Chapter 48 - CAPÍTULO 18- Error fatal.

CAPÍTULO 18- Error fatal.

Los demonios legendarios y Monderfol celebran su victoria tomando alcohol y comiendo en una gran mesa. ¿El alcohol puede afectar a criaturas con cuerpos tan especiales? Sí, pues no es alcohol normal, es alcohol tan especial que, con una sola gota, puede embriagar a cualquier humano. Ellos beben con la intención de ponerse ebrios, corriendo el riesgo de no poder pelear al 100% si reciben algún ataque sorpresa, lo que refleja lo poco preocupados que están por Daniel, pues están seguros de poder derrotarlo.

El salón está lleno de risas, música y júbilo. Los vasos chocan, las botellas se vacían y los platos se llenan. Casi todos están borrachos y felices, excepto la chica demonio que violó a Daniel, que no puede olvidar lo que hizo con él y piensa una y otra vez sin parar: "¡Quiero hacerlo de nuevo con él!" Sí, es una loca, eso es bastante obvio, pero la mayoría de demonios son así porque los sentimientos que experimentan se vuelven más potentes. Por ejemplo, si alguien choca de hombros por accidente con ellos, se enojarían como si los hubieran golpeado en la cara mientras les gritan que se pudran. Lo que siente ella es parecido, pues su "amor" se volvió obsesión. Y lo más triste de todo, es que Nadia no siente amor por Daniel, ni siquiera un poco, pues ese poco amor hubiera crecido bastante.

Ella se muerde el labio y se toca el pecho izquierdo, recordando las sensaciones que le provocó el joven humano. Se aprieta el pezón con sus dedos, mientras recuerda aquella noche en donde perdió su preciada virginidad.

—Daniel...

Saboreó sus labios.

—Ya quiero tu alma.

—¡Capturar a las compañeras de Daniel fue una gran idea!- Gritó Droi, con una voz ronca y potente.

—Nadia, eso fue muy inteligente de tu parte. Digno de un demonio de clase alta. Se te ocurrió una gran idea.- Dijo el Rey Demonio, borracho, mientras le aplaude, aunque Nadia no lo escucha porque no está en la fiesta, está en el calabozo, vigilando a las compañeras de Daniel.

—Oye, idiota, ella no está aquí. Además, ¿gran idea? Si hacer esto era lo más obvio.

—Hic... Ya veo.

¿Cómo capturaron a las compañeras de Daniel? Bastante fácil. Tanto que incluso es humillante.

Horas atrás.

Nadia y los demonios legendarios estaban flotando en el aire, sobre las nubes. Fue después de perder de vista a Daniel, que había escapado de ellos gracias a la gran diferencia de poder que había entre ellos.

El cielo estaba teñido de rojo por el amanecer, y el aire era frío y húmedo. Los demonios estaban preocupados y confundidos. No entendían cómo había podido escapar tan fácilmente. ¿Tanta diferencia había entre ellos?

Intercambian miradas entre ellos, buscando alguna solución... Bueno, casi todos.

Norly bajó a la tierra, se arrancó toda la ropa, se sentó, se recargó en un árbol y comenzó a masturbarse, pues ser testigo del gran poder de Daniel, le hizo sentir inferior a él. ¿Acaso le gusta ser dominada? No, todo lo contrario, le gusta dominar, es por eso que se excitó al ver eso, pues recordó que violó a ese poderoso chico, fue suyo sin que él pudiera hacer algo para evitarlo. Dominó por completo a una criatura tan poderosa.

Norly, la Súcubo. Antiguo sobrenombre "La perra virgen". Actualización: "La perra".

—Tsk. Odio admitirlo, pero con tanta diferencia de poder, es imposible que lo alcancemos.- Dijo Francis.

—Y Daniel no es el único peligro que podríamos enfrentar en el norte. Un demonio de clase media fue derrotada por Sandro, uno de los aventureros más famosos del mundo. Creo que debí matarlo cuando tuve la oportunidad.- Dijo Nadia.

—Y no podemos ignorar la existencia de esa chica ángel. Podrá ser débil, pero sigue siendo un ángel, conoce nuestras debilidades.- Dijo Zoe.

—Matarla sería contraproducente, su poder sería absorbido por Daniel, volviéndolo una presa más complicada. Y capturarla es inútil, Daniel puede invocarla cuando quiera.- Dijo Droi.

