CAPÍTULO 21- Un mundo corrupto. Parte 3.
Alcancé el auto y estoy volando sobre él. Me di cuenta de que varios héroes me están vigilando a la distancia, pero no muestran señales de querer acercarse más.
Lo admito, tengo miedo. Una cosa es poder ver los ataques con espada en cámara lenta, pero estoy en un mundo moderno, hay armas de fuego. Dudo muchísimo que pueda esquivar balas. No sé si los héroes estén planeando dispararme a la distancia, es por eso que estoy en constante movimiento aleatorio, para distraer a los posibles francotiradores.
Aquí está, abajo de mí. Estoy decidido a matarlo. Un violador dejará este mundo y se irá al infierno... Pero, sigo sin sentir nada. Ni arrepentimiento ni miedo. ¿Por qué me siento de esta manera?
Y la lástima que según sentía, no creo que sea lástima, era más como... fastidio, molestia. ¿Por qué? Por estar gastando tiempo con una basura como él.
¿Qué me está pasando? No lo sé, y en estos momentos no tengo tiempo para preocuparme por eso.
—Algo dentro de mí me dice que estoy haciendo lo correcto. Es alguien malo, así que supongo que está bien... ¿Eh?
La espada desapareció. ¿Por qué? Todavía sentía la necesidad de usarla. ¿Por qué se fue?
—¡Espada Dex!
... Vaya, vaya. No aparece. Que extraño. ¿Tendrá un límite de uso? Ah, todavía hay mucho que no sé de Dax, Dex y Dix.
Como sea. Mi fuerza es más que suficiente para derrotarlos.
Desciendo y vuelo al lado del auto. El conductor va muy concentrado, mirando al frente. Vaya, vaya. Tenemos a un excelente conductor. Es una lástima que seas de los malos.
Toqué el vidrio para llamar su atención y el conductor, asustado por tan repentina acción, volteó a verme de inmediato, y pude ver el terror en su mirada. ¿Miedo porque puedo volar? Tal vez solo sea sus instintos, que saben perfectamente que no estoy aquí para hablar o dejarlos inconscientes para llevarlos a prisión.
Estoy aquí para matarlos.
Fufu. ¡Hahahahahaha! Me dio risa su cara de susto... ¿Risa?
—¡Mierda!- Dijo él.
E inmediatamente, giró el volante y me golpeó con el auto, y contaba con eso.
Ahora que tengo ambas manos en su auto, puedo hacer esto.
—¡Viento akaso!
Una gran ráfaga de viento derriba el auto, haciéndolo rodar por la calle, destruyéndose cada vez más. Eso dejará heridos a los hombres y me dará la ventaja, pero con un precio a pagar. Ahora me siento muy cansado. Maldición, realmente perdí demasiado poder mágico. Dudo bastante que pueda realizar ese hechizo otra vez. Por la energía que tengo, no creo que pueda usar ni siquiera un hechizo básico como el de curación, no más de dos veces. Es decir, deberé pelear sin usar magia.
"Muslar asio" sigue activo en mi cuerpo, pero siento como poco a poco me estoy cansando más, como si estuviera corriendo. Solo podré pelear máximo por unos 3-5 minutos. Debo darme prisa.
Aterrizo y me dirijo al auto, que está volteado. Escucho a ese gordo gritando de dolor como un bebé, pero no lo culpo, nadie saldría ileso de un accidente así.
Esperaba que se estuviera incendiando, pero no veo ninguna llama. Las películasde acción me engañaron.
Wow. Justo en el lugar en donde disparé el hechizo, hay un gran agujero. ¿El viento atravesó todo el auto? ¡Uwaaaah! ¡También destruí una tienda de conveniencia con el viento! N-no veo a nadie en ese lugar, a-así que no creo que sea 24/7. ¡No maté inocentes!
Pero lo que sí hice, fue destruirle las piernas y parte de la barriga al gordo, pues estuvo en medio del camino del viento.
