Download Chereads APP
Chereads App StoreGoogle Play
Chereads

El Orden Oscuro

Luis_Sanchez41
--
chs / week
--
NOT RATINGS
2.2k
Views
Synopsis
Un joven llamado Hirumi Sagato, es un aventurero que junto a sus compañeros buscan una reliquia antigua, que explica los orígenes de la existencia y por qué de la maldad. Sin embargo pasarán tragedias y Sagato descubrirá cosas que nadie más sabe

Table of contents

VIEW MORE

Chapter 1 - Capitulo 1:El Comienzo

<>

Hace 10 Años

—Mama, iré a salir un rato, no tardaré mucho. Dijo Sagato mientras se cambiaba de atuendo, poniéndose un pantalón negro y camisa blanca.

—Esta bien hijo, Pero no vayas a durar demasiado, es muy peligroso. —Con una sonrisa cálida su madre se despidió de él.

Salió Sagato a la calle, ya que vivía en la avenida principal de la capital. Entonces pensó.

Me voy a dirigir hacia el norte pero. Me doy cuenta de que las calles están llenas de vida hoy.

¿Será porque vivo en la avenida principal?, ¿Habrá alguna novedad? Generalmente no habría gente un día como hoy…

Pero ya que veo parece que este día será algo movido,–Entonces partió Sagato hacia el Norte de la capital.

Pasando muchas tiendas a su alrededor con bastantes productos decidió a hacer una parada en una librería, viendo que tenían varios libros se fijó en uno llamado las Aventuras Del Mago Yaku, su favorito ya que era el que le leía su madre desde bebé.

¡He esperado este libro desde hace mucho tiempo!, ¡por fin lo podré leer!, —Dijo mientras veía su mano con tres monedas. Entonces decidido se acercó al mostrador para comprarlo.

—¡Oh!, Hola jovencito bienvenido a la librería Sakun, dónde se vende los mejores libros. ¿Qué desea comprar?— Lo dijo con una sonrisa amablemente.

Este hombre es muy amable, parece que no le importa si soy diferente a el, me impresiona mucho que haya personas que no me discriminan como soy, —Mirando al chico del mostrador decidió preguntarle sobre el libro.

—¡Muchas gracias!, Me gustaría comprar el libro de Las Aventuras Del Mago Yaku por favor. —Señalando el libro con el dedo.

¡Estoy muy impaciente por leerlo!—Pensó mientras veía el libro en la estantería.

— Ya veo, ¡Buena elección!. Serían 3 moneda de oro joven. —Agarrando el libro y sosteniendolo con la mano izquierda.

—¡Si está bien!, Aquí tiene señor,—Estiró el brazo derecho junto con las tres monedas para poder comprar el libro.

Agarro las monedas y le entrego el libro que tanto Sagato quería, salió de la tienda y el señor se despidió de él.

—¡Adiós chico!, Disfruta de tu libro espero vuelvas pronto.—Lo decía mientras se alejaba Sagato con su libro.

¡Por fin lo tengo!, Tanto tiempo esperando esto.—Pensaba mientras caminaba, mirando el palacio de fondo lleno de materiales preciosos.

Pero la gente lo miraba raro ya que nunca habían visto a alguien con el pelo blanco, les daba miedo a que fuera una enfermedad o una especie de monstruo, mientras susurraban se reían de él y hacían burlas.

Siempre se burlan de mí, ¿hasta cuándo será el día que me dejarán en paz?, — lo dijo mientras agachaba la cabeza con gran dolor en su corazón ya que nunca tuvo un amigo quien lo defendiera.

Decidió seguir caminando, haciéndose el fuerte para no mostrar su frustración, camino hasta llegar a una subida donde lo llevaría a un mirador donde se veía toda la ciudad, pero algo le tocó la espalda.

Zas*.

Un ligero golpe en la espalda que lo dejo tieso. Miro y una mano fría que tocaba su pequeño hombro izquierdo.

Volteando la mirada vio un hombre alto musculoso con una cara de perversión mirándolo fijamente como si quisiera hacer algo.

¡Que!, ¿¡Porque me agarró de esa forma!?— asustado sintió que su corazón comenzó a latir muy fuerte, mientras la mano lo apretaba con fuerza…

¿¡Que me hará!?, ¿Acaso moriré?... —Se pregunto a si mismo, cuando de repente, se le acercó al oído.

