ODIO.
Desde el momento en que su cuerpo se abrió paso a través de las rocas brillantes que componían las paredes de este mundo, de esta cárcel que se le había impuesto, él odio.
Desde que dio sus primeros pasos sobre el suelo firme y frio, como él mismo.
Desde que sus ojos se abrieron y observaron el mundo que estaba frente a él, un oscuro, húmedo, hostil, y cruel mundo, él odio.
Cada célula de su cuerpo, cada pedazo de conciencia que se alzaba en la neblina de su "mente", cada movimiento, cada respiración, todo era para odiar y ser odiado.
Si cada segundo de su vida, si cada milésima de micro segundo, si cada instante de su vida se extendiera por toda la eternidad, no alcanzaría a abarcar ni siquiera una décima parte del todo el odio que sentía hacia todo, hacia los de arriba, hacia los de abajo, y hacia los que estaban en medio.
Sus ojos se movieron, con un brillo en ellos, rojos como la sangre fresca.
Sus garras se deslizaron por la carne de lo que estaba bajo su agarre, la piel se rasgó bajo el filo de su garra, el metal chillo y se desgarro de la misma manera, sin ofrecer resistencia.
Odio, odio.
El hablo, en su propio idioma, que le dio forma a lo que sentía a través de un vocabulario, incomprensible, incluso para los de su propia especie.
El gorgoteo de su voz resonó en las paredes oscuras, reboto y se extendió por todo el lugar. Con el horror frio y violento que se podía sentir a través de los ojos de esta criatura.
Odiaba.
Odiaba el lugar que le había dado conciencia. Que le había dado entendimiento.
Que le había dado eso, pero en cambio, le había negado todo lo demás.
Se le permitió sentir, pero lo único que sentía era dolor, se le permitió razonar, a un nivel primitivo, apenas superior a los monstruos que lo acosaban y lo atacaban sin descansó por donde quiera que fuera, pero nunca se le dijo que hacer con ese don.
Él había sufrido, hasta morir.
Una, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra vez.
En todas esas vidas, solo sintió dolor.
No se le permitió sentir nada más, su piel siendo atravesada por el metal, su cuerpo siendo destrozado por esa cosa que hacían los de en medio (magia), su carne siendo devorada por los que eran parecidos a él. Su alma siendo escupida, deformada y vuelta a colocar en un cuerpo, para repetir el proceso una y otra vez, hasta la eternidad.
Entonces, luego de mucho tiempo, entro en un loco frenesí, buscando venganza, con el desprecio y la ira acumuladas luego de innumerables vidas y muertes.
Él quería matarlos a todos, quería compartir su dolor, quería crear un lugar al cual pertenecer, un lugar donde todos estuvieran rotos.
Incluso si moría, incluso si su alma era destrozada, siempre volvería, y solo recordaría el odio.
Un rencor tan insano, tan sobrenatural, que ninguna criatura sobre la tierra nunca antes a sentido, y nunca volvería a sentir. Sus ojos rendijas que se abrían paso en la oscuridad, en la neblina.
En los pasillos se pueden escuchar voces.
Su cuerpo se tensa, y sus ojos, puertas al infierno, se giran viciosamente en esa dirección.
Vive para odiar, y ser odiado.
Vive para matar, y para morir.
Vive para vengarse, y no descansara hasta que esté satisfecho.
Un paso, y su cuerpo se precipita hacia delante.
Y él nunca estará satisfecho.
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― ¿escuchaste eso? ― alguien dijo en el fondo, mientras era acompañado del sonido ajetreados de la "anfitriona de la fertilidad", normalmente los murmullos de las conversaciones que los clientes tenían, caían en oídos sordos, porque no eran asuntos de ninguna de las empleadas eso.
Pero esta vez era diferente, las orejas puntiagudas de un color blanco, captaron esa conversación, la alfa de cabello verde, no mostró ningún indicio de interés en su rostro, pero escuchaba las palabras de esos clientes con un creciente interés, y alguna manera una sensación extraña en su pecho.
― si, al parecer él se entregó así mismo, el día de ayer, el lugar se cerró, y al parecer también arrestaron a muchos otros riquillos.
Una segunda voz comento, con un aire inquieto alrededor.
― joder, ojalá eso no afecte el negocio, gaste mucho dinero para poder entrar a ese lugar.
Uno de ellos comento.
― de todas maneras, me parece que hay gato encerrado en todo esto.
― ¿a qué te refieres?
― no puedo creer que ese tipo se haya entregado, así como así, debió de pasar algo, pero dudo que el gremio o la familia Ganesha vaya a decir algo.
― tienes razón, pero de todas maneras me alegro que ese bastardo obtenga lo que merece.
Ambos continuaron con su plática, mientras tomaban su cerveza.
