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Chapter 5 - Capítulo 5 Hay uno más?

Es otro día normal en Maybell; David está estudiando en el Two Tower junto a Süe y Mark; el profesor de matemáticas vió a David un poco descuidado, pues él estaba pensando en lo sucedido estos últimos días.

Este profesor, al verlo, decidió preguntarle sobre la clase, a ver si estaba prestando atención. Obviamente no lo estaba haciendo, así que le dijo--David ¿cuáles son los números complejos?--

David derrepente reaccionó, como si estuviera acabara de despertar de un mal sueño y pidió al profesor que repitiera la pregunta.

Con mucho gusto--dijo el profesor-- ¿cuáles son los números complejos?

A lo que David respondió rápidamente: Son aquellos que se componen de un número real y uno imaginario.

El profesor le sonrió y le dijo--¡Bien dicho! esa es la definición correcta. Veo que eres el único que pone atención a mi clase--

Luego, el profesor volteó a mirar a Süe y a Mark, quienes le sonrieron con hipocresía, y les dijo--Deberían seguir su ejemplo--

Apenas el profesor se volteó para caminar hacia el frente del salón y continuar su clase, Süe y Mark le hicieron una increíble cantidad de muecas burlonas. David intentó poner una cara de gravedad, como desaprobando sus acciones, pero solo logró reírse de las caras que ponían, aunque lo hizo en voz baja.

Bien--dijo el profesor--como dijo su compañero David, los números complejos están compuestos por una parte real y una imagin...

En ese preciso momento fue interrumpido por Mark, quien le dijo mientras miraba su reloj--Profesor, ya se acabó el tiempo de su clase--

A lo que él profesor le respondió con una sonrisa--Que bueno, aún así, les pondré en el examen lo que me faltó por enseñarles--

Apenas sonaron esas palabras en el salón de clases y más de la mitad del salón volteó a mirar a Mark, todos con una mirada asesina.

Una alumna de las que estaban sentadas cerca del profesor reaccionó con desesperación y dijo-- ¡¿Por qué?! el que habló fue Mark, el resto del salón no hemos dicho nada...--

Y otro chico dijo--Profesor no sea malo... perdónanos esta vez--

Entonces el profesor dijo--Bueno bueno, está bien. Hoy no se han comportado tan mal como de costumbre, así que, por esta vez lo dejaré pasar--

Apenas se fue el profesor, todos respiraron con alivio. Y la chica de pelo rubio, que le había hablado al profesor dijo-- ¡Ay Mark! Casi nos metes en un gran lío. Si saco malas notas en ese examen mi mamá me va a quitar todo--

Y el chico, que era de pelo marrón oscuro, dijo-- Mark esas equivocaciones tuyas se pagan muy caras. Y más con ese profesor; con él, el más mínimo resbalón puede terminar muy mal--

Mark se apenó un poco y dijo-- Al menos salimos bien de esta--

Pues sí--dijo la muchacha de pelo rubio-- porque la última vez el profesor te quitó la hoja del examen a tí y a David. Al menos David ya había terminado; él si estudia--

Nadie se había levantado de su asiento pues la profesora de la siguiente materia (que sería la última del día) llegaría en cualquier momento.

La chica rubia le dijo a Mark-- Deberías estudiar como David; a lo mejor así aprendes algo--

Entonces le respondió Mark en tono de broma--¡Ay Sasha! me estás pidiendo mucho--

Entonces Süe le dijo a David--Oiga, señor estudioso ¿que tal si nos explica los que nos enseñó el profesor?

Porque aquí todos somos lentos, y no entendimos ni la mitad--

Süe dijo esto de una forma simplemente inexplicable, que causó risa a todos en el salón de clases.

Bueno--dijo David siguiéndole la corriente a Süe--los números complejos se componen de uno real y uno imaginario. Los números reales son los que ya todos conocemos y los imaginarios son los que cumplen con la...

Entonces Mark lo interrumpió --¡¿Qué?! ¡olvídalo! ya me perdí. Es mucha inteligencia para mí--

Esto desató otra ola de carcajadas.

El sargento Reberón había ido a la primaria a buscar a David y a Süe; y se detuvo junto a la puerta del salón, recostándose del marco, y con los brazos cruzados.

Todos lo vieron e inmediatamente cesaron como por arte de magia las risas. Todos miraron esa figura tan imponente y esa mirada peligrosa; se preguntaban quién sería.

Él aprovechó el silencio para llamar a Süe y a David.