—Oye niño, puede sonar raro pero me gustaría divertirme contigo, solamente digo para avisarte y si intentas gritar, te mataré. — Sintió un terrible miedo cuando le dijo eso, mirándolo con cara de mucho miedo. No le tocó de otra más que aceptar. Así que tomándolo a la fuerza, le tapó la boca y lo llevo a un callejón oscuro y cercano.

¡No por favor!, ¡Alguien ayúdeme por favor!, Gritaba en su mente con desesperación. Estaba muy asustado por lo que pudiera ocurrir, no sabía que hacer estaba muy vulnerable.

—Vaya niño tu si que eres una maravilla, tranquilo será por un momento, después no sentirás dolor ni tampoco sufrirás más, —le levanto la cara mirándolo, asustado no sabiendo que hacer, pensaba que era su fin o al menos pensaba…

—¡Oye tú desgraciado!, ¡Suéltalo ahora mismo y pon las manos en alto!. —Le gritaba una voz parecida a la de una chica desde la entrada del callejón.

—¡Maldición!, Me descubrieron. Entonces será en otro momento,—quitando la mano de la cara de Sagato salió corriendo hacia el otro lado del callejón. Mientras se escuchaba que se estaba acercando una silueta de una mujer y una más pequeña a gran velocidad.

—¿¡Oye estás bien!?, ¿Te hizo algo?. Una chica pelirroja alta de ojos verdes, vestida de una armadura de hierro puro con una espada blanca y empuñadura oscura.

—Si estoy bien, gracias por preguntar, —con una sonrisa de alivio y alegría, sintiéndose a si a salvó.

—¡Gracias al cielo que estás bien!, Buenos mal te Vi cuando te estaban secuestrando.—La voz de una niña se escuchó y salió de atrás de la escudera, una niña de pelo rubio ojos azules. Con vestido refinado y algo tímida entrecruzando sus manos.

¡Vaya si que es hermosa!, No había visto a una chica tan hermosa en toda mi vida. Es bella en todos los aspectos, ¿Será que es alguien importante?. —quedo asombrado por la belleza de aquella niña, era como si brillará enfrente de los ojos de Sagato.

—¡Señorita Kina!, por favor manténgase alejada, no quiero que se arriesgué a ningún peligro. —Con la cabeza volteada hacia atrás parecía que estaba preocupada.

—No te preocupes Kayasawa, yo no soy tonta como para no cuidarme sola, además fui yo quien te aviso de este niño.—Dijo mientras veía a su escudera con la mano en el pecho como símbolo de respeto e impresión.

¡Que adorable!—Sagato estaba muy impresionado por la ternura de aquella niña.

—¡No!, No puedes princesa si algo te pasa no me lo perdonaría, además usted se escapó del palacio ahora debemos volver jovencita.

Espera… ¿¡Princesa!?, ¿Es una princesa?. Ya que lo pienso con razón venía acompañada de su escudera, vaya que nunca me había imaginado estar en esta situación,—estaba impresionado, nunca había visto una princesa aparte de que es muy hermosa.

—Si, si como digas, ahora lo importante es el joven. Tienes que tener cuidado por dónde caminas ya que te pueden hacer mucho dañó, por cierto encontré este libro de Las Aventuras Del Mago Yaku, ¿Es tuyo?, —Dijo Kina mientras mostraba el libro con los brazos estirados con una mirada algo tímida y con determinación.

—Si es mío, lo acabo de comprar hoy jeje. —Algo avergonzado Sagato sonrió tímidamente ante la escudera y Kina.

Es increíble mi corazón late muy rápido, nunca había hablado con nadie ¡Y menos con dos chicas!.

—¡Ha!, Es mi libro favorito también, ¡no puede ser!. Que emoción por fin encuentro a alguien que le guste, ¿En qué volumen estás?. ¿Llegaste al arco de Akasia?. —Emocionada se acercaba a Sagato con el libro entre las manos, parecía que también nunca había tenido amigos.

—¡Princesa!, Deténgase no este no es el lugar ni el momento para hablar de gustos, mejor salgamos. —Hablo la escudera enojada, ya que estaban en un callejón peligroso.

