Mientras tanto, el grupo de Zack estaba encargándose de matar a los zombies restantes. La lucha ya estaba llegando a su fin, pero el humor no era completamente bueno. Dos del equipo no tardarían en convertirse en infectados debido a la falta de antídotos.
Aún así, todos estaban sorprendidos de haber podido vencer a los zombies mucho más fácilmente de lo que esperaban. Cuando la segunda oleada conformada por zombies más poderosos atacó, todos pensaron que sería una pelea desesperada. Sin embargo, se sorprendieron de lo fácil que resultó la pelea. Los zombies individualmente eran más fuertes e inteligentes que los Stalkers, pero eran menos y, por alguna razón, no intentaron rodear su posición o atacar por otro camino, a pesar de que zombies con el mismo poder habían demostrado ser capaces de ello en el pasado.
Arlem había observado la batalla desde un sitio seguro, siempre listo para curar a los que lo necesitaran y de entregar antídotos cuando fueran necesarios. Para él el mundo se había convertido en un lugar molesto. Luchar por su vida no estaba en sus planes cuando se retiró.
A pesar de esto, otra parte de él pensaba que el mundo volvía a ser interesante. Tenía que admitir que los zombies le parecían criaturas fascinantes. ¿Funcionaban sus cuerpos como los de un ser humano?¿De qué lugar aparecieron y cómo fueron creados? Tenía muchas preguntas y, por desgracia, pocas respuestas.
Pero su interés por los zombies palidecía en comparación con las implicaciones de la existencia del Sistema. La idea misma le fascinaba como nada que hubiera encontrado antes. El hecho de que todo el universo pudiera ser algo artificialmente creado, era algo que su cerebro no podía acabar de procesar.
Había escuchado a algunos sobrevivientes cuestionar su propia existencia, pero Arlem no le prestó atención a esas estupideces. El solo hecho de poder pensar en esa opción era una contradicción a dicha idea. Más fascinante era considerar la existencia del libre albedrío. Si existía algo lo suficientemente poderoso para crear todo un universo, entonces no sería algo raro que este pudiera también programar la mente de cada ser vivo en existencia y la manera en la que se comportara y pensara.
Mientras pensaba en esto, a Arlem se le ocurrió otra idea. Si existía algo tan poderoso para crear el Sistema y todo el universo, entonces se podría hablar de Dios. Tantas ideas fascinantes, todo al alcance de sus manos. Arlem esperaba que al subir de nivel pudiera encontrar respuesta a todas estas interrogantes.
Su pensamiento fue interrumpido por el final de la batalla. Los últimos zombies sobrevivientes murieron sin muchos problemas y todos suspiraron de alivio. Arlem observó a sus "compañeros", completos desconocidos cuyos nombres no se había molestado en aprender. Si había una desventaja en este mundo era que tenía que "relacionarse con otros", lo que nunca se le había dado muy bien.
—Hey, Arlem ¿Todo bien? Pareces distraído.
El que se había acercado a él era un hombre corpulento, un Guerrero en el que se habían gastado una enorme cantidad de antídotos.
—Estoy bien, solo un poco cansado.
El hombre asintió y pasó por su lado.
—Bueno, creo que todos nos merecemos un descanso.
Arlem podía estar al menos de acuerdo en algo con el hombre: todos necesitaban dormir.
Luego de la tormenta, el Refugio de Nuevo Sol se sumergió en una tranquilidad anormal. Todos los supervivientes estaban aliviados de estar vivos, pero el alivio no duró mucho. Con las primeras luces del amanecer, Carlos obligó a todas las personas que no habían participado en la batalla a recolectar los cadáveres de los zombies y arrojarlos en la trampa geológica en el estacionamiento.
Adam despertó al medio día del día siguiente. La noticia de la muerte de Miguel no le sorprendió, pero sí le afectó más de lo esperado, pues era otra muerte por la que tenía que sentirse culpable.
Menil despertó poco después que Adam. Lo habían llevado a una habitación en la planta baja del superbloque, en donde Leonard había encerrado a los demás Infectados.
—Esto apesta Menil, luego de Arnold todos desconfiarán aún más de nosotros.
—Por desgracia no hay nada que podamos hacer, Menil es el único que ha podido evolucionar. Leonard y sus amigos podrían masacrarnos en cualquier momento.
Menil escuchó las conversaciones de todos y luego se levantó. Los demás infectados lo observaron.
—Arnold es un maldito traidor, pero me temo que tiene razón. Por miedo al rechazo nos estamos volviendo débiles. Eso debe cambiar.
—No creo que sea muy buena idea…
—Sé que tienen miedo —interrumpió Menil—, pero me temo que no hay otra opción. Si queremos vivir bien y no como parias, tendremos que ser fuertes. Eso significa que tendremos que aprovechar todas las ventajas de nuestras evoluciones. Puede que eso signifique que no podamos vivir junto a los demás humanos, pero no tenemos por qué ser sus enemigos.
Menil era consciente de que el camino que había escogido era difícil, pero estaba dispuesto a intentarlo. Por él y por todos los demás infectados que no desearan abandonar su parte humana.
En los siguientes días el refugio se organizó para conquistar toda la urbanización. Adam esperaba un segundo combate contra el Breeder, pero se llevó la sorpresa de que el Bloque 2 estaba completamente abandonado. A nadie le gustó eso.
El interior del superbloque del bloque 2 era un desastre. Las habitaciones se habían convertido en monstruosidades de carne que, de alguna manera, murieron. Limpiar el desastre llevaría mucho más tiempo de lo que tenían por ahora, por lo que el edificio fue cerrado temporalmente.