--Vengan un momento, les dijo--

--¿Qué ocurre sargento?-- Preguntó David.

Entonces el sargento les respondió --Hay en Maybell una persona peligrosa. Esta, atacó a la policía hace unos días--

-- No quiero sonar grosero pero creo que eso es algo que ustedes pueden tratar ¿no? Ese es su trabajo--

--El problema es que está persona es capaz de sostener un carro con sus manos, y aún lanzarlo--Replicó el sargento.

--Ustedes tienen también una fuerza fuera de lo normal, pensé que tenía algo que ver con ustedes, o al menos sabrían algo--

A esto, David respondió --No se quien pueda ser pero deberíamos investigar sobre el asunto--

Oigan--dijo Süe-- ahora que lo pienso, desde que David se unió a nosotros, no he buscado más guerreros. Podría ser como nosotros.

El sargento respondió --El general me explicó todo sobre el asunto de los guerreros, creo que las habilidades que me describieron encajan bien con las de ustedes--

-- Yo sólo puedo detectar a otros en un rango pequeño, sin embargo mi mamá puede detectarlos en gran parte de la isla--dijo Süe.

Tenía usted razón sargento--dijo David--procuraremos encontrarlo pero por ahora debemos terminar la clase faltante.

Luego el sargento se despidió y se fue.

Al regresar al salón comenzó la clase y al salir, estaban por el pasillo; y Mark les preguntó quién era ese señor; a lo que David respondió en voz baja--Es el señor de quien te conté, el sargento--

-- Ah, el sargento. Supongo que les dijo algo importante--

--Sí, es probable que haya otro guerrero en esta isla--

Sasha y el chico de pelo marrón estaban detrás de David escuchando toda la conversación.

Y Sasha dijo--¿Guerreros? ¿de qué están hablando?--

Los tres inmediatamente voltearon y los vieron ahí parados.

-- ¡Sasha! ¡Iván! ¿Qué hacen ahí?--Dijo David.

E Iván respondió--Veníamos a decirte algo y los encontramos hablando de guerreros y sargentos--

Y Mark dijo-- No no, estábamos hablando de... lo que pasa es que...--

Bueno--dijo Sasha--eso no importa ahora. Vinimos a decirle a David que si nos ayuda con la tarea de matemáticas.

--Ah, si si... los puedo ayudar--dijo David.

--Ahora mismo tengo unas cosas que hacer ¿puede ser mañana?--dijo Iván.

-- Sí, está bien--

Sasha e Iván se dieron media vuelta y se fueron.

David, Süe y Mark salieron de la secundaria y tomaron el atajo que antes habían usado, camino hacia la casa de la señora Ría. El cielo estaba bastante nublado, como si fuesen las primeras horas de la mañana e incluso hacía algo de frío. En el camino David tomó su teléfono para avisar a su madre que iría a casa de Süe; luego de ponerlo nuevamente en su bolsillo, dijo--Vamos a apurar el paso, quiero llegar luego a casa porque en la noche van a pasar por televisión una pelea de boxeo nacional de Maybell. Será Elliot Ross contra mi favorito, Jack Doom--

Aún es de día--le respondió Mark--faltan al menos cuatro horas para que comience a anochecer.

David suspiró y dijo--Esa es la pelea más esperada en toda Maybell, no me la puedo perder por nada del mundo.

¡Son las dos grandes leyendas del boxeo de esta isla!--

--Bueno, yo he visto algunas peleas de Elliot Roos, y ciertamente es muy bueno; pero cálmate un poco--

--Está bien--

Así caminaron hasta la casa de Süe donde los recibió la señora Ría.

Ellos le contaron todo a la señora, y ella con gran asombro les respondió--¡Entonces hay más aún! Si esa persona es como nosotros, hay que encontrarla tan pronto como sea posible--

--¿Entonces puede buscarlo?--Dijo David

Y la señora le respondió--No puedo detectar a ese tipo de gente en toda la isla, pero sí en un rango bastante extenso--

Y David le dijo nuevamente--Está bien, eso nos servirá--

La señora Ría, al escuchar estás palabras, cerro sus ojos y no se movió del mueble en el que estaba sentada; de hecho, todos estaban sentados en los muebles de la sala.

La señora no hizo ningún movimiento durante al menos cinco minutos, y los tres chicos permanecieron todo ese tiempo mirándola fijamente, esperando

que les dijera algo importante, pero luego del tiempo antes dicho, la señora respiro profundamente y dijo--no lo pude detectar--

David estrelló la palma de su mano contra su frente, y luego la deslizó hacia abajo sobre su rostro.