—Esperen... Tal vez... Sí, eso podría funcionar, después de todo, él es como esa anciana. Tengo una idea. Mi hijo es muy, muy, exageradamente muy bueno, pues fue educado por una anciana aburrida que odiaba las malas palabras. Si capturamos a sus compañeras, él vendrá a rescatarlas, aunque eso le cueste la vida en un 100%. Daniel no se atrevió a matarme, no tiene las agallas para matar a alguien relacionado a él, y tampoco permitirá que alguien importante para él muera.

—Tienes razón, estuvo dispuesto a sacrificarse por un simple familiar, y no había ninguna mentira en sus palabras. Si es capaz de sacrificarse por alguien que apenas conoce, definitivamente hará lo mismo con las demás. Él las quiere mucho, seguro que no las dejará en nuestras manos.- Dijo Zoe.

—Tsk. Ignoran el problema principal, tarados. ¿Cómo secuestraremos a las compañeras de Daniel si él está con ellas? Ya se dio cuenta de que es más poderoso que nosotros, seguramente en este momento está planeando algo para derrotarnos, y aunque me duele decirlo, es un elegido, es capaz de hacerlo.- Dijo Francis.

—No creo que Daniel sepa regresar a Soular. Él no conoce el camino, se fue volando al este.- Dijo Droi.

—Además, no tiene el suficiente poder mágico como para llegar, deberá descansar. Dudo bastante que mi hijo quiera recuperar poder mágico como lo hacen las personas de este mundo. Su abuela era de esas ancianas religiosas que repudian el sexo sin matrimonio, y la pobre mente débil de mi hijo debió sucumbir a su manipulación.- Dijo Nadia.

—Pareces conocerlo bastante bien a pesar que apenas lo conoces.- Dijo Zoe.

—Conozco a su abuela, tiene su misma mirada, mismos ojos... Misma sensación de bondad que tanto me asqueaba.

Los demonios son más sensibles a los sentimientos, por eso Nadia le ofreció su cuello a Daniel, pues sabía que no lo haría, pues ella sentía que él la amaba, aunque no lo aceptaba.

—Sí, con eso es suficiente. No tengo genitales, no puedo reunir energía mágica.- Dijo Zoe.

—Mi cuerpo solo le pertenece a mi perfecto esposo.- Dijo Nadia.

—¡¡Mi cuerpo solo le pertenece a Daniel!! ¡¡No se preocupe, suegra, le seré fiel a su hijo!!- Gritó Norly, desde abajo.

—¿Suegra? Vaya, vaya. Bueno, no la culpo, mi hijo podrá ser un cobarde, pero es muy guapo. Herencia paterna, por supuesto.

—Bueno, yo reuniré energía mágica.- Dijo Droi.

—Fufu. Esta es la parte divertida del trabajo.- Dijo Francis.

Henrietta, que se había mantenido en silencio, escuchando la conversación, sonrió de oreja a oreja, mientras apuntaba un pequeño pueblo a la distancia, o más bien, aldea, de no más de 100 habitantes.

Los niños juegan juntos, en un ambiente lleno de paz y alegría, y ver eso solo hacía sonreír más a Henrietta.

—Reúnan a los menores de 10 años en el centro para realizar el hechizo y violen a los demás.- Dijo Henrietta.

El mundo 1, uno de los mundos más salvajes y peligrosos.

Manera número 1 de conseguir energía mágica: El placer.

En otros mundos, la energía mágica se puede recuperar mediante el placer, como el sexo, siempre y cuando ambas partes lo estén disfrutando y sea consensuado.

Pero, en este mundo, esa regla se rompe. ¿Y eso qué significa? Se puede conseguir energía mágica violando a una persona.

Lo que significa...

—¡¡Noooooo!!

—¡¡Detente, por fa...!! ¡¡Hmmmmmhh!

—¡¡Nmmmmmmhooooo!!

Daniel solo ha presenciado la punta del iceberg de los peligros de este mundo.

El mundo real no es como las novelas ligeras o el anime. Los demonios matarán y le harán daño a los humanos con los métodos más crueles posibles.

Sin tomar esclavos, sin compasión, sin límite alguno.

Si un demonio quiere violar, violará.

Si un demonio quiere comer humanos, se los comerá.

Si un demonio quiere experimentar con ellos, experimentará.

Todo eso, sin límite moral alguno.

No todo siempre saldrá bien, y no siempre Daniel podrá proteger a los inocentes.

En menos de 10 minutos, las mujeres y hombres del pueblo fueron violados por Droi y Francis, mientras que las cabezas de los menores de 10 años rodaban por el suelo y su sangre se usaba para bañar a Henrietta, la Hada-Vampiro.

