"Por favor, espera a que lleguemos al jardín, ¿vale? No te orines", le advertí burlonamente.
Tuve que poner a Little Hayden en el suelo para poder reunir mis materiales de arte y herramientas que necesitaba llevar afuera para trabajar en algo de arte en el jardín. El pequeño Hayden parecía un poco confundido al ser repentinamente decepcionado de mis brazos, pero aun así eligió quedarse cerca de mí. Caminó sobre mis talones y me siguió mientras me movía reuniendo cosas en el estudio de arte. Honestamente, tenía bastante miedo de pisar sus patitas mientras caminaba.
Después de reunir todas las herramientas que necesitaba, llevé a Little Hayden en mis brazos junto con la bolsa de herramientas. Ya lo encontré bastante difícil. Quizás esto es lo que se siente ser una madre soltera... un poco...