"No te preocupes. Has hecho más que suficiente. Honestidad, has superado mis expectativas", dijo el jefe.
"Lo siento, no entiendo..." Dije mientras miraba al jefe cuestionadamente.
"¿Estás enamorado de mi hijo?" Preguntó abruptamente el jefe.
Recordé que él me había preguntado esto antes en nuestra conversación anterior. En ese entonces, yo le había respondido firmemente que no lo era. Sin embargo, ahora no era tan fácil darle una respuesta directa...
"¿Importa?" Pregunté en vez de responder.
Los ojos del jefe se entrecerraron un poco antes de sonreírme.
"Ya la has visto, ¿verdad? Amelia..." preguntó el jefe antes de soltar un suspiro.
"Sí... tengo..." le respondí.
El jefe parecía muy preocupado por un momento antes de volver a hablar.
"Esa chica... no va a lograrlo..." dijo el jefe sin emociones.