Los nervios de los cuatro alumnos se hicieron presentes, estaban de rodillas esposados, con cintas en sus bocas mirando la escena. Dos bandas mirándolos fijamente, mientras que detrás de ellos cada uno tenía un arma en la cabeza.
— ¿Qué cojones hacen estos imbéciles aquí? – dijo un tipo con una máscara negra.
>> Voy a morir y eso no me molesta, me molesta que le daré la razón a mis padres. Una Wayne no sirve para esto. <<
— ¿Quién es el sapo? Hablen cabrones.
— Nadie de aquí aviso.
— ¿Nadie? – dijo alguien apareciendo – Entonces dime ¿Qué mierda hacen estos idiotas aquí? – se acercó a ellos – Mal día para patrullar – ninguno lo veía pero podían asegurar que estaba sonriendo – Sus rangos.
— Alumnos – dijo Ivanov con voz firme aunque por dentro estaba temblando.
— ¿Los cuatro? – asintieron - ¿Qué demonios hacen cuatro alumnos patrullando solos? – el hombre de la máscara estaba más que furioso.
— Eso me gustaría saber – carraspeo – Subanlos a la camioneta, nos desharemos de ellos.
— Por favor no – dijo Eyra. – Cometimos un error y no lo haremos de nuevo, no hemos visto sus rostros así que no tienen nada que temer no diremos nada.
>> No quiero morir. <<
— Que sorpresa, ahora resulta que nos salen nenas – soltó una risa el mismo hombre. – Subanlos, ya veremos qué hacer con ellos – los hombres subieron a los alumnos a la camioneta – Y mientras tanto, nosotros.
— Todo está en orden Dixon, tendrás tu cargamento en estos días.
— Más te vale, porque sino tendré que hacerle una visita a tu hermosa hermana en federal.
— Ni se te ocurra…
— ¿Qué dices? – se acercó a él – ¿Escuche una amenaza? – no dijo nada el hombre – Eso creí amigo, ahora toma a tus chicos y lárguense de mi vista. Porque ahora tenemos un problema que arreglar.
La mafia contraria se retiró dejándolos solos.
El hombre que hablaba se acercó a uno de sus compañeros.
— Dame una razón para no matarlos.
— No te daré ninguna, merecen que los mates – respondió su compañero.
— Suban a la puta camioneta todos.
El resto subió a las camionetas y condujeron hasta llegar a la base militar donde bajaron a los alumnos.
— Les juro que no diremos nada – dijo Volkov.
— Malditos rusos de mierda – dijo uno de los hombres - ¿Qué haremos con ellos, Señor?
— Yo digo que los matemos – dijo otro – Vieron lo suficiente como para decirle al superintendente y nos toquen los huevos.
— No, no le diremos nada a nadie ni al Superintendente – dijo Eyra con la voz temblorosa. – Lo juramos.
>> Quiero matarla, juro que voy a matarla. Lo que tiene de bonita lo tiene de estúpida. <<
— Pues ellos juraran pero yo no – dijo Elizabeth – Sé lo que vi y no se saldrán con la suya.
>> Bueno, creo que sé a quién follar ahora. <<
— Chica con huevos – dijo el jefe – Con más razón matarlos.
El jefe se acercó y se puso frente a la chica.
>> Por algo las morenas son tan sexys. <<
— Todos ellos son tus amiguitas ¿verdad? Lo sé, veo como tratas de protegerlos porque ellos se están cagando mientras que tú te mantienes firme – soltó una risa que asustó a los alumnos - ¿A quien le tienes más aprecio? Para dejarle al final ¿ya no quieres hablar, preciosa? – miró a todos, pero quería tomarla a ella, solo para darle una buena lección y deje de ser tan idiota. Tomó a Eyra– Pues empezaremos contigo.
— ¡No! – dijo de inmediato ella.
— Oh, parece que ya salió – soltó una risita - ¿Qué eres? ¿Su novia? ¿Eres lesbiana? Que pena, me hubiera gustado follarte con gusto.
— Es solo mi amiga – susurro la chica.
— Un rostro tan bonito y son solo amigas, eso es imposible – tomó su rostro y le puso el arma en la cara. Los ojos azules de la chica que tanto adora lo miraban con terror. – Sería una lástima que una bala los desfigurara.
— No tienes los huevos – dijo Eyra.
>> No nena, no hagas eso conmigo, porque puedo ser tu puto jefe pero ahora soy un maldito criminal que te puede volar los sesos sin miedo. <<
— ¿Qué no los tengo? – volvió a reír – No me retes Wayne – los cuatro se asustaron cuando supo su nombre. Si, ahora aprenderán con quien se metieron. – Claro que se quien eres guapa, sabemos quiénes son los nuevos alumnos y nos acaban de ahorrar el trabajo de tener que matarlos.
