La fecha para la expedición se acercaba rápidamente, y James se sentía cada vez más ansioso. Había estado entrenando arduamente con Owen, aprendiendo los fundamentos de las técnicas de combate y practicando la meditación y las runas. Estaba determinado a estar preparado para lo que les esperaba en la expedición.
Sin embargo, su monótona rutina se vio interrumpida cuando recibió la noticia de la visita de la princesa Liz al día siguiente. James sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal al pensar en recibir a la realeza en su modesto taller. Sabía que no era el lugar más digno para recibir a alguien de su estatus, por lo que se propuso hacer todo lo posible para dejarlo presentable.
Se puso manos a la obra y comenzó a limpiar y ordenar cada rincón del taller. Barrió el polvo, pulió las herramientas y limpió los cristales de las ventanas. Quería que todo estuviera impecable para recibir a la princesa.
Además de limpiar, James decidió preparar un pequeño banquete para agasajar a su distinguida invitada. Utilizando los pocos ingredientes que tenía a su disposición, se las arregló para preparar una comida sencilla pero deliciosa. Quería demostrar su buena disposición y mostrar su talento culinario, aunque modesto, al servicio de la princesa.
Finalmente, el día de la visita llegó. James se puso su mejor ropa y esperó nerviosamente en la recepción del taller. Owen estaba a su lado, brindándole apoyo y recordándole que confiara en sus habilidades y en el trabajo que había realizado, además de molestándolo con el seudónimo de caballero de armadura reluciente.
Cuando la princesa Liz y su comitiva llegaron, James se esforzó por mantener la compostura y darles la bienvenida con una sonrisa. Los nervios todavía lo invadían, pero se obligó a sí mismo a mantener la calma y mostrar su respeto.
La princesa Liz quedó impresionada al ver el taller. A pesar de su modestia, había una sensación de calidez y dedicación en el ambiente. James explicó brevemente los proyectos en los que había estado trabajando y cómo había estado preparándose para la expedición. La princesa escuchó atentamente y elogió sus esfuerzos.
Después de un breve recorrido por el taller, todos se dirigieron al comedor, donde se serviría el banquete preparado por James. A medida que los platos eran presentados, la princesa y su comitiva los saboreaban con gusto y expresaban su satisfacción. James se sentía abrumado por el elogio y la atención que recibía.
Durante la comida, la princesa Liz expresó su gratitud hacia James y Owen por su valiente acto de salvarla durante el incidente anterior. Les aseguró que no olvidaría su ayuda y que haría todo lo posible por recompensarles en el futuro.
Ambos estaban algo confundidos acerca de que sacar de la situación, pero Owen rápidamente decidió negarse a recibir cualquier compensación, no había hecho nada por dinero.
James fue distinto, ante la gran variedad de opciones que le ofrecían estaba genuinamente confuso, sin saber que elegir se tomó unos momentos para meditar el asunto hasta que se le ocurrió una idea.
"Podría la princesa garantizarme una plaza en la academia del reino Himlar" pregunto James.
"Por supuesto" dijo la princesa casi de forma instantánea.
"Princesa" fue amonestada por un criado rápidamente.
"Que? Estoy seguro de que al menos puedo hacer eso, o quieres decir que ni siquiera tengo la autoridad para pagar un favor tan pequeño hacia alguien que me salvo la vida" dijo la princesa ofendida.
"No se trata de su autoridad, definitivamente puede hacer eso, lo que debe considerar es la política interna del reino, si lo acepta sin más en su nombre, las demás personas entenderán que está en su facción y lo expondrá a peligros de la corte" dijo el criado de manera pedagógica.
"Porque son tan molestos" respondió la princesa algo cabreada.
"Disculpe las molestias señor James, aunque será necesario seguir unos pasos extras si es posible asegurarle una plaza en la academia, por supuesto no podrá tener un puesto principal ya que estos solo se reservan para los elegidos que juran defender el reino" resumió el mismo criado.
"No tengo problemas con eso siempre que pueda estudiar y mejorar mis afinidades, si además puedo mantenerme lejos de política innecesaria mucho mejor" respondió honestamente James.
El criado estaba ligeramente decepcionado por esta respuesta, pero había sido avisado de antemano que su deber era proporcionar una recompensa adecuada para la persona, por ninguna circunstancia podía unirlo a su facción si es que no se mostraban cooperativos, aunque igualmente lo decepciono que no se mostrasen cooperativos.
