CAPÍTULO 16- Equipo.
Mmm. Un equipo, ¿eh?
Pues... Admito que al principio quería tener compañeros para que me enseñen hechizos y cosas así, pero al comprobar lo poderosa que soy ahora, y considerando que los aventureros de este lugar son unos inútiles, llegué a la conclusión de que tener compañeros tiene muchísimas desventajas y solo una ventaja: aprender sus hechizos. ¡No quiero socializar con inútiles que dependerán de mí!
Mientras estaba de compras, los aventureros me evitaban y me miraban con miedo. No los culpo, soy un fenómeno para ellos. Una chica capaz de usar todos los tipos de magia. Pero lo que más me sorprendió, es que los aventureros que parecían ser los más poderosos, también me tenían miedo. Todos son unos inútiles.
Un hombre en particular fue el más valiente que he conocido aquí. Un hombre muy guapo, conocido como "el mejor aventurero del país" (confirmado por los habitantes del lugar), me acarició las manos y me dijo: "Eres tan hermosa como un..." No lo dejé terminar de hablar y usé mis poderes psíquicos en él para azotarlo contra el suelo varias veces hasta que me pidiera piedad.
Ese idiota tenía 10 novias y se atrevió a coquetear conmigo frente a ellas, así que, para darles una lección, también usé mis poderes psíquicos en ellas y las azoté contra el suelo junto con él. ¿Por qué? Para que abran los ojos y se dieran cuenta de la basura de novio que tenían, que ni siquiera podía protegerlas... Eso y porque sentí celos, pues una de sus novias era totalmente de mi tipo. Fue la única que no golpeé, pero me rechazó indirectamente, pues se fue corriendo llamándome "monstruo". Ay, mi corazón.
Bueno, en resumen, incluso el aventurero más poderoso de este país fue humillado por mí, una completa novata. Eso me dio dos resultados.
Número 1: Los demonios, los verdaderos enemigos, ¡¡son una verdadera amenaza!! Dudo bastante que Dios me haya hecho más poderosa que ellos, pues eso sería demasiada ayuda. Pero, si son tan poderosos, ¿por qué no se apoderan del mundo ya? Bastante sospechoso. Debe haber algo oculto en sus planes.
Número 2: Los humanos de este mundo son unos inútiles que no me servirán de nada. Prefiero quedarme sola y no arriesgar la vida de humanos en vano.
Ah, y también no quiero tener un equipo porque no planeo tomar misiones tan seguido. Me enfocaré en estudiar la magia, entrenar y seducir a esa chica que vi en el mercado. Fufu.
—No busco compañeros... Bueno, aún no, tal vez después.
No puedo generalizar. Tal vez algún día encuentre algún humano poderoso o criatura legendaria, algo por el estilo. Alguien que sí sea de ayuda.
—Siendo sincera, primero quiero acostumbrarme a este lugar.- Le dije a esta chica, cuyos ojos se pusieron llorosos.
Ay, no. Por favor, no hagas el ridículo.
—¡Por favor!- Me suplica... poniéndose de rodillas y... besando mis zapatos.
Tsk. Que ridícula.
—¡Haré lo que sea!- Dijo, mirándome con ojos de cachorro.
Esto es incómodo. Se está humillando demasiado, me da pena ajena. ¿Qué le pasa? ¿Por qué quiere tanto ser mi compañera?
¿Esto es alguna clase de costumbre para solicitar unirse a un equipo?
—¡¿Eh?!
¿Por qué grita...? Oh, ya veo la razón.
Gritó al ver que un chico se acerca a nosotras, con una expresión amable en su rostro, pero que solo aumenta el miedo de esta chica. El chico tiene el cabello negro, es alto y parece fuerte... Muy fuerte... Demasiado fuerte... Que asco me dan los hombres tan musculosos. Pero en cambio las mujeres musculosas me llaman mucho la atención. Ser abrazada por brazos fuertes y suaves, mientras me acaricia la cabeza y me besa... Ay, mi imaginación se puso creativa.
—Lo siento, perdona a mi hermana, se pone muy rara cuando conoce aventureros increíbles.- Dijo el chico, sonriendo.
—Me da igual.- Dije, con indiferencia.
Prefiero evitar problemas. No sé quiénes son estos dos, solo sé que me molestan.
Cierro la puerta de un portazo, dejándolos fuera.
