—No puedo imaginar lo que debe sentirse decir adiós a tu padre, Kate. Voy a animarte comprando lo que quieras hoy —anunció Grace.
Kate, Grace y Lila se sentaron afuera de una pequeña tienda para tomar un descanso de ir de compras por la ciudad. Debido al clima frío, decidieron pedir té para calentarse y charlar.
—Hubiera sido genial si hubieras asistido al funeral, pero supongo que esto está bien. No llores después si quiero una bolsa cara para hacerme feliz —bromeó Kate mientras planeaba conseguir una nueva bolsa de esto.
—Bueno, bueno —Grace acarició la mano de Kate—. Es bueno que Lila estuviera allí para consolarte. Toda la ciudad ha estado hablando desde ayer sobre el funeral de tu padre.
—Como deberían. Será extrañado por mucha gente —sonrió Kate, disfrutando de la atención que el funeral puso en su familia.
Mientras estaban confundidas por la respuesta de Kate, Grace y Lila se miraron.