CAPÍTULO 6- Kei, el mejor de la clase.
Desde pequeño, Kei se dedicó a estudiar y entrenar. Sabía que no sería fácil derrotar a los demonios y a una Diosa. Desde que tenía 11 meses, empezó a leer. A los 2 años, sabía hablar perfectamente. Desde los 3 años, comenzó a entrenar. Y gracias a su habilidad "Puntos dobles", puede mejorar rápidamente. Kei es poderoso gracias a su gran esfuerzo. Pero él sabe que no debe confiarse. Debe seguir entrenando y seguir mejorando. Drin es considerada un demonio muy débil, pero es igual de poderosa que Kei. Saber eso, inspiró más a Kei y decidió entrenar el doble. Actualmente, las héroes son 3 o 4 veces más poderosas que él, pues reciben entrenamientos especializados y sus poderes divinos les ayudan a mejorar más rápido.
Kei, en comparación a ellas, sigue siendo demasiado débil a pesar de todos los años de entrenamiento.
Kei quiere evitar conocerlas. Si se enteran de su existencia, lo matarán. Él no las odia, pero si ellas intentan matarlo, él se defenderá y no tendrá piedad.
Su personalidad cambió un poco, pero sigue siendo tímido. Actúa genial frente a otros, pero cuando nadie lo ve, comienza a temblar y se muere de la vergüenza.
Kei podría ser considerado un guerrero poderoso, pero la verdad, es que Kei es el héroe más débil y un demonio podría derrotarlo.
—¡Te odio, hermano!
Bueno, incluso su hermana podría derrotarlo.
Mei está lanzándole esferas de fuego a Kei, pero él las destruye usando sus puños, y aunque Kei lo haga ver fácil, la verdad es que le está doliendo bastante destruirlas, pues Mei sigue siendo una Molfer, y no solo eso, es mujer, por lo que no tiene las debilidades que tienen los hombres. Mei es poderosa y ha recibido el mismo entrenamiento que Kei, por eso Kei no se confía demasiado con el poder de Mei.
Están en el salón de clases. Mei está furiosa porque Kei la abandonó y la dejó con la princesa y sus primas, pues él no quería involucrarse más con ellas.
—¡¿Por qué me dejaste sola?!
—Lo siento, lo siento.
Kei quiere a su hermana, pero su hermana es un poco... rara. Ella lo quiere... Tal vez demasiado.
Kei no lo sabe, pero ella lo ama, y no es amor de hermanos, es amor, amor.
Tal vez Kei tenga una maldición o algo parecido. Nia, su prima, también lo amaba. Y ahora Mei, su hermana, lo ama.
Kei es un idiota que no entiende las señales. Él no sabía que su prima lo amaba de esa manera... Aunque era muy obvio, hasta su tía lo sabía. Su tía apoyaría su relación, pues sabía que su hija realmente lo amaba.
Por supuesto, Kei no es un chico raro. Si su hermana le dice: ¡Hermano, te amo! ¡Cásate conmigo!" Él le diría: "¿Estás loca?"
Aunque conserva los recuerdos de una vida pasada, Kei la considera una verdadera hermana, nunca la miraría con lujuria ni con romance, muy contrario a los sueños que comúnmente Mei tiene sobre Kei.
—Por favor, detente, la profesora llegará pronto... Te compraré pastel y lo mejoraré con mi magia si te detienes.
Al escuchar esas palabras, Mei se detiene y comienza a salivar.
—¡Trato hecho!
Usando magia de hada, Kei puede mejorar el sabor de la comida... Aunque no le gusta usarla... Mei comienza a gemir cuando Kei mejora su comida. Ella dice algo como: "E-es tan delicioso." La comida que mejora Kei es tan deliciosa, que provoca placer. Placer sexual en las mujeres mayores de 18 años, y placer relajante a las menores de edad, comparado a comer algo mega delicioso o recibir masajes, y en las mujeres mayores provoca orgasmos. Es por culpa de su habilidad [Seducir mujeres], no puede evitar provocar eso, pues la cocina es parte de uno de los encantos que [Seducir mujeres] mejora, para conquistar a las mujeres. Tener esa habilidad no solo le permite enamorar a las mujeres, también le permite hacerlas felices y darles placer de todo tipo.
