Luego de hablar con Jonathan un largo rato, ambos volvimos a nuestras labores, un aparte de mi quería seguir charlando con el, pero sabia muy bien que si alguien nos veía, empezarían los rumores de favoritismo, y eso no estaría bien.
Aunque sea el Alpha, no puedo evitar caerle mal unas cuantas personas, al fin y al cabo llegue a la manada de la nada a tomar un puesto de mi padre.
Si alguien me hubiera dicho hace 10 meses atrás que me convertiría en el Alpha tan pronto, tal vez hubiera huido del país. Pero agradezco a la Diosa de la Luna, el tener una manada que me apoya a pesar de algunas diferencias.
Ya era de noche, luego de entrenar me dirige a casa, estaba bastante cansada, y luego de la propuesta de Camila, de ser su madrina de bodas, la cabeza me daba mil vueltas.
´´En que problema me he metido´´ decía una y otra vez en mi cabeza. Entonces, empecé a pensar en que regalo le daría a mi ex y a su prometida en su boda, debía de ser algo que le gustara a ambos. Tal vez me reuniría con Camila en el pueblo, así estando cerca talvez pueda descubrir o saber algo que aun no sabia. Tal vez mas a detalle sobre como su familia se vincula con la de Steve.
No piensen que me voy arrepentir de mi mentira, claro que no, solo es como dicen por ahí ´´ Es mejor tener al enemigo de nuestro lado´´.
Luego de llegar a casa, salude a Mary y a Bill, que se encontraban en la sala de estar. Ambos reían y recordaban cosas de su juventud, como se conocieron y esas cosas que hacen los padres cuando se ponen a tomar y demás.
-Hola mama, papa -Los salude y me encamine a las escaleras para subir a mi habitación.
-Hola cariño, ¿ como estuvo tu día?- me pregunto mi padre. Yo gire y volví a la sala de estar.
-Me fue bien, bastante agotador, los jóvenes con los que entrene hoy, tienen mucha energía. Yo estoy agotada- respondí.
-Supimos de tu visita ¿ como te encuentras?
-Mama, no te preocupes, ya ese asunto ya esta arreglado. Steve solo vino a invitarnos a su boda. Su prometido quiere que sea su madrina de bodas.
-¿¡QUE!?- mis padres respondieron al unisonó. Ambos estaban asombrados con la noticia.
-¿Que le respondiste?
-Les dije que si, no me voy a oponer a ese matrimonio, además ya el es parte de mi pasado.
-Mi niña, es toda una mujer, me alegra que no le guardes rencor a pesar de todo el daño que te causo.
-Tranquilo papa, estoy bien,- dude un momento en si debía decirle de mi mentira, pero después pensé que no seria necesario, a fin y al cabo, era solo temporal. Si le contaba a mis padres de que me había comprometido de mentiras, no sabría como lo tomarían, así que decidí que este asunto solo iba a mantenerse en secreto entre Jonathan y yo.
CONTINUARA....