El lugar era un desastre. Y en donde antes había risas y paz, ahora es un infierno total.

Entrepiernas sangrando, traseros destruidos, cuellos cortados, humanos desfigurados a golpes. Tanto daño en menos de 10 minutos.

Nadia, Zoe y Norly estaban observando la situación, aburridas y esperando a que todo acabe. Estaban acostumbradas a esta clase de situaciones, por lo que no les interesa, ni siquiera a Norly, la Súcubo. A Nadia solo le incomodaba una sola cosa, y era que también estaban violando a los hombres.

—Con esto será suficiente para ir y regresar.- Dijo Henrietta, sacudiéndose el cabello empapado de sangre.

—Pues en marcha.- Dijo Droi.

—¡Espera, ya casi me vengo!- Dijo Francis, mientras penetraba a... un anciano de más de 90 años.

—Puaj.- Dijo Nadia.

—Deberías acostumbrarte. Para los demonios como nosotros, los humanos solo son sacos de carne, por lo que no nos importa lo que tengan entre las piernas o sus apariencias, mientras sufran.- Dijo Zoe, mientras leía un libro.

—Tan cliché.

—Pero es una realidad. Así fuimos diseñados por el Dios supremo. ¡Pero no se preocupe, suegra, Daniel tiene un alma perfecta, es muy diferente a los humanos! Es más, ni siquiera debería de ser humano. Su alma es como la de un Dios. Es un desperdicio que sea un humano.- Dijo Norly.

—Como sea, no perdamos más tiempo. Vámonos.

—¡Que ya casi me vengo, dije!

Zoe cerró el libro y pisoteó el suelo.

Una gran espada de tierra salió del suelo y le cortó el miembro a Francis, que inmediatamente gritó de dolor.

Humano, demonio, Dios. No importa lo que seas, a cualquiera le dolería recibir esa clase de daño en uno de los puntos más importantes y sagrados del cuerpo.

—¡¡¡Maldita perraaaaaaaa!!!

—Cállate y vámonos.

—Tsk.

Su miembro se regeneró y a regañadientes asintió.

—Como sea, vámonos.

Zoe, la segunda más poderosa del grupo de demonios legendarios, solo por detrás de Henrietta.

Los demonios legendarios y Nadia se fueron volando a toda velocidad, dejando una estela de colores rojos tras de sí, o más bien, restos humanos y sangre. Y sí, tuvieron razón, Daniel no sabía regresar y se perdió.

Después de volar por varias horas, Nadia y los demonios legendarios ven a todas las compañeras de Daniel, excepto a Rose, ella no estaba con ellas, ella estaba muy ocupada en otro lugar, organizando el ataque de los humanos a los demonios.

Ellas estaban en las afueras del castillo, junto con otros aventureros. Se estaban organizando para ir a buscar a Daniel. Estaban preocupadas por él, y querían salvarlo de los demonios. Llevaban armas, armaduras y provisiones, preparadas para un viaje largo.

Viaje que tendrá que cancelarse.

—Preparándose, ¿eh? Que lindo.- Dijo Norly.

—Esto se alargó demasiado. Terminemos con esto.- Dijo Henrietta.

Los demonios se dirigen a ellas. Las chicas las ven y se asustan, excepto Daniela, que sonrió un poco al darse cuenta que Daniel escapó de ellos, pues ellos no estarían aquí si no fuera por ese motivo. Pero su sonrisa desapareció y su expresión se endureció, pues una batalla estaba a punto de iniciar.

—¡Cuidado! ¡Arco celestial!- Gritó Daniela, la chica ángel.

Daniela les empieza a lanzar flechas de luz, una tras otra, con una precisión increíble. Pero los demonios las esquivan fácilmente, con una agilidad sobrenatural. Es una realidad que los ángeles son inferiores a los demonios. Los demonios tienen más fuerza, más resistencia y más magia que los ángeles. Los ángeles solo tienen más belleza y bondad que los demonios. Pero eso no les sirve de mucho en una batalla.

La razón de eso es porque los ángeles fueron diseñados para ser sirvientes, no guerreros, al contrario de los demonios, que fueron diseñados para provocar sufrimiento.

—¡¿No aprendiste la lección?!- Gritó Norly, con una voz llena de ira y desprecio.

Ella odia a los ángeles, y especialmente a Daniela. Ella la considera una rival por el amor de Daniel. Ella es la que más quiere verla sufrir, por atreverse a besar a su Daniel.

