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Chapter 5 - Capítulo 4

Kosntantin llegaba a la Central y lo primero que ve son unos chocolates, sus favoritos para ser especifico, sonrió de inmediato.

— Querido Kosntantin, adore como me follaste la noche anterior, toma esto como mi amor por ti – dijo Max burlándose dándole los chocolates.

— Callate – sonrió Konstantin entrando al despacho para dejar la caja de chocolates. - ¿Qué mierdas haces tan temprano aquí? Igual que yo, tú odias estar aquí.

— Oh ya sabes, quería ver la Central de mañana.

Kosntantin abrió la caja y tomó un chocolate metiendolo en su boca, mientra lo miraba raro.

— Jamás llegas temprano, porque según tú, debes seguir un ritual de belleza – se burló el pelirrojo mientras salían del despacho e iban a la armería para tomar sus armas – No sabia que Volkov llegaba temprano.

— No es por él – lo miró – Oliver volvió.

>> Ese cabrón se dignó a regresar y dar la cara. <<

— ¿Qué? – susurro mirándolo - ¿Cómo? – tomó su arma y la puso en la pistolera de la pierna

— Si, volvió – suspiro – Está durmiendo en mi casa.

Konstantin se pasó una mano por la cara.

>> El maldito le rompe el corazón a mi mejor amigo y es tan estupido que aún así lo acepta en su casa como si todo el trauma que le dejó no hubiera sido nada. <<

— Espera ¿Por qué está en tu casa durmiendo?

— No podía dejarlo fuera.

>> Dios, dame paciencia que al que le voy a romper la nariz no va a ser a Oliver, sino a Max por imbécil. <<

— Maximus, el tipo te engaño y aún así lo aceptas en tu puta casa – lo miró y Max solo bajo la mirada al piso. – Dime ¿estás bien de la cabeza? Porque se supone que yo soy el loco – soltó un fuerte suspiro seguido de un golpe a la pared. – ¿Follaron, verdad?

— ¿Qué? No, ni loco volvería a estar con él.

— ¿Entonces, qué mierda hizo para que cayeras de nuevo con él? Porque yo no comprendo, solo una persona safada de la cabeza lo aceptaría en su casa.

— Joder Konstantin, se arrepintió, se le notaba – salieron de armeria despues de tener sus armas – Y le dije que lo pensaría y como era muy noche no podía dejarlo fuera.

>> Dios, lo mató yo o lo matas tú, pero mi amigo en verdad es imbécil. <<

— Y ahora está durmiendo en tu puta casa, vaya Max, eso si es superar a alguien.

— Confío en él, no hará nada malo.

Konstantin se detuvo y se puso frente a su amigo para encararlo.

— Maximus, date cuenta, él solo te utiliza – lo tomó de los hombros. – Te engañó la misma noche que te pidió matrimonio y ni siquiera se arrepiente ¿qué te hace creer que un año después se dio cuenta de lo que hizo? Solo te va a usar como lo hizo en toda su relación y vas a salir lastimado. Apenas volviste a ser tú después de él, no quiero que caigas en el mismo vacío de nuevo.

No dijo nada.

Konstantin ama a su mejor amigo, es su hermano desde los 8 años, ha dado la vida por él, lo ha protegido más que a sí mismo. Lo único que quiere es su felicidad, pero también sabe que ya está grande para tomar sus propias decisiones. Aunque sabe que él tendrá que reparar los platos rotos.

— Tendré listo el bote de helado cuando todo pase de nuevo – habla más tranquilo.

— No pasará de nuevo porque no le daré otra oportunidad – asegura Max.

— Siempre dices eso – susurró y los dos salieron de la Central.

— Lo digo enserio, estoy enamorado de alguien más – Konstantin lo miró – De verdad, aunque me baje la luna ya no volveré con él, estoy enamorado de alguien más.

La sonrisa del pelirrojo apareció en su rostro.

— ¿Y sabes que debes esperar al menos 6 meses más para estar con él? – sonrió divertido.

>> Maldita regla de no acostarse con alumnos. <<

— Ya lo sé, pero esperare – suspiro – Por cierto ¿Qué tal tú y Eyra?

>> Nada bien, porque soy un puto cobarde. <<

— Nada interesante.

— ¿Enserio? No quería decirte nada pero, la llevaste a tu cafetería eso dice mucho.