No necesito compañeros. Los necesitaré más adelante, cuando tenga que enfrentarme a los demonios que amenazan este mundo (posiblemente los use como señuelos). Pero, por lo pronto, quiero estar sola.
¿Serán parte de la guardia privada del Rey? Ellos también me molestaron cuando regresaba a la posada y también los derroté con mis poderes psíquicos. ¿Los humanos son débiles ante mis poderes psíquicos porque es algo diferente a la magia? Supongo, porque no me explico que los haya derrotado tan fácil.
Ellos querían llevarme con su Rey, pero no quiero. Seguramente me quiere dar una misión muy difícil o planea algo para capturarme y obligarme a hacer lo que él quiera. Prefiero entrenar primero.
Ah, ver eso me dio sueño.
... Mmm... Tengo sueño, pero... ¿Debería dormir? Hice enojar al Rey y al aventurero más poderoso del país. ¿No intentarán matarme mientras duermo?
—Ah, quiero dormir, pero no puedo bajar la guardia.
[ACTIVANDO MODO GUARDIA]
¿Eh? ¡¿Modo guardia?!
D-Dix, mi espada de viento mágica, apareció frente a mí sin que la invocara. ¡¿La espada me cuidará?!
—¡¿Me vas a cuidar mientras duermo?!
[Modo guardia: El viento te protegerá de los primeros cinco ataques que recibas, dándote tiempo de despertar y prepararte para pelear.]
—¡¡Genial!! ¡¿Que más habilidades extra tienes?!
[Habilidades desbloqueadas: Modo Guardia, Modo Armadura y Modo Espada.]
Modo Espada debe ser su forma normal, y Modo Armadura debe de ser una armadura. ¡Mañana la probaré! Lo haría ahora, pero me muero de sueño. Hasta mañana, espada.
Le doy un beso. Solo espero que no sea un viejo gordo que puede transformarse en espada... Y espero que tampoco sea su trasero esta parte de la espada que estoy besando. Puaj.
Me acuesto y duermo sin preocupación alguna.
¡Gracias, magia!
•
•
(Pov- Daniel.)
... Vaya, vaya...
—¡Uffffff! ¡Dormí como un bebé esa noche! Sin miedo de ataques o algo parecido. El Modo Guardia es genial, ¿verdad?
—S-suena genial... ¡Espada Dex!- Dije, ocultando mi envidia.
Mi espada apareció en mi mano.
¡¿Tenías funciones extra y no me avisaste?! ¡Me siento tan traicionado, Dex!
Esa armadura me podía haber sido de utilidad en el pasado, ¡y también el modo guardia! ¡Nos pudiste haber protegido a Daniela y a mí...! Bueno, no tanto, no puedo echarte la culpa de eso, estaba demasiado débil en ese momento.
—Dex, ¿eh? Fufu. Dix es más genial. ¡Espada Dix!
Su espada apareció en su mano.
Vaya, vaya. No puedo negar eso. El diseño de Dix es muchísimo mejor.
Bueno, probablemente las tres espadas, Dax, Dex y Dix tengan diferentes ventajas que van acorde a su diseño. Dex, por ejemplo, es tipo ángel, posiblemente me permite usar magia de ángel más poderosa.
Vaya, vaya... ¡Bueno, veamos las habilidades!
—Dex, por favor, dime tus habilidades extra.
...
...
...
—¿Y bien? ¿Cuáles son?- Dijo Daniela.
—N-no aparece nada.
—¿Nada?
—D-Dex, activa Modo Armadura, por favor.
... N-nada.
—Ay.
—Vaya. ¿No tiene habilidades extra?
—Eso parece.
¿Tan mala suerte tengo? Me tocó Dex, una espada sin habilidades extra... Que injusto.
Daniela es tan poderosa incluso sin su espada, y le dieron posiblemente la espada más poderosa. Que injusticia.
Derrotó al aventurero más poderoso de su país solo usando sus poderes psíquicos, algo que a mí me costó mucho esfuerzo.
Ella es tan... diferente a mí.
Ninguna habilidad extra, ¿eh?
—Dex, ¿tienes habilidades bloqueadas?
...
...
...
—Nada.
¿Eh? Daniela me acarició la cabeza.
—No te sientas mal, supongo que compensa su falta de habilidades con más poder en los ataques.
—Sí, tienes razón. Gracias.
Dex nunca me ha decepcionado con su poder. No debo ser un malagradecido. Dex, gracias por tu ayuda, y espero seguir contando contigo mucho tiempo más.