—Tranquila está bien. Ven Sagato con nosotras estarás más a salvó. Y también el nombre de mi escudera es Kayasawa, no te la pude presentar correctamente —decía Kina con voz alegre y cariñosa acompañada de una sonrisa cálida.

Sagato salió del callejón junto a ellas. Sagato se dio cuenta que estaban caminando hacia el palacio.

¿Por qué querrán llevarme al palacio?, No soy muy importante y todos se burlan de mí, ¿por qué querrían un perdedor como yo?. —Con una cara triste siguió caminando junto con ellas.

Llegando al palacio Kina se volteó hacia Sagato con una cálida y bella sonrisa.

—¡Bienvenido a mi casa!, pareces impresionado, y no te lo había dicho. Yo soy Kina la primera princesa del Imperio del Sol Naciente, hija del emperador Hatsuya Miyoto, no me había presentado como debía. —Lo dijo sonriendo felizmente.

—Gracias enserio, te agradezco mucho. Me salvaste de lo que parecía ser mi fin. —Decía Sagato algo tímido y sonrojado.

Que locura está siendo hoy, todavía no puedo creer que estoy entrando al palacio del imperio, ¡Este día no puede ser mejor!, —pensándolo se emociono.

Entraron al Gran Palacio, dónde habían todo tipo de riquezas, desde copas de oro, hasta diamante puro y refinado. Era una vista increíble para Sagato ya que el nunca había visto tales cosas, pasando por un pasillo enorme con lámparas y decoraciones de altos materiales, Sagato se quedó mirando los cuadros y Kina lo notó.

—Parece que te interesan esos cuadros, es de nuestros antepasados, son las reliquias de la familia imperial por siglos, desde que se fundó el Imperio hace 4000 años.

—¡Increíble!, Pero… Tengo una pregunta, ¿Cómo es que se conservaron desde hace 4000 años?, —Lo dijo mientras veía las pinturas intactas, como si fueran recién pintadas.

—La verdad es que yo tampoco se, tal vez sea el cristal que lleva puesto. —Dijo Kina mientras veía a Sagato.

Siguieron caminando por el gran pasillo, viendo todo tipo de riquezas junto a Kina y su escudera Kayasawa, hasta que vio una pintura que llamó su atención, volteando a ver la pared vio una pintura de un joven junto con una piedra y un libro que contenía una letras extrañas.

Uh, está pintura. Se ve algo extraña, no sé pero tengo la sensación como si lo hubiese visto antes, de seguro lo estoy confundiendo con algún otro señor de la ciudad.

Kayasawa se dio de cuenta que Sagato se quedó mirando esa pintura.

—Oh, parece qué te interesa mucho esa pintura. Yo leí unos relatos sobre el, y ya que parece que estás interesado te los voy a decir.—Dijo Kayasawa con una amable sonrisa.

Se dice que una vez en los inicios del Imperio, hábito un hombre casi divino, según las historias y los relatos antiguos, el profetizaba sobre una entidad y hacía milagros a la gente en público, se cree y dicen que el hizo "un pacto" con la deidad para proteger a la gente del recién imperio, siendo esa una historia famosa de la antigüedad, creo que por eso está en pintura, aunque yo lo veo como una historia para niños, no creo mucho en ese profeta.—Dijo Kayasawa viendo a Kina y Sagato, quedando sorprendidos por el relato.

Entonces eso hacia el, aunque sigo teniendo la sensación de haberlo visto, de todos modos no le tomaré mucha importancia, aunque sin dudas es interesante.

—Yo si lo creó, para mí es interesante su historia. —Dijo Kina viendo a Kayasawa.

—Como digas princesa, muy bien sigamos caminando tu padre de seguro estará preocupado.—Diciendo eso se dispuso a seguir caminando.

Sagato y Kina la empezaron a seguir. Habían muchas habitaciones por los lados del pasillo, hasta que llegaron a una puerta compuesta de oro y cerraduras de cristal.

Entonces Kayasawa empujó la puerta agarrando la cerradura abrió la puerta. Dónde allí estaba el trono y estaba sentado el emperador, un hombre fuerte alto, cabello negro y ojos marrones, vestido con una capa con distintas joyas de diamante y zafiro.