Ouch. Admito que no lo hice a propósito, yo solo quería derribar el auto, no pensé que el hechizo fuera tan poderoso.
El hechizo de viento... No, la magia tipo viento es realmente poderosa. Con razón es difícil encontrar hechizos de tipo viento.
Ese gordo está perdiendo mucha sangre y sus gritos siguen incrementando. Yo que tú, rezaría por estar sufriendo más tiempo y no morir, porque en el infierno te la pasarás peor. Disfruta del tiempo que te queda con vida.
¿Eh? ¡Uwaaaah! ¡Me moriré! ¡Idiota, olvidaste que tienen armas! ¡Me voy a morir! ¡Desperdicié una vida!
M-me dispararon en la cabeza desde el auto. ¡Adiós, primera vida! ¡Idiota, idiota, desperdiciaste una vida! ¡Dios se enojará conmigo!
...
...
...
Mmm... Esto de la muerte está tardando.
¡Uwaaaah! ¡Me están disparando más! ¡Me dieron en el pecho...! ¿Eh?
Una bala me dio en la mano, pero... rebotó.
¿Rebotó?
Me revisé la frente... Nada, ninguna herida. ¡¿Las balas rebotan en mi cuerpo?! ¡Es un milagro!
Pero, ¿por qué? La espada de Sandro fue capaz de atravesar mi cuerpo, ¿pero no una bala? Dios no puede ayudarme, así que no fue él. ¿Por qué? ¿Tendrá algo que ver con la magia que me dio Dios?
No hay tiempo para pensar en eso, se cansaron de disparar y decidieron salir.
Los cuatro hombres salen del auto, con sus cuerpos vibrando mientras activan sus poderes. A uno de ellos le crecen dos espadas en su cabeza, una en la frente y otra en la nuca, recordándome a un personaje de anime que vi hace tiempo. Otro empieza a emanar fuego de su cuerpo, un poder clásico, pero no menos peligroso. El tercero crece hasta alcanzar los cinco metros, su piel volviéndose roja y musculosa, como un ogro sacado de una leyenda japonesa. El último hombre convierte sus brazos en navajas gigantes, afiladas y brillantes.
Los observo detenidamente, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Una cosa es pelear con demonios y aventureros, ¡pero esto está a otro nivel! ¡Pasé de estar en un mundo mágico genérico, a un mundo con superpoderes! ¡Me siento como en un cómic y no en un manga!
¡Qué lugar tan interesante! No puedo evitar sonreír ante la emocionó.
—Un hombre espada, fuego, ogro y navaja. Bien, que comience la acción.- Murmuro para mí mismo, preparándome para la batalla.
El hombre con las espadas en la cabeza empieza a girar rápidamente, transformándose en un torbellino de acero. Una licuadora humana, ¿eh? Lástima que no tenga plátanos ni leche para un licuado.
Se lanza hacia mí con velocidad, pero logro agacharme a tiempo y le propino un "fuerte" golpe en el estómago con mi puño derecho. Del cuello hacia abajo, sigues siendo un humano normal. Su cuerpo se detiene en seco y el aire escapa de sus pulmones con un jadeo de dolor. No me atreví a matarlo. Tuve la oportunidad, pero...
Casi inmediatamente después, el hombre envuelto en llamas me lanza una ráfaga de fuego que ilumina las oscuras calles. Salto ágilmente, esquivando el ataque por un pelo. No te distraigas, Daniel, después piensas en tu moral. Casi quedo como carne asada.
Aterricé justo a tiempo para ver al ogro balanceando su puño gigantesco hacia mí. Sus movimientos son rápidos y poderosos, no combina para nada con su tamaño. Siento muchísimo miedo al ver eso dirigiéndose hacia mí. No puedo escapar, ¡así que lucharé!
Aprieto el puño, y con un grito de esfuerzo, golpeo su puño con el mío, con el impacto resonando como un trueno. ¡Veamos quién es más...! ¿Eh? Vaya, vaya.
