Me despierto por culpa de un olor delicioso a comida, que al parecer viene de mi cocina, giro la cabeza y como me imaginé, él no está. Me levanto y me dirijo hacia el armario para sacar una bata, al ponérmela para salir de la habitación, me quedo observando algo que esta adornando uno de mis dedos.
- No puede ser... pero si es mi anillo de matrimonio... - Me digo al mismo tiempo en que no puedo apartar la mirada de él.
Me apresuro a salir porque ya es hora de hablar claro con Damián pero a medida que camino por la casa, comienzo a escuchar voces y hasta risas. Camino con cuidado tratando de no hacer ruido hasta llegar a la cocina y no puedo creer lo que estoy viendo, esto ya es demasiado...
Me devuelvo de inmediato a mi habitación, cierro la puerta con seguro y me dispongo a tomar un baño de agua bien fría. Como puede ser tan cruel, habíamos hecho el amor la noche anterior y no una, sino varias veces y aunque sé que la culpable de todo soy yo, no puedo creer que ahora este en mi casa, en mi cocina, hablando con ella y cocinándole. No... que digo... hablando no, riéndose con ella, esto ya es demasiado.
Mientras dejo que el agua helada caiga por mi cabeza, no puedo evitar llorar y muy amargamente. Él se había vengado de mí y de la peor forma, me había usado solo para tener sexo porque eso era lo que había significado para él lo que había ocurrido entre nosotros, solo sexo y ya. Salgo del baño y me visto rápidamente con unos jeans, tenis y una camiseta porque tengo que salir de la casa pero de inmediato, así que cojo un bolso de cuero tipo mochila que tengo cerca, introduzco algunas cosas y me dirijo hacia la cocina, tampoco los voy a dejar muy felices en mi casa.
- Veo que ya despertaste... hasta estas arreglada... piensas salir?. - Me pregunta Damián al verme entrar en la sala, quien está colocando unos platos con comida en el comedor mientras su acompañante lo ve sentada desde la barra de la cocina.
- Si, pienso salir. - Le contesto sin mirarlo mientras guardo mi laptop en el bolso.
- Pensé que podríamos... - Intenta decir Damián y su novia habla.
- Buenos... - Intenta decir Tatiana pero interrumpo nuevamente antes de que termine.
- Cuando vuelva... no quiero verlos aquí... esto ya es más de lo que puedo tolerar. - Les digo a ambos sin mirarlos pero sintiendo unas miradas sobre mí, como si quisieran atravesarme.
Cojo mis cosas y me dirijo hacia la puerta cuando siento una mano en mi codo.
- Tú no sales de aquí hasta que hablemos... - Me dice Damián con un tono que muestra signos de frustración...
- Eso quería yo, pero ya esto es demasiado Damián... y por lo que estoy pensando y sintiendo en este momento, eso no va hacer posible. Por lo menos... por ahora... es lo mejor para todos. - Le respondo al tiempo en que me deshago de su agarre y los señalo a ambos.
Abro la puerta y me topo con Iván, quien iba a tocar el timbre de mi casa.
- Pe perdón... parece que estoy interrumpiendo algo, vuelvo mejor después... - Iván se gira para irse y yo lo detengo.
- No interrumpes nada Iván solo que voy de salida, te parece si me acompañas a desayunar mientras ellos terminan acá en mi casa sus asuntos y por ahí derecho me dices para qué es que me necesitas. - Le hago caras al pronunciar la última parte.
- Si, por supuesto... - Me contesta, al parecer me ha entendido y me está siguiendo la corriente.
- Alexa... - Dice Damián al intentar llamar mi atención.
Cojo a Iván por el brazo para irme con él pero antes miro a las dos personas que están con nosotros en la entrada.
- Arreglen sus cosas y una vez que lo hagan me cierran la puerta por favor. - Y una vez dicho eso, me alejo con Iván del brazo.