"Bien, ahora que nos sacamos los temas molestos de encima, me gustaría saber un poco más de sus aventuras" dijo la princesa entusiasmada, ella procedió hacer un montón de preguntas sobre las vidas de aventureros de ambos, parecía estar realmente entusiasmada con el estilo de vida libre y los parajes exótico, por desgracia para James no tenía muchas aventuras que contar, solo su tiempo en la forja.
Después de un tiempo el criado juzgo que era un tiempo prudente y que la actitud inquisitiva de la princesa empezaba a incomodar a sus rescatadores.
"Princesa creo que es tiempo de volver, creo haber escuchado que Sir Larat estaba preparando algunos regalos para usted" comento de manera casual el criado, él sabía que era una mentira descarada pero no tenía otra forma de hacer que la princesa lo siguiera de buena gana.
La princesa se mostró entusiasmada ante la perspectiva de regalos y se despidió de sus nuevos conocidos, y se dirigió hacia afuera, el cortesano le dio a James un toquen junto con una nota, y siguió rápidamente a la princesa de vuelta hacia la residencia de su facción.
"Sí que es intensa" dijo Owen.
"Tiene una gran sed de aventura, en especial por las aventuras peligrosas al parecer, su reacción a tu historia contra las hordas demoniaca fue increíble" comento James mientras asentía.
"Como sea, el tiempo de la expedición se acerca, deberías comenzar a contactar con tu grupo y coordinarte con ellos, pasaras un buen tiempo ahí, es imprescindible que sepan colaborar" dijo Owen con un evidente cansancio mental, era difícil de creer que este bruto pudiera luchar contra dos expertos en igualdad de condiciones, pero no pudiera responder preguntas de una princesa sin que esto lo agotara.
"Está bien, sé que quieres ir a ver qué sucede con el resto de tu grupo, preparare mi equipo y abandonaremos este taller antes de que vengan a buscar más problemas con nosotros" dijo James recordando el enfrentamiento en el callejón.
Ambos comenzaron a preparar sus cosas era momento de separar sus caminos, el hecho de que unos matones cualesquiera vinieran al taller a buscar problemas con el dejaba en claro que la ciudad ya no los dejaría tranquilo por el nombre de Strom.
Al día siguiente James puso todas las cosas importantes en su anillo espacial, como el espacio era aún pequeño y tenía bastantes libros dejados por su maestro aun por estudiar, la mayoría de este espacio estaba ocupado por esto por lo que tuvo que empacar un poco de ropa en una pequeña mochila.
Junto con Owen se dirigió hacia la plaza principal de la ciudad, estaba ligeramente preocupado por como contactar con su facción sin embargo al final sus preocupaciones fueron en vano ya que al momento de llegar a la plaza fue interceptado por un viejo conocido.
"Señor James, espero me recuerde de la reunión que tuvimos con su maestro, mi nombre es Aura, soy la asistente de la señorita Jazmín, ¿puedo saber si el señor está listo para incorporarse a el grupo expedicionario?" dijo Aura de manera pausada, había cierto respeto en su voz, pero por la actitud de aura este respeto parecía estar más dirigido a Owen que a el mismo.
"Si estoy listo para incorporarme, aunque no sé cómo llegar a su campamento" respondió James, admitiendo su ignorancia con cierta vergüenza.
"No se preocupes señor, un guardia le ayudara llegar al campamento, están todos los especialistas reclutados ahí, solo faltaba usted" comento Aura con la misma calma, James no sabía si lo estaba recriminando o no, pero aun así no pudo evitar sentirse culpable de alguna forma.
James hizo un gesto de aprobación y luego se giró hacia Owen "Muchas gracias por toda tu ayuda, he aprendido mucho de ti" agradeció James de todo corazón.
"Muchacho no te enseño tu maestro que un hombre tiene pocas palabras, si quieres agradecer hazlo con tus acciones, espero que tu habilidad rúnica este a la altura la próxima vez para que me hagas un arma que este a la altura de estos" dijo Owen mientras flexionaba sus músculos, haciendo una amplia demostración de su físico entrenado.
James sintió una ligera emoción, una sensación ardiente en su pecho, realmente deseaba mejorar su maestría rúnica para poder hacer un arma a la altura, su espíritu de artesano ardía, por lo que miro a los ojos a Owen y simplemente asintió.
James que no tenía más palabras que decir miro hacia el guardia y dijo "Vamos"