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Chapter 3 - Capítulo 2

Estoy en casa, han pasado algunos días por lo que ahora es sábado. Acompañe a Ley a su tratamiento hace unos días, creo que se siente mal consigo misma, aunque claramente veo que está más relajada. También, con el paso de los días de la semana, he logrado recuperar la compostura que perdí por escuchar una estúpida canción. En serio ¿qué soy, un mocoso?

Es media tarde, no hay nadie en casa, mi madre ha ido a trabajar, yo debo hacer cosas de la facultad, sin embargo, me encuentro en un limbo entre estar bien. Okay, tal vez mentí un poco al decir que recuperé la compostura, no lo he hecho por completo. La razón es simple, no puedo dejar de pensar en el torso húmedo de Will. Sé que es sumamente de adolescentes pensar eso.

Tengo entendido por completo que debo ser objetivo, no soy un adolescente, debo pensar con el cerebro, su torso húmedo no debería causarme cosas más de lo normal. No obstante, me encuentro tirado en medio de mi cama mirando a la nada mientras en mi mente solo rondan pensamientos sexuales sobre Will.

- Tengo tantas ganas de hacerlo. -Murmuro para mí mismo.

Noto que tengo una erección, el rose me incomoda un poco. Bajo mi mano derecha a la hebilla de mi pantalón y dudo en si debo introducirla o no. Se que esto me puede costar días de sueño, la culpa sería demasiada. Aun así, sigo siendo ser humano.

Meto mi mano dentro de mis pantalones, acaricio mis genitales por sobre la ropa interior. Siento un cosquilleo tan pronto me toco. En mi mente solo habita la imagen de Will, sus brazos, sus super raros labios rojizos, la mirada que siempre tiene para mí, todo es tan bello, él es tan bello. Suelto un quejido por lo bien que se siente, tomo mi miembro directamente y puedo sentir el líquido preseminal, justo ahora me siento tan extasiado, tan excitado, tan bien, es tan rico.

Mi mente da un giro de escenario, de repente puedo ver el cuerpo de mi mejor amigo completamente desnudo, sé que es pura imaginación mía, sin embargo, la escena que mi mente está creando me encanta. Puedo ver todo de él, su piel, sus pezones, su miembro erecto, si tan solo pudiera tener todo eso en la realidad.

Procedo a mover un poco más rápido mi mano, arriba-abajo, arriba-abajo, un poco a la punta, si la toco mucho no duraré.

- Ah, Dios, Will…

Es bueno en verdad que nadie este en casa, pues el movimiento de mi mano, así como el leve chapoteo que se alcanza a escuchar delataría la actividad recreativa que estoy haciendo.

Jalo más fuerte, más rápido, más duro, se está sintiendo realmente bien, sin embargo, me detengo abruptamente, si lo haré al menos tengo que hacer que dure. Calmo mi respiración y pronto recupera su ritmo normal, siento mi cuerpo sudoroso por lo que me quito toda la ropa. Ahora mi miembro esta visible, eso me hace sentir aún más excitado, tiene tanto tiempo que no hacia esto que justo ahora solo pienso en mi placer y nada de remordimientos.

Nuevamente comienzo a acariciar mi pene, mientras tanto por mi mente pasan otras cosas, ahora deseo los besos de Will, deseo su amor, quiero que me ame, quiero ser deseado por él. Si tan solo el me amara al igual que yo lo amo. Sigo acariciando, pero ahora toco rápido, rudo, fuerte, quiero tener un orgasmo, uno fuerte, uno en donde imagino a mi amigo amándome. Quiero sentir su deseo, aunque sea en mi propio mundo de fantasía.

- Ah… Te amo tanto Will. -Digo justo al momento de correrme

Mi respiración agitada se recupera mientras mantengo mis ojos cerrados. Me encuentro desnudo sobre la cama, calmado, pensando en como debería tomar esta situación. Se que no es para tanto, pero aun así me puede. Simplemente no lo tomaré en cuenta, me canse de sentirme culpable.

Me levanto de la cama, limpio el semen de mis manos con algunos Kleenex que guardo en mi escritorio, me pongo ropa y bajo las escaleras para comer. No tengo ganas, pero debo hacerlo, así que me preparo un simple sándwich de jamón.

- Bueno, tiene tiempo que no me masturbaba, así que supongo que está bien.

Lo admito, me siento algo culpable, pero no tanto a comparación como creí que estaría. En todo caso mi deseo ha disminuido y ya puedo volver a ser yo nuevamente.

Me como tranquilamente mi sándwich mientras veo la tele, el programa de hoy es bueno. No hay nada que me preocupe u ocupe, por fin tengo un día sin pendientes que atender. De repente escucho el timbre de la puerta, salgo a ver quien es y sorprendentemente, mi objeto de amor y deseo se encuentra justo frente a mí.

- Will, ¿Qué haces aquí? -Pregunto sorprendido.

- Bueno, no tengo nada que hacer y recordé que tú tampoco tienes nada que hacer así que, hagamos nada juntos.

- Ja, ja, ja William Rainolds… ¿cómo es que tú sabes que no tengo nada que hacer?

- Andrea Brafting, claramente lo mencionaste hace unos días, dijiste que tus proyectos acabarían muy pronto. Yo supuse que ese pronto era antes de este sábado. -Dijo sonriente.

- Bien amigo mío, pasa, tengo sándwiches para comer, ¿quieres uno?

- Si, vine sin almorzar.

Honestamente me siento algo abrumado y no me malentiendan, lo que siento no es culpabilidad o cualquier mierda por el estilo, me siento avergonzado por lo que acabo de hacer hace menos de 15 minutos.