Su padre y su madre algunas veces le piden que él use su magia en la comida y ellos se la comen en su habitación, a solas, y misteriosamente se quedan en la habitación por horas. Kei sabe lo que hacen con la comida y por eso prefiere no usar tanto su magia, pues le parece bastante incómodo.
Después de convencerla con comida, Kei y Mei se sientan juntos.
Kei sacó una manzana del [Almacenamiento mágico], mientras Mei junta sus dedos índices y hace un pequeño puchero. Puchero que no ve Kei, por estar distraído devorando su manzana.
—Por cierto, hermano, la princesa se interesó en ti.
—¿Se interesó en mí?- Dijo con comida en su boca.
Se tragó lo que tenía.
—Vaya, vaya... Supongo que eso es bueno. Que la princesa me deba un favor podría ser útil en el futuro.
—Y sus primas también... Tienes suerte con las mujeres, hermano.- Dijo Mei. Claramente está celosa. Está apretando sus puños con fuerza, pero Kei no se da cuenta, pues sacó otra manzana y se la está comiendo.
—¿De verdad? Bueno, supongo que es cierto... Aunque prefiero a las mujeres mayores.
Por tener recuerdos de una vida pasada, Kei no se siente atraído por niñas pequeñas, se siente atraído por mujeres adultas.
—Por cierto, ¿qué dijeron sobre mí? No quiero que la Reina piense que soy un demonio.
—"Oh, Kei es muy guapo." "Kei es muy fuerte y genial." "Kei es increíble." Cuando me preguntaron sobre ti y les conté sobre tus logros, dijeron eso... Y después comenzaron a discutir otra vez.
—V-vaya, vaya... S-supongo que es bueno.
Kei llegó a su límite. Se está poniendo rojo y está temblando, por lo que desvió la mirada y cerró fuertemente los ojos.
—¡Esto es incómodo! ¡¿Por qué pregunté?!- Pensó Kei, mientras su cabeza se ponía caliente de la vergüenza e incomodidad.
La puerta se abrió y Kei recobró la compostura, regresando a su actuación de chico genial y nada tímido, pero su cara seguía roja.
Una mujer de unos 60 años entró al salón de clases. Su apariencia es elegante y usa un típico sombrero de bruja. Está usando un vestido negro... A pesar de ser una mujer mayor, es hermosa. Su figura es envidiable, cualquier chica joven quisiera tener su cuerpo.
Su cabello es canoso y sus ojos son azules.
—Buenos días. Mi nombre es "Filio Niro". Soy su nueva profesora. Estaré a cargo de enseñarles a usar su magia y seré la profesora a cargo de esta clase.
Grisia levanta la mano.
—¿Qué le pasó a la otra profesora?
—Ella renunció ayer.
Sí, Drin renunció.
De hecho, Kei la obligó a renunciar.
Era peligroso que ella siguiera trabajando, podrían descubrirla. Además, al momento de unirse al equipo de Kei, Drin traicionó a su raza. Si seguía siendo una profesora, su vida correría más peligro. Kei le dijo que renunciara para mantenerla a salvo, tanto de humanos como de demonios.
—Bueno, comenzaremos. ¿Alguien sabe controlar su magia libremente?
Control mágico en el cuerpo es diferente al control mágico por medio de fórmulas mágicas. Los que pueden utilizar su poder mágico libremente, pueden darle la forma que quieran a su energía mágica, sin necesidad de una fórmula mágica, que gasta tiempo y esfuerzo. Kei sigue usando fórmulas mágicas simplemente para entrenar su mente, pero no las necesita mucho.
