-Por favor...- La chica extiende su mano, alcanzando por poco la manga de la camisa de Sato.
Sato voltea nuevamente, estava mirando a la chica de frente a el, pero en su mirada no hay odio, no logra ver ninguna expresion de burla o molestia, en cambio, ve una mirada preocupada en la chica.
-Se que nunca hemos hablado, y este puede parecer repentino, pero, necesito tu ayuda- Menciona la chica casi entre lagrimas, aferrandose con fuerza a la camisa de Sato, quien ve confuso a la chica, ¿no sabe quien soy?, ¿solo quiere molestar?, son preguntas que se vienen a la mente de Sato
Si bien no quiere ningun tipo de problemas, no puede ignorar la mirada desesperada de la chica, asi que con disgusto decide escucharla.
-¿Que es lo que quieres?-
Tras su pregunta, una sonrisa esperanzadora se dibuja en el rostro de la chica, quien limpia sus lagrimas de sus redondas mejillas.
- ¿Puedes ayudarme a estudiar?, estoy apunto de reprobar matematicas, y mire en los resultados del parcial anterior que eres de los mejores en tu grado, asi que pense que podrias...- Apenada, pero esperanzada, Riko, de primer año le explica su problema a Sato.
- Tengo compañeros mejor capacitados que ello, pideselos a ellos- Menciona Sato sin hacer contacto visual con Riko, pero ella continua insistiendo.
-Por favor, ayudame tu-
-No, no soy bueno enseñando, no aprenderas nada conmigo-
-Te pagare, mira- Sacando dinero de su bolsillo, Riko se lo ofrece a Sato, rogando con todas su fuerzas por su ayuda.
Sato observa la determinación de Riko detenidamente, no quiere interactuar con nadie, pero algo dentro de el lo impulsa a no dejarla sola.
-Vamos, hablemos en la biblioteca, no me gusta estar mucho tiempo el pasillo- Menciona Sato dandole la espalda a Riko, quien sonrie aliviada.
Dentro de la biblioteca ambos sacan sus almuerzos.
- ¿Que nota llevas en la clase?- Pregunta Sato, llevandose un camaron de su comida a la boca.
-Em, bueno, no recuerdo bien, creo que era 40, no, 20- Nerviosa, Riko responde.
- ¿20?, ¿como es que no te han sacado de la escuela?- Exclama Sato sorprendido por la nota tan baja de Riko.
-Lo se, se que es una nota muy mala, pero, se que con tu ayuda podre mejorar- Menciona llena de determinacion al morder su sándwich.
-Esta chica, me habla con tanta tranquilidad, no es posible que no escuchara los rumores sobre mi a estas alturas, apesar de ser de primer año, las clases estan por terminar, no hay forma de que no lo sepa- Piensa Sato, mientras escucha a Rika explicar sus problemas en la clase.
-Dime, ¿no tienes problemas conmigo?- Pregunta Sato con seriedad.
- ¿De que hablas?- Confundida, Riko solo corresponde con otra pregunta.
-Escuchame, yo no soy bien visto en esta escuela, y...-
-Ya lo se- Contesta Riko con firmeza.
- ¿Lo sabe?, ¿entonces porque...?- Se pregunta Sato sorprendido, pero no quiere quedarse con la duda.
-Si sabes todo, ¿porque me hablas?- Pregunta Sato, a lo que Riko se mantiene en silencio por unos segundos, para luego dirigirse a el con una sonrisa.
-No me interesa, puedo verte, y se que no lo hicistes-
Sato se sorprende, Riko es la primer persona en no discriminarlo, la ve fijamente con una mirada perdida.
El timbre suena, anunciando el regreso a las clases, Riko se pone de pie, y camina hacia la puerta de la biblioteca, mirando a Sato justo antes de salir, lo ve con una sonrisa brillante, una sonrisa que ilumina el salon entero, una sonrisa que ilumina la vida de Sato.
-Nos vemos mañana-
Marchandose con una sonrisa, Riko se va, llevandose algo mas que solo la ayuda de Sato.