Estoy totalmente exhausta, ha sido una noche extremadamente larga y agradecía en este momento, el poder llegar a casa y descansar un poco. Una vez dentro, me quito los tacones rápidamente para caminar descalza por la casa pero aun usando el vestido amarillo de dos piezas que consistía en una falda tipo pantalón y en una blusa tipo top de una sola manga con un gran moño en esta de adorno.
Al dejar los tacones a un lado de la entrada, me doy cuenta de que la chimenea de la sala de la casa está encendida, por lo que me alerto porque estoy completamente segura de que no la había dejado encendida al salir. Miro a mi alrededor y solo veo un perchero que puedo usar como arma para defenderme, comienzo a avanzar muy lentamente, tratando de no hacer algún ruido, empuñando el perchero como si fuera un bate de baseball.
- Deberías bajar el perchero, eso conmigo no funciona...
En el preciso momento en que escucho la voz, me quedo completamente estática y de inmediato, veo la silueta de un hombre levantarse de una de las sillas que se encuentran frente a la chimenea para luego girarse para verme.
- Damián... - Es lo único que logro decir después de medio reaccionar, porque aún no me creo lo que ven mis ojos.
- Que bueno que aún te acuerdes de mi nombre...
Sus palabras me duelen. Como puede decirme eso, como puede pensar que me podría olvidar de él, pero prefiero guardar silencio, ya que por su tono de voz, puedo saber que está enojado o tal vez se siente de la misma manera que su hermana con respecto a mí y no es enojo, sino, odio.
Al frente de mi posición, puedo observar a un hombre que me mira completamente serio, vestido con unos jeans, una camiseta blanca y una chaqueta negra de cuero. Con el cabello desarreglado y un poco desaliñado, pero a pesar de que no está con sus trajes como es de costumbre verlo, aún sigue siendo el hombre más atractivo y guapo del mundo, sin importar lo simple que sea su vestimenta, todo lo que se coloca le queda perfecto.
Trato de guardar la compostura y de decirme a mí misma que él ya no es mío, que pertenece a otra mujer para no cometer el error de irme corriendo hacia él. Bajo el perchero, doy la media vuelta para dirigirme hacia el lugar de donde lo había tomado. Al dejarlo en su sitio, vuelvo a girarme y para mi sorpresa, él está a unos pocos centímetros de mi posición.
- Qué estás haciendo aquí?. - Le pregunto mientras lo esquivo para dirigirme a la cocina y sacar del refrigerador, una botella de agua igual a la que él tiene en la mano y de la que se encuentra bebiendo.
- Me invitaron a una boda, recuerdas?...
- mmm, no te ofrezco algo de beber porque ya te serviste... - Le digo al mirar la botella que sigue en su mano.
Damián, quien no deja de observarme, medio deja salir una sonrisa.
- Dime de una vez por todas a que más viniste Damián, ha sido una noche bastante larga y realmente quiero ir a descansar.
- Si, supongo que debes estar cansada... - Me dice mientras se dirige hacia la chimenea.
Desde la entrada de la cocina, puedo ver que Damián saca de un bolsillo de su chaqueta algo que parece ser un papel doblado en varias partes. Cuando lo desdobla me lo muestra y puedo ver que es la sentencia del divorcio firmada por mí y a escasos centímetros de la mía, se encuentra su firma.
A eso había venido, a mostrarme que ya no formo parte de su vida, a decirme que ya estamos divorciados. No puedo evitar que mis ojos se llenen un poco de lágrimas, pero en unos segundos después, carraspeo mi garganta un poco, cierro y abro varias veces mis ojos para ocultar mis ganas de llorar.
- Pues no tenías que venir hasta acá para mostrarme que ya estamos divorciados, solo bastaba con que le entregaras el documento a mi abogada.
Él solo me mira en completo silencio y al momento siguiente, acerca el documento al fuego de la chimenea y este comienza a consumirse. Yo solo me quedo completamente paralizada y estupefacta porque no estoy entendiendo nada.
- Me voy para que descanses... - Me dice al fin después de unos segundos interminables de profundo silencio, dirigiéndose hacia a la puerta.
