Nos acercamos a la aldea, habían muchas cabañas hermosas, era una aldea de unas cien cabañas, no alcancé a ver muchas personas, Bazzal me había comentado de que había un alto índice de desapariciones en ese lugar. El extraño insecto, señalo con una de sus raras patas de cucaracha, una cabaña que al parecer era mas grande que las demás, y me dijo. Bazzal- ESA cabaña es un..un restaurante del cual mi amigo es dueño como ya te había dicho. Apresure el paso hasta el restaurante; Era muy hermoso su exterior, su puerta delantera era de plata, había un cartel en el costado de la puerta que decía. "No se permite ingresar al recinto con ningún tipo de objeto punzante" Bazzal- Sera mejor que dejes afuera ese cuchillo que llevas en el bolsillo. No puedo confiar, arroje el cuchillo al suelo, Bazzal entro al restaurante, aprovechando que el entro primero, recogí el cuchillo y lo escondo en mi pantalón. Entre al recinto, era aun mas bello de lo que esperaba, pero no había nadie, solo bazzal y yo. Bazzal-¡Mortifczo!. Una puerta se abrió y de ella salio un hombre muy delgado, vestido con un elegante traje negro, tenia una corbata roja, sus ojos eran rojos, usaba un par de guantes blancos, y respondió con una voz muy dulce y calmada. Morticzo- Qué gusto verte de nuevo viejo amigo Bazzal. Bazzal- ¿Como va el negocio? Morticzo- Va de maravilla ¿Que te trae por aquí? Bazzal- aquí mi amigo Toni, tiene mucha hambre y me preguntaba si podías prepararle un especial. Morticzo- siempre es un placer Bazzal. Me senté en una mesa de cristal que estaba Justo al lado de una de las ventanas, debo esperar unos minutos, Bazzal me dijo que esperara. Pasados unos once minutos, se abre nuevamente la puerta y de ella sale Bazzal, fue una escena muy extraña, traía un plato con carne y ensalada en su espalda. Bazzal- Toni, espero te guste la carne (dijo en un tono muy extraño). Tome la hermosa bandeja de plata con el hermoso manjar, tenia un olor exquisito, pero parece que Bazzal olvido los cubiertos en la cocina. Bazzal- disculpa, parece que olvide los cubiertos. No te preocupes yo Los traigo. Bazzal- ¡ni se te ocurra! Eres mi invitado. El insecto corrió a la cocina y trajo unos cubiertos de oro. Bazzal- aquí tienes, puedes comer. Con el cuchillo de oro corte la carne en pedazos, y comencé a comer la carne... Termine de comerla, pensé, ojala Mónica estuviera aquí para que disfrutara de este delicioso platillo. Cuando me disponía a pararme de la mesa, me entraron unos leves mareos, comencé a ver todo borroso, caí al suelo, estaba inmóvil, no podía mover ninguna extremidad, ninguna parte de mi cuerpo, pero si podía escuchar. Bazzal- Pensé que no haría efecto.
Morticzo- Tu bien sabes que mi veneno puede matar a cualquiera de esos humanos débiles. Bazzal- Vamos a comenzar. Morticzo me arrastro hasta la cocina, Bazzal lo siguió; El suelo de la cocina estaba lleno de sangre y algunos sesos podridos llenos de gusanos amarillos, comencé a notar un olor nauseabundo, me acostaron en una mesa.
Morticzo- Ahora le quitaremos la piel, ¿donde esta el cuchillo? ¡Bazzal!Bazzal- Qué te pasa estúpido?
Morticzo- Donde esta el cuchillo?
Bazzal- Esta en la puerta delantera, el chico lo arrojo al suelo, puedes ir a buscarlo. Morticzo- ok. Bazzal- voy a tomar un descanso. Recupere la movilidad, me levante poco a poco, tome el cuchillo que había escondido en el pantalón, me acerque a Bazzal, con una mano tape su boca y con el cuchillo perfore su cráneo, un río de sangre negra brotó de su interior, se retorció en el suelo unos segundos, hasta que se dejo de mover, sentí un liquido frío que callo en mi cabeza, mire hacia arriba y lo que descubrí fue algo horroroso, unas seis personas colgadas del techo, me entraron nauseas, sentí unos pasos. Morticzo- Bazzal no encuentro el cuchillo. Vi una nevera, la abrí y me metí adentro. El extraño hombre, entro a la cocina y vio a su amigo muerto en el suelo. Morticzo- Diablos! La presa escapo, ahora qué rayos voy a comer. Morticzo se acerco al cadáver de Bazzal con una Mirada muy rara. Morticzo- Voy a comerme a este imbécil, de todas formas solo me hizo perder el tiempo. Sujetó el cuerpo de Bazzal y lo lanzo con desden a la mesa, con un martillo comenzó a golpear el caparazón de el insecto traidor, hasta romperlo, mutiló sus alas. Morticzo- Voy a colgar estas alas en la pared de la cocina, seria una pena botarlas. Corto Sus cuatro alas, con sus filosos dientes amarillos arranco los ojos del cadáver de Bazzal y los guardo en un frasco, comenzó a sacar y cortar los órganos del insecto muerto.. Luego de guardar los órganos en otro frasco, con Sus dientes arranco y masticó las seis patas de cucaracha que tenia ese extraño espécimen, se las comió sin muestra de arrepentimiento, se quito sus guantes blancos, mostrando unas largas y filosas garras y unas manos peludas. Morticzo- elEn esta cocina hay mucho calor. El monstruo se quito su hermoso traje negro, ya no era muy hermoso ni muy negro, ya que estaba manchado con los sesos verdes y la Sangre de Bazzal, tiro su traje al suelo. Morticzo- Este traje ya no me gusta, esta sucio con los sucios sesos de ese inútil. Alcancé a ver que tenia unas grandes alas negras, estaban todas rasgadas, en todo su cuerpo tenia muchas cicatrices y erupciones, muchos granos enormes y amarillos. Tengo que prepararme para cuando el abra la nevera, tengo que eliminarlo. Morticzo- voy a guardar los órganos de Bazzal jajaja, mas tarde los comeré. Tomó con sus garras los frascos, se acerco a la nevera, agarre mi cuchillo, para apuñalarlo en el corazón cuando abriera la nevera. Abrió la nevera rápidamente, salte como un grillo.
Morticzo- Pero qué demonios? El monstruo cae en pánico, resbalo con el traje negro que estaba en el suelo, era muy fácil resbalarse, el suelo estaba lleno de sangre. Morticzo Cayo al suelo, salte encima de el y con el cuchillo corte su cuello. Morticzo- ¡Qué haces! ¡No! Esas fueron las ultimas palabras del monstruo repugnante, una buena cantidad de sangre de color verde, salió de su cuello, y cada grano de su cuerpo comenzó a explotar, sentí muchas nauseas y comencé a vomitar, de los agujeros amarillos, comenzaron a surgir gusanos blancos. No podía con tanto me causaba repulsión, tomé mi cuchillo, abrí la puerta de la cocina y salí al salón, arrastre una mesa y con ella bloquee la puerta de la cocina, salí por la puerta principal y al salir me encontré con.