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Chapter 6 - Capítulo 6 Combate bajo la lluvia

La oscuridad del callejón no dejaba que David pudiera definir bien la cara de quien le empujó. Esta persona se acercó lentamente a David y tomándolo por la chaqueta, le dijo--¿quién eres y por qué me sigues?--

Su voz atemorizó a David, además de la cantidad de energía proveniente de él, que David estaba detectando. Cuando ese hombre profirió esas palabras, la poca distancia que había entre él y David hizo que este pudiera reconocerle; David se aterrorizó y se llenó de confusión, a tal punto que dió un salto hacia atrás del hombre.

Este era nada más y nada menos que el mismísimo Jack Doom, ¡¿pero cómo podría ser esto posible?!--pensó David--¿como puede ser Jack Doom?él...él estaba en una pelea.

Entonces David dijo señalándolo--tu...tu e...eres Jack Doom--

--¿Y qué pasa con eso?--Dijo Jack con seriedad

--tu estabas en una pelea, ha...hace casi nada estabas en una pelea--

A lo que Jack respondió--mi oponente era débil, ni siquiera me hizo daño como para tener que ir a un hospital o algo--

Y David balbuceó--e...esa energía pro...viene de tí, tu tienes poderes de guerre...ro--

¿De qué hablas?--dijo el boxeador--no se lo que dices.

En ese momento llegó Süe, quien había sido enviada por la señora Ría.

--¿Qué ocurre David? ¿es él?--

--ss...si, él es Ja...Jack Doom--

--¡¿quién?!--exclamó Süe.

--Jack, debes venir con nosotros --Dijo David tratando de mantener su voz sin cortarse.

A esto, Jack respondió--¿con ustedes? ¡ja! ¿unos seguidores de Zatro van a tratar de convencerme de que son guerreros? los guerreros se acabaron, sólo quedé yo, y seguiré buscando la caída de Zatro. ¡Mi padre fue un gran guerrero, y murió a manos de estúpidos como ustedes!--

Jack había estado tratando de simular que era una persona normal, pero no pudo contenerse al creer que frente a él estaban los seguidores de Zatro.

--Les daría la oportunidad de irse pero no, hoy no les daré piedad--

David y Süe comenzaron a preocuparse, él se había confundido y no creía que ellos fueran guerreros.

--¡Estás confundido! ¡ven con nosotros y te explicaremos todo!--Exclamó Süe.

--¡No me van a engañar con sus mentiras! ¡No es la primera vez que me tratan de engañar!--

En ese mismo instante Jack comenzó a lanzar golpes contra los dos niños. Un jap para David y otro para Süe. David dió un giro de 360 grados y lanzó una fuerte patada contra Jack Doom, pero esto no fue problema para la impenetrable guardia del boxeador; mientras tanto, Süe saltó entre las paredes, acabando de aparecer una espada en su mano, para atacar a Jack, pero Jack se movió y esquivó aquel preciso ataque de Süe.

Los movimientos ágiles de Jack no permitían que ningún ataque lo toque.

Sus golpes tampoco tocaban a David o a Süe, ante esta situación, Jack cambió su traje, su chaqueta se veía igual a la de David y su capacidad de ataque aumentó al triple o cuádruple.

Ahora sí era distinta la situación, al menos desde que el primer golpe de Jack alcanzó a David; fue tan fuerte, que David salió empujado del callejón tan sólo por el golpe en el pecho que recibió. Süe estaba del otro lado del callejón, y Jack se volteó hacia ella dejándola encerrada. El boxeador no le tendría ninguna piedad, pues los seguidores de Zatro no la merecen.

Süe estaba muy asustada pero no dió ni un paso atrás; Süe atacó a Jack con miedo pero sin dudar. Blandió su espada, y trató de asestar un golpe con la espada en su brazo para no matarlo, pues aún así lo necesitaban para el grupo; pero ni cerca estuvo de tocarle; Jack le lanzó un golpe con su derecha, pero Süe dió un salto para esquivar y resbaló, aunque lo recibió el golpe, terminó tirada al lado de David.