Aún así la señora Ría dijo--Tendré que hacer esto varias veces hasta que lo detecte; aún debemos estar alertas--

-- Bueno, si es hasta que lo detecte ¿tenemos que esperar aquí?--

No. David, Mark--dijo la señora Ría--pueden irse y les avisaré si lo detecto en alguna parte.

--Mark ¿quieres venir a ver la pelea en mi casa?-- dijo David.

Y Mark le respondió positivamente.

Aún podemos recordar la conspiración que había contra el gobierno, y había muchos de esos conspiradores en el fuerte.

Mientras David y Mark iban a casa de David, este grupo de conspiradores en el fuerte, estaba en una reunión secreta. La reunión era con motivo de la falla que tuvieron en el atentado contra el general Elías Booth.

Habían cinco personas sentadas alrededor de una mesa, en un salón que hace tiempo estaba en desuso. Las paredes grises y agrietadas, demostraban el tiempo que llevaba sin ningún tipo de mantenimiento, pero lo desagradable era el calor insoportable de este salón, porque las únicas entradas de aire eran unas pequeñas aberturas alrededor de un aire acondicionado viejo y dañado que estaba en la pared opuesta a la puerta; aun así, se escogió un salón tan sellado, para evitar que alguien oyera la conversación.

Una de las personas sentadas a la mesa, era una chica de pelo amarillo, que parecía ser la más preocupada del grupo.

¡Hay que hacer algo!--dijo la chica--¡El ataque falló! ¡ahora mismo nos podrían descubrir! ¡y por si fuera poco, es posible que Zatro quiera deshacerse de nosotros!

El que parecía ser el líder del grupo era de ojos azules, su pelo estaba pintado de blanco, y tenía músculos bien desarrollados. Él se mantenía frío escuchando a la chica, y mirándola a los ojos, le dijo firme pero calmadamente--Karin siéntate--

La chica, al escuchar éstas palabras hizo silencio instantáneamente y se sentó.

Un hombre de treinta años, con unos lentes que traía un traje formal de chaqueta y pantalones grises, levantó su mano para llamar la atención de los otros, este era un "amigo" adinerado y muy influyente del general, que lo visitaba en el fuerte constantemente; y ya obtenida la atención de todos, dijo --Ya ese fallo no importa, se nos dieron nuevas órdenes. Es como una nueva oportunidad, debemos ejecutarlas con mucho cuidado, así obtendremos una vez más el favor de nuestro amo--

El líder, ante tales palabras dijo lo siguiente --El señor Tomas Jefferson tiene toda la razón, ahora tenemos nuevas órdenes y debemos acatarlas al pie de la letra--

¿Nuevas órdenes?-- dijo Karin--jefe Roosell ¿por qué no nos había dicho nada?

Y el líder le respondió fríamente--Eso es lo que estoy haciendo--

En la mesa quedaban aún dos personas sin hablar. Uno era una persona un poco gorda pero los músculos de sus brazos estaban bien marcados, y un poco más alta que una persona de altura promedio.

El otro, tenía una pistola en la mano, y esta estaba sobre su rodilla, pues había puesto su pie sobre la silla en la que estaba sentado. Este era delgado y de pelo negro y largo, que tenía recogido. tenía una camiseta puesta y los pantalones verdes de su uniforme militar. Además de eso estaba fumando.

Este último dijo-- Al final el jefe hace lo que le da su gana, no me importa. Él es un idiota, todos son idiotas...jejeje--

Entonces su jefe, Ian Roosell, cuzó sus brazos y le dijo con seriedad-- Ah, si...? pues te aviso, Look, que ya no puedes irte de este grupo de idiotas--

En ese momento Look se levantó rápidamente de su asiento y puso su pistola en la frente de Roosell y le gritó --Yo me voy cuando yo quiera. Este lo miró fríamente a los ojos. Derrepente-- Look balbuceó--Esss... esssa mirá... mirada--Y dudaba pero luego agarro su pistola con más fuerza y trató de contener el temblor de su cuerpo; fue entonces cuando el líder tomó rápidamente su brazo con la mano derecha y le quitó la pistola con la mano derecha, luego la puso en la frente de Look y con frialdad le dijo--Claro, puedes irte cuando quieras, sólo que unos segundos después te irás también de esta vida ¿qué prefieres? ¿ah? dime--

--Me... me quedo... ssse...ñor--dijo Look.