Llegamos a una cafetería y solo pedimos café, hablamos un rato en donde él me explica que había ido a mi casa porque Jake le había hablado pidiéndole que fuera a verme para saber cómo estaba, ya que se había quedado un poco preocupado por mí y también aprovechó para disculparse por el pequeño enfrentamiento que había tenido con Damián, por lo que le digo que no tenía nada de qué preocuparse.
Después de pasar un rato con Iván que es un tipo bastante agradable, decido ir a caminar un poco por la playa para quemar tiempo. Me siento en la arena y comienzo a mirar a una familia que se encuentra cerca de mi ubicación, una de las niñas de la pareja se acerca a mí con un balde y una pala para hacer castillos de arena.
- Hola, me llamo Amy y tú?. - Me pregunta al acercarse y sentarse a mi lado a jugar con la arena como si me conociera de toda la vida.
- Hola Amy, mi nombre es Alexa y es un placer conocerte. - Le respondo y al levantar mi cabeza para mirar a sus padres, la madre me sonríe al comenzar a acercarse.
- Amy... no molestes a la señorita... discúlpala por favor. - Me dice la madre de la pequeña un poco apenada.
- No se preocupe, no me está molestando, me llamo Alexa Lennox. - Le digo al levantarme y darle mi mano para presentarme.
- Es un placer conocerla Alexa, mi nombre es Samantha y él es mi esposo Dennis. - Me dice al estrechar mi mano.
Amy se queda a mi lado y comenzamos a jugar, es una niña adorable y mientras la observo, no puedo dejar de preguntarme nuevamente como hubiera sido ser mamá, como hubiera sido formar una familia con Damián, pero eso es algo que nunca va hacer posible. Mientras estoy sumergida en mis pensamientos, la madre de Amy me saca de ellos al sentarse a mi lado en la arena con dos copas de vino, ofreciéndome una.
- Muchas gracias Samantha pero no es necesario, no quiero dañarles ni entrometerme en sus planes familiares.
- No te preocupes por eso Alexa, además, ya eres la amiga de mi hija de cuatro años, por lo tanto, eres más que bienvenida. - Me dice al entregarme la copa con una sonrisa.
- Tú hija mayor es más unida a su padre por lo que veo. - Le comento al dirigir mí mirada a los otros dos miembros de la familia que están buscando conchas en la orilla de la playa.
- Si, Paula es más unida a su padre y más desde que cumplió sus doce años hace algunos meses y se cree más grande. - Me dice rodando los ojos y sonriendo al final.
- Y dónde se encuentra tú esposo?. - Me pregunta Samantha de la nada antes de beber un trago de la copa de vino.
- Mi esposo?... - Respondo con otra pregunta algo sorprendida.
- Si, lo digo por tú anillo... - Me dice algo apenada al volver a mirar el anillo que se encuentra en mi mano, sigo la dirección de su mirada y también veo el anillo que dice que estoy casada.
- Así, mi esposo... - Trato de responder después de un breve lapso de silencio.
- Acá estás mi amor... casi que no te encuentro. - Dice Damián a mis espaldas.
- Déjeme presentarme, soy Damián Evans su esposo. - Le dice a Samantha al estrecharle la mano.
- Pues es un gusto conocerlo Damián y déjenme decirles que hacen una hermosa pareja. – Le contesta Samantha.
Después de decir la última parte, ella me observa y me guiñe un ojo pero luego se va un momento al escuchar que su esposo la llama.
- Me estás siguiendo?... - Le pregunto bastante molesta alzando mi cabeza para mirarlo, ya que yo estoy sentada y él se encuentra de pie.
- Y qué querías amor... si me dejaste en la casa solo para irte con él. - Me dice al tiempo que se sienta a mi lado en la arena con una mirada bastante enojada y desafiante.
- Y tú quién eres?. - Pregunta Amy interrumpiendo la conversación.
