“Tu vagina no deja de contraerse. ¿Estás tan emocionada de que lo estemos haciendo aquí?” preguntó Hayden con tanta naturalidad que me sorprendió lo relajado que parecía acerca de todo esto.
Tenía razón en que mi vagina no dejaba de temblar y apretarse alrededor de su pene. Sin embargo, no creo que fuera porque estaba emocionada o preocupada, solo quería sentir más de su pene. Deseaba que él continuara moviéndose debajo de mí, pero sabía bien que él quería que yo me moviera y montara su pene en su lugar.
“Se siente…bien…” admití tímidamente.