Un bosque oscuro sin luz que pase por las altas copas de los árboles, árboles retorcidos y siniestros. Lleno de soledad aparente, con varios desniveles en el suelo y sin caminos a la vista. Dentro de este bosque se escucha de vez en cuando una voz andrógina y un poco chillona a lo lejos.
"Oye entonces me dices cómo te llamas?" Pregunto esa misma voz.
"Cuántas veces te tengo que decir que te calles." Respondió otra voz masculina.
Se podía ver a lo lejos que se transportó de un hombre con un gran murciélago moviendo de su única mano caminando sin rumbo en medio de este inmenso bosque.
"¿No responderás ni siquiera algo tan básico?" Dijo el murciélago con cierta insatisfacción.
"..." Guardé silencio por un momento y pensé para mí mismo.
*No es que no le quiera responder, solo que no estoy del todo seguro. El único nombre que podría tomar como mío es el que mencionó esa mujer en mi sueño anterior.
Su pregunta me hizo reflexionar, mientras esperaba para mis adentros, murmure sin querer.
"Luis…"
"¡Así que te llamas Luis!" Grito repentinamente el murciélago, haciéndome dar un pequeño salto y sacándome un pequeño susto. Antes de que pudiera responder a lo que dijo, continuó disparando palabras en rápida sucesión.
"¿Tanto te costaba responder? No te voy a comer por decirme tu nombre, de hecho, no podría, aunque quisiera, estoy medio lisiado por el ala que me ha herido. Pero no te confundas, aunque este en esta situación no estoy a tu merced, tengo mi orgullo como un demonio" dijo estirando un poco triste el ala que tenia herida.
Sintiendo que me iba a reventar una vena en la frente por su continuo parloteo, la interrumpo y sacudo un poco, con el ceño fruncido le digo.
"¿Tanto te cuesta guardar silencio?"
Después de la sacudida y el duro comentario, fue como si lo desconectaran, se quedó flácido creciendo de mi mano, como si estuviera deprimido por lo que le dije.
"Háblame mejor sobre este lugar. ¿En qué parte exacta estamos?" Sin embargo, lo que me respondió fue el silencio.
"Oye, responde lo que te estoy preguntando". Le volví a decir con una voz un poco molesta, pero recibí el mismo silencio incómodo.
"¿Me vas a responder o tendré que arrojarte a un arbusto y seguir solo? Te llevo cargando porque tengo preguntas que hacerte, si no vas a responder te dejaré tirado" Le dije con voz molesta verdaderamente. Veo que da un pequeño sobresalto y se pone rígido, pero sigue en silencio.
Por otro lado, al hacer este comentario, me di cuenta. *¿Cuánto pesa esta cosa y cuánto caminado? * Creo que tiene un tamaño demasiado grande como para que lo pudiera cargar todo este tiempo con una mano y seguir caminando normalmente. Aunque parezca un ser solo una bola de pelo negra con ojos en el exterior, tal vez pese unos diez kilos enteros.
Después de un silencio incómodo por ambas partes decidió ceder.
"Haa, está bien, no es que no quiera, solo que no puedo responderte todo, me es difícil, no muchas cosas recuerdo. El nombre Luis es una de las únicas cosas que creo saber sobre mí." Le dije, junto con un suspiro.
El murciélago, como si le hubieran dado al botón de encendido, empezó a hablar de nuevo.
"Así que era por eso, por otro lado, que no puedes recordar cosas que son muy raras. ¿Cómo puedes hablar si no recuerdas nada?, ¿no se te olvida como respirar? ¿Qué otras cosas sabes?, ¿de verdad solo recuerdas tu nombre?"
Había comenzado a hablar sin parar otra vez.
"Hey hey hey, ya respondí tu pregunta, ahora responde tú la mía" Le dije con la cara más calmada que pude reunir.
"¿Qué me había dicho?" Pregunto de vuelta con voz un poco más calmada.
"¿En dónde estamos? Hablo de exactamente, asumiendo que tienes razón y estamos en el infierno, no recuerdo nada sobre que el infierno esté relacionado con este tipo de bosque." Aproveche preguntando claramente la duda que más apremia.
"¿Solo eso querías saber? Es algo fácil, estamos en ✟╗₱﷼₩㎍" Dijo con tono confiado.
"¿A qué te refieres? No entiendo lo que me estás diciendo." Le mencioné esto porque me dejo muy confundido, no entendí nada después de la mitad de su oración, solo fueron rugidos a mi parecer desde ese punto.
"Oh, perdón, empecé a hablar en lenguaje demoníaco sin darme cuenta. Para decirlo con palabras que entiendas, es como una cuna, el lugar donde se crean o nacen los demonios. Puedes llamarla cuna demoniaca si quieres. Este lugar es donde los demonios dan sus primeros pasos y se pueden familiarizar con el funcionamiento del infierno, ya que los demonios adultos tienen prohibido entrar aquí"
"¿Qué mierda con cuna demoníaca?! ¿Me estás diciendo que habrá demonios por todos lados no? Y a que te refieres con lenguaje demoníaco" digo con voz inquisitiva, mientras sigo caminando sin un rumbo fijo. Me preocupa un poco que entre más preguntas le hago, más necesito saber.