Kei y Mei levantan la mano... De hecho, son los únicos que lo hacen. Ambos han sido entrenados de la misma manera, así que, tanto Mei como Kei pueden usar su poder mágico libremente.
—Pasen al frente, por favor.
Kei y Mei se levantan y se dirigen hacia ella. Se paran al lado de ella y Mei cruza los brazos, mientras una sonrisa aparece en su rostro. Mientras tanto, Kei mete sus manos en sus bolsillos, para ocultar lo nervioso que está de que lo vean tantas personas.
—¿Qué atributos pueden usar?
—Todos.- Dijeron los dos, como si lo que hubieran dicho fuera lo más normal del mundo, pero es todo lo contrario.
—¡¿Todos?!- Dijeron todas las estudiantes asustadas y sorprendidas.
Es muy raro que alguien pueda usar todos los atributos de magia. Mei puede usar todos los atributos porque la magia de Kei se combinó con su magia cuando estaban juntos antes de nacer.
—Y-ya veo... Los rumores eran ciertos... Realmente son los hijos de Sei Molfer... ¿Podrían darnos una demostración de su magia?
—Claro.
—Con mucho gusto.
Fuego rodea por completo el cuerpo de Mei. Mei es experta en el control de la magia de fuego.
La mitad izquierda del cuerpo de Kei es rodeado por hielo y su mitad derecha es rodeado por fuego.
—Puedo usar mejor mi magia de fuego.- Dijo Mei.
—Yo prefiero el fuego y el hielo.
La profesora se sorprendió. Los aventureros de alto rango y las nobles en general logran controlar a la perfección su energía mágica, pero lo logran con años de entrenamiento, más de 30 en promedio, pero Mei y Kei lo controlan a la perfección a pesar de su corta edad, algo imposible de imaginar, pero es una realidad. Existen otros casos parecidos, pero Kei y Mei son los únicos registrados en ese país.
—I-increíble... Kei, tu control es perfecto... Mei, tu control es casi perfecto... Los dos son increíbles.
Vuelven a la normalidad y Mei infla el pecho con orgullo.
—Gracias, profesora.
—Nuestra madre nos entrenó desde pequeños.
De hecho, Kei le tiene un poco de miedo a su madre. Desde pequeños, ella les enseñó a usar su magia y pelear. En varias ocasiones, su madre casi los mata, pero afortunadamente, ella es experta usando magia curativa, lo que los salvó de la muerte en más de una ocasión.
Kei siente escalofríos al recordar ese duro entrenamiento que les dio.
Correr por horas, incluso días, esquivar sus ataques mágicos, ser usados como sacos de boxeo, ser abandonados en mazmorras y ser obligados a despejarlas. Sei Molfer es conocida por sus entrenamientos infernales, y como sus hijos mayores son unos inútiles, no quería que Kei y Mei fueran inútiles también. Es por eso que diseñó un método de entrenamiento aún más doloroso. Por supuesto, Kei y Mei estuvieron a punto de morir varias veces, pero gracias a eso, se volvieron expertos en el uso de la magia y sus habilidades físicas son muy altas.
Mei y Kei, al recordar su horrible infancia, comenzaron a temblar y Mei lo tomó de la mano.
—Hermano, creo que mi miedo regresó.
—El mío también... Nuestra madre realmente es sádica.
•
•
Después de un largo día en la escuela, Kei se acuesta sobre su cama, dispuesto a disfrutar de una buena noche de descanso.
Está demasiado cansado, pues no ha dormido nada. Pasó más de 16 horas en la mazmorra, y cuando terminó de despejarla, se fue a la escuela. Además, después de la escuela, entrenó con Mei, lo que lo dejó aún más exhausto de lo que ya estaba.
—Drin, masajea mi espalda, por favor. Yo haré lo mismo por ti mañana... Y, por favor, permíteme usar tu regazo como almohada.