Ryuu comenzó a caminar hacia la cocina, luego de entregar los últimos platos que le había pedido, con pasos firmes, entro al lugar, el agradable olor de la comida recién preparada, que provenía de las ollas, y las sartenes entro en sus fosas nasales.
Ella camino hacia los platos sucios, que se estaban empezando a acumular, y formar una pequeña montaña.
Recogió las mangas de su uniforme, y comenzó a lavar los platos con movimientos mecánicos, mientras su mente estaba ocupada con otro tipo de pensamientos.
― ese hombre no mintió. ― ella pensó mientras miraba las burbujas formarse en el agua. Ella había pensado que ese hombre enmascarado estaba mintiendo cuando dijo que se encargaría de Terry Cervantes, pero al parecer no mintió, sino que incluso consiguió que todos sus cómplices y las personas que habían cooperado con sus actos malvados, fueron llevados a la justicia, eso no tenía sentido para ella.
Cuando esa chica vino, para informarle que estaba bien, y darle las gracias.
Ella fue escéptica en que cumpliera con lo demás, pero de hecho lo hizo, no solo eso, sino que cuando había hablado en privado con esa chica, ella le dijo en detalle todo lo que había pasado.
Ahora bien, tenía que admitir que ese hombre ayudo a todas esas mujeres, y no solo eso, sino que también se aseguró de que todas ellas tuvieran una "recompensa" por todo lo que tuvieron que pasar, asegurándoles una forma de comenzar de nuevo.
Eso fue algo que yo no podría hacer. ― fue lo que pensó Ryuu mientras escuchaba las palabras de la chica, podía notar la admiración y confianza aterradora que ella tenían en esa figura, a pesar de nunca haber visto su rostro, y solo haber hablado un par de veces.
Frunció el ceño mientras colocaba el plato reluciente sobre una pila de ellos.
Lo más preocupante, fue el hecho de que ese hombre pudo entrar al casino, y llegar hasta Terry con una facilidad aterradora. Incluso ella, como una aventurera de clase alta, no podría conseguir algo así, considerando toda la seguridad que había en el lugar.
Pero ese hombre lo hizo parecer como un juego de niños.
Entonces ella entendió algo, probablemente no había un solo lugar a donde ese hombre no pudiera llegar. Y ahora estaba suelto y haciendo lo que quería en Orario.
Si bien el hizo algo bueno en esta ocasión, ella no podía conocer los corazones de las personas, y no estaba segura de poder estar tranquila sabiendo que una persona como él estaba suelta. Por otro lado, ella sentía que al menos una parte de ella quería creer en él, y que no haría nada malo.
― parecer preocupada. ― la voz de Syr resonó a su lado, sobresaltándose por un segundo casi dejo caer el planto que estaba terminado de limpiar y secar.
― no, estoy bien. ― ella dijo con un sonó serio, recibió la mirada de la chica de cabello cenizo, pero luego de un momento ella solo asintió, y tomo uno de los platos sucios.
― puedo hacerlo sola. ― Ryuu informo.
― puedes, pero es mejor hacerlo las dos. ― Syr tarareo con una sonrisa en su cara, y guiñándole un ojo. Una débil sonrisa alcanzo los labios del elfo, antes de girarse y mirar hacia los platos. ― ah, por cierto, creo que iré de visita a "nuestro lugar secreto".
― te refieres al orfanato.
Syr llevo un dedo a sus labios, e hizo un sonido de "sshhhh", Ryuu la miro con una ceja alzada.
― habla en voz baja, además es un secreto tienes que recordarlo.
Ella dijo con una sonrisa juguetona bailando en sus labios. Ryuu casi rodó los ojos, pero logro aguantarlo de alguna manera, aún era difícil adaptarse al comportamiento de su amiga.
― ya veo, supongo que los niños estarán felices si vas a visitarlos.
― ¿eh?. ―Ryuu giro su cabeza al notar la confusión en el rostro de Syr. ― ¿no vendrás conmigo?
Ahora fue el turno de Ryuu de estar confundida.
― ¿huh?, no, no lo cre-
― espera, espera, ¿Por qué no?, digo, estoy segura que necesitas descartar de vez en cuando, y estaría bien si pudieras hablar con Obito.
― pero yo no tengo ningún asunto que hablar con Uchiha-san-.
― eh, no necesitas ningún tener ningún asunto, para hablar con un amigo.
― ¿amigo?
― sí, digo obviamente Obito te tiene mucho aprecio, lo noto cada vez que hablo de ti, es como si le estuviera hablando de un héroe o algo así, te tiene en una alta estima, casi estoy celosa.
― no deberías de hablar de mi a otras personas. ― Ryuu musito mientras se alejaba de la chica.
― entonces habla tú con él. ― Syr dijo mientras caminaba detrás de ella.
― . . .
― vamos, incluso podrías entrenar con él, después de todo ninguna de las chicas quiere entrenar contigo, porque no sabes contenerte.
