diferentes usos.
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A lo lejos, en otra parte de la galaxia, un navío civil se hallaba bajo ataque de algo que no era humano.
Una nave de origen desconocido comenzó a atacar el transporte indefenso mientras que múltiples rayos de transporte fueron desatados para abordarla y capturar lo que requieren de estos débiles seres hechos de carne tenían para decir acerca del estado actual de la galaxia.
La siempre vigilante Gaia estaba al tanto del suceso en particular, viendo que era muy probablemente la raza Xeno que buscaban desde hace unos meses notificó de inmediato a su hermano que estaba en el Hyperion II.
Kamier miró la forma holográfica de su amiga y hermana a la vez que un holograma en vivo de un dron furtivo mostraba la situación actual que enfrentaba aquella embarcación civil de gran tamaño.
"Envía a un grupo de naves Astarte a encargarse de esa nave desconocida y salvar a los que queden con vida de los civiles" ordenó Kamier a Gaia pero la misma IA parecía renuente a cumplir su orden.
Cosa que fue captada tanto por Kamier como por Artanis que conocían bien a la IA para saber lo que le molestaba.
"Habla" dijo con tono suave el Pretoriano Terrano.
"He hecho un análisis de las personas que están a bordo y me encontré que hay alguien que se creía desaparecida por los Terran durante la última Cruzada Negra hace catorce mil años" dijo Gaia y mostró una imagen de una mujer que Kamier y Artanis reconocieron y que puso al Comandante Supremo tenso para luego poner una postura seria y fría.
"Cancelar mi orden anterior, preparad una Nave nodriza. Ire personalmente" ordenó y salió disparado del puente hacia uno de los Hangares del Hyperion II
Artanis y los demás Templarios así como numerosos Avalonienses Psionicos despertados de la estasis se unieron a su Señor en una de las naves Nodrizas de la Armada Dorada.
La nave se separó del enorme Super Acorazado Terrano mientras sus motores sublumínicos se encargaban de llevar la nave lejos del enorme navío para luego saltar rápidamente al Slipspace rumbo hacia aquella situación máxima velocidad posible.
Estos desconocidos han provocado al Dragón dormido y verán que meterse con sus seres queridos nunca era una buena idea. Mas si esa persona era una de las dos madres de aquel líder de los Templarios Terran.