- Me puedes explicar que es lo que acabas de hacer por qué no entiendo nada?. - Logro decir mientras él abre la puerta.
- No hay nada que explicar Alexa, solo vine hacer una prueba y acabo de obtener mi respuesta, buenas noches. - Dice para luego cerrar la puerta de mi casa, marchándose de esta.
Al momento en que puedo medio reaccionar, corro hacia la puerta que da hacia la calle, pero me detengo en cuanto veo por la ventana que está al lado de la puerta, que hay un Jeep que no había visto cuando llegué a la casa en toda mi entrada, pero para mi sorpresa, hay alguien parado al lado de la puerta del copiloto del auto y es alguien que conozco perfectamente. Me freno de inmediato y al mismo tiempo, puedo observar como Damián se acerca a ella, le abre la puerta del copiloto para luego dar la vuelta al auto para abrir la puerta del piloto para después colocar este en marcha he irse con ella sin decir nada más.
Al otro día, mientras me peinan y me maquillan para la boda, repaso en mi mente una y otra vez todo lo que había sucedido la noche anterior porque no logro entender nada. En un momento estaba divorciada y al otro ya no y después, él se había ido...
- Amiga, tienes una cara... estás bien?. - Me pregunta Kelly.
- Estoy bien... - Le respondo.
No quiero contarle lo que había sucedido anoche porque ella es la prometida del mejor amigo de Damián y no quiero ponerla en aprietos. Además, en el momento en el que abandoné todo, también había decidido resolver mis cosas sola y guardarme los problemas para mí misma, a diferencia del pobre de Jake, que se había convertido en mi paño de lágrimas.
Antes de que empiece la boda, el pobre está completamente nervioso, sus padres, Iván y yo, solo podemos reírnos de verlo caminando de un lado a otro. Al final me dio tanta pena, que decido alejarlo un poco de los demás mientras llega la novia.
- Tranquilízate Jake, todo va a salir bien...
- Parezco un idiota, verdad?. - Le sonrió y le acomodo un poco el cabello.
- Estás muy guapo pero relájate.
- Y tú estás muy hermosa...
- No te hice quedar mal, verdad?.
Los dos nos reímos y en el momento en que volvemos al altar para seguir esperando, es cuando lo veo entrar al jardín en donde será la ceremonia con ella, con Tatiana del brazo, junto con los demás que vienen detrás de ellos. Creo que Jake se da cuenta que algo me ocurre porque me ha cambiado el ánimo completamente.
- Porqué vino él con ella?. - Comenta Jake en un susurro algo inaudible, un susurro que solo puedo escuchar yo.
- Sabías que iba a venir?. - Le pregunto atónita.
- Por supuesto que sí Ale, Damián es mi padrino.
- Qué!!!!, pensé que tu padrino era Iván...
- No, Iván es un gran amigo mío pero como tú eres mi madrina, me pareció bien pedírselo a Damián. Además, pues quería que él viniera y que ustedes se arreglaran pero no creí que lo que Lisa había dicho de que él estuviera con Tatiana fuera cierto. Perdóname Ale... no fue mi intención... yo...
- No te preocupes por eso ahora, hoy es tu día y tiene que ser el más feliz. Tuviste la mejor de las intenciones, ni tu ni nadie podría haber imaginado que me olvidaría tan rápido.
En el momento en que él me va a decir algo, llega su madre para avisarnos que la novia ya ha llegado y que ya va a comenzar la ceremonia. De inmediato me voy hacia mi asiento mientras puedo ver por el rabillo del ojo, que Damián se acerca solo a él y que Jake le dice algo al oído por lo que este asiente, Jake suspira y le indica cuál es su lugar al lado suyo.
La ceremonia fue totalmente romántica y bellísima, todo había salido perfecto aun cuando me sentí bastante incomoda en la parte en la que tenía que colocarle el lazo a los novios con él. Por momentos había creído que alguien me observaba durante la ceremonia y eso me hacía sentir tensa, incomoda... no sé cómo describir esas sensaciones, pero cuando me giraba para mirar disimuladamente por el lugar, no encontraba nada extraño y cuando lo hacía me topaba con otra mirada por algunos segundos, esa que a comparación de la otra me hace sentir todo lo contrario, pero las sensaciones se congelaban cuando veía al otro lado a su acompañante.
