Introducción
—Es hora mi joven aprendiz. ¡despierta! Abre los ojos y ve a cumplir con tu misión. Es hora de que el mundo sepa la verdad que muchos escondieron y que tantos han negado. Es hora mi joven aprendiz, te relego el control de mi gobierno. Te hago el dueño eterno del llanto, del sufrimiento y del cruel tormento que existe en este mundo llamado tierra.
—Es hora de que las personas conozcan lo que significa la palabra terror, es hora de separar buenos y malos. Es hora de que llegue el juicio final a este mundo. Es hora de que la verdad sea revelada.
Eran las cuatro de la mañana cuando escuche una voz en mi cabeza, las palabras que me dijo no tenían sentido para mi, pero todas quedaron grabadas en mi memoria.
—¿Quién soy?
esa pregunta la tengo en mi mente desde el momento que descubri que no soy un humano común y corriente. Hago cosas que nadie mas puede y para mi no existe imposible.
Lo que recuerdo de mi vida es que no tengo padres. No se nada sobre como fue mi infancia, y lo que es peor es que estoy condenado a no envejecer.
Me llamaron brujo, hechicero, también me dijeron hijo del diablo. Fue buscado muchas veces y también fui torturado, intentaron matarme muchas veces, hasta cuando hubo la llamada santa inquisición, que de santa no tiene nada, me prendieron en una hoguera. Afortunadamente no puedo morir, pero si siento dolor. Cuando las llamas se extinguieron era el único vivo.
Las personas huyeron de mi presencia, y también debo decir que desde ese entonces vivo huyendo de las personas. Nunca me quedo en un lugar por mucho tiempo y es por ello que nunca he tenido una familia, un amigo o una pareja.
Ni siquiera puedo quitarme la vida, y también tengo que decirles que lo más cruel para mi es ver como las personas están destruyendo este planeta que en un momento fue el más bello del universo.
Muchos se preguntaran como hago para vivir, en que trabajo, de donde saco dinero para poder seguir siempre en constante movimiento. Pues es muy simple, vivo de lo que en su momento robe, es que aunque no lo crean ser inmortal a veces genera pensamientos negativos y logra que haga cosas que nadie debe hacer.
Yo nunca me preocupo por el lugar donde estoy, no necesito saber el nombre de la ciudad o de las personas. En un principio todo era fácil, pero con el avance de la tecnología todo se hizo complicado para mi. Debo evitar las cámaras, y lo peor es que sin tener una cuenta de alguna red social te vuelves nadie y hace que todos desconfíen de ti.
He visto tantas cosas que nadie va a creer si se las cuento, soy testigo de los mas curiosos casos que se han desarrollado en este mundo.
En fin ya los estoy aburriendo mucho con esta información tan poco útil. Sin más por decir les voy a narrar lo que ha sucedido porque esta vez yo soy el narrador y también el protagonista de esta historia. Mi nombre es Jefferson y supuestamente tengo 27 años.