Soy un chico cualquiera, no puedo decir que tengo la valentía para matar a alguien.
Puede que aquellos guardias hayan muerto, como puede que no, pero si no hago algo puedo terminar muerto.
¿Y si ese chico Alex Firedwater me mata de la nada?
¿Y si aunque sus intenciones sean buenas, terminan pasando sobre él?
Me está dando la espalda, puedo matarlo.
Si lo mato, no habrá problemas, ya que en caso de que me traicione y se vuelva a matarme, lo evitaré.
Y en caso de que él no sea suficiente para toda esa multitud, puedo poner en advertencia a quien intente acercarse a mí, dándome tiempo para huir.
Eso es.
Lo mejor que puedo hacer es matarlo rápidamente, clavando mi daga en su espalda.
-Debes estar loco -Dijo alguien en la multitud- ¿Acaso no entiendes? No es que sea un simple traidor con una penalización del juego, todos conocemos la historia del traidor de la serpiente, pero esto va más allá, él es la razón por la que nos trajeron aquí.
-Parece que eres tú quien no entiende -Le respondió Alex- No somos borregos, no vamos a matar a quien nos indiquen solo porque sí, se me hace muy raro que nadie lo haya notado, quiero decir, el rey dijo que nos vayamos contra el traidor solo porque hizo trampa en un videojuego, poco sentido tiene, creo que es un chivo expiatorio, por eso no puedo permitir que lo maten, en definitiva hay algo más detrás de todo esto.
Eso logró calmar a toda la turba.
Alex empezó a reír.
-Bueno, no soy un mesías ni nada parecido -Continuó Alex- Solo estoy diciendo lo primero que se me viene a la mente, el caso es que me parece que no es justo, así que me lo llevaré.
¿Quién es este tipo?
Por un momento me hizo sentir seguro pero ahora no lo entiendo ¿Realmente intenta convencerlos? Ya ni siquiera entiendo qué es lo que quiere hacer conmigo.
Un poco tonto este Alex.
-Eres un tonto si crees que con eso nos vas a detener -Dijo un chico con armadura de Wiforest levantando su espada hacia Alex.
Ya lo ves, lo dijo, es un tonto.
-Lo diré por última vez -Aclaró Alex, dejando un poco su tono amable- Me lo llevaré, alejense.
De verdad, no tengo muy claro qué pensar de Alex, si respeto, miedo o lastima.
Así no puedo matarlo de ninguna manera.
El chico de la armadura empezó a reír, mientras empezó a correr hacia Alex.
A la mitad del camino se detuvo en seco.
Y de todo su cuerpo empezaron a salir varios chorros de sangre.
¿Eh? ¿Qué ha pasado?
-¿Alguien más? -Dijo Alex con tono burlón- Si no es así ya nos vamos.
A su alrededor se formó un tornado de dagas.
Él debe ser usuario del elemento viento ¿O será del elemento acero?
Eso fue lo que antes cortó las pantorrillas del tipo del hacha.
Este sujeto es sumamente peligroso.
La multitud se quedó quieta, viendo como el chico de la armadura gritaba de dolor, había sido cortado en los puntos desnudos de su armadura.
-Fueron solo cortes superficiales -Dijo Alex- Pero puedo cortar más profundo si me siguen molestando.
Nadie respondió nada, nadie se movió.
Yo debería tener miedo, pero no es así.
Este chico no parece tener malas intenciones.
-Entonces, Souki Aiko ¿Me acompañas? -Dijo Alex volteandose- Lamento hacer tanto alboroto sin antes saber si vendrías conmigo o no.
Incluso si no quisiera ir con él, no tendría voz para poder decírselo, no tendrá malas intenciones, pero yo estoy muy asustado.
-Claro -Le dije intentando no tartamudear.
De esa manera empezó a guiarme a las afueras de tierras del rey.
Sigue existiendo la posibilidad de que intente matarme pero ¿Como se supone que huya?
De seguro no podré ni defenderme.
Solo puedo fiarme de que no me hará nada.
-Siento que todo haya sido tan abrupto -Me dijo- Nos dirigimos a una parada antes de ir a Firedwater.
-Claro -Le dije nuevamente.
-Luces algo decaído ¿Pasa algo? -Me preguntó.
¿Qué se supone que le responda? Hace un momento estuve a punto de morir.
-Sigo algo sorprendido por todo -Le dije.
-Ya veo -Me respondió- No hay problema, ya te acostumbraras.
¿Acostumbrarme? Suena como si él llevara un montón de tiempo aquí.
-No tienes porque sentir miedo -Me dijo- En Firedwater todos son muy agradables, Ren, Mirai, todos te agradarán, ya verás.
¿Realmente habla en serio? ¿O solo intenta hacerme bajar la guardia?
-A todo esto, Souki -Me dijo con un tono más serio- ¿Cómo se siente ser el traidor de la serpiente?
¿Qué clase de pregunta es esa? Este tipo no tiene filtros, como si yo te pregunto ¿Cómo se siente ser un tonto?
Pero no puedo decirle eso, igual y me rebana con su tormenta de dagas.
-Pues actualmente no es una posición muy favorecedora ¿Sabes? -Le respondí.