— No supo que era mía – le resto importancia. – Además eso fue hace un mes, ya lo supere y ella también.

— Y la has estado evitando.

>> Sí, porque no tengo los huevos para hacerle frente a la chica. <<

— Joder Max, esto no es fácil para mí – lo miró – Por mi mandaria todo a tomar a la mierda e irme con Wayne, pero conmigo todo se va a la mierda. La muerte me persigue, pero como no es mi momento mata a los que están a mi alrededor.

— Bueno sigo vivo así que no es muy cierto eso – lo miró – Date una oportunidad Kons.

— Ya estás como Matt.

— Debes enfrentarte a ella tarde o temprano Konstantin.

>> Y eso temo. <<

— Bueno, la enfrentaré cuando esté muerto, pero no dejaré que mi mierda llegue a manchar a Eyra.

— ¿A qué le temes? Si no es Eyra, es Alina, pero con ninguna das ningún pasó. Ayde está en el pasado y no ocurrirá de nuevo, estás medicado por eso.

>> Ayde… <<

— Lo he estado pensando – habla sin mirarlo. – Entre Eyra y Alina, Eyra es hacerle caso a mi corazón y sé que pasará si le hago caso a mi corazón y no quiero que ocurra lo mismo que con Ayde. Pero en cambio, Alina es mi opción más lógica, ella sabe todo de mí, ella es de nuestro mundo, ella está en la misma mierda que yo. Todo lo que he hecho está basado en lo lógico, por ende, Alina sería mi pareja lógica y razonable para tomar.

— Entonces toma ese maldito anillo que tienes guardado y entregaselo a lo más lógico en tu vida, pero sí quieres avanzar de verdad, tienes que hacerle caso a tu corazón.

Konstantin suspiró, miró al estacionamiento y arrugó el ceño.

— ¿Qué mierda? – susurró.

— ¿Qué pasa? – de un patrulla bajaba Jose Maria con Nacho esposado, los dos se acercaron.

— ¿Qué demonios pasa? – dijo Kosntantin.

— Estaba disparando como loco en un bar – dijo Jose Maria – Lo voy a fichar.

— ¿Qué pasa wey? – dijo Nacho con una sonrisa mirando a Kosntantin.

— Muestrame respeto imbécil, soy el Superintendente – lo amenazó acercándose a él.

— Superintendente mi polla, usted no hace bien su trabajo – en ese momento los alumnos llegaban y miraron la escena – Jodase.

— ¿Cómo me has dicho? – se acercó hasta quedar frente a él – Dilo de nuevo anormal.

— Jo-da-se – en ese momento le dio un cabezazo.

Konstantin retrocede unos pasos, sintiendo como la sangre le salía de la nariz a chorros.

— ¿Cómo se atreve? – dijo Maximus tomando del brazo a Nacho – Vas a comerte la federal, imbécil.

— Lo que digas puto.

— Me cago en su puta madre – dijo Kosnatntin agarrándose la nariz que le sangraba bastante.

>> Por razones como estás nunca llegó temprano a la puta Central. <<

— Déjame a mí – dijo Eyra acercándose a él.

— Llevalo a enfermería – dijo Jose Maria.

— 10-4 – dijo Eyra llevándose a Konstantin a enfermería.

>> Lo que me faltaba, llevo evitandola un puto mes para que ahora sea mi enfermera personal. <<

Cuando llegaron Konstantin se sentó tratando de detener la hemorragia.

— Déjeme ver – dijo Eyra quitando las manos de Kosntantin de la cara – No fue tanto, pero la nariz es muy escandalosa con la sangre.

— Me voy a cargar a golpes a ese hijo de puta – dijo Konstantin mirando como Eyra preparaba todo para arreglar su nariz. – ¿Sabes lo que haces?

— No está rota, solo fue el golpe, estará bien – suspiro ignorándolo por completo. – Sostenga el algodón mientras limpio el resto de la sangre – Kosntantin hizo lo que le dijo – Su camisa está manchada.

— Hay una en mi despacho ya me cambiaré.

— Si quiere puedo ir por ella.

— Está bien – dijo Konstantin sacando la llave de su despacho, se la entregó y miró como Eyra se iba – Me cago en todo Eyra, trato de evitarte pero me tratas asi – soltó una risita sintiendo como el flujo de sangre paraba.

