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Chapter 15 - No Regresare al Pasado

-Debiste quedarte donde vivías.... no quiero que tu prometida venga a dañar mi hermosa tranquilidad... Estoy muy feliz de estar sin ti.

-Kath, no quiero irme de nuevo a Australia, quiero quedarme aquí, contigo. Quiero que lo inténtennos de nuevo...- su respiración era cada vez mas acelerada y por un minuto estaba por caer en sus engaños.

El viento azoto fuerte en el jardín, y de repente un hedor horrible paso por mis fosas nasales. Un olor tan asqueroso que me daban unas enormes ganas de vomitar, entonces recordé que ese único olor provenía de una sola criatura... vampiros.

Cuando volví a levantar la cabeza vi que alguien mas se acercaba, entonces entendí de donde provenía ese horrible olor.

Me sentí furiosa porque definitivamente alguien la dejo pasar. Si hubieran guardias en la entrada avisarían de inmediato sobre la presencia del enemigo.

-Cariño, aquí estas... pregunte a cada persona de este pueblucho...- dijo la chica de tonalidad blancuzca, su aspecto daba terror.

-¿Que haces aquí, Camila?-su expresión de sorpresa me hizo ver que no le gustaba Camila, pero quien era yo para meterme en esa relación, de todos modos fue el quien me abandono y de la peor manera, y por ninguna razón volvería con el.

No regresare al pasado por nada del mundo.

-Cariño, no me hables así, estamos en publico. Además tus padres me llamaron y me dijeron que huiste de casa, así que la única opción, que era muy obvia, era que vendrías de regreso a Paris, ¿porque mas vendrías, sino fuera por Katherina Bolat?... - ella se giro para mirarme y después continuo -Recuerda que tenemos un contrato y sino cumples, tu familia, quedara en la ruina.

La cara de Steve, perdió su color, entonces dio un jalón al brazo de Camila y luego me miro a mi.

-Kath, lamento todo loque oíste, puedo explicarlo todo, así podrías entenderme...

-No necesitas explicarme nada...- lo interrumpí- Solo aléjate de mi y no vuelvas a buscarme. Regresa a Australia y cumple con tu contrato, olvídate de que una vez me conociste.

-Sabes que no puedo hacer lo que me pides. Regrese a Mittwild por ti, para recuperarte, no quiero irme...

-Ya es muy tarde, lárgate y no vuelvas nunca mas.- estaba decidida a que no volvería con el, regreso 10 meses después, y era muy tarde. Había empezado a olvidar lo que alguna vez sentía por el.

Me sentía llena de ira, Steve había regresado y no quería que viejos sentimientos que ya estaba olvidando, volvieran a surgir de la nada. Quería vivir por mi manada, mi familia y no quería que todo lo que había logrado hasta ahora se derrumbara por culpa de Steve.

-Solo sal de mi propiedad y no regreses.- dije con la frente en alto.

-Ya la oíste amor, ella ya te olvido. Vamos a casa, ella ya no quiere estar contigo- dijo Camila llena de orgullo y una sonría maliciosa en su pálido rostro.

-¡No quiero!..

-Solo vete Steve, esto no funcionara conmigo, vuelve a Australia y olvídate de mi.

Le di una ultima mirada y le señale la salida, el solo me miro y en sus ojos pude ver la tristeza, la desesperación, y la angustia.

El se me acerco y agarro fuertemente mi muñeca. Jamás lo había visto de esa manera, pero ya no me importaba en absoluto. Trate de soltarme de su agarre pero algo sentía dentro de mi, mi loba quería salir a la defensiva, y si eso pasaba, me expondría a Steve mi verdadero yo, y en presencia de un vampiro, en definitiva las cosas se pondrían muy feas, además aun no se porque Steve se comprometería con un vampiro además del supuesto contrato, así que tenia que mantener un perfil bajo.

-Steve, suéltame, no quiero volver contigo, entiéndelo de una buena vez.

En esos momentos apareció Jonathan, el siempre aparecía cuando necesitaba ayuda. En definitiva era mi ángel de la guarda.

-Alp...Kath, ¿Estas bien?¿Quien es el?- Jonathan tenia una cara de disgusto y ya podría percibir el porque.

-¿Quien es el, Katherina?¿Quien es este hombre?-Steve se notaba furioso.

-Steve, el es Jonathan Buchman...- y de repente una idea vino a mi cabeza- El es mi... MI prometido.

El silencio hizo presencia con la noticia, Steve se quedo pálido, y estaba impactado con la noticia. Jonathan me susurro algo al oido, que solo yo pude escuchar...

-¿Soy tu prometido?...-Le di un gran pisotón a Jonathan y lo mire fijamente, y entre en contacto mental con el

-Solo sígueme la corriente - y el asintió.

Luego miro a Steve, y rodeo mi cintura con sus musculosos brazos y de repente la chispa volvió aparecer, solo aparecía cuando mi cuerpo entraba en contacto con el suyo, ni siquiera con Carlos me sucedía algo parecido.

-Soy su prometido... Mucho gusto Jonathan Buchman para servirle- Saludo cortésmente y me tomo de la mano para mirarme y preguntarme...

-¿Quien es el, Princesa?- Jonathan cariñosamente beso mis nudillos.

-Soy Steve, el nov... el exnovio De Katherina.

-Ahhh, este es el idiota que corto con mi chica por teléfono.-yo asentí- Bueno amigo, déjame agradecerte... -Jonathan me miro y esbozo una hermosa sonrisa- Si no fuera por ti jamás hubiera encontrado al amor de mi vida, así que te agradezco.- Jonathan estrecho su mano hacia Steve, pero este ni siquiera le devolvió el saludo.