--Entonces vete a sentarte--le ordenó el

líder Roosell mientras le devolvía su arma.

Bien--dijo el jefe--las órdenes de Zatro son las siguientes, debemos atrapar a la persona de quién estaba hablando el policía ¿recuerdan? estuvimos ahí.

--¿Atraparlo?-- Dijo el hombre gordo.

--Sí Ragnag, él puede ser un guerrero. Debemos atraparle porque nos puede suponer un gran problema--Dijo el líder

Ya eran las seis de la tarde. David y Mark estaban frente al televisor en casa de David, en una de las habitaciones, pues estaba a punto de empezar el combate. La señora Jasmín (que era la mamá de David) estaba en la cocina sirviendo unas bebidas para los muchachos.

Tin tin tinnnnn. Sonó la campana que daba inicio a la lucha y David casi hundió sus ojos en el televisor, no podía perderse ni un solo segundo.

Luego la señora Jasmín entró al cuarto y les dijo--Aquí está su jugo chicos--

La señora echó un vistazo al televisor y precisamente en ese momento Jack Doom le dió un fuerte golpe en la boca a su oponente, de manera que sangraba bastante; la señora se sorprendió al ver a David viendo algo tan salvaje y dijo--¡Ay! ¡¿cómo pueden ver eso?! Esas personas parecen animales salvajes, no deberían ver eso o acabarán copiándolo--

Mark dijo--Pero señora, este deporte es entretenido, no es tan malo--

David ni siquiera reaccionó porque estaba casi metido dentro de la pantalla, no podía dejar de ver.

Ash, estos jóvenes de ahora...!--Dijo la señora Jasmín --Sólo quieren ver cosas violentas. Si no hay sangre no les interesa...

Cuando la señora Jasmín salió de la habitación y cerró la puerta tra si, Mark dijo--Ufff casi nos quitan el programa, este combate está entretenido--

David seguía viendo sin parpadear y le dijo--Si si... Casi nos lo quitan--

Mark comenzó a mirar al techo, estaba sentado en el piso, recostado de la cama.

--Oye David--

--Dime--respondió David sin dejar el televisor.

--¿No has pensado...? ¿no has pensado en qué pasará cuando Zatro llegue? ¿y si él gana? Después de todo somos muy pocos contra él... Si sus seguidores son tan peligrosos ¿cuánto más no lo será él?--

Al oír esto, David volteó a mirar a Mark con un rostro serio.

--Si lo he pensado, y me atemoriza bastante lo que pueda pasar--

--Yo no soy un guerrero como tú pero siempre lo pienso ¿Qué tal si el ejército de Maybell no es suficiente?

¿qué pasaría si él llegara? Ustedes, y aún yo, esperamos encontrar al hombre que nos dijo el sargento, y así poder contar con su ayuda... pero ¿y si es un seguidor de Zatro y por eso tiene esas habilidades? ¿y si no hay más guerreros en el mundo? Ese tipo de pensamientos vienen a mi mente desde que la madre de Süe nos contó sobre el asunto. Pero a tí siempre se te ve calmado--

--No lo estoy... yo también lo pienso día tras día y me asusta, sin embargo, si Zatro llegará ahora mismo, lo enfrentaría con Süe y el ejército; y si no es suficiente, no nos vencerán sin luchar. Cuando llegue el momento, lucharé, aunque no pueda vencer a Zatro ni a nadie--

Mark entonces sonrío y le dió a David una palmadita en la espalda, diciendo--¡Valla valentía! ¡ese es el espíritu!--

David suspiró y continuó viendo la lucha.

Como David lo esperaba, Jack llevaba una gran ventaja. Mark miró esto con desagrado, pues él apoyaba a Elliot Ross; y dijo--¡Bah! Ese Jack es malo en esto, Elliot lo está dejando ganar--

-- ¡Ja¡ El malo aquí es Elliot ¡sólo míralo! ni siquiera puede lanzar bien esos japs--

¡¿Elliot?!--exclamó Mark-- ¡mira como pelea Jack! Se nota que no sabe ¡Se ve que Elliot lo está dejando ganar!

-- Ya quisieras, pero ese Elliot está perdiendo. Intentó quitarle el título de Maybell a Jack y se hizo el hombrecito en las entrevistas, pero no puede con los golpes de Jack jajaja--

Mark tenía una almohada sobre sus piernas, y se la lanzó con todas sus fuerzas a David; luego cruzó sus brazos y dijo--Elliot es mejor--

A penas dijo eso, Jack asestó un fuerte golpe en la sien de Elliot, y lo dejó desorientado por uno segundos.