- Hola, yo soy Damián, el esposo de Alexa y está princesa quién es?.
- Me llamo Amy y soy amiga de Alexa, estamos haciendo castillos de arena, te gustan los castillos?. - Le dice Amy al ofrecerle una pala de juguete.
- Me encantan y no es por nada Amy, pero soy bastante bueno haciéndolos, ven y te muestro... - Le dice al coger la pala para jugar con ella.
El resto del día la pasamos con Amy y su familia, que al parecer, son personas muy amables y hospitalarias, hasta Damián entablo una relación bastante buena con el señor Dennis mientras le ayudaba hacer la barbacoa para todos.
Cuando llega la noche, los padres de Amy nos invitan a cenar a su casa y aunque al principio me negué, al final tuve que aceptar porque ellos insistieron mucho y la cara que puso Amy para pedírmelo, me conquistó y ya no pude decir que no.
Mientras montamos las cosas en el auto de la familia y me dejan a solas por un momento con Damián, decido que es hora de que se vaya.
- Creo que ya es hora de que se vaya Damián, no sé ha reportado con su novia y no quiero tener problemas con ella. - Él deja de acomodar las cosas en la cajuela del auto para mirarme.
- No, no pienso irme porque a mí también me invitaron y no pienso darte gusto. Además, no tienes de que preocuparte, Tatiana siempre sabe lo que estoy haciendo... - Me contesta al cruzar sus brazos y mirarme con una de sus cejas levantadas.
- De verdad Damián, ya es suficiente de todo esto, ya te vengaste de mí. Lo que sucedió anoche ya fue más que suficiente, no crees?. - Él da un par de pasos hasta quedar a unos escasos centímetros de mí.
- Tú crees... que hacer el amor contigo anoche... fue una venganza?... - Me dice mientras da otro paso, haciendo que retroceda con la caja que tengo en la mano hasta arrinconarme contra un costado del automóvil, colocando una mano a cada lado de mi cabeza como si estuviera creando una jaula para evitar que me escape.
- Crees... que esto es... - Comienza a decirme mientras acerca su rostro al mío y comienza a respirar y a susurrar en mi oído, haciéndome temblar cuando siento su respiración en mi cuello.
- Damián... - Logro decir y giro un poco mi cabeza hacia un lado, pero él vuelve a girarla para mirarlo y sin previo aviso, comienza a besarme hasta que alguien llega.
- Guacala... - Nos dice Amy al mirarnos y Damián se ríe al verle su expresión.
- Cuando seas mayor, no creo que te siga pareciendo guacala cuando beses a tu novio. - Le dice y luego le alborota el cabello al tocarle la cabeza en forma de broma, después me mira nuevamente al quitarme la caja de las manos, pero no sin antes acercarse a mi oído.
- Si dices que ponerte a temblar es una venganza hacia a ti por ponerte vulnerable y en evidencia... pues me temo que entonces si es una venganza de mi parte... y aún no he terminado... - Me dice y al final se lame un poco el labio inferior con su lengua.
Él se ríe al ver mi expresión que debió de haber sido como la de un animalito asustado.
- Muy bien, creo que ya podemos irnos, todo ya está guardado en el auto. - Dice Dennis.
- Perfecto, nosotros los seguiremos en mi carro. - Responde Damián.
- Mami, déjame ir con ellos porfis... - Le dice Amy a su mamá.
- Está bien hija, pero si ellos lo autorizan. - Le responde Samantha.
- Por supuesto... - Respondemos los dos al mismo tiempo.
- Muy bien... vamos. - Dice el señor Dennis.
Damián me abre la puerta del copiloto del jeep, me subo con Amy sentándola en mis piernas para luego colocarnos el cinturón de seguridad de forma que nos proteja a las dos. Damián cierra la puerta, rodea el automóvil y luego se sube al asiento del piloto para después ponerlo en marcha y seguir la camioneta de los padres de Amy.