Para mi sorpresa, mi fuerza supera la suya, y por mucho. La fuerza del impacto le destruyó la mano e hice que su brazo saliera disparado hacia atrás, logrando que el gigante cayera pesadamente al suelo, levantando una nube de polvo.
No tengo tiempo para celebrar. El hombre con los brazos de navajas me ataca ferozmente. Sus golpes son rápidos y precisos, pero consigo esquivarlos todos. No, casi todos. Al dejarme caer hacia atrás para esquivarlo, me alcanzó a cortar un poco la nariz. ¡Me cortó la punta de la nariz! No duele, más bien, arde muchísimo, pero solo es la puntita, no tiene importancia.
Estoy perdiendo velocidad. Me estoy volviendo una presa más fácil. Debo terminar con esto.
Alza sus brazos e intenta aplastarme, pero logro impulsarme con mi brazo izquierdo hacia la derecha, esquivando el ataque. ¡Un punto de ataque!
Tomo impulso una vez más y le doy una patada con mi pierna derecha en su costado izquierdo, enviándolo volando hacia un coche cercano que se deforma por el impacto.
El hombre de fuego lanza esferas de fuego en mi dirección, cada una más grande que la anterior. Las esquivo con movimientos rápidos y me dirijo hacia él, decidido a terminar con esto. Él, viendo que me acerco, lanza una gran ráfaga de fuego inmensa, su último esfuerzo por detenerme.
Mierda. Esta pelea está un poco complicada. Es la pelea más complicada que he tenido... Bueno, de hecho, no he tenido tantas peleas.
No sé si tenga la energía para usarlo, ¡pero me arriesgaré!
—¡Viens flam!- Grité, y una barrera de viento se materializa frente a mí, protegiéndome del fuego.
¡¿Funcionó?! ¡Gracias, Dios...! Aunque mi vista se comenzó a nublar. Creo que me quedan 30 segundos para llegar al límite.
—¡¿Cuántos poderes tiene?!- Grita él, sorprendido.
El fuego alrededor de su cuerpo se desvanece repentinamente. ¿Qué planea hacer?
—¡¿Se me acabó el tiempo?!- Dijo, con desesperación.
¿Tiempo? Entonces, los poderes aquí también tienen límites. Es como la magia en el mundo 1, donde la energía mágica se agota. Esto es interesante y útil de saber.
La barrera desaparece y me lanzo hacia él.
—¡No, espera!- Gritó, pero es demasiado tarde.
Salto y le doy una patada en la cabeza con mi pie derecho, enviándolo volando.
—¡¿Eh?!
Al aterrizar, noto con horror que su ojo izquierdo se ha salido de su cuenca. Me estremezco ante tal escena. Q-que asqueroso. ¡Espero que siga con vida!
Creí que los iba a matar sin sentir culpa, pero ya no quiero hacerlo. No quiero matarlos... ¿Eh?
Siento un escalofrío recorriendo mi espina dorsal y me doy la vuelta justo a tiempo para recibir un golpe del ogro gigante que me lanza volando por los aires. El dolor es intenso, pero lo soporto a duras penas.
—¡Mierda!- Grité al aterrizar dolorosamente en el suelo.
M-me dolió más caer de cara. Ay.
Me levanto rápidamente, sabiendo que debo estar alerta. Los otros hombres siguen inconscientes en el suelo, así que solo debo encargarme del Ogro y ganaré.
Como si fuera un toro, se prepara para embestirme, así que hago lo mismo, mientras intercambiamos miradas.
En fuerza, te supero, pero posiblemente tienes más energía que yo. Me siento tan cansado, que en cualquier momento podría caer dormido. Tengo que terminar con esto ya e irme a esconder.
No puedo seguir esquivando por más tiempo, así que debo terminar con él de otra manera.
