"Hola..." dijeron los chicos con claro desinterés.
Harris y Andrew me miraron con ojos fríos mientras yo esbozaba una sonrisa. A estos dos chavales les habían explicado claramente los pormenores del negocio familiar desde tan pequeños, sin omitir ningún detalle sobre lo que se esperaba de ellos cuando fueran mayores. Harvey no tenía corazón cuando se trataba de formar a sus chicos para que fueran los próximos jefes ideales de la banda. Aunque los chicos aún eran jóvenes, ya tenían una actitud fría y calculadora.
"¿Vas a volver ahora?" preguntó Amelia.