En el transcurso de la fiesta, había visto desaparecer por un periodo de tiempo a Jake y a Damián para después verlos como si fueran los mejores amigos de toda la vida, después los veía a todos sonreír en la mesa como una gran familia, una a la que yo ya no pertenecía. Duele tanto, que es como si alguien te abriera una herida y le echara limón a esta.
- Me pregunto qué pensamientos pueden estar invadiendo la mente de una mujer tan hermosa pero con la mirada más triste que he visto en toda mi vida y menos cuando se está en una fiesta?. - Me pregunta Iván al acercarse a mi espalda, me giro sonriéndole mientras le recibo una copa de champagne.
Iván es un hombre totalmente encantador y aunque solo llevo un día de conocerlo, su compañía me es bastante agradable por que tiene un temperamento similar al de Jake. Mientras ambos caminamos y hablamos sobre varios temas, de vez en cuando miro a mis alrededores cuando me centro en una pareja que se encuentra en la pista de baile, bailando los dos muy juntos. Ella sonríe muy animadamente a cada palabra que él le dice al oído, provocando que me detenga prácticamente en seco por un breve momento.
- Pasa algo?... - Me pregunta Iván al ver que me detengo.
- No, no sucede nada... me permites un momento por favor... debo ir al tocador por un momento. - Le digo al darle mi copa de champagne junto con una sonrisa para disimular.
- Por supuesto...
Al mirarme en el espejo, no puedo evitar compararme con ella. No me veo tan mal, tengo mi cabello en ondas y en la parte de arriba de mi cabeza, lo tengo un poco recogido con mi peineta favorita, un maquillaje hermoso del mismo color de mi vestido que es un violeta pastel de tirantes con un corte en forma de corazón pero con un escote en "V" algo pronunciado, con cristales swarovski en toda la parte de arriba del vestido y de mi cintura hacia los pies, la falda del vestido es completamente de tul con brillos y con una abertura en el lado izquierdo de la falda para que se vea un poco la pierna cuando uno camina, es un vestido en línea A muy hermoso. Pero ella siempre ha sido mejor que yo en todo, eso es algo que ya no puedo negar y menos ahora, cuando yo se lo había dejado en bandeja de plata y que ahora que los había visto bailar tan felices... me da mucha más seguridad saber, que ellos dos son perfectos juntos y que yo solo había sido un paréntesis en su relación, yo era la perdedora y siempre lo había sido, es algo que tengo que aceptar con dignidad.
Cuando ya me dispongo a salir del tocador de damas, entra Lisa junto con Kelly y Tatiana.
- Amiga!!!, no has ido a estar con nosotros ni un momentico. - Yo solo la miro atentamente y tratando de sonreírle lo más natural que puedo.
- Buenas tardes Ale...
- Buenas tardes Tatiana. - Le digo interrumpiendo su saludo.
- Qué ocurre?. - Pregunto tratando de suavizar un poco el ambiente incomodo que se está formando.
- Uno de los invitados se tropezó con Lisa y le ensucio un poco el vestido. - Me responde Kelly.
Volteo a verla y no es nada grave, cojo una toallita del tocador, la impregno con un poco de jabón y le hago unos masajes en la tela hasta desaparecer la mancha.
- Pero ahora esta mojada la tela... - Escucho la molestia de Tatiana en sus palabras y en el enfado de Lisa, supongo que tampoco le gustó tener el vestido mojado ya que en su rostro se ve la molestia por mi idea.
- Ven... - Le digo al levantarme, ya que había estado un poco agachada y luego la llevo hacia el secador de manos, el cual me ayuda a secarle la tela mojada y esta queda como si nada le hubiera ocurrido.
- Amiga... eres un genio.
- Lamento incomodarte tanto... - Le digo a Lisa con una sonrisa triste en mi rostro.