—Por favor, sigue contando tu historia.
—Por supuesto.- Dijo, sonriendo.
•
•
(Pov- Daniela.)
(Al día siguiente.)
Las voces de las personas que pasan por la calle me despiertan. Los comerciantes anunciando sus productos, las peleas de borrachos, uno que otro chisme (incluso sobre mí), todo puedo escucharlo desde mi cama.
Tsk. Tan ruidosos desde temprano. ¿Qué hora será?
[6:36 am.]
—... Definitivamente debo investigar más sobre mis habilidades mentales.
Gracias por darme la hora, mente, aunque no sé cómo le hiciste.
6:36 am, ¿eh? Las personas están transitando tan temprano, ¿eh? Que madrugadores.
Bueno, yo también estoy acostumbrada a despertarme temprano por la escuela, así que casi no me afecta.
Me estiré en mi cama y bostecé. Ah, que buena noche.
Me levanté de la cama y me rasqué el pecho izquierdo.
Dormí muy bien, la cama es cómoda, el ambiente es perfecto, al menos en la noche.
—Dormí como un bebé.- Murmuré, estirándome.
Bien... ¿Qué haré el día de hoy?
Mmm... Estudiar magia y... Sí, entrenar. Creo que contrataré los servicios de algún profesor de magia o algún aventurero que sepa muchos hechizos.
Iré al gremio a solicitar información sobre eso, pero primero lo más importante: bañarme.
Tengo una reputación que mantener. No quiero que me conozcan como una chica apestosa.
Tomo la toalla que compré ayer y salgo de la habitación.
—Aprender más hechizos y entrenar mi cuerpo.
No puedo depender siempre de mis poderes psíquicos, pues si los uso demasiado me agotará y podría costarme la vida. Y entrenar mi cuerpo es lo más básico, además que me permitirá tener más energía y moverme con mayor facilidad.
La encargada me ve y me sonríe.
—Buenos días, Daniela.- Me saluda, con amabilidad.
Oh, realmente se ve que es una mujer bastante agradable... ¿Eh? Espera. No recuerdo haberle dicho mi nombre.
Me paro frente a ella y sonrío.
—Buenos días, señorita.
—Llámame Froula, por favor.
¿Eh? Que nombre tan feo, pero no puedo criticar, tal vez sea común en este mundo, o incluso sea considerado lindo.
—¿Froula...? Es la primera vez que escucho ese nombre. Yo me llamo Daniela. Por cierto, ¿cómo supo mi nombre? No recuerdo haberle dicho mi nombre.
—Todos en el pueblo lo saben. Una aventurera que tiene todos los tipos de magia es algo realmente raro y sorprendente de ver. No, espera, no es raro, es imposible. Un misterio andante. Un...
—Sí, sí, ya entendí. Ya veo... Supongo que soy popular.- Dije, con una pequeña risa.
No me molesta que sepan mi nombre, ni que sepan que tengo todos los tipos de magia. Al contrario, me hace sentir orgullosa de mí misma. Soy especial, soy diferente, soy poderosa.
Y no tengo miedo de que intenten aprovecharse de mí o matarme, ¡pues soy muy poderosa! ¡Muajajaja!
—Cualquier cosa que necesites, me avisas.
—Claro, está bien. Muchas gracias.
Adiós, linda. ¡Es hora del baño!
Entro al baño y veo que no hay nadie.
—Bien, no hay nadie.
¡Tengo el baño para mí sola! Y hay vapor flotando por el lugar, lo que significa que está caliente. Uffffff. ¡Esto es el paraíso!
Me quito la ropa y meto mis dedos para probar el agua. Uy, excelente. Está perfecta. Caliente, pero no exageradamente caliente.
Me meto a la piscina de un clavado y nado hasta el centro.
Comienzo a flotar boca arriba y doy un profundo respiro.
Adiós, estrés.
—Esto es vida.- Dije, con placer.
Cierro los ojos y me relajo.
—Creo que me acostumbraré muy pronto a este mundo. Este lugar no está tan mal como pensaba, fácilmente me puedo acostumbrar... Mmm... Creo que haré una misión más tarde. ¡Debo aumentar mi reputación!- Pienso, con optimismo.
¿Eh? Tsk. Alguien entró, se escuchó la puerta abriéndose y pisadas.
Ah, se arruinó mi tranquilidad.
—¡Hola, me alegra verte de nuevo, Daniela!- Dijo una voz femenina, con un tono alegre y... muy molesto.