- Oye, hay que beber un poco de jugo. Tengo ganas de atascarme de comida. ¿Tú no?

- No Will, además, no lo haré porque yo seré el que engordara, no tú.

- Ah, vamos… pidamos algo a domicilio. -Me dijo con cara triste.

- No, mejor veamos que hay en el refrigerador. -Digo mientras me levanto para prepararle un sándwich igual que el mío.

Con un puchero se sienta en el sillón como cualquier niño emberrinchado, yo por mi parte me limito a observarlo desde la barra en la que me encuentro haciendo el aperitivo. Verlo me hace sentir enamorado, encantado, inclusive, en mis ojos el se ve mucho mejor que cualquier idol coreano, celebridad latina o de cualquier otra parte del mundo.

Observo como se entretiene con su celular de forma despreocupada, de hecho, la tranquilidad y comodidad que emana estando en mi casa es como si la hiciera suya. Me hace sentir muy especial.

Continúo preparando el aperitivo, cuando se acerca rápidamente con una gran sonrisa divertida para mostrarme un meme. Este momento es la viva representación de aquellos chistes que dicen <> la única diferencia es que Will no se está quejando y aunque lo hiciera no importaría. Yo suelto una risa por lo que me enseña, pienso que ciertamente estos momentos hacen que mi pobre vida valga la pena. Si tan solo Will me amara, haría todo para que el fuera el hombre más feliz del mundo a mi lado, haría todo para que nuestro amor floreciera. Me muero por ser uno con él.

- Oye, Andy. ¿Cómo es que eres tan lento preparando comida? No deberías hacer esperar de esta forma a tus invitados. -Dice mientras me observa con esos preciosos ojos claros.

- Ja, ja, ja. Tu no eres un invitado, tu eres de la familia, por lo tanto, deberías estar ayudándome, no dándome órdenes. -Respondo sin voltearlo a ver.

- Que raro, yo soy tu mejor amigo, tu compañero de vida, se más rápido. Prenderé la radio mientras tanto.

- A la orden capitán.

Se aleja hacia el radio y lo enciende, algo raro de Will es que el realmente adora escuchar la radio. Yo siempre le digo que parece un viejito lindo, pero él siempre se molesta lo cual resulta ser muy divertido. Curiosamente justo inicia la canción <>, su letra super romántica y dulce me hace sentir raro además de enamoradizo, mi cerebro justo ahora se encuentra lleno de endorfinas.

<> se escucha de fondo en la radio e internamente concuerdo con la letra, pues descrive lo que siento en el corazón, es lo que desearía externar.

Quisiera que este momento nunca terminara pues este sábado con mi mejor amigo comiendo, escuchando música, riendo y jugueteando es el mejor de mi historia.

- Esa es una muy buena canción. -Dice Will bastante animado

- Y la que acaban de anunciar también, de hecho, es una de mis favoritas. Escúchala.

La radio pone la siguiente canción, al parecer hoy el locutor está en un modo romántico pues la que ahora suena es <>. Nuevamente me siento enamoradizo y esas canciones solo empeoran la forma en la que me siento. Es como si este momento y ésta música hicieran el escenario perfecto en el cual la chica le confiesa sus sentimientos a su chico. Sin embargo, en mi historia de amor no habrá confesión. Aun así, aprecio este instante en el que puedo sentir amor por alguien, a pesar de que es unilateral, quiero disfrutar de su presencia y de mi amor por él.

<> justo como dice esa canción, ¿Cómo fue que me enamoré tan perdidamente? Es extraño. Igual, no lo odio, amo este amor.

- Mmm, Andy, es cierto, esa canción es hermosa, ¿De donde sacas gustos tan buenos?

- Solo es lo que he escuchado por doquier.

- Que poco egocéntrico, creí que dirías otra cosa. Como siempre.

- No siempre soy así. Te voy a tratar mal si sigues diciendo eso.

- Es broma, que pesado. -Dice finamente.

Yo se que odia que diga cosas así, pero su reacción me gusta, es lindo.

Nos comemos el sándwich desabrido que preparé y nos quedamos viendo nuestros celulares. Aunque no hablemos todo el tiempo el silencio también es agradable a su lado. No siempre debes hablar las cosas para transmitir lo que sientes, bueno, estos momentos expresan nuestra amistad.

De repente, Will se queda dormido, su cabeza recargada en mi hombro es ligera. Volteo para verlo, pero no hago mucho movimiento, no quiero despertarlo. Veo sus pestañas castañas, sus parpados cerrados, los cejas que adornan su bello rostro y esa tersa piel que le encaja super bien. Tomo un mechón de su cabello, sorprendentemente es muy suave, más que el de cualquier chica. Mientras idolatro su belleza, escucho su relajada respiración. De nuevo, quisiera que este momento durara para siempre.

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- Me voy Andy, descansa, nos vemos el lunes. -Me dice para despedirse.

- Si, si, ya vete, no contamines mi casa. Chao.

Se va a su casa y por un instante me siento vacío, se que lo volveré a ver el lunes, aun así, siento que he perdido algo importante, algo que no es mío, por cierto.

- Solo estoy cansado.

Paso el resto del día haciendo cualquier cosa hasta que mi madre llega a la casa, le preparo algo de cenar y ella descansa en el sofá mientras tanto.

- ¿Cómo te fue?

- Bien hijo, algo cansado, como siempre, pero todo bien, las compañeras de trabajo son realmente amables así que nunca paso el día aburrida.

- Que bien mamá, ten, te acabo de preparar algo de cenar.

- Gracias, hijo, te amo.

De nada mamá. Yo también te amo.