Norly se acerca volando directamente a Daniela, esquivando las flechas con una sonrisa maliciosa. En su mano derecha, sostiene una espada de fuego, que arde con una llama infernal.

—¡Los demonios…!- Gritó Norly, preparándose para atacarla.

Daniela sigue disparando flechas, pero cada vez con menos confianza al no ser capaz de acertar ningún ataque.

Norly sigue esquivando las flechas, y se acerca demasiado a Daniela. Norly quería cortarle la cabeza, pero recordó que se lo prohibieron, así que solo la golpea en el estómago con su puño derecho, con una fuerza descomunal. Ese golpe fue muy poderoso, le sacó el aire y mucha sangre salió de su boca. Daniela siente un dolor insoportable, y se dobla sobre sí misma.

—¡… somos más fuertes que los ángeles!- Gritó Norly, con una voz triunfante y cruel. Ella se burla de Daniela, y la mira con desprecio. Ella se siente superior a ella y quiere humillarla más, pero la diversión le dura poco.

Daniela cae al suelo inconsciente, con una expresión de dolor y derrota. Su arco se rompe, y sus flechas se dispersan.

—Ah, que decepcionante... Mmm... Ah...

Norly mira con desdén a los demás aventureros, que se quedan paralizados por el miedo.

Los aventureros que acompañaban a las compañeras de Daniel huyen asustados, sin mirar atrás. Algo patético, pero comprensible. Ellos no son rivales para los demonios que, aunque no los superan en número, sí en poder. Los demonios son seres que han vivido durante siglos, han acumulado experiencia y conocimiento, y han desarrollado habilidades y hechizos únicos. Los aventureros son simples mortales, que apenas han vivido unas décadas. No hay comparación posible.

—Pffff. Da igual.- Dijo Norly, sonriendo.

—¡Devuelvan a Daniel!- Gritó Rem, llena de rabia.

—Lo supuse, no ha regresado.- Dijo Nadia, con una voz burlona.

—¿Eh? ¿N-no ha regresado?- Dijo Cris, con una voz temblorosa.

A pesar de ser un simple humano sin magia, él tuvo la valentía de acercarse a los demonios, para intentar sacarles algo de información.

—¡¿Escapó?!- Preguntó Cris, ignorando el miedo.

—¿Y tú quién eres, cuatro ojos?- Dijo Nadia.

—¿Yo...? ¿Eh? Ay...

Se dio cuenta de la estupidez que acaba de cometer. La supuesta valentía anterior solo era porque la sorpresa de escuchar que Daniel logró escapar de un grupo de demonios con la palabra "legendarios" en su nombre, lo sorprendió tanto que ignoraba el peligro en el que estaba.

—S-solo soy un amigo de Daniel. Jeje.- Dijo, temblando muchísimo de miedo.

—Eres muy listo, chico. Claro que escapó. ¡Pero ustedes no escaparán!- Rugió Francis.

Los demonios extienden sus manos derechas, y pronuncian una palabra mágica.

—¡Gres fer me!- Dijeron los demonios, al unísono.

De repente, el suelo se agrieta, y de las grietas salen los Zoriens.

—Ataquenlos, pero no los maten.- Ordena Nadia, con una voz fría.

—¡No te quedes parado, idiota!- Dijo Sonia, jalando a Cris del brazo.

Ellos intentan escapar, pero unos Zoriens los atrapan. Los Zoriens los envuelven con sus brazos y los aprietan con fuerza. Cris y Sonia sienten que se les corta la respiración y que se les rompen los huesos.

—¡Ayuda!- Gritó Cris, con una voz desesperada.

Él mira a su alrededor, buscando una salida, pero no la encuentra. Solo ve a los demonios, que los miran con una sonrisa malévola, con la victoria asegurada. Hasta Zoe se da el lujo de leer.

—¡Ayúdenme!- Gritó Sonia, con una voz angustiada.

Ella mira a Rem, esperando que la salve, pero no puede. Rem está ocupada luchando contra los Zoriens que se dirigen a ella.

—¡Viento akaso!- Gritó Rem, con una voz firme.

Ella usa el hechizo para crear una ráfaga de viento, que derriba a los Zoriens que se acercan, pero eso no será suficiente para detenerlos.

Nadie es capaz de darles pelea, absolutamente nadie. Uno por uno son derrotados y capturados.

—¡Los demonios son demasiado fuertes!- Dijo Rem, con una voz cansada.

