[Punto de vista de Eiden]
Justo después de que mi padre me diera un sermón sobre la responsabilidad, me dirigí escaleras arriba, hacia mi habitación.
Cualquiera que viera mi cara, podría decir que estaba avergonzado, pero no.
Me sentía sumamente impotente, ya que aunque estuviera en el cuerpo de un niño de 7 años, eso no cambiaba, que en realidad tenía 25 años mentales contando desde que vine a este mundo.
Finalmente, luego de tranquilizarme un poco, me tumbé en mi cama.
Giré la cabeza para ver el reloj que colgaba de la pared solo para darme cuenta de que apenas eran las 11:45 am.
Suspiré, y decidí ir al patio trasero a entrenar con la espada de madera que tenía.
Mientras bajaba, noté a mi madre que estaba en la cocina sumergida en sus pensamientos.
Ella se dio cuenta de mi presencia y con una mirada gélida me dijo:
"¿A dónde crees que vas jovencito?"
"Voy al patio trasero a entrenar" Respondí.
Mi madre me observó unos segundos para luego decir:
"Puedes entrenar en el patio, pero recuerda, nada de salir por hoy".
Asentí con la cabeza y procedí a dirigirme al patio.
Viendo que ya era casi mediodía, noté como el cielo blanco, antes despejado, se fue tornando de un color rojo sangre.
"Hoy el cielo estará despejado" Pensé.
Aquí, en Midgard, a partir de las 6 am, amanece y se ve el sol durante las primeras 2 horas, al menos hasta que un cielo azulado lo reemplaza.
Hasta aquí todo normal.
Pero a partir de mediodía, el cielo azul, se convierte en un rojo intenso, el cual le da un aspecto hermoso al entorno.
La pradera y la fauna resuenan con el ambiente dándole un aspecto fiero pero armonioso.
Luego, anochece por las 7 pm y el resto del día un estrellado cielo negro surge.
Debido a que actualmente resido en las montañas del norte, es normal que el cielo esté cubierto de niebla, ya que el clima frío hace que un manto gris cubra el cielo rojizo, por lo tanto, es extremadamente raro que se vea el cielo despejado.
Después de acabar de admirar el hermoso cielo, continué practicando el manejo de la espada.
Mi rutina consistía en practicar aproximadamente una hora con mi espada de madera, luego, practicaba el tiro con arco durante dos horas, y finalmente, realizaba ejercicios aeróbicos para mejorar mi fuerza y agilidad.
¿Cuál era la finalidad de hacer todo esto con apenas 7 años?
Prepararme, prepararme para el futuro que se avecina.
En este mundo, la clave para sobrevivir es la fuerza, si no te devorarán vivo.
Por ahora, tengo 4 salidas para volverme tan fuerte como para poder llegar al final de la historia.
La primera es convertirme en un manipulador elemental, pero es un hecho que, tu límite de talento se mide basándose en tu tipo de elemento y afinidad, así que, fijándonos en mi genética, el elemento más raro que puedo llegar a tener es el fuego, y con eso, haré poco.
La segunda, es volverme un artista marcial, pero el problema con los artistas marciales, es que tu progreso es más lento, y siendo sinceros, si comparamos un artista marcial con un manipulador elemental, no hay forma de que un artista marcial pueda compararse a un manipulador elemental.
La tercera, que es la más arriesgada, es centrándome en artes oscuras como el chamanismo o la brujería, que siendo francos, es mi mejor opción, ya que no necesitas de un talento innato o de grandes recursos. El problema con esta opción, es que tienes que cometer atrocidades para ganar poder y eso puede llevarte al borde de la locura, y eso podría convertirte en un ser hueco que solo piensa en matar o cosas peores.
Y el último método, que es el más peligroso y sencillo a la vez, es ir recolectando los objetos trampa que hay en todo este mundo. El problema con este método, es que aparte de que mi eficiencia en batalla y mi destreza disminuirían considerablemente, ya que solo dependería de objetos y artefactos, podría crear un vacío de poder que llevaría a futuras consecuencias desastrosas.
"Aún soy joven, no debería pensar en eso" Pensé.
No debería de plantearme estas cuestiones hasta por lo menos de aquí a tres años, que es mi ceremonia de despertar elemental.
Por ahora, estoy haciendo esta cansada rutina para poder solidificar las bases para el futuro.
Da igual, igualmente, tampoco es que estuviera haciendo una competición con el protagonista para ver quién es el mayor genio o quién será la persona más fuerte del mundo.
Entre tantos pensamientos, el tiempo se pasó volando y ya estaba anocheciendo, pues eran las 18:30.
Decidí guardar mi material de entrenamiento y entrar a casa para cenar una merecida comida.
Mientras yo pensaba en comida, en otra parte se estaba formando un problema, un problema que me marcaría durante toda mi vida en el futuro.
[Punto de vista de Richard]
Me encontraba ya entrando en la zona norte de estas inmundas montañas.
Lo único que me mantenía con ganas de seguir con esta estúpida expedición, era ver el cuerpo magullado del imbécil que mi hizo esto en la cara.
Aún nos quedaba un año de expedición, ya que en la capital, nos negaron a darnos nada más que unos míseros caballos.
Mi paciencia estaba llegando al límite puesto que llevaba más de 4 meses sin dormir correctamente y peor aún, estaba conviviendo con unos sucios campesinos a los que llamaba soldados.
Cada vez que pensaba en este tipo de cosas, la quemadura en mi hermosa cara, comenzaba a arder y picar de una forma exagerada.
Mientras estaba sumido en mis pensamientos, rascándome la cara, apareció uno de mis subordinados y me dijo:
"Señor, será mejor que esperemos nuevas órdenes de la capital, ya que un terremoto, ha producido estragos en el camino y tomando la ruta más corta puede llevar hasta 4 años"
Lo miré con exasperación y exclamé:
"No importa que dificultades se nos presenten o que inconvenientes tengamos, no abandonaremos esta misión".
De repente, entre las filas de las tropas, se escuchó a un soldado exclamar:
"Yo no voy a continuar, señor, tengo que ver a mi hija y..."
Chac
Una lanza de hielo negro le atravesó la garganta al soldado, produciendo un sonido brutal y grotesco.
Con desprecio, miré al resto de soldados que miraban el cadáver de su compañero con horror y dije:
"Cualquier otro soldado que se atreva a replicar mis órdenes será ejecutado por traición"
Luego de proclamar eso, ya no se oían los susurros de las tropas y mi cara dejó de picar.
"Solo espera, James, te juro que te haré pagar" Murmuré.