Adam no podía evitar pensar que algo faltaba. El Sistema no le recompensó por conquistar un refugio, mensaje que estaba casi seguro que debía de haber recibido. El Breeder también se había ido sin dejar rastros, lo cual era aún peor.
Ese mismo día Adam llamó a una reunión y no tardaron en reunirse en su apartamento. Todo su grupo estaba presente, así como Zack, Anin, Arlem, Tracel, Carlos, Han, Leonard e Ivy. Leonard no había tomado la muerte de Miguel nada bien, así que no tenía muchas ganas de participar.
—¿A dónde creen que el Breeder haya huido? —preguntó Adam.
—Espero que al otro lado del mundo, después de la paliza que le dimos —dijo Zack, que comenzó a reír. Anin sonrió un poco, pero los demás se limitaron a mirar a Zack con el ceño fruncido.
—¿Qué? —preguntó él al darse cuenta de que todos lo miraban.
—Nada Zack. Adam, me temo que esa cosa fue capaz de hacerle algo a su refugio.
—¿A qué te refieres, Carlos?
—No estoy seguro, pero creo que hay una manera de cambiar la posición original de un refugio. El Breeder se ha marchado y se ha llevado su refugio consigo.
Adam se detuvo a pensar por un momento en las palabras de Carlos. Tenían cierto sentido.
—¿No creen que el Breeder pueda haber muerto? Es decir, estaba bastante malherido cuando se marchó —preguntó Ivy.
—Eso no explica la desaparición del refugio —respondió Carlos.
—Puede que sea de esa manera, el zombie muere y desaparece con su refugio. Tiene sentido si lo piensas así —intervino Leonard.
—No, no lo creo. Estoy seguro de que conquistar un refugio enemigo activa un mensaje del Sistema y una recompensa. No recibimos ninguna de las dos.
Leonard e Ivy miraron a Adam.
—Bueno, supongo que tienes razón —respondió el primero.
—Hay otra cosa que me gustaría preguntar. Adam, ahora que el refugio se ha equilibrado ¿Qué piensas hacer? —preguntó Tracel.
—Por ahora nada, pronto vendrá el famoso séptimo día. Se supone que el Sistema implementará muchos cambios, será mejor esperar hasta que ocurran antes de planear nada.
—Está bien, pero mi pregunta no tiene que ver con esos cambios. ¿Cuál es tu meta Adam? ¿Hacia qué dirección quieres llevar el refugio?
Adam se quedó callado mientras todos lo observaban.
—No lo sé. Tendrán que darme más tiempo para encontrar esa respuesta.
Tracel y Carlos se miraron y ambos negaron con la cabeza al mismo tiempo. Adam no podía haber dado una peor respuesta. Un líder sin una dirección clara, solo haría que todos se perdieran.
—Lo siento Adam, pero eres nuestro líder, no vuelvas a responder de esa forma a una pregunta tan importante. Será mejor que nos digas de inmediato lo que sea que tengas en la mente, créeme, es mejor.
Adam miró a Tracel con cierto enojo, pero luego suspiró y decidió responder con una idea que se le había ocurrido.
—Soy ingeniero geofísico y una de sus aplicaciones es la búsqueda de recursos minerales. Pienso que esa puede ser la dirección del refugio, pero sin saber los cambios que traiga esta transformación no estoy seguro.
—Ok, al menos es una dirección clara. Comenzaremos evaluando si tu idea es viable.
—Un momento Tracel, hablas como si fueras el jefe aquí, será mejor que te calles y escuches. —Marlem intervino.
—Puede que Adam sea el líder , pero no tiene la más mínima idea de cómo administrar todo lo que tiene que ver con el refugio. Carlos y yo podemos encargarnos de esa parte. Adam, tú concentrarte en los zombies y en la búsqueda de recursos, nosotros nos encargaremos de organizar.
—No eres muy sutil Tracel —dijo Adam.
—No es como si fueran a confiar en mí de todas formas. Simplemente quiero dar a entender que estoy jugando limpio. Además, no he dicho nada de quitarte el liderazgo, pues a pesar de lo que pensaba antes, verdaderamente creo que un líder que esté dispuesto a luchar contra los zombies, o lo que sea, es la mejor idea.
Adam suspiró, temía estar cayendo en el juego de Tracel, pero no podía negar que era buena idea dejarlo a él a cargo de la parte administrativa, que era la especialidad de Tracel y Carlos. Sin embargo, también sabía que debía tener cuidado con los dos. Adam veía al refugio como algo que él había creado con su esfuerzo y en los últimos días se había emocionado al pensar en el futuro.
—Una última cosa, necesitamos discutir algo importante que no he mencionado, pero creo que ahora es el momento adecuado.
Todos miraron a Adam con cierto nerviosismo.
—Es sobre el origen de la monstruosidad y lo que ocurrió en la plaza ese día. Creo que todos ya están enterados de lo que sucedió cuando miré directo a uno de sus ojos.
Todos asintieron.
—El problema es que omití un detalle que no era importante en el momento. ¿Se acuerdan del mago que causó todo en un principio? Saltó del árbol y desapareció en una de las tiendas.
—¿No le viste morir?
—No, y ese es precisamente el problema. Si lo que ocurrió en ese lugar es un reflejo de la realidad, entonces ese hombre se dedicó a lanzar hechizos contra humanos y zombies con la intención de causar caos. Si alguien así está vivo y cerca del refugio, se convertirá en un serio problema. Creo que tenemos que encontrarlo y rápido.
Todos asintieron al escuchar a Adam y luego la reunión acabó.