Ella mira al cielo, esperando que llegue alguien, que llegue él, su héroe. Lamentablemente, los milagros no siempre ocurren... O al menos no de la forma en la que se espera.

Los aventureros regresan con refuerzos. Ellos se dieron cuenta de que huir no era una opción, que tenían que enfrentarse a los demonios, pues de todas maneras morirían si los demonios ganaban, por lo que morir peleando es más satisfactorio. Dar su vida para ganar tiempo y así lograr que Daniel llegue a tiempo para que él los derrote, es una de las mejores muertes que pueden tener. Es una lástima que Daniel esté muy lejos y es imposible que llegue.

—¡Demonios asquerosos, dejen a esas chicas en paz!- Gritó uno de los aventureros, con una voz valiente, sin miedo alguno, y ver eso hizo sonreír a Zoe.

—Vaya, vaya, vaya. Esta generación no es tan cobarde como la anterior.

—Un poco de diversión extra, ¿eh?- Dijo Henrietta.

Los aventureros se acercan corriendo a los demonios, dispuestos a luchar. Ellos lanzan flechas, esferas de fuego y rocas a los demonios, esperando hacerles aunque sea un poco de daño, o al menos un rasguño. Pero sus ataques son inútiles, los demonios ni siquiera se esfuerzan en esquivarlos, porque no los esquivan, reciben de lleno los ataques, pues esos ataques son tan débiles e insignificantes, que no vale la pena esforzarse en esquivarlos.

—Valientes, pero débiles. Que combinación tan mierda.- Dijo Henrietta.

—¿Nos llamaron "asquerosos"?- Dijo Nadia.

Ella se limpia el polvo de su ropa, y mira con desprecio a los aventureros.

—Que mala educación tienen. Yo me bañé hoy.- Dijo, con sarcasmo.

—Yo me bañaría, pero no quiero que el olor de Daniel desaparezca de mi cuerpo. ¡La felicito, suegra, lo creó a la perfección en su vientre!- Dijo Norly, dándole palmadas en la espalda a Nadia.

Ella suspiró y cruzó los brazos.

—Como sea.

—Démosle una lección. Ese aventurero es un maleducado.

—No, nuestro objetivo son las compañeras de Daniel- Dijo Zoe, con voz firme.

No quería perder el tiempo con peleas innecesarias. Su misión era clara: secuestrar a las compañeras de Daniel y usarlas como cebo para atraerlo a una trampa. Perder tiempo solo pondría en peligro la misión. Daniel es un elegido con el poder para hacerles frente, y los demonios conocen perfectamente el peligro que representa para ellos.

Norly se acercó corriendo a la abuela de Daniel, que estaba sometida por los Zoriens.

—¡Bien, ellas son nuestro único objetivo!- Gritó Norly, mientras levantaba su puño derecho y lo estrellaba contra la cara de la abuela de Daniel.

Ella no tuvo tiempo de reaccionar, y cayó al suelo inconsciente, con un hilo de sangre saliendo de su boca.

—¡Tiene razón!- Gritó Francis, siguiendo el ejemplo de Norly.

Se lanzó sobre Sara. La agarró del cuello y la levantó en el aire, mientras ella se retorcía y pataleaba.

Los aventureros que habían venido a proteger a las compañeras de Daniel se quedaron paralizados por el terror. No podían creer lo que veían, un ángel y las compañeras de Daniel derrotadas por los demonios.

Reaccionaron tarde, pero lo hicieron. Les lanzaron flechas, esferas de fuego y rocas a los demonios, esperando detenerlos o al menos distraerlos. Pero sus ataques fueron inútiles. Las flechas se rompieron al chocar con la piel de los demonios, las esferas de fuego se disiparon al contacto con sus cuerpos, y las rocas se desintegraron al chocar con ellos.

—¿Es todo? Pffff. Que débiles son.- Se burló Droi.

Miró con desprecio a los aventureros, que temblaban de miedo. Eran como hormigas ante él, insignificantes e impotentes.

Después de una corta pelea de tan solo un minuto, Nadia y los demonios legendarios derrotaron a los aventureros y capturaron a las compañeras de Daniel. Los dejaron tirados en el suelo, heridos y humillados. Algunos habían muerto, otros habían perdido algún miembro, y otros habían enloquecido por el horror.

Una completa derrota humillante, y la única razón por la que dejaron con vida a la mayoría, fue porque matarlos sería demasiado fácil, y dejarlos discapacitados es muchísimo más satisfactorio.