—¡Eres bueno, me agradas, muchacho!- Dijo una voz desconocida.
—¿Eh? ¿Qué?- Murmuro, volteando para ver a la persona que gritó.
Es un hombre vestido de negro con un moño rojo. Tiene un bigote y una pequeña barba blanca, además de un anillo en la frente. Se ve extraño, casi como un héroe salido de otro tiempo, de la era victoriana. Que elegancia.
—¿Un héroe?- Pregunté, pero no tengo tiempo para recibir una respuesta.
El gigante me intenta golpear nuevamente con su puño derecho. Esquivo el golpe y lo veo fijamente, o más bien, el cielo nocturno detrás de él.
El cielo, mi gran fuerza, mi poca energía. ¡Lo tengo!
Tomo su brazo con mis brazos, ideando un plan.
—¡Arches Nexus!- Grité, y empiezo a volar rápidamente hacia arriba, llevando al gigante conmigo.
¡Es muy pesado! Estoy esforzándome por mantener el control, pero estoy temblando demasiado, se me puede caer en cualquier momento. No quería matarlo, pero si la pelea se alarga, moriré. Lo siento, pero no puedo morir todavía. No desperdiciaré vidas con enemigos de relleno.
—¡Suéltame, maldito!- Gritó el Ogro, golpeándome nuevamente.
Ya no puedo, ese golpe terminó por debilitarme más. Lo suelto y cae gritando.
—¡¡Mierda!!
Su grito se desvanece mientras cae.
—Estamos a unos 200 metros del suelo. ¿Su tamaño le ayudará a minimizar el golpe?- Me pregunto mientras lo veo caer.
Escucho un gran choque y bajo rápidamente. El Ogro está rodeado de sangre y su cuerpo inmóvil. Algunos de sus huesos están por fuera, su cabeza se partió a la mitad y sus pulmones se salieron de su pecho.
—C-creo que no.
... Realmente no quería matarlos. Si era posible evitarlo, lo aprovechaba, como lo hice con los demás, excepto un poco con el hombre fuego. Pero esta vez, no era posible evitarlo, tuve que matarlo. Creo que por eso no me siento tan culpable. Era él o yo. No puedo cometer errores. Cometí uno con mi madre y eso provocó que mi abuela fuera secuestrada. No tuve el valor de enfrentarme a ella y a los demonios legendarios.
No volveré a cometer el mismo error.
—Esta, definitivamente, es la mejor pelea que he tenido.- Pensé, satisfecho con mi victoria.
Pero... Ah, no sé cómo sentirme al respecto por matar a un humano otra vez. Tener el permiso de Dios me hace sentir menos mal, pero ¿qué diría mi abuela si me viera? Esto va en contra de los valores que mi abuela me inculcó, pero lo hago sin dudar tanto. ¿Por qué soy así?
Vaya, va... No.
Ah, creo que sé la respuesta, pero no pensaré en eso. No vale la pena torturarme sabiendo lo que soy.
—¡Simplemente increíble!- Dijo el hombre de antes.
Volteo a ver al hombre. Tiene en su mano el cuello de Minsfel. ¿Sigur vivo? Resiste bastante.
—¡Olvidaste a este desgraciado!
Me lo lanza y cae sobre mis pies. El gordo solo me mira con terror, y cuando intentó levantar las manos, las aplasté con mis pies.
—Se siente horrible saber que morirás, ¿no? Y te tengo noticias, el infierno existe. Ve preparando el ano, serás violado por demonios por toda la eternidad. El perfecto castigo para un violador como tú.
... Ay, mi madre se fue al infierno cuando murió. ¡Ahhhhhhhh! ¡No pienses en lo que sufrió, no pienses en eso! ¡No sientas lástima por ella!
—¡¿Quién eres, amigo?!- Dijo el hombre.
Mmm. Creo que es alguien bueno. Supongo que puedo confiar en él. No parece un villano.
—Me llamo Daniel.
