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Chapter 8 - El Legado de Lein: Capítulo 8 Pelea de Cultivadores

El día había llegado a su fin, Lein tenía una buena cosecha, veintitrés cristales de alma de buena calidad. Había absorbido tres de ellos hasta dejarlos casi vacíos, los demás los guardó en su espacio de almacenamiento, de esta forma sería fácil sacarlos de la mina sin que el Tuerto lo notara. 

Estaba sumamente contento, no solo por los cristales, tambien por que habia logrado fortalecer mucho su cuerpo gracias al núcleo de la bestia que había matado. Esas fueran ganancias inesperadas pero bien recibidas.

Al salir de la mina, alzó su mirada y vio una espantosa sonrisa llena de dientes amarillos que lo recibía.

—Hola chico, ¿Cómo te fue el dia de hoy? —Preguntó el tuerto mientras se rascaba el ombligo.

—No muy bien jefe solo pude conseguir dos cristales el dia de hoy —apesar que tenia cristales de sobra para pagar los tres de la cuota diaria, lein quería disimular un poco, para evitar tener más problemas con los mineros.

—Bueno chico, no podías tener suerte todos los días. Pero ordenes son ordenes, como solo te falto uno seré suave contigo. "Dolor"

En el momento que el tuerto dijo la palabra, automáticamente el bastón que tenía en su mano se iluminó. El tuerto punto hacia el collar de esclavitud de Lein que también empezó a brillar. 

Lein sintió un poco de cosquilleo por su cuerpo, que a lo mucha le hacia sentir incomodo, pero no sentia ningun dolor. El tuerto se sentía un poco confundido, no entendía porqué el chico no reaccionaba al castigo. 

—Mmmmm... Creo que esta cosa se descompuso —dijo el tuerto mientras retiraba el bastón y lo revisaba. Viendo que todo parecía estar bien apuntó hacia otro esclavo que estaba cerca, diciendo.. "Dolor".

—¡AAAAAAAAAARRGH!, ¡NOOOOOOOOOO, JEFE POR FAVOR PARE YO NO HiCE NADA!, ¡AAAAARRGH!

—Bueno, al parecer todo está bien, —volvió a mirar a Lein y dijo— probemos otra vez..."DOLOR" 

A Lein no le costó mucho entender que estaba pasando, así que sin pensarlo mucho se tiró al suelo y comenzó a retorcerse y a gritar un poco, para que el tuerto no sospechara de él. 

— Ja,ja,ja. Bueno, parece que todo está bien fue solo un fallo momentáneo. Será mejor que lleve esta cosa a la herrería para que lo revisen y no vuelva a pasar... Tu muchacho no seas llorón y levántate que solo te di una probadita... Compórtate como un hombre. 

Aunque Lein no lo sabia aun. Los collares de esclavitud para los cultivadores de Aura, tenían que ser diferentes que los de las personas normales, por eso el castigo no funcionó en el. El nivel de poder que se usaba en castigar a los plebeyos era una broma para un cultivador.

Lein se dirigió rápidamente hacia la tienda de intercambio, esta vez tenía un gran botín y moría de ganas por cambiarlo. 

Antes de llegar a la tienda Lein pasó por un río cercano y se bañó. Lugo se puso la ropa nueva que había comprado, al ver su reflejo en el agua pudo notar que en realidad se veía muy apuesto. De alguna extraña manera, su apariencia había mejorado mucho. 

Podría ser el resultado de consumir energía de los cristales, pero era solo una teoría no estaba completamente seguro. Además no parecía un chico de 14 años para nada, había crecido y su musculatura aumentó significativamente, debido a esto aparentaba tener al menos unos 17 años. 

.............

 —Buenas joven ¿En que le puedo servir? —Pregunto una hermosa chica de unos 20 años, no era la misma que había atendido a Lein días atrás. Esto no era extraño, ya que la tienda era muy grande y tenía muchas jovenes hermosas que se encargaban de atender a los clientes.

—Hola, Me gustaria vender unos cristales de Aura —Sin pensarlo mucho Lein entregó una bolsa que contenía los 20 cristales de aura de alta calidad que ya previamente había preparado. 