Esa voz... ¿La chica de ayer? Ay, no. ¿En serio seguirá de insistente? ¿En serio no le doy miedo? Debo mejorar mi reputación para evitar este tipo de cosas. ¡Se supone que soy la próxima salvadora del mundo! ¡Deben tenerme miedo y respeto! Ah, todavía tengo un largo camino por recorrer.
La volteo a ver, es la chica de anoche. La que quería ser mi compañera. La idiota sin dignidad que me besó los zapatos.
Ah, adiós, comodidad, hola, pena ajena.
—Hola.- Dije, con frialdad.
—¡Quería disculparme por mi comportamiento anoche!
—Estás perdonada, no te preocupes.- Dije, con indiferencia, mientras me limpio entre los pechos.
No me importa lo que hizo, ni lo que haga. No me interesa en absoluto.
Se comienza a quitar la ropa.
... Bueno... No es de mi tipo, pero tiene un cuerpo bastante atractivo. Vaya, vaya, vaya. Que lindos pe... No... Ah, no caigas en su trampa.
Se quitó toda la ropa y entró al agua.
—Oye, ¿por qué tienes todos los tipos de magia?
Ah, debo acostumbrarme a que me pregunten eso todo el tiempo. Es normal que la gente se sorprenda, se asuste, se envidie, o se fascine. Yo también lo haría, si no fuera yo la que los tiene.
—Es secreto, lo siento.
No voy a contarle a nadie cómo obtuve todos los tipos de magia, ni aunque me torturen, principalmente porque Dios me lo prohibió y no quiero irme al infierno.
—Entiendo... ¡¿Puedo unirme a tu equipo?!- Me pregunta de nuevo, con insistencia.
No se rinde... Realmente es persistente. ¿Qué le pasa? ¿Por qué quiere tanto ser mi compañera? ¿Por la fama, el dinero o por diversión?
—No quiero tener compañeros por ahora.- Le repito, con firmeza.
No necesito a nadie más que a mí misma. No quiero depender de nadie, ni que nadie dependa de mí. No quiero compartir mi poder, ni mi gloria, ni mi destino... Bueno, para dejarlo corto, no quiero cargar con estorbos ni compartir mis logros, mucho menos socializar con personas aburridas.
—¡Haré lo que sea, por favor!- Me ruega, con desesperación.
—No me importa lo que... Espera... ¿Lo que sea, dices?
—¡Sí, lo que sea!
Esa es una oferta tentadora. Tal vez sea buena idea aceptarla. Tener una sirvienta personal no suena nada mal. Alguien que limpie mi ropa, cargue mis armas, mis maletas, limpie, vaya de compras por mí, me dé masajes. Mi propia esclava... Fufu. Sí, suena bastante bien.
Pero debo preguntarle lo básico primero, lo normal en esta clase de situaciones.
—¿Por qué quieres unirte a mi equipo?
Inmediatamente sonrió llena de alegría y se acerca demasiado a mí.
Siento su olor en mi nariz. Huele bastante bien.
—¡Para estar cerca de ti!
...
...
...
¿Qué?
Esa es una excusa rara... ¿Por qué quiere estar cerca de mí? ¿Acaso le gusto? Lo siento, no eres de mi tipo. Eres bonita y tienes un cuerpo bastante atractivo, pero eres demasiado molesta.
... Oh... Es cierto... Escuché ayer que las personas se sienten atraídas por el poder mágico de una persona... Tal vez sea por eso. Tal vez sienta una atracción irresistible hacia mí, por mi poder mágico.
Fufu. Soy irresistible, ¿eh? No te culpo, tienes un excelente gusto.
Dejando las bromas de lado, pongámonos serios.
—¿Eh? ¿Por qué?
—¡Para descubrir el por qué tienes todos los tipos de magia!
Vaya... Es por eso... Es rara. Quiere saber mi secreto, quiere aprender de mí, quiere ser como yo... Bueno, al menos es honesta.
—Ah, como sea. Te ofrezco algo, tú enséñame todos los hechizos que sepas y seremos un equipo. Tu rol será el de mi sirvienta personal. ¿Te parece bien?
No me importa que sea mi compañera, si puedo sacarle provecho. Quiero aprender más hechizos, quiero dominar más la magia, quiero ser más fuerte.
Ah... El futuro del mundo está en mis manos, debo tomarme con seriedad esto.
—¡¡Es un trato!!