(Presente.)

—¡Capturamos sin problemas a las compañeras de Daniel!- Gritó Droi.

—¡Ni siquiera nos hicieron un rasguño!- Dijo Francis, con una sonrisa malvada.

—¡Ahora solo debemos esperar a que Daniel intente rescatarlas!- Dijo Monderfol.

Monderfol extendió sus alas y empezó a flotar en el aire. Miró a sus subordinados con una expresión seria y autoritaria, ocultando perfectamente su embriaguez.

—¡Escuchen, deben estar alertas! ¡Daniel, sin duda alguna, es poderoso, por ninguna razón bajen la guardia ni se confíen! ¡Deben atacarlo desde una cierta distancia, pues su espada es muy poderosa!

—Bla, bla, bla. ¡Lo sabemos, idiota!- Dijo Henrietta.

Los demonios brindaron una vez más y Monderfol se volvió a sentar.

—¿Y si el plan A y B fallan? Tendremos que usar el C.- Dijo Zoe.

—¡Me niego al C! ¡Definitivamente el plan A y B funcionarán!- Dijo Norly.

—Matarlo haría más poderosos a los demás elegidos, pero es la única opción que nos quedaría.- Dijo Monderfol.

Mientras tanto, el Dios supremo los estaba observando, mientras saborea su paleta.

—Reunir energía durante la pelea, secuestrarlo para sacarle energía, o matarlo para robarle su cuerpo y alma. Tres opciones, ¿eh? Me pregunto cuál será la opción que lo despierte.

Le dio una última lamida a su paleta y la rompió con sus dientes.

—Aunque dudo bastante que Daniel muera al principio.- Dijo, sonriendo.

(Pov- Daniel.)

Según Treis, tardaremos una semana en llegar al reino del Rey Finder. Podríamos tardar más, considerando que nos acompaña un ejército con más de 100,000 semihumanos. También debemos considerar los descansos en la noche, para que los soldados puedan recuperar sus fuerzas y curar sus heridas, pues los demonios no son los únicos peligros de este mundo, también existen cientos de monstruos, y los más peligrosos, los monstruos de rango S, se sienten muy atraídos por las multitudes. ¡Hoy tuve que matar a más de 50 monstruos de rango S, y se supone que los de rango S son una de las criaturas más raras de encontrar!

Decenas de aventureros murieron este día por los ataques de los monstruos, pero al menos los reviví... Aunque eso me trajo graves consecuencias.

Con cada muerte, pierdo muchísima energía mágica al revivirlos, lo que me limita mucho, lo que me deja en una gran desventaja si los demonios legendarios se les ocurre atacarme.

Descansos, caminos difíciles, peleas... Todo eso nos está retrasando.

Si seguimos tardando, más daño podrían sufrir mi abuela y las demás.

—Realmente no puedo hacer eso.

Murmuro para mí mismo, mientras vuelo sobre el campamento improvisado que hemos montado. Es de noche y todos están descansando, algunos duermen en tiendas de campaña, otros en el suelo, envueltos en mantas, y algunos están entrenando, preparándose para el mañana. Yo estoy volando sobre ellos, usando mis alas de ángel para darles esperanza, pues la necesitan mucho. Subir la moral siempre es bueno en el ejército, o eso he leído.

Los observo con una mezcla de admiración y frustración. Admiración porque ninguno se ha retirado y siguen dispuestos a seguir adelante, incluso los que murieron, pero también estoy frustrado, porque si tardamos tanto, las posibilidades de supervivencia de mi abuela disminuyen.

—No debemos perder el tiempo, pero sé que también tienen que descansar... Maldición...

Aprieto los puños, sintiendo la impotencia que me invade. En mi mente tengo la idea de irme solo y de matar a los demonios yo solo, pero yo sé que eso es una gran tontería. No soy tan poderoso como antes. Y si quiero usar "ese" hechizo, primero debo rescatarlas.

—Ahora soy menos fuerte... Realmente no podré derrotar a los demonios yo solo... Ah, ojalá hubiera un hechizo de teletransportación.

De esa manera, podría aparecer frente a mi abuela o Daniela, y llevármelas conmigo. Desearía tener algo parecido, pero eso sería... demasiado conveniente...

Espera... ¿Un hechizo de teletransportación...? Teletransportación... Eso existe, Dios lo ha usado conmigo. ¿Existirá un hechizo parecido? La invocación de un familiar es parecido... Tal vez...

