Lein llevaba una triste vida a sus 49 años, a pesar de ser una persona que siempre tuvo mucho potencial nunca lo supo aprovechar, era mas listo que la mayoría alto y muy fuerte, ademas de joven era muy guapo.
Practico todo tipo de artes marciales karate, kickboxing, boxeo, muay thai, judo, lucha libre, lucha grecorromana, jiu jitsu, taekwondo pero nunca se tomo ninguna realmente enserio una vez las aprendía las dejaba de lado.
Siempre le gusto aprender cosas nuevas sin importar las temáticas , esto hizo que a lo largo de su vida adquiriera todo tipo de conocimientos, cosas que tal vez nunca le servirían en su vida diaria pero igual le parecía entretenido aprenderlas. Era un aprendiz de todo pero maestro de nada.
Pero al final su mayor defecto seria su perdición. Lein era sumamente perezoso, aprendía muy rápido todo, pero igual de rápido se aburría de las cosas, esto hizo que su vida fuera muy tranquila y relajada pero a su vez solitaria, nunca se caso y no tuvo hijos, tenia muy pocos amigos y no eran significativos para el , pero esto nunca le importo ya que para el todas estas cosas conllevaban un gran esfuerzo y dedicación .
Pero el tiempo es despiadado y la vejes te persigue, aquel hombre fuerte y listo empezó a ver como día a día tanto su cuerpo como su mente se deterioraban poco a poco y fue ahí donde el miedo se empezó apoderarse de el. Por primera vez comenzó a pesar en su pasado cada vez de forma mas frecuente viviendo una y otra vez esos momentos claves donde dejo pasar muchas oportunidades.
Lamentándose una y otra vez por sus malas decisiones, sabia que sus mejores momentos ya habían pasado y que de ahora en adelante todo iría en picada.
Ese día Lein se decidió cambiar su vida, aunque ya no era joven, pensó que viviría el resto de su vida al máximo. no era el tipo de persona que no cree en si mismo, solo que nunca tuvo deseos reales de cambiar las cosas hasta este momento. Salio de su casa para hacer un poco de ejercicios.
Su viejo cuerpo estaba bastante herrumbrado después de años de llevar una vida tranquila, ya que era muy listo no tenia que trabajar el había invertido muy bien su dinero y pasaba sus días en ocio leyendo y aprendiendo todo tipo de cosas.
- !Mierda¡ No recordaba que hacer ejercicios fuera tan difícil.... Apenas comienzo y ya estoy acabado.
De repente Lein sintió que su corazón le dolía terriblemente, cayo al piso mientras se retorcía del dolor..
Sentía que su fin era inminente y sus arrepentimientos se hicieron aun mas fuertes.
Con sus últimos pensamientos... recordó cuando era tan solo un niño y como veía siempre hacia adelante pensando que tenia todo el tiempo del mundo.
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─ Lein!
─ Lein!
─ Que te pasa chico contesta cuando te hablan.
Un poco aturdido lein miro a la robusta mujer que le gritaba, aunque nunca la había visto le parecía conocida.
En ese momento un gran numero de recuerdos inundaron su mente, pero estos no eran suyos era como si viera la vida de otra persona pasar rápidamente por sus ojos, tanta información entrando en su cabeza de un solo golpe hizo que Lein sintiera un gran dolor de cabeza y luego se desmallo.
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Unas horas después Lein despertó acostado en un viejo colchón de paja en un desaliñado cobertizo, aunque aun le dolía la cabeza y estaba algo confundido pudo notar que algo muy extraño estaba pasando. En primer lugar su cuerpo se sentía diferente, era mas pequeño y tanto sus brazos y piernas eran las de un adolescente.
─ ¡Que diablos esta pasando!
─ ¿Que es este lugar y por que soy un adolescente?
Rápidamente se levando y salio del cobertizo cuando miro el paisaje pudo darse cuenta que estaba en un lugar completamente desconocido.
Era una especia de ciudad antigua como las de las historias del Murin que tanto había leído en el pasado.