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Chapter 52 - Un Nuevo Plan

Era invierno el frío azotaba fuertemente, pero ella calentaba el corazón del Imponente hombre que la esperaba en el altar, ella vestía un hermoso vestido blanco su dulce carita seguía conservando aquella dulzura con la que él le recordaba, pero esta vez su mirada había cambiado.

Sus pasos contenían la seguridad de aquella decisión que habían tomado sabiendo perfectamente que un Matrimonio era para toda la vida y ellos estaban seguros de querer estar unidos hasta la eternidad.

La Iglesia estaba fuertemente custodiada, pero no había enemigos tan potenciales que pudieran enfrentar al hombre que tenía una sonrisa coqueta, pero a la vez sí estirpe de peligro no lo abandonaba jamás.

Cuándo David entregó a su hermana al Mafioso más peligroso, poderoso e inteligente le estrechó la mano - Tuviste una segunda oportunidad espero que lo sepas aprovechar - Amara también dejó escapar una pequeña sonrisa.

Alexander Michael Santoro Acepta por esposa a Amara Mariel Muller como esposa, para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza hasta que la muerte los separe.

Aceptó - El corazón de la mujer tembló al escuchar aquella voz que erizaba su piel.

Amara Mariel Müller acepta por esposo a Alexander Michael Santoro como esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza hasta que la muerte los separe.

Aceptó - Fue la respuesta contundente de la mujer.

Luego de aquello y el voto de la pareja, al momento en que la pareja estaba por salir de la Iglesia un vehículo de alta Gama se detuvo en la entrada.

Muchacho te estabas tardando - La voz de Brandon Santoro vestía un elegante traje todos se habían puesto tensos ante aquella llegada y Nidia se había puesto nerviosa la relación entre padre e hija no era la mejor.

Abuelo - Era la primera vez que Alexander reaccionaba de aquella manera, ya que, su abuelo era su Pilar fundamental - Pensé que no vendrías - Alexander agarró las manos de Amara y se la llevó - Pequeña Amara déjame presentarte al hombre que me ha enseñado absolutamente todo Brandon Santoro mi abuelo.

Es un placer conocerlo señor - Amara se había quedado encantada con el hombre.

El placer es mío querida sabes él siempre decía que el amor volvía débiles a los hombres como nosotros y mira casado y con una niña - Brandon la sostuvo de las manos - Alexander quien te dice que yo me podría perder tu matrimonio.

Brandon- La voz de Carlos Brown hizo que las personas se dieran la vuelta.

Carlos, ves te dije que el niño que yo criara sería mejor definitivamente no te merecías casarte con Nidia.

Papá por favor estamos a punto de estar en un festejo.- Nidia los había interrumpido.

En realidad no vine por ustedes- Brandon retrocedió- Quiero ver a mi bisnieta.

Alexandra venía en brazos de Araceli, pero como de costumbre al ver a Alexander la niña había dado pequeños saltitos.

Ella es Alexandra Micaela Brown Muller.

Debería ser Santoro, pero en fin - El anciano se acercó a la niña y la cargo en brazos - Eres identifica a él definitivamente me pondré en contacto con mis abogados Alexandra será la futura heredera de todo mi Imperio.

Abuelo es una niña - Alexander lo separo del anciano, pero sin percatarse que la mirada de uno de los presentes había cambiado considerablemente.

La fiesta había terminado para la pareja a las 4 de la mañana - Te comiste el pastel antes de tiempo.

David eres insoportable deberías buscar para tu mujer ya.

¿Sabes algo de Blas? - Para David era raro que el hombre haya desaparecido repentinamente.

Está en Haití lo he mandado de vacaciones, pero a quién si he perdido de vista fue a Alicia Lynch, pero eso es lo de menos, en fin me retiró que la noche aún continúa.

Una hora más tarde la pareja había llegado en una Villa que estaba junto al mar las olas del agua eran poesía, la pequeña cuna reposaba al lado de la cama matrimonial, si algo era categórico era que la pequeña niña no iba a estar lejos de sus padres, bueno por esta noche sí.

La luna estaba siendo testigo del amor que Alexander Santoro sentía por Amara la suave piel de la mujer era acariciado con vehemencia por el hombre.

Derrochando sus deseos, la lujuria en la mirada del hombre era escalofriante para Amara las profundas embestidas lograban arquear el cuerpo de la mujer erizando su piel.

¡Oh!, nena - Expresó Alexander echando la cabeza hacia atrás entrando al punto mal alto de su excitación logrando que la unión de sus cuerpos encontrara un movimiento más ágil, las manos del hombre estaban entrelazadas con las de su pequeña esposa, que con cada embestida sus venas sobresalían.

Los gemidos que Amara emitía eran picantes y más provocadores - ¡Alex! - Susurró Amara, el hombre ya sabía lo que estaba acerca así que aumentó aún más sus movimientos sintiendo las salvas de contracciones que producía el interior de su mujer.

Amara estaba sintiendo un intenso placer que alteraba la conciencia, la abrumaba, su respiración se volvía cada vez más irregular, sentía como dejaba de sentir todo, menos la sensación caliente que recorría su cuerpo.

Hasta que empieza a contraerse no solo su feminidad, todo el cuerpo reacciona con temblores, un sudor ligero recorría su frente, una energía eléctrica atravesaba su feminidad llevándola al mundo del éxtasis, su orgasmo había llegado la mujer arañó la espalda del hombre que no tardó en ir a su encuentro, un encuentro placentero con una mezcla de amor y pasión el gruñido emitido por Alexander al encontrar su liberación en el interior de la mujer la había vuelto a excitar.

HOTEL LA GALERÍA

Pensé que no vendrías - La voz de la mujer en la oscuridad hizo que el hombre la buscará con la mirada.

Sabías que tenía un compromiso, pero ya estoy aquí además la niña ha dejado encantado al anciano es decir que Brandon Santoro al igual que su nieto tienen una debilidad y es la niña.

¿Qué piensas hacer? Te has dado cuenta de que subestimar a Alexander no es una opción.

Secuestrar a la niña y cuándo cumpla sus 18 años dejar que vuelva para tomar las riendas del Inframundo, además nunca nadie sospechará de mí o mejor dicho de nosotros.