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CAPÍTULO 23- Un pasado trágico.
(13 horas con 50 minutos para volver al mundo 1.)
(Mundo 1.)
Las chicas se mantienen despiertas y en guardia, listas para morir peleando en lugar de sucumbir a las garras de los demonios, excepto Daniela, que sigue meditando, sin preocuparse por los demonios que están al otro lado de los barrotes, salivando y acariciándose la entrepierna, listos para violarlas en cualquier momento.
Todas tienen miedo de ser violadas y prefieren morir peleando, o en el peor de los escenarios, suicidarse, pero Daniela está tranquila, porque sabe perfectamente que violarlas solo sería contraproducente para ellos, pues solo harían más poderoso a Daniel. Ellos solo están asustándolas por puro placer, para verlas asustadas.
Ella no les dice nada sobre lo que sabe, porque sabe que Daniel oculta esa información por obligación, por eso se mantiene en silencio y solo medita.
—¡Seremos más gentiles con ustedes si se quitan la ropa por cuenta propia, mamis!
—¡Yo quiero la de lentes!
Uno de ellos metió su mano, y como las chicas estaban contra la pared, alejadas de ellos, usó magia para estirar su brazo como si fuera de goma, e intentó arrancarle la ropa a Sara. Pero justo cuando comenzó a romperse, su brazo explotó, o más bien, todo su cuerpo explotó, asustando a los demonios.
—Ah, los hombres son tan desesperados. ¿Acaso mi lindo esposo es el único hombre que vale la pena en todos los mundos? Váyanse a masturbar a otra parte.- Dijo Nadia, que tenía un gran tazón con comida en su mano para alimentarlas.
Al ver que su compañero fue asesinado tan fácilmente por Nadia, todos entraron en pánico y huyeron del lugar, mientras pedían disculpas.
Sara cayó de rodillas y su boca sangraba, pues se mordió la lengua para suicidarse, intentando evitar su violación.
Ver eso puso una sonrisa en Nadia, pero no por orgullo ni respeto, solo le parece gracioso verla temblar de miedo y llorando.
—Señorita ángel, ¿no va a curar a su amiguita?
—Solo sigo órdenes de Daniel.- Dijo, sin dejar de meditar.
—Él la salvaría.
—Solo sigo órdenes directas de Daniel, no suposiciones.
Ver ese comportamiento en Daniela hizo enojar a las demás, excepto a la abuela de Daniel, que no cree que Daniela sea mala, sino que siente que oculta algo detrás de esas palabras.
Rem la pateó en la cara, pero su fuerza no es suficiente para herir a un ángel, y al ver que no le hace nada, solo se enojó más y siguió golpeándola.
—¡Eres la única que sabe usar magia curativa, haz algo!
Pero Daniela no dijo nada y siguió meditando.
Nadia suspiró, y a regañadientes, le lanzó una bola negra a Sara, que regeneró su lengua al entrar en contacto con ella.
—La necesito con vida.
Rem dejó de golpear a Daniela y se aseguró de que Sara estuviera bien.
—Por cierto, ¡ya llegó su desayuno, insectos!- Dijo, con una gran sonrisa.
Saca unas llaves de su bolsillo y abre la reja.
Ellas se quedan en silencio y no se mueven. Pelear no servirá de nada, ellas no son rivales para ella, solo sufrirían en vano. Nadia es capaz de matar a un demonio como si de un gusano se tratara, ni siquiera Daniela, la más poderosa de ellas, podría hacerle daño.
—¡Buen provecho!
Deja el tazón en el suelo, con comida que no solo se ve deliciosa, sino que también huele delicioso.
Son demonios. ¿Por qué alimentan a las compañeras de Daniel? Son demonios. ¿Por qué no las violan, las torturan o las dejan sin comida? Todas ellas se preguntan lo mismo, pero solo Daniela sabe la respuesta.
Nadia jala del cabello a Daniela y la levanta, pero ella sigue con los ojos cerrados, sin tomarle importancia alguna.
Ella se acercó a su oído y le susurró.
—Eres un ángel listo, ¿verdad? ¿Que tanto sabes?
—Tu esposo seguramente está follando con muchas chicas en el paraíso.