— Por favor no – suplicó.
>> Te enseñaré una lección, pero quiero que supliques porque te folle muy pronto Eyra Wayne. <<
— Asi me gusta, que supliquen – lanzó al suelo a Eyra – Es su día de suerte, estamos de buen humor – suspiro – Y no los mataremos – los hombres se miraron, sabían que harían – Pero dejaremos que le manden un mensaje a la Central de mando y es que de esta no se libran, vamos a por todos y pronto la sangre comenzará a correr entre ellos – miró a sus hombres – Háganlo.
>> Oh preciosa, esto te ganas por no hacer lo que te ordenan. <<
Los hombres se acercaron a ellos, lo tomaron y los llevaron al agua donde repetidamente los ahogaban, sacaban sus cabezas para que tomaran bocanadas de aire y volvían a repetirlo hasta que por fin quedaron inconscientes.
Los hombres se fueron del lugar dejando a los alumnos esposados e inconscientes.
— Pronto la sangre comenzará a correr entre ellos, que dramático – se quitaron sus máscaras.
— ¿Quién era el encargado hoy? – dijo Konstantin, pasando sus manos por el cabello.
— Se supone que Gordon, pero el cabrón debió dejarlo pasar.
>> Y por esto quiero retirarme lo antes posible, son puros idiotas los que tengo. <<
— Me cago en todo, cuatro putos alumnos patrullando juntos – apretó el volante – Por algo digo que son unos inútiles.
— ¿Cómo crees que reaccionen?
— Ya lo veremos cuando volvamos, ninguno se despegara de ellos – suspiro- Sabemos que uno de los alumnos es un topo y todos dijeron que ninguno de ellos era, pero se cagaron en sus pantalones así que no dejan de ser sospechosos.
— Tenemos que deshacernos de Trujillo, es el sapo.
— Llama a Tobias, debemos decirle que los putos alumnos se metieron donde no debían.
Estaba más que furioso, quiere regresar y que vean su verdadera cara y aprendan que en este trabajo los pueden matar por ser idiotas. Siempre se tiene que estar alerta y no tomarse nada a la ligera.
— Konstantin calmate.
— No puedo calmarme, son unos anormales, no tienen permiso aun de patrullar solos y encima van a un aviso ellos solos como si ya fueran oficiales. Si no hubiéramos sido nosotros, los matan – dijo Konstantin – Cuatro putos alumnos muertos tendríamos mañana en la Central.
— Konstantin tiene razón, fueron irresponsables – dijo Alonzo – Debemos hablar con ellos.
— No directamente porque sospecharan y no dejaré que cuatro alumnos de mierda jodan nuestro operativo de 9 meses – dijo Konstantin – Dejaremos que Tobias hable con ellos, con él será suficiente para que se caguen.
— Tienes mucha razón – dijo Max riendo – Se van a cagar peor que ahora.
— Y mucho – los cuatro rieron.
— Serán los mejores 2 meses que tendremos – dijo Collins – Al fin siendo nosotros.
Sí, debe pensar en lo bueno de ese operativo. Es un Dixon, lo que significa nada de reglas, solo asesinar a sangre fría, justo como le gusta y nadie le dirá nada.
— Y espera que en un mes sale Nacho, va a ser mejor con él – dijo Collins y volvieron a reír – Cuando Tobias se nos una ya podremos irnos con todo, pero antes debemos dejar que los alumnos dejen de hacer el mongolo y esto lo esperaba de Tony o Johny incluso de tu sobrino, no de ellos.
— Ahora los anormales son los más comportados – dijo Max.
— Bueno, solo miranos – dijo Alonzo – Éramos unos idiotas y henos aquí.
>> Por algo estos idiotas son mis amigos. <<
— Hablando de los alumnos – dijo Collins – Jamás volvemos a hacer apuestas de ese estilo.
— ¿Duele, verdad? – sonrió Alonzo.
— Solo son culos más – dijo Max – Alonzo estás con Andrea incluso dijiste que le pedirías matrimonio.
— Y sé lo voy a pedir, de eso estén seguros.
— Se ve la fidelidad hasta acá – dijo Kostantin con una sonrisa.
Alonzo y él se llevaban bien por eso, los dos eran tal para cual, mujeriegos con problemas de relación.
— Ethan, tú estabas con un mecánico ¿no?