"No te preocupes, normalmente por estos rumbos solo hay demonios pequeños como yo, pero hay excepciones, puedes encontrar demonios con un tamaño bastante grande que son peligrosos. Estos nacen con un tamaño descomunal y aunque sean "niños", no bajes la guardia por ello.
Por otro lado, el lenguaje demoníaco es el que utilizan algunos demonios que tienen la capacidad de comunicarse entre ellos. Por cierto, ¿hasta qué hora me estarás cargando así?" Me preguntó con cierto malestar en su voz.
"¿De qué otra forma podrías llevarte?" Le respondo con otra pregunta a cambio, alzándolo hasta que quedara a la altura de mis ojos.
"Buen punto, ¿Qué te parece en tu hombro, por ejemplo?", respondió desviando los ojos a otro lado.
"De hecho es una buena idea, llevarte así también puede llegar a ser cansado para mí" Le dije mientras lo tomaba con dificultad, debido a mi única mano y lo empiezo a poner en mi hombro como un tipo de loro, lo cual le queda muy bien porque no cierra la boca. Al hacer esto puedo sentir su suave pelaje, es negro como el ébano y suave al tacto, como si fuera seda, tentándome a acariciarlo como si fuera un gato.
Él lo tomó con mucho gusto, como si no hubiera esperado que de verdad lo hiciera.
Cuando lo coloco en mi hombro siento como se vuelve más pesado. Después de dejarlo ahí empieza a moverse moviendo de encontrar la posición más cómoda, trato de encontrar un punto de equilibrio entre la comodidad del murciélago y la mía.
Mientras camino haciendo todo esto, vuelve la cuestión, porque siento que tengo más fuerza en mis brazos y me siento mucho mejor que cuando desperté y no en un sentido de solo recuperarme, siento que puedo dar un 120% de mí mismo, incluso mi vista ha mejorado ayudándome a ver en esta oscuridad mejor, además cuando desperté, aunque no tenía mi mano de vuelta, ya no sangraba y estaba cicatrizada, como si se hubiera curado después de cuidado médico. Decido preguntarle a mi única fuente de información.
"Oye, ¿tienes alguna idea de porque me siento más fuerte, tengo mejor vista y mi brazo estaba cicatrizado cuando desperté?"
"¿Mmh? ¿No es obvio? Fue porque devoraste a ese demonio de antes. ¿Tampoco recuerdas cómo funcionan esas cosas?" Me pregunta con una voz que está decididamente de mejor humor, probablemente por su nueva posición en mi hombro.
"Tengo la sensación de que lo que acabas de mencionar es muy importante y no es de conocimiento común para los humanos, ¿me puedes explicar más al respecto?"
"Claro, aquí en el infierno siempre es comer o ser comido, puedes devorar la existencia de otras criaturas y hacer crecer tu energía... tal vez los humanos lo conozcan más conocidos como mana. Entre más energía tengas, más cosas puedes hacer con ello, el fortalecimiento del cuerpo y la rápida cicatrización es solo un pequeño uso de ellos."
"¿Me estás diciendo que yo tengo maná dentro de mí por matar a ese perro? No me siento muy diferente, aparte de las pequeñas mejoras que te dije antes."
"Viendo tu reacción creo que nunca habías devorado a otro ser, tal vez por eso no te sientas muy diferente, en otras palabras, carecías de mana y al ser tu primer contacto con ella no tiene un gran efecto." Me respondió con un tono lento para que pudiera terminar de procesar todo lo que me dijo.
Después de un breve silencio en el que estaba tratando de organizar esta nueva información, le pregunto un poco esperanzado.
"Como me estás explicando las cosas, ¿Puedo recuperar mi mano verdad?"
"Pfff, recuperar tu mano es una de las cosas más básicas que podrías hacer jajaja". Lo dijo en un tono divertido, como si estuviera viendo a un niño que no sabe nada del mundo mientras se retorcía de un lado a otro en mi hombro.
"Por ahora solo me interesa recuperar mi mano y encontrar una salida. ¿Tendré que buscar más criaturas como la de antes, no para poder aumentar mi mana no?" Le digo con una pequeña sonrisa.
Este tipo no es tan malo, incluso me está empezando a caer bien. Pensé para mis adentros.
"Sí, pero no puedes tener siempre la misma suerte que..." De pronto se quedó callado a la mitad de su oración. Se quedó mirando en cierta dirección por un momento y luego volteo a ver mi espalda, donde estaban los trozos de carne del perro, después de unos segundos me dice con voz alterada y un poco urgente.
"Mierda, hablando de ellos, rápido, tira eso que llevas en la espalda y corre, necesitamos salir de aquí rápido."
"¿De qué hablas? Si tiro esto me quedaré sin algo que comer" le dije con cierta confusión en mi voz.
¡Hazlo rápido! ¡Un demonio viene hacia nosotros!" Me gritó, su voz, ahora con una pizca de desesperación. Mi cara cambia varias veces al escucharle decir eso y por instinto toco el arma que tengo en mi cintura.