La lluvia tampoco ayudaba en nada, tan sólo servía para que David y Süe no se pudieran concentrar, aunque a Jack no parecía afectarle mucho. Mientras David atacaba a Jack, Süe recibió una llamada de la señora Ría.

--¿Como están? ¿qué ha pasado?-- Fueron las primeras palabras del lado de la señora.

--¡Ese hombre es invencible! ¡Ni siquiera le hemos podido tocar!

Él cree que somos seguidores de Zatro, no hay forma de convencerlo--

--¡Tranquila! ¡Voy para allá!--

Ahí se cortó la llamada, y Süe se preocupó pero ni pudo responder a las palabras su mamá. Nunca había visto a su madre en acción, y pensaba que no podría hacer más que ellos. De hecho pensaba que no podía con nadie.

Mientras tanto, tuvieron que aguantar varios golpes provenientes de nada más y nada menos que el mejor boxeador de toda Maybell, solo ellos saben lo que duele un golpe de esos y no poder defenderse.

--¡Que no somos seguidores de Zatro! ¡Somos los buenos!-- Exclamó Süe con desesperación.

Esto no sirvió de nada, el boxeador siguió intentando y logrando golpearlos.

David y Süe, por otro lado, también trataban de asestar algún golpe, pero solo David pudo asestar una patada en el rostro del boxeador, lo cual no pareció hacerle el más mínimo daño, y por si fuera poco, se lo devolvieron con un golpe del que seguramente nunca se va a olvidar.

La señora Ría no tardó en llegar, ella tampoco se veía afectada por la lluvia, traía su blusa blanca y si falda gris de siempre. Ella no llegó para razonar mucho con el hombre.

Su llegada fue simplemente increíble; ella venía flotando rodeada de una gran cantidad de energía de color amarillo, incluso en sus ojos se veía la energía. Cuando estuvo frente al boxeador descendió lentamente, agrietando un poco el asfalto.

Para Süe, la señora Ría siempre había sido una madre, más caracterizada por su sabiduría que por su fuerza, y pensaba que siempre la protegería, pero al presenciar una escena como ésta, esas ideas comenzaron a cambiar; no parecía haber un ser más poderoso que Ría, cuando antes parecía que no tenía poderes, derrepente se podía ver rodeada de una increíble cantidad de energía.

El boxeador se impresionó pero no se atemorizó.

--Por más poderosos que sean los seguidores de Zatro, no me pienso acobardar ante ellos--

La señora Ría ni siquiera pensó en razonar con él; él había atacado a quienes ella consideraba sus hijos, además no eres posible para nadie tratar de razonar en aquella situación, lo que mejor parecía para la señora, era noquearlo, y luengo de atarlo a una cama o a una silla, hablar con él en un entorno más controlado.

La señora no perdió la oportunidad de liberar el estrés causado por la sityde peligro de David y Süe; le lanzó un fuerte golpe al boxeador, pero este lo esquivó y el puño de la señora dió contra una pared, causando, no poco daño a esa pared. La señora se mavió como a la velocidad del rayo y puesta en frente del boxeador le dio un fuerte golpe en el rostro, el boxeador no cayó, pero la señora continuó moviéndose rápidamente y golpeando a hombre desde ángulos distintos hasta que cayó noqueado.

La señora, al ver a su oponente caído, se detuvo, y respiró profundamente, aunque sin desmitrar señales de cansancio. La energía a su alrededor se esfumó, pero Süe y David no podían ni moverse, pues aún no habían superado la impresión de ver el poder de la señora Ría. La señora Ría chasquó un poco los dedos frente a ellos a ver si reaccionaban, y les dijo--oigan oigan ¿están bien?--

--ss...si, oiga ¿de...de donde salió todo e...ese poder? Quiero decir...¿yo pensaba que usted no...-- Dijo David, pero fue interrumpido por la señora.