Los ojos de la bella joven se abrieron como platos, al ver la excelente calidad de los cristales. 

—Estimado cliente, por favor sígame.

La joven dependienta llevó a Lein a una pequeña sala privada donde le sirvió una taza de té y algunos bocadillos. En el momento donde vio la increíble calidad de los cristales, la forma con la que veía al chico cambió por completo.

Unos momentos después la joven volvió y mirando a Lein con una gran sonrisa le dijo.

—Según nuestro tasador experto los cristales que el joven a traído son todos, de altísima calidad y el precio que nuestra tienda puede ofrecer en este momento es de 700 puntos, pero si el joven quiere intentar obtener mas, podria mandarlos a subasta como un lote de cristales de altísima calidad. 

Lein ya había averiguado previamente, que en la tienda no hacían preguntas a nadie, que llegara a vender, sobre la procedencia de los productos, además no era raro que los ricos mandaran a sus esclavos a efectuar este tipo de transacciones. Esta regla era para proteger la privacidad de los clientes y no perder ningún negocio, ya que en la ciudad había mas tiendas, aunque no tan grandes como la de la familia Locklar. 

 Sabía que la tienda pagaba mejor los cristales que la mina, pero nunca pensó que la diferencia fuera tan grande. 

—No hay problema tomaré los 700 puntos. 

Rápidamente la chica entregó una tarjeta mágica que contenía los puntos que habían acordado. Lein estaba muy contento, ya que en un solo día había logrado una pequeña fortuna.

—¿Hay algo más en que le pueda servir? —preguntó la joven vendedora, mientras esbozaba una coqueta sonrisa. 

Ellas ganaban por comisión, por lo tanto no perderían ninguna oportunidad, de comprar o vender artículos.

—De hecho si... Me gustaria comprar una espada, cuchillos, y algunos artículos varios, como ropa y comida.

Lein permaneció en la tienda durante un rato mas donde compró algunos artículos, de poco valor, ya que su meta principal era ajustar el dinero que sus padres habían recibido por venderlo como esclavo. 

Realmente ser esclavo no era tan malo como imagino al principio, pero lo mejor sería salir rápidamente de esta situación, ya que nunca se sabía lo que podría pasar a futuro.

......

A la mañana siguiente, Lein se levantó un poco emocionado, ya que su dia libre al fin había llegado. Esto era muy importante para él, ya que ocupaba tiempo para poder seguir con la siguiente parte de su plan. Para ello ocupaba de la ayuda de sus padres ya que el aun era menor de edad y los unicos que podian romper su contrato de esclavitud eran sus padres.

Lógicamente tenían que devolver el dinero en su totalidad. Lein no sabía cuánto habrían pagado por el. Esta era información que solo los que firmaron el contrato mágico de esclavitud sabían. 

Su casa no estaba demasiado lejos. Caminando le tomaría un par de horas a lo mucho, por supuesto esto era para la gente normal. Con su velocidad actual, el podía correr hasta ahí en tan solo unos 20 minutos.

Mientras corría, Lein se sorprendía cada vez más de su increíble velocidad. No solo era rápido, si no que no sentía el más mínimo cansancio. Sentía que podía correr a ese ritmo durante horas si así lo quería.

Un poderoso estruendo se escuchó a lo lejos, Lein giró su cabeza hacia su izquierda y pudo notar una hermosa chica de cabellos dorados que corría muy rápidamente. Mientras lo hacía sostenía una espada larga en su mano. La joven parecía estar herida, su blancas ropas estaban teñidas de sangre, su respiración era agitada y su cara se retorcía del dolor. 

Justo detrás de ella y a gran velocidad, pasaron dos hombre vestidos de negro, Ellos también usaban espadas y perseguían a la joven. 

Su movimientos eran muy rápidos , casi tan rápidos como los de Lein. Inmediatamente un pensamiento cruzó por su cabeza.

«"Cultivadores de Aura"» —Lein había escuchado muchas historias al respecto, pero era la primera vez que podía ver una pelea entre cultivadores de aura.