Lentamente abro mis ojos para empezar otro día en la calle, sin embargo sentía que algo no andaba bien, me puse a pensar en que era y caí en cuenta que estaba muy callado, normalmente me despierta el ruido de las personas y los autos pero ahora no puedo escuchar casi nada ademas hace bastante frío y el suelo está duro, ahora que caigo, ¿dónde están mis cajas y el periódico?
y ¿el gato?.
Bueno del gato no me preocupo tanto, es normal que un animal no se quede en un solo lugar,así que debe haberse ido antes de que despertara.
Dejando de lado al gato me levanto y camino hacia el final del callejón, aunque podría jurar que es diferente al callejón en donde me quedé, digo este callejón tiene paredes bonitas como de rocas o algo no el concreto liso y sucio al que estoy acostumbrado.
Al salir del callejón estaba seguro... o me habían secuestrado o me he vuelto loco pues lo primero que veo no son los edificios grandes y grises o los autos a los que estoy acostumbrado sino un montón de de casas coloridas y una especie de carruaje que flotaba, se que es un carruaje por qué en la basura aveces encontraba cómics y otros libros ilustrados, pero esos no se parecen a este, en los libros siempre hay algún animal tirando de ellos pero este flota y no tiene ningún animal, solo hay una persona al frente con una palanca y algunos pedales, sinceramente es raro.
Mientras estaba anonadado por lo que mis ojos veían un señor se pasa enfrente del callejón y me mira con el seño fruncido y mostrando evidente disgusto, esto es algo a lo que ya me he acostumbrado así que no me afectó, simplemente lo ignore y empecé a regresar al callejón para poder pensar en que hacer, pero al momento siguiente el viejo me detiene, agarrándome de algo que hay en mi cabeza y me duele mucho, es como si me jalaran de la patilla pero en la parte superior de mi cabeza, lo cual es extraño ya que nunca me había dolido así aunque me jalaran el pelo.
Rápidamente intento patearlo y alejarme, pero el viejo me golpea y dice.
"Un sucio gato callejero no debería estar en esta parte de la ciudad así que ve a tu basurero con los de tu clase "
Acto seguido me lanza hacia el callejón y se va, como si nada hubiera pasado, enojado como estaba me levanté y corrí hacia la salida para seguirlo y darle uno o dos golpes al menos pero cuando Hiba a salir apareció alguien más, pero está vez no parecía tan anciano, si el viejo de antes aparentaba 70, este aparenta unos 30 además va muy bien vestido, lleva un sombrero de copa, un saco negro y unos guantes blancos casi parecía un mago o algo asi, yo intento evitarlo para alcanzar al viejo pero el se interpone en mi camino así que me detengo y el empieza a hablar.
" Pequeño gato veo que no lo estás pasando muy bien , ¿que tal si te ofrezco un trabajo?"
No sabía que decir fue bastante repentino que este tipo me ofrezca trabajo, además , ¿por qué me llaman gato?.Solo por asegurar pregunto.
"¿Que clase de trabajo?"
A lo que él responde
"Tomaré eso como que estás interesado"
Luego de eso el se quita un guante y un olor dulce empieza a emanar de él, mis ojos empezaron a sentirse pesados así que me dormí.
Me desperté pensando que había sido un sueño pero creo que no ha que me encontraba en una jaula con otras 4 personas, bueno realmente no son personas creo, por qué tienen orejas y cola de animal, había tres niñas, una con pelo y orejas de conejo color blanco la cual parecía estar todavía dormida, otra tenía el pelo café y orejas redondas, ella estaba despierta y mirando a su alrededor como yo, la última tenía el pelo rosa y orejas de gato o zorro no estoy seguro, ella estaba dormida al lado de la chica con orejas redondas, y por último había un chico con pelo negro y orejas caídas parecidas a las de los sabuesos, el estaba despierto mirándome con cautela.
Me arme de valor e intenté hablarle.
"Disculpa, podrías decirme ¿que está pasando?"
"No lo sé pero seguramente nos vayan a vender o algo"
Cuando hiba a contestarle escuché unos pasos y al voltear vi al hombre mago mirándonos, entonces el hablo.
"Aquellos que están despierto sean bienvenidos a su nueva casa y les pido de favor que ayuden a llevar a sus compañeras dormidas"
Luego es tipo simplemente desapareció y la puerta de la jaula se abrió y solo entonces me fijé en la gran mansión que tenía delante mío.