--¡Eso ahora no importa! Ahora mismo hay que llevar a este hombre a mi casa, y atarlo con fuerza a una silla, la más resistente que encuentre--

Después de ésto, Süe y la señora Ría llevaron al hombre a su casa, y David debió regresar a la suya. Cuando entró por la ventana de su habitación, Mark lo esperaba, habiendo visto todo por esa misma ventana.

--¡Wow! estuve a punto de salir e ir allá pero con ese tipo, esecon el que pelearon, no iba a lograr nada, además tú mamá tocó la puerta para preguntar si ya había terminado él programa, pero aún no había terminado. ¡Qué bueno que no abrió esa puerta!--Dijo Mark.

--Sí si... oye, ¿viste a la señora Ría?--

--¡¿Qué?! ¿esa era la señora Ría? ¡¿si era ella?!--

Sí--dijo David--pero no alces tanto la voz.

Entonces Mark dijo casi susurrando--Yo la vi, pero no pensé que realmente fuera ella, toda esa energía no puede provenir de una persona que parece de sesenta años --

A lo que David respondió--Si, es cierto, yo tampoco lo entiendo... hubiera querido ir con la señora Ría y con Süe a tratar de reclutar a Jack Doom--

--Disculpa...¿a quién?-- Dijo Mark.

--A Jack Doom. Si, ese era el mismísimo Jack Doom--

--No puede ser cierto, no es posible --

--Pues, ese era él--

--¿Pero cómo? Hace unas horas vimos una pelea de él en vivo ¡en vivo!--Dijo Mark.

--Él dijo que su rival no le hizo el daño suficiente como para ir al hospital o algo así, tal vez ni le hizo daño. Lo que no se, es por qué estaba en la farmacia--

En ese momento la señora Jasmín tocó la puerta y dijo--Chicos, no sé si ya terminó su programa, pero ya deben ir a dormir, Mark debe volver a su casa--

Cuando la señora entró ya David había cambiado su traje por su ropa anterior, y tenía las luces de su habitación apagadas para que su madre no viera los golpes que le dió el boxeador y también el recibió al caer de la ventana.

--Okay mamá-- dijo David, y luego mirando a Mark dijo--Adios Mark, nos vemos mañana el clases--

A lo que Mark respondió mientras se levantaba para irse--Bueno David, nos vemos mañana-- Y luego susurrando le dijo--Mañana me cuentas qué pasó, y también quiero saber si el tipo ese les va a ayudar o no--

Mientras tanto Süe y la señora Ría ataron al boxeador con todas sus fuerzas a una silla de metal, era una silla blanca de jardín, la silla a su vez estaba atada a un gancho que estaba clavado a la pared en un lugar inoportuno, y que hasta ahora no había sido de utilizado.

Jack Doom no tardó en despertar, y tampoco duró mucho tiempo analizando la situación en la que está, nada más echó una miradita a su alrededor y con eso sacó conclusiones rápidamente.

Luego de eso comenzó a moverse con desespero intentando aflojar las cuerdas o dañar la silla, pero nada de eso funcionó, Süe y la señora Ría, que estaban sentadas frente a él, ni siquiera de movieron de su lugar y esperaron que dejara de luchar por salir de su bien efectuado amarre. luego de al menos cinco minutos de luchar por salir sin ningún éxito, se rindió a la situación y comenzó a ver a las mujeres frente a él con una mirada asesina pero con un suspiro de rendición. Entonces la señora le dijo --Muy bien, ya que estás calmado, podemos hablar--

Jack ni siquiera dió un pequeño gesto corporal que insinuara una respuesta a estas palabras.

--Por lo visto eres uno de los huevos destinados a vencer a Zatro ¿no es cierto?--Dijo Süe.