—¡¿Eres nuevo en la organización?!
—¿Organización...? No estoy en ninguna organización.
Su feliz rostro cambió a uno de sorpresa. ¿A qué organización se referirá? ¿A una que está en contra del dictador? Parece que sí es de los buenos.
—¿Eh?
Se acerca caminando hacia mí.
—¿Y por qué hiciste esto?
—Estoy protegiendo a una chica, es todo.
—¿Te metiste con el hijo del dictador por una chica?
Vaya, va... Ah, no, no digas eso.
Diciéndolo de esa manera, sí, suena cliché. Meterse con alguien importante por una chica. Y no conozco a esa chica. Pero tampoco me interesa enamorarla. Supongo que solo quiero ayudar.
Últimamente me siento un poco confundido por mi forma de ser. ¿La ayudé para mantenerla a salvo? Yo creo que sí, pero me da miedo imaginar que existe una razón más oscura, como querer matar.
Yo no soy mi madre. ¡Nunca seré como ella!
—Sí, eso resume la situación.
—¡Estás loco!- Dijo, temblando de miedo y con los ojos llorosos.
¿Tanto le...? ¿Eh?
Comenzó a reírse y salta alrededor de mí como conejo.
—¡Eso me gusta!
Su actitud me agrada. No sé por qué, pero él me cae bien. Parece de esos típicos héroes locos.
Se para frente a mí y me extiende su mano derecha.
—Soy Bravo, mucho gusto en conocerte.
Bueno, no parece malvado. Puedo confiar en él. Además, necesito ayuda, las miradas que recibo aumentaron el triple. Hay como 100 personas, escondidas, esperando el momento perfecto para atacar, y están aumentando. Debemos irnos.
Nos estrechamos la mano.
—Daniel, el gusto es mío.
Dejamos de saludarnos.
—¿Los dejarás vivos?- Dijo.
—Tal vez. No sé si ellos también violaban a las mujeres.
—Definitivamente lo hacían. Créeme, he sido testigo en persona. Ellos se quedaban con las sobras de este cerdo.
—No las llames sobras.
—Suena grosero e inhumano, pero lo que quedaban de ellas, eran sobras de lo que alguna vez fueron.
... Okey, esto cambia las cosas.
—Espada Dex.
La espada aparece y la tomo con mi mano derecha.
Ahora sí estoy en mi limíte, estoy pasando por un infierno para mantenerme despierto. Los mataré y trataré de esconderme. Y si no puedo, haré que me capturen. Solo necesito que pase un día y me iré. Dudo bastante que quieran matar a alguien como yo, que ha mostrado tener varios poderes. Querrán investigarme. Creo que por eso los héroes no actúan para atacarme, por precaución o porque tienen órdenes de no matarme por parte del dictador.
—Bueno, tengo que asegurarme de que estén... Bueno, ya sabes.
Me alejo caminando. Entre más rápido termine, más rápido regresaré a dormir.
Ah, también tengo hambre. Quiero pastel de limón.
—Super fuerza, vuelo, control del viento y eres capaz de aparecer una espada. Esos son tus poderes, ¿no?
Volteo a verlo y me sonríe.
—Vi todo lo que hiciste. Vi cómo derribaste a ese auto, tu pelea, tus movimientos. En pocas palabras, tú eres realmente fuerte.
Bueno, es gracias a que puedo ver los ataques en cámara lenta, por eso puedo reaccionar tan... fácil. ¿Eh?
Se arrodilla ante mí.
¿Qué hace? Es incómodo, no me gusta que me traten como alguien superior.
—O-oye, no hagas eso, no soy superior a ti. Levántate.
—¡Por favor, ayúdanos!
¿Ayudarlos...? ¿Por qué necesitaría mi ayuda? ¿Realmente hay una organización que busca derrocar al dictador?
—¿Ayudarlos?
Ah, mientras me den comida, consideraré la opción de ayudarlos.
Me muero de hambre.