—Oh, que adorable, tratando de hacerme enojar.
Dejó caer a Daniela. Manipularla con simples palabras es inútil en ella, después de todo, no por nada es uno de los demonios más poderosos.
—Daniel se está tardando mucho, ¿no lo creen? Creo que ya las abandonó.
Sonia camina hacia ella, sin pensarlo dos veces. ¿Una estupidez? Por supuesto, pero es inevitable que quiera defender a Daniel, su amigo de toda la vida y ex novio.
—¡Él nunca haría eso!
Pero antes de que hiciera alguna tontería, Alex la toma de la mano y la jala para que su hermano la sostenga y evite que haga una estupidez.
—¡Es cierto, él no es un cobarde!- Gritó Rem.
Nadia suspiró, bastante decepcionada.
—Reacciones genéricas, de chicas genéricas, pero entre más genérico, más peligroso. Vaya estupidez.- Pensó.
Se rascó el cuello y bostezó.
—Como sea, da igual. Espero que no haya salido igual que su padre, deseo que haya heredado mi valentía y destreza. Daniel, mi esposo, era casi perfecto, pero le faltaba más agresividad.- Dijo, sonriendo.
Sale y cierra la reja, mientras tararea una canción.
La abuela de Daniel decidió darle una última oportunidad, así que caminó hacia ella. Las chicas trataron de detenerla, pero Daniela extendió sus alas y evitó que ellas se acerquen a ella. Este asunto era entre la madre biológica de Daniel y la verdadera madre de Daniel, aquella que lo crió y vio crecer. Era un asunto que no les incumbe, y Sara se dio cuenta de eso.
Antes de que Alex y Rem se quejaran, Sara les tapó la boca.
—Dejen que hablen.- Les dijo.
La abuela de Daniel se paró frente a frente con Nadia, con su mirada endurecida por la furia.
—¿Qué pasa, miembro genérico número 4 del harem de Daniel? ¿Quieres traicionarlo y unirte a mí? Oh, ya lo sé, soy todo un encanto.
—El padre de Daniel murió por tu culpa.
—...
Nadia no dijo nada, ni siquiera bromeó, porque la muerte de su amado esposo es una de las cosas que más le duele. Saber que murió por culpa de su pasado es el principal motivo de sus pesadillas. ¿Por qué? Porque tiene miedo de que él la odie y nunca vuelva a amarla. Tiene miedo de que él la vea con odio al reencontrarse.
¿Y si se enoja con ella porque descubrió que trató de matar a su hijo? Bueno, ella ya tiene una solución para eso, es por eso que solo le preocupa que él la odie por ser la culpable de su muerte.
—¿No lo negarás?
—¿Y a ti qué te importa?
—Si matas a Daniel, definitivamente perderás su amor para siempre. Él se sacrificó para salvar a su hijo, para que pudiera vivir en paz.
Las palabras de su hijo sobre su muerte, rodeado de criminales muertos, cobraban sentido al conocer más a Nadia. "Debía encargarme de algunos asuntos pendientes para que Daniel y tú estuvieran a salvo".
—Tenías enemigos, ¿verdad? Y esos enemigos, como no pudieron vengarse de ti, fueron tras la familia de tu esposo, y él...
—¡Kya! ¡Espera, espera, esa es mi parte favorita!- Dijo Nadia, emocionada y con una gran sonrisa.
De su bolsillo sacó una pequeña fotografía de ella y Daniel, su esposo, abrazándose, y la abrazó contra su pecho.
—¡Mi lindo esposo los fue matando uno por uno, hasta que llegó con el grupo principal, y murió cuando logró matarlos a todos en el lugar, y él solito, sin ayuda de nadie! ¡¿A poco no es un verdadero hombre?! ¡Me encanta cada día más! Fufu. Con razón mi hijo tiene...
El sonido de una cachetada hizo eco en todo el lugar e inmediatamente Daniela rodeó a la abuela de Daniel con sus alas, para protegerla de cualquier ataque de Nadia, que simplemente sonreía, al ser testigo de una mujer que se atrevía a golpearla, incluso sabiendo la gran diferencia de poder entre ellas.