Drin está en su forma humana, sentada en la cama, acariciando la cabeza de Kei.
—Por supuesto, cariño.
Kei se acomoda sobre el regazo de Drin y cierra los ojos.
Drin está usando solamente ropa interior, pero Kei está demasiado cansado como para sentirse tímido.
—Tus muslos son suaves... Muy... suaves...
Kei se queda dormido y Drin le acaricia la mejilla.
—Es muy lindo cuando duerme.
—¡¡Hermano!!
Comienzan a tocar fuertemente la puerta de la habitación de Kei.
—¡Hermano, la Reina nos invitó a una fiesta mañana! ¡La héroe Charlotte estará en la fiesta!
Kei se despierta asustado inmediatamente al escuchar eso último y se levanta de la cama nervioso.
—¡¿Charlotte?! ¡¿Un héroe?!
—C-cariño, esto es malo. Probablemente intentarán quitarte el anillo.- Dijo Drin en voz baja.
—¡Hermano, ¿estás despierto?!
—Drin, Charlotte me conoce. ¡Estoy muerto!- Dijo en voz baja.
Kei tomó aire e intentó tranquilizarse.
—Bien... D-debo tranquilizarme y pensar en algo.
—¡Hermano, nuestra madre quiere hablar contigo sobre la fiesta!
—¡No iré a la fiesta!
—¡¿Eh?! ¡¿Qué estás diciendo?!
—¡No iré! ¡No me obligarán!
—¡Es una fiesta de la Reina! ¡Debemos ir!
—¡No quiero y no me obligarán!
—¡¡Madre, Kei dice que no quiere ir a la fiesta!!
—¡¡¿Qué?!!- Gritó Sei Molfer furiosa, un grito que hizo temblar los muebles de la casa y rompió las ventanas.
El grito de su madre lo puso más nervioso de lo que estaba.
—D-Drin, vuelve a tu forma animal.
Drin se transforma en un gato y Sei Molfer destruye la puerta de su habitación de una patada.
—¡¿No quieres ir?!
Está furiosa, y el fuego que rodea su cuerpo la hace ver más aterradora.
Kei está temblando de miedo. Él sabe que es peligroso ir, no quiere arriesgarse. Le tiene muchísimo miedo a su madre, pero más miedo tiene de que lo descubran.
—¡N-no quiero!
—¡La Reina me dijo que su hija quiere hablar contigo! ¡Irás!
—¡Lo siento, pero por motivos secretos y personales, he decidido que no iré! ¡Y no hay nada que puedas hacer!
—¡Le contaré a tu hermana sobre tu secreto!
—¿Eh?
—¿Secreto? ¡¿Cuál secreto, madre?! ¡Dímelo!- Dijo Mei emocionada.
Cuando Kei entrenó con su madre, una vez se enfrentaron a una manada de lobos demoníacos. Uno de los lobos, al saltar sobre Kei, el lobo orinó sobre él. Y como tenía la boca abierta, la orina entró a su boca.
Esa fue una de las experiencias más asquerosas y vergonzosas de Kei.
—¡Eso es jugar sucio, madre!
—¡¿Irás?!
Kei realmente no quiere que su hermana descubra su sucio secreto, además, entrenó un poco su nueva habilidad, habilidad que quiere poner a prueba.
—E-está bien... Iré... Por favor, salgan, necesito pensar en algo.
—Mañana será la fiesta. Consigue ropa nueva.
—Sí...
Sei Molfer sale de su habitación y Mei se acerca a él.
—¡Cuéntame tu secreto, hermano!
—No te lo diré, es un doloroso secreto... Por favor, sal. Si te vas, iré a la escuela contigo.
—¡Es un trato, hermano!
Mei sale de su habitación y Kei suspira.
—Drin, ¿puedes transformarte en mí?
—Sí, cariño.
—Está bien, escucha, tengo un plan.