Terminó el trabajo de Eyra, limpiándose y poniéndose una bandita. Se quitó la camisa y la dejó en la camilla, debe darse prisa y hablar con Nacho para saber que mierda le pasa. Nacho no suele hacer esas cosas a menos que sea por dos razones, lo estaban vigilando para ponerlo a prueba o quería armar un escándalo para llegar a federal.

Cuando Eyra llegó miró a Konstantin de espaldas, se notaba el buen cuerpo que tenía, brazos grandes, espalda ancha y los tatuajes que ocultaba bajo la ropa, eran bastantes. Tenía toda la espalda llena de tatuajes, podía notar que más de uno ocultaba sus cicatrices.

>> Maldición, si con ropa me gusta, sin ropa provoca que mis bragas se mojen. <<

— Aquí está su camisa – dijo cuando se dio cuenta que estaba como boba mirándolo.

— Gracias Eyra – le sonrió se puso la camisa – Gracias por todo – dijo saliendo de la enfermería mientras se arreglaba la camisa en el camino.

>> No tengo tiempo para adorarte y venerarte como se debe, lo haré después. <<

Cuando llegó al interrogatorio puso las cámaras en bucle.

— Comeme la polla puto maricon de mierda.

— Te vas a comer la federal Nacho.

— Me vale verga puto.

Konstantin entró a la sala y los dos se callaron.

— Ya está en bucle las cámaras – dijo Kosntantin.

— Oye perdón, pero debía parecer creíble – dijo Nacho.

— Cabrón, avisa cuando hagas eso – dijo pasándose un dedo por su nariz – Duele.

— Esa era la intención wey.

— Bueno dinos ¿Qué ocurre? – dijo Max.

— Alguien está moviendo cosas pesadas en federal – los miró – La mafia de mierda es mas pesada de lo que creímos, son grandes y en pocas palabras estoy en prueba, pero me dijeron que quieren contactar a alguien que está en federal y ninguno puede visitarlo así que sólo puedes verlo por dentro.

— Bueno con esto te comías la federal si o si – suspiro Konstantin.

— ¿Qué chingados te pasa wey? – dijo Tobias entrando a la sala de interrogatorios.

— Callate wey – dijo Nacho.

— Explicale Nacho – dijo Konstantin – Debo ordenar algo, no salgan de aquí aun – salió de la sala de interrogatorios, fue hasta la cafetería donde estaba la mayoría – Alonzo – el comisario se acercó a él – Mantén a raya a todos, nadie debe bajar a la sala de interrogación.

— Estoy en ello – susurro.

— Perfecto – suspiró y salió de la cafetería encontrándose con Eyra y sus compañeros listos, su mirada se posó en los ojos azules de la rubia.

— Superintendente ¿que paso con el que le hizo eso? – dijo Ivanov.

— Estamos encargándonos de él – dijo totalmente serio – Vayan a patrullar todos.

Konstantin miró por última vez a la rubia y se fue, volvió a la sala de interrogatorios.

— Ya preparamos tu envío – dijo Max.

— Lo llevaremos nosotros – dijo Kosnatntin – Deben asegurarse que salgas y que mejor que con el Superintendente – les sonrió.

— Tienes razón – dijo Max – Sacaré un coche de la secreta.

— ¿Qué más tienes?

— Que por ahora ustedes deberán hacerse cargo de salir – dijo Nacho.

— Está noche salimos – dijo Konstantin – Ten cuidado de que no te reconozcan, llevaste a algunos a ese lugar.

— Ya lo sé, estaré bien, no se preocupe.

— Más te vale, sino manda una señal a la radio de algún guardia que veas y estaremos ahí.

— Está bien.

— Todo listo – dijo Max.

— Pues en marcha – dijo Konstantin – Seré un poco rudo – lo puso bruscamente contra la pared para ponerle las esposas – Ups, perdón – sonrió.

— Hijo de puta – susurró moviendo su mandíbula que fue donde le dolió más.

— Andando.

Konstantin sacó a Nacho por la puerta trasera, lo metió en el coche y Maximus condujo hasta la federal.

— Nos vemos en un par de meses – le sonrió Konstantin. – No hagas nada estupido, a la minima sospecha, llama no te hagas el puto heroe, no quiero que te maten.

