- "Kate, cálmate antes de que te avergüences delante de él. James, invítalo al salón y ofrécele una de nuestras mejores bebidas", instruyó Katrina al mayordomo. "Kate, no sé qué tipo de buena suerte has encontrado, pero aprovecharemos al máximo. ¿Ves ahora por qué te dije que arreglaras tu apariencia?"
- La sangre se le drenó del rostro a Kate cuando se dio cuenta de lo horrible que se veía en ese momento. "Madre, por favor, detenlo por mí. Necesito cambiarme", Kate recogió su vestido y corrió hacia arriba.
- "¡Una dama no corre así de salvaje, Kate!" Katrina le gritó a su hija. "¿Qué voy a hacer con esa niña? Realmente debería casarla y sacarla de mi pelo".
- Aunque Katrina estaba feliz de tener a Edgar aquí, no podía evitar sentir que algo iba a salir terriblemente mal.