- Creo que a partir de este momento deberías enfocarte más en ayudarla que en criticar lo que hacemos los demás, ella ahora es tu responsabilidad. - Le digo a Tatiana y después me apresuro a salir del tocador.
Al salir, me topo con él en la puerta y de inmediato intento controlar mis ganas de llorar.
- Ellas están bien allá adentro?. - Pregunta Andy quien está a su lado.
- Si, ya todo está resuelto. - Le respondo.
Cuando hago un pequeño movimiento para irme, siento un pequeño agarre en mi antebrazo.
- Está todo bien?. - Me pregunta Damián en voz baja.
- Por supuesto...
Hago un pequeño movimiento para liberarme de su agarre pero no logro hacerlo, de inmediato lo miro a los ojos y le sostengo la mirada a pesar de que esta me quema por dentro.
- Acá estás!!!, pensé que te habían secuestrado en el baño... - Me dice Iván al llegar a mi lado en modo algo bromista.
- No, eso ya lo hicieron... - Le respondo aun mirando a Damián, hago un nuevo tirón más disimulado por lo que este me suelta.
- Es broma. - Le digo a Iván al verle el rostro de sorpresa y haciendo que se olvide de mi respuesta como si fuera broma para que no se asuste. Además, él no tiene por qué saber de mi vida, aunque me caiga muy bien, aún es un desconocido para mí.
Cuando salimos los dos del pasillo me encuentro con Jake y su nueva esposa, por lo que los vuelvo a felicitar a ambos con un gran abrazo.
- Discúlpame esposa mía, pero no he podido bailar con mi hermana querida. - Le dice mientras me tiende la mano para que lo acompañe a la pista de baile.
- Claro que sí esposo mío, te lo permito porque se trata de ella. - Responde Caroline guiñándonos un ojo a los dos y como respuesta, ambos reímos.
Llegamos a la pista de baile y comenzamos a bailar.
- Gracias por todo lo que has hecho hoy.
- Por qué me dices eso Jake?.
- Por qué sé que ha sido todo un esfuerzo tuyo por mostrarte bien en todo el día, ojala este día hubiera sido especial también para ti.
- Y lo es Jake, es el día de tu boda y aunque estuvimos mucho tiempo separados y con el contacto mínimo, sabes que te adoro y no pudiste encontrar a una mejor mujer para ti que Caroline.
- Estoy de acuerdo. - Me responde y los dos nos reímos.
Al terminar de bailar, bebemos una copa de champagne los dos y comenzamos a recordar cosas del pasado, cuando Iván y Caroline nos interumpen.
- Jake, te traje a tu esposa y tú me prestas a Alexa porque quiero bailar con ella, me permites?. - Se voltea a preguntarme en la última parte de la frase.
- Claro. - Le respondo con una sonrisa y le paso mi copa a Jake.
Cuando me dispongo a darle la mano a Iván para que me lleve a la pista de baile, logro escuchar a Jake susurrar algo.
- o o, problemas... - Me giro hacia él para verlo y puedo darme cuenta que está mirando hacia otro lado, sigo la dirección a la cual mira y veo casi a Damián encima de nosotros, interceptando mi mano cuando se dirige hacia la de Iván.
Todos nos quedamos totalmente sorprendidos ante lo que está sucediendo.
- Oye, discúlpanos... pero yo iba a bailar con ella. - Le dice Iván a Damián bastante molesto.
- Muy bien dicho... ibas a bailar con ella pero voy a ser yo el que lo va hacer. - Le dice Damián demasiado decidido y desafiante.
- aaaa si, crees que no me he dado cuenta de que te la has pasado molestándola todo el día, con solo tu presencia se siente incómoda, quién te crees que eres?. - Le responde Iván a punto de querer golpearlo y pobre, tengo que hacer algo para salvarlo porque si no, Damián lo hará papilla.
- Iván... - Trato de decir pero Damián se me adelanta.
- Soy su esposo. - Le responde al acercarme más a él con una de sus manos, como si fuera de su propiedad y estuviera marcando territorio, mientras que con la otra le muestra nuestro anillo de bodas, dejándonos a todos, no solo a Iván, atónitos...