La valentía es algo que Nadia más admira.
—¡¡No tienes derecho a llamarlo hijo!!- Gritó la abuela de Daniel, con sus ojos llenos de lágrimas.
Oficialmente, Nadia ya no tiene salvación, pues al no contar con la aprobación de su abuela, Daniel nunca la perdonará. Nadia es una mujer que solo le importa su propia felicidad, y considerando sus pecados, la abuela de Daniel no quiere que esté cerca de él.
—Te devolvería la cachetada, pero prefiero irme a dormir y soñar con mi amorcito. Regreso pronto, no me extrañen tanto. Adiosito.
—¿Le faltaba más agresividad? No es así.- Dijo Sara.
—¿Mmm?
—El padre de Daniel murió como un héroe, protegiendo a su familia, y mató para lograrlo. No le faltaba agresividad, sino maldad. Tú no te lo mereces, es demasiado para ti.
—Pffff. ¿Y lo dice la que huyó de casa porque papi y mami se enojaban con ella porque la niñita usaba drogas, y robaba para conseguirlas porque su familia era muy pobre? Te fuiste por el camino fácil para conseguir lo que querías, sin importar los métodos. Dime, señorita Churs, ¿cuánta sangre de inocentes tienes en tus manos?
—...
Sara, sin tener ninguna excusa ante la cruel verdad, solo se quedó en silencio.
—Fufu. Eres poca cosa, Daniel es demasiado para ti. No somos tan diferentes, mocosa.
Salió del calabozo, dejando atrás un silencio incómodo. Nadie quería hablar al respecto sobre eso. ¿Sara era una drogadicta? ¿Una ladrona? Y lo peor, ¿una asesina?
Incluso Rem, la más impulsiva, se quedaba en silencio, porque sabía que sus preguntas solo provocarían dolor.
—Se me antojó un sándwich.- Dijo Cris.
—... ¿Eh?- Dijo Sonia, ante sus palabras tan fuera de lugar.
—O dos. Sí, dos, con salchichas en lugar de jamón y doble queso. Con su rico aguacate, palta, avocado, ¡como quieran llamarlo! Uy, sí, y con lechuga y rebanadas de tomate. ¡Se me hace agua la boca!
Cris corrió hacia los barrotes y, al intentar sacudirlos, su cuerpo se menea hacia atrás y adelante, una y otra vez, como si se hubiera vuelto loco.
—¡¡¿Qué debe hacer un hombre tan sexy como yo para conseguir un sandwich en este lugar?!!
—¡¡Solo estás de relleno, Daniel es el importante, cuatro ojos!!- Le gritó Norly, desde fuera del calabozo.
—Ay, que cruel.
—No te vuelvas un villano por envidia, hermano.
—Jeje. Ni que estuviera loco, prefiero seguir respirando. Por cierto, ¿creen que Daniel venga a rescatarnos pronto? Me urge salir de aquí y formar mi propio harem con Elfas y chicas monstruo tetonas.
—¿Elfas? La ignorancia con patas.- Dijo Alex.
—¿A-acaso las Elfas aquí no son hermosas? ¡¿Son como los duendes?! Ay, bueno, me conformo con las chicas monstruo. Jeje.
El ambiente se relajó gracias a Cris, y todas dejaron de lado el tema de Sara para pensar en Daniel. ¿Acaso vendrá pronto a rescatarlas? ¿Cómo lo hará? ¿Tendrá un plan? ¿Hay alguna manera de ayudarlo? Todas se pusieron a pensar en eso, excepto Sara, que fue la única que se dio cuenta de que Cris actuó de esa manera solo para distraer a las demás y dejaran de pensar en ella.
Un acto muy considerado y amable de su parte. Ponerse en ridículo por el bien de alguien más, y eso la hizo sonreír.
—¿Y si nos mata? Digo, nos podría revivir.- Dijo Cris.
—¡No! ¡Ya morí una vez, no podré revivir otra vez!- Dijo Rem.
—Y también... n-no quiero morir.- Dijo Alex, cambiando sus palabras.