Esto es muy bello y increíble, nunca desde que tengo memoria había visto esta sala de tal poder y magnitud.—pensaba Sagato con algo de intriga.

—¡Kina!, me tenías muy preocupado, sabes muy bien que es peligroso escaparte de esa manera. —Hablando el emperador con tono muy asustado.

—Lo siento papá, perdóname por haber salido sin tu consentimiento, es que quería salir para comprar el libro que tanto me gusta.—hablo Kina con rostro triste.

—Se que estar encerrada en tu habitación se siente muy solitario, pero no puedes salir sin Kayasawa. Hay mucho peligro, le prometí a tu madre que te protegería y si algo te llegará a pasar, me destruiría por completo, —Dijo el emperador con voz calmada y muy triste.

Su padre está muy pendiente de ella, se nota que la ama demasiado. Ojalá mi padre estuviera aquí conmigo, y me protegiera de los que me quieren hacer daño, me siento muy mal por no tenerlo a mi lado. —Con las pupilas algo dilatadas, Sagato se entristeció.

La princesa corrió y abrazo a su padre con fuerza.

—¡Gracias papá!, ¡Te quiero mucho!. —Dijo Kina con una sonrisa inocente y muy adorable.

El emperador vio a Sagato junto con Kayasawa.

—Oye Kayasawa, ¿Quién es este niño?.—Con dudas dijo el emperador.

—Su majestad, ese niño se llama Sagato, cuando encontré a Kina vi que lo estaba secuestrando un hombre. Así que suplicándome Kina decidí ayudarlo y traerlo con nosotros. —Dijo mientras señalaba a Sagato con su dedo.

—Interesante, es raro ver un humano en estás tierras con pelo blanco, generalmente son extranjeros de las tierras invernales del Imperio De La Luna Azul, al norte de la tierra. —Levantándose de su trono se acercó a Sagato

¿¡Porque se está acercando demasiado!?, ¿¡Que–que me hará!?, De un momento a otro siento un hormigueo en mi cuerpo y con ¡mucho miedo!. —Decía poniéndose Pálido y con miedo.

Se le acercó el emperador y noto que Sagato le tenía miedo y estaba alterado, se rio medianamente por la situación que Sagato estaba pasando.

—¡Jajá!, Tranquilo muchacho, no hay de que tener miedo. No te haré ningún dañó.— poniendo su mano en el hombro para tratar de calmar a Sagato que estaba muy tensó.

¡Ah!, Buenos mal. Creí que me iba a hacer algo malo o burlarse de mí.—Por fin aliviándose.

—La verdad es que tienes que tener mucho cuidado niño. Se que en esta ciudad y en el imperio no están acostumbrados a ver personas con ese tipo de color de pelo, así que intentarán aprovecharse de ti. Tienes que ser fuerte,—Se agachó y mirándolo fijamente le dijo.

—¡Mu–¡muchas gracias! Señor por el consejo. —Sorprendiéndose un poco por las palabras del emperador.

Con esto que me dijo… Siento que es como si fuera un padre aconsejando a su hijo, la verdad es que me siento muy seguro.

—¡Muy bien!, Así me gusta, ahora ya que tienes bastantes similitudes con Kina, ¿Por qué no se hacen amigos?, Así tal vez no se sientan tan solos.—Con una sonrisa confiada y cálida lo dijo.

Kayasawa estaba sorprendida por lo que dijo el emperador, pero como su costumbre indicaba, si lo decía era porque tenía confianza. Aún así tenía dudas.

—Señor, ¿Lo está diciendo enserio?, —estaba todavía impactada por la propuesta del emperador.

—Claro que si, este chico veo algo en el que no lo había visto con nadie más. Se ve muy inofensivo.—Dijo el emperador viendo a Kayasawa.

—Esta bien su majestad, como usted ordene. Con su permiso, entonces yo ya me retiro por el momento si necesitan algo urgente me pueden llamar,—dijo Kayasawa algo molesta, retirándose y dejando a los tres solos.

—No sé porque actúa así en este momento, tal vez porque todavía se siente insegura con lo que digo.—Una sonrisa algo penosa lo dijo.