— 10-4 Super verga ardiente.

— Iidota – sonrió divertido.

>> Maldita sea Nacho, que no te maten eres mi más valiosa pieza y mi mejor amigo. <<

— Ahora que haremos nosotros – dijo Max dando marcha a la Central de nuevo.

— Dejaremos a Tobias a cargo que es el más capacitado para llevar toda la malla, Collins, Gambino, tú y yo nos vamos de cacería – le sonrió – La familia Dixon regresa a Sacramento.

— Perfecto – suspiró – Ya era hora de salir de la Central ¿hace cuánto que ya no estábamos en algo loco tú y yo?

— Desde el 2000 – los dos rieron – Joder ya quiero respirar aire fresco – tomo su radio – Comisarios se activa la clave nocturna, ya saben que hacer – se escucho un 10-4 de parte de todos los comisarios.

{…}

Eyra levantaba denuncias cuando escuchó la voz de Lodbrok por la radio. Su mente aún está vagando en la espalda desnuda de su jefe.

>> Maldición. <<

— Comisarios, se activa la clave nocturna, ya saben que hacer.

>> ¿Clave nocturna? ¿Qué es eso? <<

No entendía muy bien qué era esa clave pero vio como los comisarios se iban a un despacho a hablar, poco rato después Reyes salió y se puso en H50 y el resto de comisarios salió de servicio.

>> Raro. <<

— Wayne, vamos a patrullar – dijo Rogelio sacándolo de su burbuja.

— 10-4 – Eyra siguió al oficial cuando vio como un auto negro se estacionaba frente a comisaria, pudo ver que eran Lodbrok y Fredriksen los dos iban con ropa informal despues vio como Collins y Gambino entraban a ese auto y se iban. Ella por su lado subió a la patrulla con su oficial a cargo del día – Disculpe oficial, pero a que se refiere el Superintendente con esa clave.

— No tengo ni idea, pero si Reyes se quedó en H50 nos dará por culo todo el día – suspiro – Oh mira un robo, informa.

>> Lo sabe, no quiere decirlo. <<

— 10-4 – tomo la radio – Aquí Z20 nos dirigimos al robo en curso.

— 10-4 en camino a los refuerzos – escuchó por radio.

Su resto del día se basó en pensar en esa rara clave y como siempre en el Superintendente.

Cuando volvió a la Central vio a sus amigos y por primera vez estaban todos juntos desde que llegaron.

— A Elizabeth le toca patrullar de noche – dijo Volkov - ¿Nos quedamos?

— Vamos chicos no se queden, ya hicieron su jornada de hoy – sonrió la morena.

— Yo tengo apenas cuatro horas – dijo Ivanov – Y el turno nocturno es el mejor asi que te jodes, yo me quedo.

— Yo también – dijo Volkov - ¿Qué dices Eyra?

— Déjala, está pensando en su enamorado – dijo Elizabeth burlándose.

— Cállate – dijo Eyra con las mejillas sonrojadas – Y ya que todos se quedan yo igual.

— Perfecto, pues vayamos a comer algo que el turno empieza en una hora – dijo Ivanov.

Y justo como Ivanov dijo, el turno nocturno era el mejor. Casi no había movimiento más que en fiestas y tipos ebrios peleando. Y al no haber tanta supervisión como la hay en la mañana los cuatro se quedaron en una patrulla juntos.

— Oh salió un aviso – dijo Ivanov – Hay una banda en la playa traficando con algo ¿vamos?

— ¿No deberíamos pedir refuerzos? – dijo Volkov.

— Somos cuatro – dijo Elizabeth – Podemos con ellos, no somos inútiles.

— Ya hablo la jefa, andando – sonrió Eyra divertida.

Encendieron las sirenas y fueron a la playa, pero cuando vieron de qué se trataba se detuvieron en seco.

>> Sabía que algo saldría mal. <<

— Pide refuerzos – susurro Eyra.

El aviso era un señuelo básicamente, eran dos bandas reunidas, con armas pesadas y vigilando el perímetro.

— Más te vale que no lo hagas amore – dijo alguien sorprendiéndoles fuera del patrulla – Tengo una patrulla con cuatro maderos – informó por radio – Perfecto – abrió la puerta y sacó a Eyra quien era la que conducía – Se metieron en el lugar equivocado, preciosa.