Ella saltó de alegría, saltó nuevamente, pero sobre mí, y me abrazó, poniendo mi cabeza entre sus pechos desnudos y siento su pezón derecho en mi ojo.
... Nada. No me excita, solo me hace enojar. No es de mi tipo.
—¡¡Muchas gracias por la oportunidad!!
—De nada.
Definitivamente nunca llegará a gustarme.
—... Entonces... ¿Te gusta el pan?
—No digas tonterías y dame un masaje.
—¡A la orden, jefa!
Ella comenzó a masajearme los hombros.
Sí, esto no está nada mal.
¿Eh? ¿Qué? ¿Que soy una malvada dictadora? Oye, yo le daré un gran salario, estatus y reputación. Esto es lo mínimo que ella puede hacer por mí.
•
•
Después de un excelente masaje (en serio, que manos tan suaves tiene ella), terminamos de bañarnos y nos cambiamos de ropa para salir. Ella se puso su uniforme de aventurera y yo me vestí con un pantalón negro ajustado, una blusa rosa y tacones rojos. No es la vestimenta ideal para una batalla, pero es porque no planeo pelear. Si algo se presenta, me quitaré los tacones y ya. Además, mi nueva esclava está cargando una mochila llena de mi ropa en su espalda, por si necesito ropa para pelear.
Ah, pobre chica, no tiene nada de dignidad. No soy un monstruo, siento empatía por ella, por eso le pagaré bastante por sus servicios, pero eso no significa que no me aprovecharé de ella. Debes ganarte la paga, linda. No soy una beneficiencia como para estar regalando mi dinero y tiempo.
Salimos juntas de la posada y las personas a mi alrededor me ven raro.
Tendré que acostumbrarme a las miradas... Ah... Me gusta y no me gusta.
Me gusta que me admiren, que me respeten, que me teman. Me gusta ser el centro de atención, ser la protagonista, ser la mejor. Pero... Ah, no lo sé... No estoy acostumbrada a esto, por eso me siento rara. Poco a poco, Daniela. Poco a poco.
Tomé aire y suspiré. Tantos murmuros... Ah, que flojera.
—Bueno, ¿a dónde vamos? ¿No me puedes enseñar los hechizos aquí?
—Iremos al bosque del héroe, ahí te los enseñaré. Está prohibido usar hechizos al menos que sea para defensa personal.
Ya veo... Con razón intentaron arrestarme ayer. Supongo que es una medida para evitar daños a terceros con algún hechizo fuera de control.
Mmm. Bosque del héroe, ¿eh? Un héroe... ¿Habrá existido un Rey Demonio en el pasado y Dios envió a alguien como yo para derrotarlo?
—¿Bosque del héroe?
¡¿Eh?!
De repente, unas imágenes aparecieron en mi mente, como si fuera una película. Vi un camino de tierra rodeado de árboles verdes y frondosos, que se extendía hasta perderse en el horizonte. Era el camino al bosque del héroe.
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. D-debo acostumbrarme a estas mejoras.
Me di cuenta de que mi nuevo poder psíquico se había activado. Al parecer, funcionaba cuando decía el nombre de un lugar con un tono de pregunta. Era como si mi mente se conectara con la información del mundo y me la mostrara. Interesante.
Este nuevo poder era muy útil. Me serviría bastante para explorar este mundo desconocido y peligroso sin dificultad alguna.
Jeje. Soy un mapa andante.
—Bosque del héroe… Es un buen nombre, suena interesante. ¿Por qué se llama así?
Ella se detuvo sin previo aviso y me tomó de la mano.
¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Y por qué luce tan... confundida? ¿Pregunté algo raro?
—¿Tú... no lo conoces?- Me miró con incredulidad.
—No.
—Pero el bosque está cerca del pueblo. ¿Por qué no lo conoces?
—Soy nueva en el pueblo, por eso no lo conozco.
—Pero todo el país lo conoce.
—Soy de otro país.
—¡Pero todo el continente 3 lo conoce!
—¡Pues soy de otro continente!
¡Ahhhhhhhh! ¡¿Tan famoso es ese bosque?! Definitivamente se trata de un lugar histórico. ¿En ese lugar el héroe derrotó al Rey Demonio?
—¿No quieres decirme de dónde eres?
Me encogí de hombros y tomé aire.
—Lo siento, es secreto.
—Está bien, no insistiré.
... ¿No lo harás? Y yo que pensaba que no tenías sentido común. ¡Primera cosa buena que sale de tu boca!
