Después de encontrarme con aquel hombre, o mujer, bueno no importa, de todas maneras me ofreció un plato de comida pero justo cuando sonó una alarma. Me dijo que era necesario que el saliera y me permitió quedarme hasta que me recuperara.
Me sentía bastante desconcertada. Nadie salva a alguien, lo cuida y le da de comer. Desconfié de la comida y decidí no comerla, pensando que quizás estuviera envenenada o que tuviera algo no muy agradable. Al fin y al cabo, un día o dos sin comer no sería nada nuevo para mí. Intenté levantarme de la cama, pero mi cuerpo dolía tanto que apenas podía moverme.
Sin nada más que hacer y estando sola, recordé que llevaba conmigo aquella flauta que siempre me relajaba en situaciones como esta. Me acomodé un poco en la cama y coloqué la flauta como solía hacerlo. Aunque al principio no sabía cómo usarla, después de tanto tiempo de prueba y error, encontré una manera adecuada.
Comencé a soplar y un hermoso silbido resonó en la habitación. Era muy diferente a los cortos suspiros que emití la primera vez que la toqué. Nota tras nota, una canción comenzó a fluir, algo que había estado prohibido durante mucho tiempo. En esta habitación vacía, volvió a sonar una canción nunca antes escuchada.
Y entonces algo sucedió. Al igual que un guerrero que empuña el arma otorgada por su dios para luchar, Robin se iluminó. Pero no era una luz roja de sangre y agresión, sino de un verde calmado y pacífico. La habitación apenas iluminada se envolvió en un aura de paz, y Robin, junto con su flauta, fue envuelta por esa misma aura. Sorprendentemente, la flauta descuidada, con sus imperfecciones, comenzó a limpiarse y Robin comenzó a sanar de manera lenta pero placentera. Sin embargo, Robin no se daba cuenta de su curación, ya que estaba absorta en su música y había bloqueado todo su entorno.
Pero, como todas las cosas que comienzan, todo debe terminar, y con el último silbido, la canción llegó a su fin.
-Aplausos-. "¡Qué maravillosa canción!", alguien o algo que no estaba allí antes, apareció. Era la misma mujer que me había ayudado.
"Hic, no aparezcas así de repente, casi me da un infarto", respondí asustada por su inesperada aparición.
"Posees un don muy peculiar. En todos mis años de trabajo, nunca había visto algo así", dijo la mujer, mostrando un gran interés.
"Y exactamente, ¿en qué trabajo puedes aparecer y desaparecer de esa manera?", pregunté con mi expresión habitual después de haberme calmado.
"En uno bastante divertido, jajajajaja", la mujer se rió de forma cómica.
"¿Por qué? ¿Te gustaría saberlo?", preguntó la mujer con una voz fría, mientras su aura de poder llenaba la habitación, disipando la calma que había dejado mi flauta.
"Y tener que parecer y desaparecer de repente, no gracias".
"Una lástima. No es común ver personas chroma".
"¿Chroma? ¿Qué significa eso?", pregunté con gran intriga.
"No lo sabes, ¿en que mundo vives?"
"En uno donde me justaría saber que es Chrome" dije con mi habitual cara de burla
"Así es como se llaman a las personas como tu, o como yo. Normalmente, las personas reciben un arma de Valakor, y eso se demuestra con el color rojo de su aura. Pero sabes qué, a veces hay personas que no tienen un aura roja. Hay personas como yo que tenemos un aura negra. He visto muchos colores, amarillas, azules, pero nunca uno verde como el tuyo".
"¿Y eso es algo bueno o malo?"
"No lo sé, depende de ti y de cómo lo uses", mientras decía esto, sacó una especie de insignia de su bolsillo y me la ofreció.
"Si no sabes quién eres o para qué sirves, puedes ponerte en contacto con mi organización. Somos especialistas en trabajar con los Chromas".
"Pero, ¿Cuál es tu trabajo exactamente?"
"Es algo que no puedes saber a menos que formes parte de él".
Espero que esta corrección y mejora te sea útil. Si tienes alguna otra solicitud o necesitas más ayuda, no dudes en preguntar.