—Por mi está bien entonces, Sagato… ¿Quieres ser mi amigo?...—Cruzando las manos le dijo muy tímidamente.

Oh, que bella. Enserio no puedo creer que esto esté pasando,¿ voy a tener un amiga?, ¡Que emoción!. Esto nunca me había pasado, que sorpresa… —Sonrojado por la pregunta, agachó la cabeza mirándola tímidamente.

—S–si, me encantaría ser tu amigo.—Dijo con un tono de voz muy bajo.

¡Siento muy caliente mi cara!, ¡Nunca nadie me lo había dicho!.

Los ojos de Kina se iluminaron de un momento para el otro de la emoción y ternura que le dio la respuesta de Sagato, así poniéndola muy feliz.

—¡Gracias Sagato!. —Lo dijo con mucha alegría.

Abrazo a Sagato con mucha fuerza y cariño, poniendo sonrojado a Sagato.

¡Que linda!, Huele tan bien. ¿Así son las chicas?, Es increíble. Estoy tan feliz…

—Muy bien Sagato ahora, somos amigos para siempre.—Diciéndolo Kina con mucha felicidad.

<>.

—¡Sagato!, Encontré este artefacto mágico que saca retratos más pequeños.—Sonriendo y sosteniendo el artefacto en forma de caja con un cristal en el medio.

—Oh, ¿Qué especie de artefacto es este?, —Dijo Sagato mientras veía el artefacto.

Kina le quitó de repente el artefacto a Sagato y lo apunto hacia Sagato.

—¿Qué?, ¿Qué estás haciendo Kina?, —Lo dijo con un tono asustado.

—¡Mira hacia aquí!. —Dijo Kina mientras señalaba con su dedo el artefacto.

—¿Ah?.

Clic*

¿Qué acaba de pasar?, ¿Por qué apareció una luz blanca y desapareció de repente?—Sagato estaba confundido por lo que había pasado.

—¡Vaya!, ¡Que hermoso!. Saliste perfecto, —tomando la imagen y abrazándola.

<>

—¡Kina!, ¡Kina!, ¿¡Kina dónde estás!?.—Dijo Sagato voz alta.

Cada vez que jugamos a las escondidas se lo toma muy enserio, además de que esté palacio es extenso y estos pasillos parece que no tuvieran fin.

—N–no.

Una extraña voz se escucha de lejos…

—Te amo…—dijo una voz lejana.

Parece que viene dos habitaciones después de esta. Me acercaré para ver qué es lo que estoy escuchando.

Rápidamente Sagato se acercó a la habitación, asomándose a la puerta.

—¡Kayasawa! ¡Detente ahora mismo!, ¿Qué crees que haces?, —Dijo Kina con los ojos llorosos y una voz muy asustada.

—No lo haré, ¡Te amo princesa!, Ya no puedo aguantar más esto. ¡Ese maldito te alejo de mi!, Ahora mantenga la calma mi preciosa princesa.—Decía Kayasawa mientras sostenía a Kina.

¿¡Que le está haciendo a Kina!?, ¡Porque la tiene amarrada!, ¡Oh no esto es malo!, Si no hago algo pronto pasará algo horrible… Tengo que hacer algo.

—¡Oye Kayasawa!, ¿Qué crees que le haces a Kina?, ¿Por qué la tienes amarrada al escritorio de la biblioteca?.—Dijo Sagato enojado.

—Oh, vaya ya llegó el defensor. ¡Maldito!, ¡Desde que tú apareciste interferiste con mis planes!. La pagarás caro por hacer alejar a mi hermosa princesa de mi lado.

¿Qué les pasa?, ¿¡Porque está actuando así!?. Es muy diferente a la Kayasawa que conocí.

—Voy a resolver mis asuntos contigo más tarde princesa, sin ese mocoso ¡serás mía por fin!, Y ya no tendré que preocuparme que más nadie te quite de mi lado.

Enfurecida Kayasawa, tomo la espada que estaba en el suelo, y corrió acercándose a Sagato.

¡Ah!, ¡Ah!, ¡M–me va a matar!, ¡Que debo hacer ahora!, ¿Por qué me pasa esto a mi?, ¿Qué hice para merecer esto?, —Pensó Sagato asustado sin poder moverse.

