Aunque sabía que a algunos chicos no les gustaba planear bodas o planear nada para el caso, debería haber prestado más atención a lo que estaba diciendo. No fue sólo mi boda, fue nuestra boda. La presión del hecho de que la boda estaba a solo una semana de distancia me hizo estresar lo suficiente ya sin la necesidad de añadir más frustración por el hecho de que tenía que lidiar con Hayden también.
Lo peor fue que no parecía importarle y eso me dolió más que nada. Me senté en el sofá y cerré los ojos mientras me concentraba en respirar profunda y lentamente. Aunque traté de controlar mis pensamientos, no pude evitar que se desviaran a las dos condiciones que Hayden había presentado al jefe. Claramente estaba ganando tiempo, y no pude evitar pensar que tal vez todo lo que estaba haciendo, solo lo hacía para ganar más tiempo. Todo, incluida nuestra próxima boda. ¿Y si se casa conmigo para ganar más tiempo?