Así me gusta, que me trates con respeto.
—¿Y por qué es tan famoso?
—Es el lugar en donde el héroe Rotceh murió peleando contra los demonios.
¿El héroe murió? Supongo que murió hace cientos de años.
Ya veo... Deberé investigar más sobre él.
—¿Rotceh?
—Es un aventurero que salvó el continente 3 hace miles de años… Espera...
¿Miles de años? Es más tiempo del que imaginé. ¿Habrá información precisa sobre él o solo leyendas?
¿Hmmmh? ¿Qué? Ella tiene los ojos completamente abiertos y está temblando de miedo. ¿Qué le pasa?
Miré a todas partes. Mmm... Nada. Todos me miran a mí, pero es lo único anormal que está pasando. No veo nada que pueda dar miedo.
¿Qué le está pasando?
—Oye...
Sacudí mi mano frente a sus ojos, buscando alguna reacción.
—¿Qué te pasa?
—Aunque... la leyenda dice que él… tenía todos los tipos de magia…
Ah, ya sé lo que está pasando. Lo suponía.
Poco a poco una gran sonrisa está apareciendo en su rostro, mientras yo me preparaba para la pena ajena.
Va a gritar en uno, dos...
—¡¡Eres su reencarnación!!- Gritó, señalándome con el dedo, llena de felicidad.
¿Reencarnación? Eso sonaba imposible. Yo no era nadie especial, solo una chica normal que había sido enviada a este mundo por Dios... Bueno, diciéndolo de esa manera suena bastante conveniente. ¿Seré su reencarnación? Lo dudo.
¿Por qué estoy tan segura? En primer lugar, dudo que Dios ayude demasiado a los humanos, y enviar a la reencarnación del antiguo héroe sería de muchísima ayuda.
En segundo lugar... Pues... No lo sé. Simplemente no siento que sea su reencarnación. Sería demasiado bueno, y lo demasiado bueno es aburrido.
Yo no me quejo de ser muy poderosa con enemigos de relleno, pues me sirven para entrenar y sé que los verdaderos enemigos, los demonios, son seres que están más allá de cualquier otro ser.
—¿Reencarnación? Nah, no lo soy.
—¡No hay otra explicación! ¡Eso explicaría el por qué tienes todos los tipos de magia!
—No lo creo, y no grites, las personas se nos quedan viendo más que antes.
—Lo siento.- Se disculpó, bajando la voz.
—No soy ninguna reencarnación, tengo todos los tipos de magia por otro motivo, pero no puedo decirte… Por cierto, ¿cómo te llamas?- Dije, cambiando de tema.
—¡Soy Merlín, la futura segunda aventurera más poderosa del mundo!
Segunda... Ah, que lame botas.
Merlín… Nombre cliché… Pero era un nombre lindo. Me recordaba a un personaje de una novela que había leído.
—Mucho gusto, yo soy Daniela.
Seguramente el otro era… Sí… Es cierto.
Lo más probable es que esa persona fuera enviada por Dios también. Tal vez era parte de su plan. Tal vez tenía algo que ver con el héroe Rotceh.
Tantas preguntas y pocas respuestas... Fufu. Más misterio.
—Fufu. Que interesante.- Dije, sonriendo.
•
•
Minutos después.
Llegamos al bosque. Era un bosque como cualquier otro, solo que en este lugar había una enorme estatua de un chico de mi edad, del tamaño de un enorme árbol. Sí, definitivamente era un enviado por Dios.
Al parecer, el chico tenía una gran cicatriz en la cara y también tenía cicatrices en los brazos. Su expresión era seria y determinada. Sostenía una espada en una mano y un escudo en la otra. Era el héroe Rotceh.
Es diferente a la estatua del pueblo... ¿Quién será el otro?
Este héroe no era poseedor de Dix, su espada es diferente. ¿Mi espada será nueva?
Merlín estiró los brazos y se tronó los dedos.
—Yo tengo magia tipo tierra y agua. Solo sé unos 10 hechizos, pon atención.- Dijo orgullosa, como si lo que hubiera dicho fuera algo genial.
Creo que existían miles de hechizos, ¿pero ella solo sabía 10? Eran muy pocos… Ella era una completa novata.
Ah, lo sabía, era mala idea ser su compañera… Pero bueno, ya no había vuelta atrás.
—Sí... Como sea.
No espero nada de ti, así que es difícil decepcionarme más de lo que ya estoy.