"¿A qué te refieres con eso?" pregunto Shin por necesidad de saber más acerca de estas personas.
"Ni idea, solo se sabe que la guerra se quedó en pausa mientras estas dos personas desaparecieron" Respondió Kurt mientras se encogía de hombres.
'En verdad todo siempre fue muy raro' pensó Kurt mientras le explicaba la historia a Shin.
"El líder de los demonios y el mayor poder de la iglesia…" murmuro Shin.
Kurt volvió a beber te antes de mirar al techo y suspirar.
"El líder de los demonios Aroth y la santa de la iglesia Isabel"
Shin cruzo sus manos frente a su cara y estuvo en silencio un par de segundos mientras pensaba.
'Son seres demasiado poderosos, tal vez más que el demonio del destino y que la bestia divina… aun así están relacionados con los demonios'
Para Shin toda la información relacionada con los demonios era relevante, al fin y al cabo su vida dependía de si lograba matar al demonio del destino o no y la única forma de matarlo era encontrarlo.
"¿Qué paso con ellos?"
Kurt se volvió a encoger de hombros.
"Ni idea, solo han pasado 40 años desde entonces pero si le preguntas a cualquier sobreviviente sobre el tema parece que no tienen idea. Por eso nadie sabe que paso con ellos…tal vez el rey demonio Aroth volvió a su imperio en el continente demoniaco y la santa solo se fue al campo a vivir en paz…quien sabe"
"…"
Hasta donde Shin podía entender, la información sobre la guerra entre los demonios y el imperio Kaptza era demasiado ambigua para poder confiar en ella. La mayoría solo provenía de rumores o historias de supuestos sobrevivientes.
"Háblame sobre el continente demoniaco" Este era lo que más le interesaba, ya que tenía sentido que ese fuera un lugar importante para encontrarse con el demonio del destino.
Kurt se puso la mano en la barbilla y comenzó en pensar que decir.
"También es un lugar bastante desconocido para las personas que viven en Grigarm. Solo he conocido a muy pocas personas que fueron al continente demoniaco…aunque nunca volvieron, así que no se nada sobre aquel lugar"
"Así que nada…"
"Lo lamento" Kurt se disculpó por no poder responder la pregunta de Shin, pero el entendió que no era su culpa. El continente demoniaco era un lugar peligroso para los humanos.
Shin continúo haciéndole preguntas a Kurt durante un par de horas extendiendo el tiempo que había pensado en que le llevaría informarse completamente de todo lo que quería saber.
Cuando terminaron la sesión, Kurt lo guio hacia la tienda principal que no había recibido ningún cliente en el tiempo que estuvieron hablando.
Shin noto que la habitación estaba un poco oscura y no pudo evitar mirar las ventanas por las cuales entraba poca luz en comparación a cuando llego hace un par de horas.
"¿No está un poco oscuro?" pregunto Shin mientras se acercaba a una ventana para mirar que pasaba.
"Es normal, aquí oscurece y amanece más temprano que en otros lugares. El fenómeno comenzó a ocurrir después de la guerra. Pero al igual que todo lo demás esto también se desconoce su porque"
Kurt también miro por la otra ventana el cielo que estaba oscureciendo.
"Deberías tener cuidado, la noche es peligrosa"
Shin se giró y miro a Kurt con duda.
"¿Por qué?"
Kurt solo se volvió a encoger de hombros.
"Hay muchos sobrevivientes del imperio Kaptza, pero no todos están cuerdos…digamos que por la calle rondan muchas sustancias que los ayudan a olvidar su pasado y aliviar su sufrimiento"
"Drogas…" Shin entendió a lo que Kurt se refería, cuando paso por Estilia también se encontró con algunos vagabundos y drogadictos que deambulaban discretamente por las calles.
"Exacto, la mayoría de ellas provienen del continente demoniaco. La vida allí parece ser muy diferente a lo que conocemos, por lo que una simple planta para ellos puede ser mortal para los humanos" Kurt dejo de mirar por la ventana y cerro la cortina bloqueando la poca luz que llegaba.
"Entonces producen drogas con plantas inofensivas para ellos pero adictivas para los humanos" continuo Shin mientras se alejaba de la ventana.
"Algo así, fue una de sus tácticas de guerra…pero las personas se volvieron muy dependientes ellas. Mientras haya demanda nunca dejaran de llegar drogas" Kurt cerro la cortina de la ventana por donde había estado mirando Shin y volvió al mostrador.
"La vida no es fácil aquí, pero hacemos lo que podemos aquellos que queremos vivir" El tono de Kurt tenía algo de tristeza pero también motivación escondida.