A lo que él hombre respondió con disgusto--Estás en lo correcto--

Entonces ella continuó--Pues permíteme informarte que nosotras y el chico que estaba con nosotras somos exactamente lo mismo que tú, también somos de esos guerreros--

¡No es cierto!--Exclamó el boxeador-- Todos se extinguieron, la mayoría murió a manos de los seguidores de Zatro, incluso mi padre, que fue el último antes de mí, el murió a manos de él más poderoso de los seguidores de ese bicho. Ya no queda nadie más.

--Pues aquí estamos, si quedan otros guerreros, estamos yo, mi hija y otro muchacho, además de tí y de otros posibles guerreros alrededor del mundo-- Dijo la señora Ría.

Entonces el hombre, sin dejar de lado su mal carácter dijo--Eso no es posible, mi padre me dijo que sólo él y yo éramos los únicos que quedamos, lo dijo poco antes de morir. Ustedes piensan engañarme ¡ustedes son seguidores de Zatro!--

--No lo somos, y te lo podemos demostrar-- Dijo Süe con seguridad.

--¿Ah si? Me gustaría ver eso--

--Pues lo verás, lo único que haré será vestirme de mi traje de guerrera, mi chaqueta negra. También haré aparecer una espada, cosa que no pueden hace los seguidores de Zatro--

Tal como lo dijo, así lo hizo; Süe hizo aparecer sobre sí, su chaqueta negra de bordes amarillos, y además hizo aparecer, de la nada, una espada hecha de energía de color amarillo.

El hombre solo se quedó mirandola unos momentos y luego, ya apaciguado dijo-- ¿Entonces quienes son ustedes?--

--Yo soy Ría, quien te venció hace unas horas, y esta es mi hija Süe--

El hombre se mantuvo silencioso envuelto en algún pensamiento, por cuyo conocimiento pagaría yo mucho. Luego dijo--¿Ría? ¿tu eres Ría? es exactamente como te describió mi padre--

La señora la contestó--¿Tu padre te hablo de mi? ¿te habló cosas buenas de mi?--

El corazón de Jack Doom están comenzando a latir a gran velocidad, se notaba asustado por alguna razón, pero tragó saliva y dijo--¿cosas buenas? ¿enserio? Tu eres "la guerrera de la luna llena". Tu eres un monstruo formado por Zatro, tu traicionaste a los guerreros ¡por tu culpa murieron tres mil guerreros en la última batalla por Maybell!--

Süe se mostró desconcertada por estas palabras, y preguntó--¿qué es la guerra de la luna llena?--

Y el boxeador miró hacia ella y le dijo--La guerrera de la luna llena es la seguidora de Zatro más peligrosa, era tan poderosa, que cuando atacaba los campamentos de los seguidores de Zatro, de noche,ella sola, dejaba ver un brillo leve como el de la luna llena. Por alguna razón, ella se pasó al bando de Zatro, y en la última batalla contra las fuerzas de Zatro, ella atacó a los guerreros, con su gran poder pudo debilitar el ejército y los seguidores mataron a tres mil guerreros. Al menos pudieron salir de esa situación y vencer a Zatro y la guerrera desapareció--

--¿Y que tiene que ver todo eso con mi mamá?-- Preguntó Süe.

--Lo único que tiene ella que ver en este asunto, es que ella es la guerrera de la luna llena. Mi padre la pudo ver una vez y me la describió de esta manera: Parece una anciana tierna pero su poder es abrumador, su nombre es Ría. Sus cabellos son blancos como la nieve, además ella usa un poder, el cual no puede ser alcanzado por los guerreros ni por los seguidores de Zatro. Sólo si estos dos poderes se mezclaran se obtendría ese terrible resultado--

La señora Ría se mantuvo en silencio, aquel hombre y sus palabras comenzaron a hacer mucho más que incomodarla.

--No...no entiendo bien. Mamá ¿él está hablando de ti?--Preguntó Süe.

La señora estaba mirando al suelo, como si su mirada se perdiera en sus pensamientos.

Luego levantó su rostro y con cierta firmeza dijo--Süe, tengo algunas cosas que contarte--