Kayasawa tomo ha Sagato por el cuello y lo levanto en la entrada a la librería, con una mirada de asesina y con resentimiento.

—¡No!, ¡Kayasawa! ¡Suelta a Sagato por favor!, ¡No le hagas daño!.—Dijo Kina rompiendo en llanto por lo que Kayasawa estaba haciendo.

—Te ves tan hermosa princesa, ahora observa como el amor de tu vida muere ante tus ojos, y por fin ¡serás mía!.—Dijo Kayasawa, mientras apretaba con fuerza a Sagato.

—Por–por favor. Kayasawa d–detente. —Dijo Sagato sin casi poder respirar.

—¡Cállate!, ¡Maldito ahora te mataré!.—Decía Kayasawa con la espada en la mano apuntando a Sagato.

Al parecer… Este será mi fin, fueron muchos momentos hermosos junto a ti Kina.

—¡No lo hagas!, ¡Ah!.—Cayendo las lágrimas de Kina al ver a Sagato a punto de morir.

—Tra–tranquila. Kina, se fuerte, por lo menos si voy a morir que sea diciéndote algo que eh estado guardando desde hace ti–tiempo… ¡Te amo Kina!...

Kina y Kayasawa quedaron sorprendidas por escuchar la confesión de Sagato hacia Kina.

—Sagato. Yo… ¡Yo también te amo!.—Llorando Kina le respondió.

—¡Tch!, ¡maldición!, Más razón para acabar contigo de una vez…—Con furia lo dijo.

Parecía ser el fin de Sagato, empujó la espada con el brazo a punto de atravesarle el estómago…

Lo siento Kina, me protegiste una vez. Pero yo no pude protegerte…

—¡Dónde estás Kayasawa!, ¡Te necesitamos urgente!.—Dijo una voz de un guardia imperial cerca de la habitación.

—¡Mierda!, Justamente cuando quería matarte… Ah… Ya tengo una idea… —Lo dijo con una sonrisa maniática en el rostro.

—¿Qué–que haces?...—Dijo Sagato sin casi aire.

Porque me está apretando duro… Me falta mucho el aire . Me siento con mucho sueño… Cómo si me estuviera muriendo…

—¡Oye!, ¡Oye!... ¡Oye!. Niño despierta…

Abriendo los ojos vi muchos muros alrededor. Y bastante gente hablando.

—¡Levántate violador!.—Dijo un guardia con furia.

¿Dónde estoy?, Es cierto… ¿¡Kina!?.

—Hirumi Sagato, confíe en ti con mi poderosa palabra. Te encargué de ser su amigo y protector de mi hija… ¿Cómo pudiste hacer algo así?, ¡Te di mi confianza!. ¿Cómo te atreves hacerle algo así a mi hija?.—Dijo el emperador enojado a voz alta.

—¿Qué está pasando?, ¿Por qué estoy aquí?. ¡Y de que están hablando!. ¿¡De que violación hablan!?, Fue su escudera Kayasawa ¡quien trato de abusar de ella!.—Dijo Sagato con desesperación por lo que ocurría.

—¡Son mentiras!, Tu fuiste quien encontré junto a Kina, violaste a una inocente princesa, ¡Cómo te atreves desgraciado!,—dijo Kayasawa enojada.

—Mi subordinada Kayasawa no haría algo así. Además fuiste tú a quien encontramos junto a mi hija en esa habitación. Tocaste a mi joya más pura, ahora te toca pagar por eso.

¡No fui yo!, ¡no fui yo!. ¿¡Por qué me está pasando esto a mi!?... ¿Por qué?... Kina…

Viendo a Kina sentada al lado de su padre, no decía nada y mantenía la cabeza hacia abajo.

—¡Kina!, Por favor diles que no fui yo. ¡Díselos Kina!...—Dijo Sagato con miedo.

Kina se volteó y hizo como si no lo hubiera escuchado.

¡Porque Kina!, ¡Porque!. —Empezando Sagato a llorar.

—Eras como un hijo para mí, ahora Sagato por haber hecho esto te condenó a 20 años de prisión en Bulgart, por cometer violación y actos de traición hacia a mi.