"¿Por qué no te has ido de aquí?" pregunto Shin mientras se apoyaba contra una pared.
Kurt solo pudo reírse en silencio antes de mirarlo desde el mostrador.
"Puedes decir que por nostalgia y deber. Esta tienda es una herencia de mis antepasados, incluso cuando el imperio aun existía la tienda de Salmar era reconocida…pero ahora solo queda esto" Kurt suspiro ante sus propias palabras pero rápidamente volvió a recuperar su estado de animo propio de un vendedor.
"Pero nada de eso importa, solo me queda trabajar mientras mejoro el negocio" La sonrisa en el rostro de Kurt era genuina, Shin pudo notar que Kurt era alguien que realmente se esforzó por lo que deseaba.
Eso hizo que su opinión por el mercader mejorara, lo suficiente para considerarlo una persona interesante.
"Bien, creo que es hora de irme" Shin comenzó a caminar hacia la puerta mientras Kurt lo despedía desde detrás del mostrador.
"Viaja con suerte y vuele a comprar en la tienda de Salmar" los despidió Kurt con una actuación digna de un vendedor.
Shin cerró la puerta detrás de él y se encontró en una calle oscura despoblada de personas. Girando para ver la fachada de la tienda, Shin comenzó a caminar hacia la posada donde dormiría esta noche.
Cuando habían pasado un par de minutos desde que salió de la tienda de Kurt, Shin frunció el ceño cuando sintió algo extraño.
En el tiempo que Shin había estado entrenando y viajado hasta el continente de la muerte desde el monasterio de sagrado luz logro aprender otra habilidad.
[Telepatía sensorial]
[Permite al usuario recibir pensamientos de aquellos con los que tenga un contrato]
Le facilitaba evitar problemas ya que Caronte siempre le avisaría cuando sintiera algo extraño. Aunque no pudiera comunicarse con palabras, los pensamientos y sensaciones de Caronte eran fáciles de entender para el por algún motivo desconocido.
'Alguien me sigue…'
Caronte normalmente le gustaba estar en lugares altos por lo que siempre seguía a Shin desde el cielo y descansaba sobre el techo de los edificios. Eso le permitía poder vigilar los alrededores y avisarle a Shin de cualquier problema o cosa rara.
Shin siguió caminando normalmente como si no hubiera pasado nada y giro en un cruce hacia un callejón oscuro.
Cuando la persona que seguía a Shin vio que este entro en el callejón, rápidamente lo siguió para no perderlo de vista.
Lo que no se espero es que apenas entro al callejón tropezó por algo que había enredado sus pies causando que cayera hacia delante.
La persona encapuchada no tuvo tiempo para reaccionar cuando una espada de acero oscuro se acercó rápidamente apuntando a su cuello.
Con un giro acrobático la figura logro esquivar el ataque fatal pero no sin dejar que la espada tocara su hombre causando una herida algo profunda que comenzó a sangrar de inmediato.
Shin retiro su espada y retrocedió unos metros mientras preparaba su hilos.
'Ese giro…'
El giro que había hecho la persona encapuchada era bastante difícil de realizar para una persona normal, por lo que Shin supuso que la persona frente a él estaba en la etapa intermedia por lo menos.
Shin aún seguía estando en la etapa Mortal por lo que cualquier pelea contra alguien de una mayor etapa requería que diera todo de sí mismo.
Lo que nunca espero es que la persona encapuchada desapareciera rápidamente después de reincorporarse del giro que hizo.
Shin no lo había ataco de nuevo y había decidido retroceder ya que no sabia si la persona venia sola, y hubiera dejado un espacio para que lo atacaran si llevaba a cabo otro ataque.
Pero todo fue en vano ya que el callejón volvió a quedar en completo silencio apenas la persona encapuchada despareció.
'¿Se fue?'
Shin silbó para indicarle a Caronte que le informara de la situación.
Lo malo de la habilidad [Telepatía sensorial] era que solo le permitía recibir pensamientos, no enviarlos.
Por eso había decidido silbar para darle diferentes indicaciones a Caronte.
Todo estuvo en silencio por un tiempo durante el cual Shin no bajo la guardia ni su espada hasta que recibió un pensamiento de Caronte.
'Escapo…'
Según Caronte la persona había escapado en dirección contrario por donde Shin había venido. Este no tenía ninguna intención de perseguir a la persona misteriosa por lo que decidió correr hacia la posada para evitar más intentos de asesinato en su contra.
'¿Por qué siempre que voy a un lugar nuevo me intentan matar?'
Shin suspiro y se burló consigo mismo.
'Supongo que le queda el nombre de continente de la muerte'