― ¿y quieres que pelee con Uchiha-san? En primer lugar, el ni siquiera es un aventurero.
― no tiene que ser un aventurero para que practiques con él.
― no creo que sea buena idea.
Syr finalmente cedió, y se dio la vuelta, el vestido de su uniforme floto elegantemente por el movimiento.
― bien, si cambias de parecer puedes avisarme.
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El aire escapo de su boca mientras sus ojos se giraban hacia el techo de comedor donde todos estaban reunidos.
Los niños del orfanato estaban comiendo con entusiasmo, si a eso se le podía llamar comer, dado que solo metían cucharada tras cucharada de comida en sus bocas, apenas masticando lo suficiente para no ahogarse.
Como si la comida fuera a desaparecer, Obito no lo cuestiono, y tampoco lucho mucho por decirle que debían de comer con calma, estos niños nunca antes habían tenido suficiente comida para poder comer hasta quedarse llenos, con la incertidumbre del mañana, habían aprendido a comer siempre que pudiera, aunque bajo la tutela de maría-san, nunca pasaron hambre, tampoco se podía decir que tuvieran para gastar y regalar.
Eso había cambia en los últimos días, el orfanato recibió una generosa donación anónima, y ese dinero había sido usado por maría en dos cosas.
Conseguir mejor ropa y cosas para los niños, como camas, sillas, y utensilios de cocina, además de obviamente comida.
También hacia destino una parte para arregla la vieja iglesia en la que todos vivían, para hacer las más segura para todos.
Obito estaba sonriendo mientras miraba a la mujer ayudar a comer a una niña de tres años, la sonrisa de la mujer era alegre, llena de facilidad, y alivio.
Ella había llorado cuando vio todo el dinero que les habían dado.
Ella que siempre tenía que administrar el dinero de manera minuciosa para poder cubrir todos los gastos, ahora podía disfrutar de una comida donde todos podían comer lo que quisieran.
Por otro lado, Obito no solo había dado dinero a el orfanato de maría, sino a todos los orfanatos de la calle dédalo, le pareció lo más justo. Recargo su mejilla en la palma de su mano, mientras recarga su codo en la mesa de madera, una mirada pensativa en su rostro marcado por cicatrices.
Los niños no parecían incómodos con él, lo cual era bueno tomando en cuenta su apariencia, maría se ofreció a cortarle su cabello, pero se negó cortésmente.
Además, había conseguido un par de cambios de ropa. Principalmente de colores, azules y blancos, y pantalones negros, botas de color marrón, aunque las sandalias ninja era infinitamente más cómodas para él.
―obito-niisan ― un niño de unos 4 años, con el cabello marrón se acercó a él con una sonrisa en su boca, y restos de comida.
― ¿Qué pasa? ― Obito respondió con una sonrisa mientras tomaba una servilleta y limpiaba la boca del niño.
― vamos a jugar. ― el niño dijo mientras movía sus brazos frenéticamente, mirando hacia adelante Obito vio a un grupo de niños reunidos mirándolo. Con una sonrisa miro al niño.
― lo siente, tendrá que ser en otro momento, tengo que ir a ver lo de mi trabajo.
― oh, cierto, Obito-niisan está desempleado. ― dijo mientras caminaba hacia ellos, Obito asintió con una sonrisa.
― cuando yo sea mayor me uniré a una familia y me convertiré en aventurero, de esa manera podre vivir aventuras, y ganar mucho dinero para darle a maría-san.
El dijo con una sonrisa soñadora.
María que estaba a unos cuantos asientos, no pudo ocultar el momento de preocupación que paso por su cara, Obito la miro un momento, y luego miro al niño.
― ¿estás seguro que eso es lo que quieres?
― sip. ― el niño hizo una pose heroica. ― ¡ese es mi sueño!
Habiendo crecido escuchado las historias de como los aventureros ganaban la gloria, este niño tenía sueños poco realistas de que era lo que le pasaría cuando se convirtiera en un aventurero. Eso fue lo que pensó el Uchiha.
De cierta manera Obito se vio a sí mismo en él, una débil sonrisa se estiro en las esquinas de su boca. Miro a maría un momento, y luego dijo considerando cuidadosamente sus palabras.
―si estas tan seguro de querer convertirte en un aventurero, podría ayudarte.
― ¿ ?. ― el chico inclino la cabeza y lo miro con confusión. ― ¿de qué hablas obito-niisan?
― ¿Qué? ¿acaso no es obvio? ― Obito pegunto con una sonrisa. ― te voy a ayudar a entrenar, así cuando seas mayor al menos tus posibilidades de ser aceptado en una familia serán mejor.