De repente, se me ilumina la cara y sonrío. Se me ocurre una gran idea. Es una tontería, pero para mí, es una gran idea.

Digo, después de todo, hay varias cosas que confirman la teoría de la existencia de la magia de teletransportación.

Invocación de Dex y los familiares, y la teletransportación de Dios...

Ah... Son pocas cosas, ¡pero la fe es lo último que muere!

Tengo la habilidad de usar hechizos con solo pronunciar las palabras mágicas, puedo aprovechar eso.

Además, la teletransportación es algo muy típico de las historias de fantasía, aunque en esas historias usan plataformas con sellos mágicos y cosas así... Ay...

Ah... Daniel, ¡la esperanza es lo último que muere! ¡No suspires desanimado e inténtalo!

—¡Puedo decir palabras al azar y esperar a que sea un hechizo de teletransportación!

Me río, es una tontería lo que acabo de decir. Soy un idiota, eso no funcionará... Aunque tal vez pueda... No... ¿O sí...? ¿Debo intentarlo...?

Suspiro, indeciso. Supongo que puedo intentarlo... Sé que puede ser una perdida de tiempo, pero no tengo muchas opciones. Tal vez sea mi única oportunidad de llegar al castillo del Rey Demonio sin ser detectado. Si me ven, no tendrán motivos para dejar con vida a mi abuela y compañeras. Si quiero rescatarlas con vida, deberé hacerlo sin que me vean.

—No pierdo nada con intentarlo.- Me digo, tratando de convencerme.

Solo ten fe, Daniel... Solo Fe... Como lo has hecho hasta ahora.

Extiendo mi mano derecha.

—¡Teletransportación! ¡Teletransportación despo! ¡Teletransportación dispo! ¡Teletransportación dex! ¡Teletransportación munfe! ¡Teletransportación flope! ¡Te...!

...

...

...

—¿Eh...? ¡¡¿Qué?!!

D-de pronto, un portal negro se abrió frente a mí. Un agujero oscuro... ¿Funcionó? ¡¿Esta tontería funcionó?!

S-siento que perdí mucho poder mágico, como si hubiera revivido a alguien. Me siento cansado.

—¿Funcionó...? ¡Funcionó!- Grité, incrédulo.

No puedo creer lo que veo, lo que he hecho. He creado un portal mágico, sin saber cómo... ¡¡Los milagros existen!! ¡¡Gracias, Dios!!

—¡Esta tontería funcionó! ¡Increíble!- Grité, emocionado.

Sin pensarlo dos veces, me lanzo al portal, esperando que me lleve al lugar al que quiero ir. ¡Quiero aparecer frente a mi abuela o Daniela!

—¡Esta tontería funcionó! ¡Increíble!- Repito, mientras atravieso el portal.

Siento una sensación extraña, como si estuviera viajando a una gran velocidad, pues siento mi cuerpo pesado, como si me estuviera comprimiendo.

Aparezco en una especie de cueva y el portal se cierra detrás de mí. La cueva está iluminada misteriosamente, no hay lámparas, antorchas o bombillas. Solo una luz tenue que parece venir de las paredes. La cueva es enorme, como si un gigante durmiera aquí. Hay estalactitas, estalagmitas, rocas grandes, cristales, símbolos y dibujos en las paredes. Tan... tenebroso.

¿Estaré en alguna mazmorra o este será el hogar de los demonios? Se ve tan vacío.

—¿Eh? Pero, ¿en dónde estoy?

Miro a mi alrededor, buscando una salida. ¿Deberé caminar mucho para salir?

Es mi primera vez en un lugar como este. Mmm... Huele raro, como a sal y vinagre... ¿Azufre?

—Hola.

—¡Uwaaaah!

¡Un anciano apareció de la nada frente a mí! ¡Mi corazón! ¡Siento que me está a punto de dar un infarto! ¡Ahhhhhhhhhhhhh!

E-el anciano usa una túnica con capucha completamente negra, que cubre todo su cuerpo y parte de su rostro. Solo puedo ver sus ojos, unos ojos rojos que me miran fijamente. Unos ojos que me hacen sentir un escalofrío.

D-debo admitir que estoy asustado. No sé quién es este anciano. No sé si es un amigo o un enemigo. No sé si es un humano o un demonio, o incluso un dios. ¡¿Será el Rey Demonio o algún demonio poderoso?!

Me alejo inmediatamente de él. ¡No bajaré la guardia!

—Bienvenido.- Dijo el anciano, con una voz grave y profunda.