David vió esto y no pudo evitar reírse.

--Elliot debe estar viendo estrellitas de colores ¿no lo crees? Le dijo David con voz burlona--

Mark solo tomó nuevamente su almohada y una vez más se la lanzó a David en el rostro. David había asido unos zapatos negros de tacón que tenía a la mano, y pensaba tirarlos directo a la cabeza de Mark. Esta peligrosa idea fue interrumpida por el sonido de un teléfono, era el de David; por alguna razón, la señora Ría lo estaba llamando, así que él contestó.

¡Muchacho!--Dijo la señora Ría--¡ya detecté a la persona! ¡búscala rápido!

--¿Cómo? A estas horas mi mamá no me dejará salir. Ya es de noche y además estoy viendo una muy esperada pelea de boxeo--

--¡Eso ahora no importa! ¡Está en alguna parte cerca de la farmacia "Del valle"--

--¡¿Del valle?! ¡Eso es frente a mi casa!--

--¡Como sea! ¡Süe ya va en camino!--

El teléfono sonó "pip pip pip pip" la señora había finalizado la llamada y David no podía salir de casa.

A pesar de esta situación, David tuvo una idea arriesgada.

--¿Qué pasó? --Dijo Mark

-- Mark, necesito tu ayuda. La señora Ría dice que detectó a la persona de quien nos habló el sargento, tengo que ir a buscarla pero mi mamá no me dejará salir, le diga lo que le diga. Por favor cúbreme, no la dejes entrar aquí por nada del mundo--

Mark entendió la situación y asintió con la cabeza. David abrió la ventana del cuarto y se lanzó por ella. David no se había cambiado al traje de guerrero, y la ventana estaba en un segundo piso.

La distancia de la caída no era exagerada pero el dolor no fue de menospreciar. A pesar de este descuido, David cambió su traje cruzó la calle hacia la farmacia. Era de noche y estaba lleviendo; curiosamente, para esa situación, su traje apareció con una capucha la cual se puso sin pensarlo dos veces.

Luego de haber cruzado, miró hacia dentro de la farmacia, a través de los cristales, pero no había nadie que no pareciera demasiado normal. Luego miró a su alrededor y no había casi nadie, excepto por una señora que corría por la lluvia, y un carro que pasaba frente a él. Luego dió un salto al techo de la farmacia, y al pisar el techo, cayó precisamente sobre un charco y le salpicó en toda la cara; esto irritó un poco a David pero no podía golpear al charco así que la echó un vistazo a las calles que se veían desde ahí pero (por la lluvia) no había nadie. David se decidió por entrar y revisar mejor la farmacia.

David cambió su traje una vez más, y entró a la farmacia; iba recorriendo los pasillos uno por uno; había una señora con su bebé, en señor de edad avanzada, que se cruzó con él en el camino, al menos unas tres veces, había un muchacho que estaba comprando algo para su madre, entre otras personas.

Al ver David en el último pasillo, sintió que había una considerable cantidad de energía, era la misma sensación que cuando Süe estaba cerca. La energía provenía de un hombre alto.

David miró su reloj, hacía ya un rato había acabado la pelea que tanto quería ver y a juzgar por los pocos golpes que Elliot asestó a Jack, este último, seguramente no fue al hospital, además la pelea era en un ring cercano a la casa de David, pero este no pudo pagar las entradas.

En esos pensamientos estaba David cuando casi pierde de vista al hombre a quien pensaba seguir. Está persona estaba saliendo de la farmacia y David se apresuró a seguirlo.

Entre la farmacia y el local de al lado, hay un callejón pequeño que termina en una pared; el hombre extraño entró en ese callejón; David no entendió está acción, pero aprovechó para atraparlo en ese callejón. Cual no sería su sorpresa al ver que la persona no estaba en el callejón, pero David aún sentía su energía, y muy cerca.

--Que extraño, juraría que lo vi entrar aquí. Aún siento que está cerca pero ¿donde?-- Dijo David para si.

Justo en ese momento se vió una sombra tras David, la sombra de un hombre alto e imponente, casualmente parecido al que David seguía. No, casualmente no; era el mismo.

David volteó a mirarlo y antes de ver quién estaría tras él, recibió un empujón ejecutado con tal fuerza, que David dió contra la pared al final del callejón.