-No me refiero a eso -Me dijo- Hablo de todo ese poder, destrozar de un golpe lo que se te antoje ¿Como se siente eso?
Se refiere a cuando usaba Cheats.
El tono de su pregunta contrastaba bastante con lo que me decía antes, ahora sonaba más sombrío.
¿Qué debería responderle?
-Es algo asombroso -Le respondí- Yo no puedo describirlo realmente ya que no lo viví en carne propia pero creo que nada puede ganarle a la satisfacción que da poder acabar con tu rival de un golpe.
Alex respiró un poco antes de responderme
-¿Y no se te hacía aburrido? -Me preguntó- Siempre repetir la rutina ¿No fue algo aburrido?
Su voz se oía cada vez más diferente.
-Nunca lo pensé así -Le dije- Ya sabes, es solo un juego, no era un ser omnipotente, solo un chico detrás de la computadora.
-Ya veo -Me dijo Alex con indiferencia.
Un chico detrás de una computadora, todo se siente tan irreal ¿Realmente esto está pasando?
Siento que estoy olvidando algo importante, antes de venir aquí, una chica, un funeral.
Algo pasó, pero no puedo recordarlo.
Mi mente está muy nublada.
Alex no volvió a hablarme en el camino, eso fue algo aterrador pero me dejó concentrarme en otras cosas.
El césped que veo ahora parece verse más real que el primero que vi cuando desperté.
Quizás sea impresión mía, pero parece que incluso la temperatura se siente más real.
Es eso o es que estamos llegando a un lugar algo desierto.
El territorio de las salvajes.
Un clan muy peculiar según recuerdo, el diseño de su uniforme era algo revelador y era como piel de animal.
Temática cavernícola.
Un terreno montañoso, de no ser por ello y las construcciones, te perderías en el territorio de las salvajes, su arena es tan fina como la del Sahara, tus huellas se borran con facilidad.
Aunque, imagino que también tiene que ver que queda relativamente cerca del bosque de la Hierba Santa, si te pierdes igual alcanzas a ver los árboles.
Un segundo ¿Qué hacemos en el territorio de las salvajes? No son precisamente un clan pacifico.
-¿Qué hacemos aquí? -Le pregunté a Alex- ¿Vas a entregarme?
Alex me respondió riendo.
-Nada de eso -Me dijo- Solo voy a buscar a una amiga para pedirle un favor.
No le dije nada porque me concentré en otra cosa.
Oía pasos detrás nuestro.
No, no solo detrás nuestro.
Hay mucha gente viniendo de varias direcciones.
-Alex -Le dije- Estoy sintiendo que…
-Nos acorralan -Me dijo interrumpiendo- Lo sé, no te preocupes, sé cómo lidiar con esto.
De la nada un montón de chicas armadas nos inmovilizaron.
Fueron tan rápidas que no noté en qué momento salieron.
Me apuntaron una lanza a la garganta mientras que me sostenían por detrás.
Mientras que a Alex lo agarraron del cuello y los dos brazos entre tres chicas.
Pude ver en sus movimientos y su manera de sostener las armas que eran bastante inexpertas.
Tiene sentido.
También deben acabar de llegar.
Habrán llegado aquí con teletransportadores.
Pequeños artefactos, el mismo que usó el rey.
Alex dijo que podía manejarlas pero no quita que de nuevo estoy en una situación poco favorable, con un movimiento pueden matarme.
Es genuinamente aterrador.
-Vamos a calmarnos -Dijo Alex- No venimos a pelear.
-El traidor de la serpiente está justo aquí, incluso si no son amenaza, nos viene perfecto -Dijo una de las chicas- Aquí es donde van a morir.
"Sé cómo lidiar con esto" Sí, cómo no
Joder, vamos a morir aquí.
-Si reconoces al traidor de la serpiente, me reconoces a mí -Dijo Alex- Soy Alex Firedwater, el líder de Firedwater.
-Eso no importa ahora mismo -Respondió la chica.
-¿Realmente no importa? -Preguntó Alex- Nuestros clanes están en buenos términos, no quiero que nuestro acuerdo se rompa por esto.
-Hablas como si no entendieras en qué posición estás -Respondió- Todo el mundo cambió ahora, todo es nuevo, los acuerdos de antes importan poco.
-Tiene sentido -Dijo Alex con el mismo tono calmado del principio- Entonces no te importará empezar una guerra con Firedwater, si matas al traidor yo me encargaré que así sea, o si me matas a mí tarde o temprano todo Firedwater vendrá por ustedes, podrá ser un mundo distinto, pero respetaré lo que ya está establecido, así que dime ¿También lo harás?
En ese momento todas las salvajes se hicieron para atrás.
-De cualquier manera -Dijo la misma chica de antes- ¿A qué vienes aquí?
Me recompuse en mi sitio ya sin una lanza apuntando a mi garganta.
-No es mayor cosa -Respondió Alex- Solo vengo a charlar con una de sus líderes.
-¿Líderes? -Preguntó la chica- ¿Con quien?
-Con la alquimista Akero Ikari -Respondió Alex.
Cielos, responderle así a las salvajes ¿Quién es este tipo?