Chapter 52 - Capítulo 50

- Mi reina desea tener una audiencia con usted, sabe que está muy ocupado así que está dispuesta a esperar lo que haga falta mientras acepte que un séquito de espíritus lo proteja - Dijo Serina.

- Puedo aceptar pero tengo una condición, los espíritus que vengan deberán jurar en nombre de la Diosa, no revelar nada de lo que vean o escuchen conmigo - Si realmente Ruminas es tan importante para ellos entonces es la mejor forma de asegurar su silencio.

- Discutiré el tema con mi reina en éste momento - Al mismo tiempo que decía eso, sus ojos quedaron en blanco y su cuerpo cayó de rodillas como una marioneta a la que le cortan las cuerdas.

Está realmente haciendo algo?

= Por las ligeras corrientes de maná que fluyen a su alrededor, tal vez esté utilizando alguna clase de hechizo para comunicarse a distancia =

Deberíamos estudiar esa magia para crear herramientas de comunicación.

= Entonces comenzaré a analizar la poca información que estamos recibiendo =

Tras un rato de esperar, Serina finalmente se puso de pie.

- Mi reina accedió a su condición pero reitera su deseo de que la visita se haga lo más pronto posible - Dijo.

- Bien, trataré de hacer espacio en mi agenda para ir a verla, cuántos de los tuyos vendrán a acompañarme? - Pregunté, tampoco pienso permitir que cien o doscientos de ellos vengan.

- Contándome a mí, díez de nosotras lo cuidaremos - Respondió, el número es razonable.

- Supongo que deberé retrasar unos días mi partida para permitir que tus hermanas nos alcancen - Aunque deseo regresar ya, puedo permitirme algo de tiempo.

- Eso no será necesario señor, ellas nos alcanzarán, no le haremos perder su valioso tiempo - Dijo.

Si ese es el caso podremos irnos de inmediato.

Con la ayuda de Serina reuní todo lo que me restaba por almacenar en un par de horas y me preparé para dejar la capilla, tras guardar todo, incluido el generador del escudo, saqué la motocicleta de mi almacén y me subí listo para volver a casa.

- Si quieres puede subirte en la parte de atrás - Le dije a Serina.

- Es muy amable pero puedo seguirlo de otra forma - Su cuerpo comenzó a cambiar y se convirtió en algo similar a un ave.

- Bien, entonces vámonos - Con eso dicho, comencé a acelerar en dirección a la capital del ducado.

Muchas cosas pasaron en éstos dias, casi muero pero también hice aliados en el bosque así que se podría decir que fué un viaje satisfactorio.

La próxima vez construiré un transporte aéreo para venir más rápido y espero poder traer a Nephy.

Mientras repaso la información del viaje, el paisaje cambia rápidamente a mi alrededor, desde un denso y oscuro bosque hasta una llanura cubierta de césped.

Las horas pasan y finalmente después de casi dos días de viaje ininterrumpido, puedo ver a lo lejos las puertas de la ciudad.

Me bajé de la moto en un lugar alejado y comencé a caminar a pie, es temprano por la mañana pero los caminos están repletos de gente haciendo fila para entrar después de una breve inspección.

En mi mundo una ciudad tan grande como ésta jamás estaría rodeada por muros, sería un gasto escandaloso de tiempo, recursos y mano de obra amurallar una metrópolis con millones de habitantes.

Pero en éste mundo la existencia de magos especialistas en ingeniería civil hacen que sea factible hacerlo, además la presencia de monstruos y bestias hace todavía más una necesidad el hecho de colocar defensas para protegerlos a todos.

Gracias a mi identificación especial no necesito hacer fila para entrar a la ciudad y puedo utilizar el acceso restringido a los nobles.

Mientras tomo el camino vacío que dirije a una puerta cerrada con guardias al frente, la gente de los alrededores murmura y se pregunta por mi identidad, algunos me tachan de hijo de algún noble, otros de un emisario pero nadie se atreve a mirar mucho tiempo en mi dirección, evidenciando que aunque el Duque no sea un loco egoísta que los explota para su beneficio, la gente sigue temiendo a la nobleza.

Finalmente llegué frente a los guardias que custodian la puerta y presenté mi identificación, inmediatamente los guardias se apartaron y permitieron mi entrada.

Una vez dentro solo tuve que tomar un carruaje y pagarle al cochero para que me dejara frente al gremio de aventureros en el centro de la ciudad.

Entré rápidamente con la intención de entregar mis misiones e irme a casa para ver a Nephy.

La chica del mostrador es diferente hoy, tampoco recuerdo haber visto su rostro las otras veces que vine así que tal vez es nueva, por su apariencia no debe sobrepasar los veinte años de edad.

En cuanto me paré frente a ella y le entregué mi tarjeta de aventurero, comenzó a sudar y se puso muy nerviosa.

- Señor Nathaniel, por favor pase al área de especímenes grandes para reportar - Fué todo lo que atinó a decir.

Cuando me alejaba al anexo llamado área de especímenes, la escuché murmurar algo.

- Tuve que atender a un rango A tan aterrador en mi primer día - Fué lo que dijo, personalmente no pienso que dé tanto miedo.

= Para una chica común y corriente tú aura es definitivamente aterradora, probablemente sentía asfixia en tu presencia =

Supongo que debo tener más cuidado la siguiente vez.

Mientras tanto Serina aún en forma de ave se encontraba de pie sobre mi hombro mirando a todos lados con curiosidad.

Llegué al área correspondiente y un hombrecito pequeño y fornido salió para atenderme.

- Así que tú eres el nuevo rango A, me llamo Logan, enano y experto tazador de materiales para el gremio - Dijo.

- Me llamo Nathaniel, dónde puedo dejar las cosas que voy a reportar? - Respondí.

- Bien, me gusta la gente que va al grano, pon todo en esa plataforma del medio para que pueda empezar mi trabajo - Dijo mientras señalaba hacía la parte trasera de la sala.

Saqué los cadáveres del troll , la pantera y el oso de mi almacén, cuando terminé la expresión facial del enano estaba congelada en una mueca de genuino asombro.

- Debo notificar ésto al maestro, mataste a un Troll, no solo eso, por su tamaño y el maná que expulsa definitivamente era uno de rango S, espera aquí por favor - El pequeño hombre salió corriendo lo más rápido que pudo en dirección a los pisos mas altos del edificio.

Alrededor la gente comenzó a agruparse y susurrar entre ellos, algunos envidiosos del gran logro, otros asustados y algunos muy interesados en hacer equipo conmigo.