— Guapísimo mecánico – sonrió Collins.
— Konstantin está con Alina y yo con Oliver – los miro – Seamos sinceros, lo único que queremos es cogerlos.
Sí, Max al final regresó con Oliver, el cual no ha dado la cara ante Konstantin porque sabe que lo que recibirá será una bala entre ceja y no un abrazo de cuñados.
— Touche – dijo Kosntantin – Max no habla jamás serio pero cuando lo hace tiemblan la tierra – todos rieron – Además esta apuesta fue idea de Alonzo.
— Te cogías a los alumnos – dijo Alonzo – No dejaría que te fueras sobre mi hermana, así que debía hacer algo y eso nos jodio a todos.
— Y eso para que al final no quedará – sonrió divertido. – Solo es un año – dijo Konstantin – Nada de follar alumnos, solo oficiales.
— Además, esto nos ayudará a darnos un respiro porque hace mucho que no salíamos.
>> Y vaya que lo necesitaba, no podría poner más excusas para no ver a Eyra en persona. <<
Aunque aceptaban el horrendo trato, sabían que debían abstenerse de irse sobre los alumnos…
{…}
Tonias estaba más que enojado, ahora mismo conocerían porque le apodan "diablo" los alumnos se van a cagar. Solo tenía la mirada fija en la puerta, cualquiera que entraba podía sentir la furiosa mirada del comisario. Entonces llegó el momento, los cuatro alumnos entraron con la mirada hacia abajo.
— ¡A la sala de reuniones ahora! – ordenó Tobias y los alumnos acataron las órdenes sin decir nada. Tonias se retiró a la sala de reuniones esperando que llegaran, no tardaron más de 5 minutos cuando llegaron los cuatro - ¿Algo que decir? – ninguno hablaba – Se los repito ¿algo que decir? Porque si lo digo yo, serán alumnos el resto del puto año, asi sean los mejores tragándose la mierda de los demás serán alumnos hasta que yo lo diga. Así que hablen ya.
— Ayer patrullamos los cuatro juntos en el turno nocturno, recibimos un aviso de que había dos bandas en la playa y creímos que podíamos – dijo Eyra mirando al frente pero evitando por completo la mirada del comisario – Nos esposaron y nos llevaron a una como base militar donde nos dieron un mensaje "vamos a por todos en la Central, pronto correrá sangre" – Tobias debió mantener su compostura para no reírse, sonaba tan dramático que ni él se lo tomaba serio pero claro ello cagados se lo tomaron muy enserio – Y después, nos ahogaron hasta dejarnos inconscientes, despertamos cuando un hombre con un perro paso por ahí.
>> No entenderé porque le gusta está chica a Konstantin. <<
— Lo sentimos – dijo Elizabeth.
— De todos los alumnos mas imbeciles que llegaron ustedes eran de los que menos esperaba este comportamiento – suspiro – El Superintendente está encabronado hasta más no poder, si no estuviera en asuntos internos resolviendo un caso, él vendría y les meteria la porra por el culo hasta que comprendieran la calidad del asunto.
— Pero…
— Callate maldito ruso – se levantó – Por sus mierdas casi los perdemos, la Central se quedaría sin cuatro putos alumnos y todo por su imprudencia. Si no hubiera cámaras estarían en el piso escupiendo sangre ahora mismo – más de uno tragó saliva – Dos meses sin paga, dejaran sus armas y solo llevaran el taser, se pondrán a recoger multas. Los rusos estarán dirigiendo el tránsito y la morena levantara multas junto con la rubia – los miró – Agradezcan que siguen en el cuerpo, esta actitud es para mandarlos a tomar por culo. Váyanse – los alumnos asintieron pero antes de salir los detuvo – Y una mínima queja que tenga de ustedes y se irán de la Central. Una última cosa, lavaran las patrullas todos los días, sin falta. Pueden irse.
Eyra fue la única que regresó a la sala donde Tobias seguía aguantando su risa por la amenaza que aseguraba era de Kosntantin.
— Comisario.
— ¿Qué diablos quieres?
— Lo siento, pero recibimos una amenaza directa de que vendrán a la Central ¿no deberíamos hacer algo?
>> Ya entiendo porque le gusta y estoy seguro que le quiere dar su lugar para poder librarse de esto. <<
— Sí Wayne – se acercó – Tú y tus amiguitas se irán a levantar multas y lavar los patrullas, en su tiempo libre pueden limpiarme el culo. Yo me haré cargo de la amenaza de mierda.
Tobias salió dejando con la palabra en la boca a Eyra.
Será un largo tiempo…