Estuvo a punto de decir que la abuela de Daniel tampoco podía revivir otra vez, pero como ellos no saben todavía la verdad, prefirió no decirles nada. Y si les decía que ella también había muerto una vez, intentarían saber más al respecto, y a la abuela de Daniel no le gusta mentir, mucho menos le mentiría a los dos jóvenes que ha conocido desde que eran niños pequeños.
—Ni modo, a sacrificarse por el bien de los demás. Siempre recordaremos tu sacrificio. ¡Uwaaaah!
—¡Daniel no permitiría mi muerte, infeliz!- Dijo Rem, estrangulando a Cris.
Sara intentó detenerla, pero al ver que ella se acercaba, Cris rápidamente activó su plan de emergencia: la pena ajena.
—¡Rem, ya bas...!- Dijo Sara, antes de que sus palabras fueran silenciadas por un gemido de Cris.
Un gemido de placer.
—¡Ay, que rico, mami! ¡Más fuerte!
El silencio inundó el lugar, mientras el rostro de Cris se ponía rojo por la vergüenza que le dio decir eso.
La abuela de Daniel lloraba en silencio, mientras pensaba en él y se preguntaba si estaba bien. Daniela simplemente seguía meditando, mientras la abrazaba con sus alas. Sara seguía procesando lo que pasaba con Cris. ¿Por qué se humillaba tanto solo para protegerla de las preguntas dolorosas? Cris claramente evitaba que Sara hable o que enfoquen su atención en ella, porque eso solo les recordaría lo que Nadia dijo sobre ella. ¿Por qué llegar tan lejos por alguien que apenas conoce? ¿Por amabilidad? ¿Acaso Cris siente algo por ella? No, ella no siente que sea por eso, siente que hay una razón más profunda detrás de ese comportamiento.
Pero las demás solo se sentían incómodas ante tal situación tan rara.
Duró 6 segundos el silencio, hasta que la risa de Alex lo desapareció.
—¡Hahahahahaha! ¡Es masoquista!
—... ¿Eh? ¡Que asco!
Rem empujó con furia a Cris y su hermana lo atrapó, solo para golpearlo en el brazo.
—¡Ay! ¡¿Ahora qué hice?!
—¿Por qué actúas así, idiota?
—Pues perdón. Estar cerca de la muerte me pone nervioso.
—Daniel nunca nos abandonaría, él vendrá a rescatarnos.
Daniela, sin tomarle ninguna importancia a la situación de Sara ni el sacrificio de la dignidad de Cris, toma algo de carne y empieza a comer.
—¿Sigues tranquila?- Dijo Rem.
Tomándose su tiempo para disfrutar de la comida, sigue masticando, y después de unos segundos, se traga la carne y crea agua con su magia, para beber.
—Se les olvidó dejarnos bebidas. Que mal servicio, ¿verdad?- Le dijo Cris.
—¡Cállate, estoy hablando con ella!- Le gritó Rem.
—Ay. Lo siento.
—Sí, estoy segura de que Daniel estará pronto con nosotras, lo presiento.- Dijo Daniela, y siguió comiendo.
Y mientras todas ellas seguían esperando el regreso de Daniel, en el reino de la Reina Kate, miles de humanos están reunidos, avanzando juntos hacia el país enemigo.
Sandro, liderando el frente, está avanzando con firmeza, mientras se mantiene alerta para no ser emboscados por otro demonio, pero esa concentración se perdió cuando recibió cierta invitación.
—¿Lina qué?
—Quiere hablar con usted.- Le dijo un hombre.
Siente náuseas con tan solo pensar en reunirse con ella, pero esta vez no tiene otra opción.
—Está bien.
Comenzó a correr entre la multitud, hacia la ubicación de esa mujer. De las pocas mujeres que él nunca vería como alguien del sexo opuesto.
—Daniel, espero que estés bien.- Dijo, al recordar la razón detrás de toda su determinación, de lo contrario, nunca se reuniría con ella.
Él sabe que lo que le hizo a la abuela de Daniel estuvo mal y está muy arrepentido, pero solo podrá compensar su error con acciones.
El aventurero que más tipos de magia tenía antes de la llegada de Daniel, Lina, con cinco tipos de magia bajo su poder. ¿Por qué él detesta tanto la idea de hablar con ella?