Incluso con el poco tiempo que ha pasado en este mundo, gracias a la gran cantidad de información que Guruguru le ayudo a recabar, quedo claro que ser aceptado en una familia, no era algo particularmente difícil, dependiendo de qué tipo de familia estemos hablando, las familias que se especializan en explorar el calabozo, son particularmente más difíciles de acceder, e incluso luego de entrar convertirte en un aventurero que gane lo suficiente como para permitirse apoyar a un orfanato, no era algo sencillo, muchos morían antes de conseguirlo.
― ¿tú sabes pelear?
El niño pregunto con un brillo en sus ojos, antes de darse cuenta un grupo de otros niños y algunas niñas se habían reunido a su alrededor, con una gota de sudor bajando por su cabeza, Obito asintió ligeramente.
― ¿eh? ¿pero obito-niisan no es un aventurero? ― una niña de cabello castaño murmuro, Obito también asintió a eso.
― es verdad, pero no se necesita ser un aventurero para saber defenderse. ― el señalo con una media sonrisa, luego se levantó y miro al grupo de niños. ― puedo enseñarles los básico a todos, pero tienen que prometer ayudar a maría con todo lo que necesite, y estudiar todos los días.
― ¡si!. ― todos los niños dijeron al unisonó, Obito negó con la cabeza, luego miro a maría, la cual lo estaba mirando una expresión sorprendida.
― oh, creo que estoy hablando antes de tiempo primer maría-san tiene que aceptar eso.
― vamos, vamos madre maría, por favor acepta.
Ella los miro un momento, luego miro a Obito directamente a los ojos, el solo se limitó a sonreír ligeramente, luego de un momento de consideración ella cedió, con un asentimiento.
― está bien, pero solo por las mañanas, así que tienen que levantarse temprano.
― ¡si!
Los niños estallaron en alegría, obviamente nunca esperaron que alguien los entrenara, la mayoría de los aventureros no perderían el tiempo entrenando a alguien que no era parte de su propia familia, lo cual era lógico.
― espero estar haciendo lo correcto. ― Obito pensó mientras se rascaba la cabeza. Sintió que alguien estaba tirando de sus ropas, bajando la mirada un niño estaba agarrando su pierna. Con un brillo en los ojos el niño grito.
― ¡puedes enseñarnos como peleas!
― ¡sii! ¡enséñanos!
― oh, eso puede ser un poco difícil. ― Obito dijo con una sonrisa forzada.
― ¿eh? ¿porque?. ― los niños preguntaron con evidente decepción en sus miradas, Obito contuvo un suspiro.
― porque necesito de un compañero para poder hacer una demostración. ― Obito ofreció esa excusa, en realidad no estaba seguro de que mostrar, solo tenía planeado enseñarles unas posturas básicas del taijutsu de la academia, tal vez incluso enseñarles a usar un kunai en una pelea, aun eran jóvenes por lo que estaba seguro que solo eso debía de mantenerlos ocupados por unos meses.
― creo que eso se puede arreglar. ― reconoció esa voz fácilmente, Obito se giró, y pudo ver una familiar cabellera de color gris azulado, y esos brillantes ojos, la miro fijamente un momento estaba parada en el umbral de la puerta, con las manos en su cintura, mientras tenía una sonrisa en su cara, no estaba seguro de que significaba esa sonrisa. Algunos niños se apresuraron a llegar a Syr, Obito en cambio solo la miro antes de que su mirada viajara a la persona que estaba detrás de Syr. ― no opinas lo mismo Ryuu.
Ella dijo mientras se giraba y miraba a la elfo parada detrás de ella, con una mirada tranquila en su cara miro a Syr, sabiendo de que estaba tratando de decir. Pero antes de que pudiera negar.
Syr, le susurro algo al oído, la expresión en rostro de la rubia no cambio en ningún momento, pero Obito sintiendo a donde se estaba dirigiendo esto, se acercó a ellas.
― no es necesario Syr-san y Ryuu-san, no quiero molestarlas. ― él dijo con una sonrisa nerviosa.
Antes de que pudiera terminar, Ryuu soltó un suspiro, y por primera vez Obito vio una expresión diferente en el rostro de ella, una que probablemente solo estaba reservada para un grupo especial de personas.
Viendo a las chicas, Obito sonrió ligeramente.
― Uchiha-san, está bien, podemos tener un duelo de demostración al menos así, Syr dejara de molestarme. ― ella dijo con una expresión tranquila pero resignada.
― ¿eh? Oh . . .pero ― Obito murmuro, pero Syr se acercó a él con una sonrisa traviesa, acerco su rostro mucho más de lo que Obito pensaba que era necesario lo miro mientras colocaba un dedo en sus labios.
― pero realmente quiero ver las habilidades de Obito-kun. ― ella dijo, el sintió que sus protestas morían en ese momento, luego soltó un suspiro resignado, sintiendo una punzada de simpatía por Ryuu.
― ah . . . está bien.
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