S-su tono de voz es sombrío, como si estuviera pronunciando una sentencia. Da miedo, mucho miedo. Mi corazón se acelera cada vez más.

Parece un demonio, uno de los más poderosos, de esos que te humillan sin que puedas hacer algo para evitarlo. Realmente tengo miedo, pero no bajaré la guardia. ¡Mi abuela depende de mí, no le fallaré!

—¡¿Quién eres...?! ¡Uwaaaah!

Me caigo al suelo por el susto, perdiendo el equilibrio. M-mis piernas no me responden. ¡N-no, este es el peor momento para que esto me pase!

Me alejo del anciano, tratando de poner distancia entre nosotros. Trato de levantarme, para prepararme para luchar, pero no puedo, estoy paralizado por el miedo.

N-no, Daniel. ¡No dejes que el miedo te consuma!

Me golpeo las piernas. ¡Levántate! ¡¡Levántate!!

Me muerdo fuertemente el brazo hasta sacarme sangre, para que mi mente se distraiga con el dolor.

¿F-funcionó? Y eso que solo lo hice porque me desesperé.

Me levanto lentamente del suelo, mientras que el sonido de las gotas de sangre cayendo de mi brazo es lo único que se escucha en este lugar.

—¡Responde!

—Como es tu primera vez usando el hechizo, debo advertirte que solo puedes usarlo una vez cada 90 días. Regresarás a tu mundo en 24 horas. Aparecerás frente a tu familiar, pues es tu vínculo con el mundo 1.

¿Eh? Estoy un poco confundido, creo que no entiendo lo que dice. ¿Qué hechizo? ¡¿Qué está pasando?!

¿A-acaso usé otro hechizo de teletransportación que no es el que me imaginé? ¿Él no es un demonio?

—¿Eh? ¿Qué?- Pregunto, aturdido.

—¿Mundo 20 o mundo 30?- Pregunta el anciano, como si me estuviera dando a elegir.

¿Qué trata de decir con eso? Sinceramente no entiendo nada.

—¿Mundo 20 o mun...?

—Está bien. ¡Teletransportación al mundo 20!- Dijo el anciano, con una voz firme y decidida.

¡Mierda, creo que lo arruiné! ¡Elegí sin querer! ¡Era pregunta, no afirmación!

¡¿Me vas a teletransportar a ese mundo?! ¡Noooooo! ¡Espera, espera, hubo un malentendido!

—¡¿Mundo 20?! ¡No, espera, quiero ir con mis compa...!

Intento protestar, pero es demasiado tarde. Todo a mi alrededor empieza a dar vueltas, como si estuviera en una montaña rusa. ¡Lo mismo que siento cuando Dios usa la teletransportación en mí! ¡Noooooo!

—¡¡Nooooooo, espera, por favor!!- Grité, desesperado.

¡Soy un idiota! ¡Lo arruiné! ¡Lo arruiné todo!

... ¿Eh? ¿Q-qué es este lugar?

El movimiento se detuvo y aparecí de la nada en un salón de clases... E-es un salón de clases de un mundo moderno y con tecnología, es idéntico a los salones de clase de mi mundo, incluso con aire acondicionado. Veo a los estudiantes, son chicos y chicas algo... raros. Algunos se ven normales, pero otros tienen aspectos extraños. Tienen mutaciones, como cuernos, alas, colas, escamas, garras, antenas, ojos de diferentes colores y tamaños.

No parecen semihumanos, sus diseños son más como... de mutantes de cómics.

—¿Q-qué?

—¡¿Tienes un poder de teletransportación?! ¡Increíble!- Dijo una chica.

¿P-poder? Mutantes... Ay, no...

S-salón de clases enorme, estudiantes con uniforme, todo parece tan... civilizado... P-por favor, que no sea lo que creo que es.

—Ah... Lo arruinaste, Daniel.- Dijo Dios, en mi cabeza.

—¿E-en dónde estoy?

—Bienvenido al mundo 20, el mundo de los super poderes y héroes. No te diré nada más, no puedo ayudarte más. Regresarás al mundo 1 en 24 horas.

¡Soy un idiota, lo arruiné por completo!

—¡Soy un pendejo! ¡Ahhhhhhhhhhhhh!

(Volumen 6 terminado. Les recomiendo "Una comedia romántica con una niña fantasma". Y también les recomiendo "Soy un ser inferior con la habilidad de seducir mujeres", está directamente relacionada con esta novela.)