-Jonathan, ella es Camila, su prometida.- El saludo a la chica con la cabeza, pero no habían expresiones en su rostro, el sabia lo que era y por ello mantuvo la distancia.

Mire a Camila y vi que le agrado mi mentira, ella sabia que no volvería con Steve, así que ella me siguió el juego y confirmo lo que había dicho anteriormente.

-Nena, claro que si, además también queríamos que seas la madrina de bodas, y ahora que sabemos que estas comprometida, porque no hacerlo los padrinos de bodas, ¿verdad, cariño?- ella miro a Steve y el solo asintió con una falsa sonrisa.

Para apresurar este asunto y que se fueran de inmediato tuve que aceptar la invitación, además así me aseguraría de que Steve jamás volviera a buscarme, si veía que aceptaba ser su madrina de boas seguramente se olvidaría de mi para siempre.

-Sera un honor, ser los padrinos de su boda. Jonathan y yo les llevaremos un gran regalo, ¿verdad, mi cielo?

-Claro que si, Princesa, además hace mucho que no voy a una boda- el se acerco y acaricio mi mejilla- Solo espero con ansias la nuestra...- seguido de un dulce beso en los labios, sus labios tan suaves y por un momento olvide que tenia persona al frente de mi, así que le devolví el beso.

Se que esta mentira me traería unos cuantos problemas, pero ya resolvería eso después. Por ahora era la mejor manera de convencer a Steve, de que ya lo había olvidado por completo. También sabia que Jonathan no le molestaría seguirme el juego un tiempo, después de todo era uno de mis mates y mi beta, asique que me obedecería en todo o que le pidiera.

-Bueno entonces haremos la boda aquí, en Mittwild. Nuestros padres estarán encantados con la noticia... la boda se adelanta.

-¿Cuando seria la boda? Tenemos varios compromisos muy importantes, así que tenemos que separar la fecha.- dije con una falsa sonrisa.

-Bueno, que tal si la hacemos en dos semanas, hablare con mis organizadores, hare que trasladen todo aquí,

-Me parece genial, tienes que casarte antes de que el novio vuelva a huir- exclamé sarcásticamente. -Pero por ahora si nos disculpan tenemos cosas que hacer, mis chicos los llevaran a la salida.

-Claro nena, te entendimos.

Le señale a Gaby, uno de mis guardias y ellos le siguieron a la salida.

Me sentí muy aliviada cuando vi que se fueron, un gran peso se esfumo de mis espaldas.

-Lamento mucho haberte arrastrado a esta mentira, lo siento- me disculpe.

-Claro que no, Princesa, tarde o temprano serás mi prometida, y si estas en mis manos que no estes con ningún otro hombre, que no sea yo, créeme que estoy encantado de que me arrastres hasta el fin del mundo si es necesario.- cogió mis manos y las llevo a sus labios.

-Siempre dices esas cosas tan cursis, a tus conquistas...

No, porque eres mi única conquista, la única que quiero a mi lado...

-Jonathan, recuerda que Carlos también es mi mate, y aun no elijo con quien quedarme, mientras tanto hay que ser Alpha y beta, y sobre lo que paso hoy, espero que no le digas a nadie.

-Princesa, el que haigas dicho hoy que soy tu prometido, me llena de mucha alegría y aunque sea de mentiritas, se que algún día lo seremos de verdad, aun así yo esperare toda una vida por ti, al fin y al cabo ya espere 300 años, que espero 1000 mas no es nada.- me sonrió- Con respecto a nuestro secreto lo mantendré oculto, además si lo digo corro con la mala suerte de que no se cumpla mi sueño.

-¿y cual es tu sueño, Sr. Buchman?

-Tu, tu eres mi sueño Katherina Bolat, eres el sueño mas hermoso que he tenido.

Por un momento, sentí como el tiempo se detenía, y un impulso se apodero de mi, y en lo único que pensaba era en besarlo, así que deje mis remordimientos atrás por un instante y lo bese. Me acerque y acaricie su mejilla, una chispa recorrido mi cuerpo una vez mas, unas mariposas se apoderaron de mi estomago.

Me puse de puntillas y lo volví a besar y el me devolvió nuevamente el beso. Un beso tan apasionado, como si dos almas que esperaban reunirse hace mucho tiempo. Sus labios tenían un saber a miel, eran tan suaves como la seda, en definitiva Jonathan era todo lo que buscaba en un hombre. Lastima que tendría que escoger entre el y su hermano, y no seria justo que Carlos saliera lastimado por nuestra culpa.

-Jonathan quiero que sepas, que pase lo que pase tienes que proteger a la manada, si me llegara a pasar algo.

-¿Porque de repente hablas de esto? ¿Es por esa chica de hoy, la vampiro, verdad?

-Si, no sabemos que pueda pasar, si nos descubre, además hay algo en ella que no me da confianza. Hasta entonces que nadie salga de la manada, ¿entendido?

-Ya lo sabia, fue por eso que aparecí en el jardín, olía a algo muerto, podrido, pero jamás pensé que era la prometida de tu ex ¿Me pregunto si el sabrá lo que es?

-No lo se, quiero que averigües como logro entrar, y que paso con los guardias de la entrada.

-Bien, Princesa...-el me miro coquetamente dijo- Oye, ¿me regalas otro besito?

-Déjate de tonterías, mientras haiga un vampiro en el pueblo, tenemos que estar alertas, no sabemos que puede pasar, hay que mantener al pueblo a salvo, ellos son inocentes en esta guerra.

-Bien.