Levantando a Sagato los guardias imperiales, sin ninguna resistencia empezaron a caminar hacia el calabozo.

Estoy caminando, hacia mi condena. Este será mi último día libre en 20 años. ¿Por qué no dijiste nada Kina?, Si tanto te amaba. No me defendiste, no como esa vez.—Mirando hacia el suelo con gran dolor en mi corazón, parece que mi sueño de aventurero se acabó.

Llegando a la celda me soltaron.

—Bueno violador, ahí te quedarás hasta que te lleven a Bulgart, sucio traidor y profanador de la princesa ¡Te pudrirás 20 años!.—burlándose de mi durante mucho tiempo hasta que se fueron.

De repente oi que la celda de abrió y entro el emperador. ¿¡Acaba de entrar a la celda el emperador!?.

—¡Sagato!, Escúchame un momento.—lo dijo en voz baja

Explicándole todo Sagato se puso de acuerdo.

—Esta bien, aunque no quiero que Kayasawa le haga algo a Kina.—Con cara triste lo dijo.

<>

¡Ah!.—Gritando Sagato abrió los ojos.

Pasando la mano por la cara la levantó.

Otra vez parece que estoy llorando. Cada vez que recuerdo a Kina y mi pasado lloro hasta despertarme.

Es como una maldición…

Hace mucho sol, espero no llegar tarde este primer día.—Pensó Sagato levantándose de la cama.

Caminando hacia el baño se miro al espejo.

Cuanto he cambiado todo este tiempo… Parece que soy un desconocido, nadie me reconoce.

Voy a cumplir mi sueño de aventurero para saber los secretos de este mundo, y salvaré a Kina. —Dijl mientras se veía en el espejo.

Cambiándose de atuendo se puso una capa negra con pantalón y camisa blanca. Viendo hacia los lados volvió a ver el libro que leía desde niño. Acordándose el día en el que conoció a su primer amor.

Algún día lo haré Kina… Cumpliré mi promesa que tanto dije cuando éramos niños, y cumpliré la de mi madre y padre.

Me voy a dirigir hacia la Academia Del Fuego Ardiente. Iré a cumplir mi sueño, que tanto anhelé desde niño.

Partiendo Sagato hacia la Academia, la capital había cambiado mucho. Los edificios decoraciones, la calle principal no está tan habitada como antes. Estando todo muy tranquilo.

Me impresiona que la ciudad haya cambiado tanto desde la última que estuve aquí. Es sorprendente que lo que me parecía maravilloso ahora ya no esté.

Caminando vio el Palacio en el fondo con los mismos materiales.

Kina… Pronto te abrazaré otra vez como lo hacía antes…

Caminando por mucho tiempo, Sagato logro llegar a la Academia.

Volteando miro un grupo de personas.

Entonces aquí debe ser,—dijo Sagato en su mente.

Me acercaré.— Sagato se acercó a una gran fila que parecían ser estudiantes. Entonces se la acercó una chica.

—¡Hola!, parece que nos hemos perdido, acabo de leer el papel y nosotros somos del grupo A y estamos en el grupo C.—Dijo amablemente.

Una chica de repente se me acercó, pero su forma me recuerda a Kina… Tiene el mismo pelo el mismo color de ojos, la misma voz… Espera… ¿¡Kina!?.

—Eh, si al parecer nos hemos perdido, creo que deberíamos volver a nuestro grupo. Pero te puedo preguntar, ¿Cuál es tu nombre?, —con mucha intriga Sagato pregunto su nombre.

—Esta bien, mi nombre es Kisana ¡mucho gusto!, Y tu nombre ¿cuál es?.—lo dijo mientras sonreía amablemente.

Creo que lo imaginé aunque todo me hace recordar a ella .

—Mi nombre es Sagato, es un gusto también conocerte.—lo dijo de una manera formal.

—Digo lo mismo, ¡Volvamos entonces!, —lo dijo de una manera algo nerviosa y tímida.

Entonces camino hacia el otro grupo de al lado.

Parece ser, que me he confundido… Aunque me parece extraño que se haya puesto nerviosa de la nada. Pero no debo salirme de mi objetivo. Kina te amo espérame, pronto por fin estaremos juntos.

No es un capricho… Es una promesa