Después de haber repasado exhaustivamente sus conocimientos astrológicos y realizado consultas con algunos astrólogos, durante tres semanas, Cuasimodo Fiestero revisó su resumen de nociones astrológicas y lo leyó en voz alta:
"Cada casa constituye una parte definida e inmutable de la vida de la persona (estrechamente relacionada con los signos zodiacales y los planetas), de esta manera:
Casa 1: el ego.
Casa 2: las posesiones.
Casa 3: la comunicación.
Casa 4: la familia.
Casa 5: las emociones y los placeres.
Casa 6: el trabajo y la salud.
Casa 7: los compañeros.
Casa 8: el sexo y la transformación.
Casa 9: los conocimientos.
Casa 10: el status social.
Casa 11: las amistades.
Casa 12: el subconsciente.
Casa 1 (el ego):
Representa la personalidad, el cuerpo y la esencia espiritual del individuo, que se desarrollan continuamente.
Casa 2 (las posesiones):
Constituye la capacidad para producir riquezas y las habilidades para administrar los recursos físicos y financieros.
Casa 3 (la comunicación):
Incluye las destrezas para comunicarse con los demás, vinculadas con la empatía, la recepción, la interpretación y comprensión de mensajes, y las respuestas racionales y emocionales.
Casa 4 (la familia):
Simboliza los lazos con nuestros parientes (desde los antepasados hasta los padres) y el hogar (ambiente de protección), que se reflejan en actitudes, cualidades y conductas derivadas de las enseñanzas familiares.
Casa 5 (las emociones y los placeres):
Comprende emociones, placeres materiales efímeros y las satisfacciones relacionadas con tener hijos; las cuales se relacionan con el arte y la cultura.
Casa 6 (el trabajo y la salud):
Representa al mundo laboral y las necesidades de aprendizaje y bienestar físico.
Casa 7 (los compañeros):
Es el conjunto de personas cercanas que influirán en la vida (familiares, amigos, socios, etc.), incluyendo a los rivales y enemigos.
Casa 8 (el sexo y la transformación):
Conforma las relaciones afectivas que pueden volverse íntimas y sus cambios significativos. El sexo y la procreación se asocian con la muerte (transformación) y el renacimiento (un nuevo comienzo).
Casa 9 (los conocimientos):
Incluye conceptos de filosofía, religión y el nivel educativo más alto que se puede alcanzar. Esta zona se relaciona estrechamente con la curiosidad, las preguntas acerca de los misterios existenciales y la búsqueda del significado de la vida.
Casa 10 (el status social):
Representa el nivel de vida, las actitudes, las habilidades y las competencias que ayudan a lograr el éxito, siendo estos aspectos más una cuestión de percepción de los demás que propia.
Casa 11 (las amistades):
Comprende las relaciones personales (amigos y conocidos), vinculadas con deseos altruistas, lo cual refleja la capacidad de relacionarse y conseguir amigos.
Casa 12 (el subconsciente):
Constituye la parte oculta de la personalidad, representando todos los aspectos reprimidos por el subconsciente y no reconocidos por el individuo (temores, restricciones, pérdidas, traumas, ciertos deseos, posibles enemigos, etc.).
Por lo tanto, estas casas son arquetipos abstractos, y las combinaciones de los signos zodiacales y los planetas (considerando sus tránsitos y aspectos), en cada una de éstas, influyen sobre: la personalidad, el comportamiento, las decisiones, las actitudes, las capacidades, las habilidades, las competencias, los sucesos relevantes, los éxitos, los fracasos, el propósito de la vida, el destino, etc.
Así mismo, cada signo zodiacal también conforma un arquetipo abstracto, amplio, complejo, difuso y subjetivo, que es originado por su respectiva constelación, debido a que estos grandes grupos de estrellas (aspecto externo, proveniente del universo) afectan la personalidad, el comportamiento y los acontecimientos que vivirá la persona (aspecto interno, establecido por combinaciones de casas y signos zodiacales).
Ahora bien, los signos zodiacales son los siguientes:
Primer signo, Aries: la autorrealización.
Segundo signo, Tauro: el mundo terrenal.
Tercer signo, Géminis: la dualidad humana.
Cuarto signo, Cáncer: la emocionalidad.
Quinto signo, Leo: el mundo laboral.
Sexto signo, Virgo: el servicio y la pureza.
Séptimo signo, Libra: el equilibrio y la justicia.
Octavo signo, Escorpio: el sexo y la muerte.
Noveno signo, Sagitario: la filosofía y la religión.
Décimo signo, Capricornio: la ambición.
Decimoprimer signo, Acuario: la consciencia.
Decimosegundo signo, Piscis: el potencial.
Primer signo, Aries (la autorrealización):
Representa el comienzo de la vida, el nacimiento y la personalidad.
Los nativos de Aries se apegan a los bienes materiales y son: altaneros, ambiciosos, audaces, dominantes, egoístas, enérgicos, entusiastas, envidiosos, implacables, inflexibles, luchadores, malhumorados, materialistas, perseverantes, resentidos y tenaces.
Segundo signo, Tauro (el mundo terrenal):
Simboliza el inicio de las interacciones con el mundo físico, la necesidad de poseer bienes materiales y disfrutar de toda clase de comodidades, lujos y placeres.
Los nativos de Tauro comprenden que dependen de los demás y son: amables, ambiciosos, audaces, enérgicos, celosos, fieles, flexibles, negociadores, perseverantes, persistentes, tenaces, tolerantes y tranquilos.
Tercer signo, Géminis (la dualidad humana):
Comprende evaluar el mundo a través de la mente para identificar el bien y el mal.
Los nativos de Géminis cuentan con una gran imaginación y son: agradables, analíticos, cariñosos, comunicativos, curiosos, egoístas, emocionales, envidiosos, expresivos, extrovertidos, hiperactivos, inconsistentes, inestables, inflexibles, innovadores, malintencionados y resentidos.
Cuarto signo, Cáncer (la emocionalidad):
Incluye el proceso de constituir y preservar al núcleo familiar.
Los nativos de Cáncer poseen una inmensa fortaleza interna y son: ahorradores, comprensivos, emocionales, enigmáticos, familiares, fantasiosos, fieles, hogareños, irracionales, nacionalistas, persistentes, románticos y violentos.
Quinto signo, Leo (el mundo laboral):
Constituye la necesidad de hacer y ser reconocido por la sociedad (tratado como un rey o una reina).
Los nativos de Leo se distinguen por sus ansias de dominar a otros y son: altaneros, ambiciosos, apasionados, apostadores, audaces, curiosos, dominantes, egoístas, enérgicos, generosos, idealistas, implacables, intrépidos, líderes, luchadores, perseverantes, optimistas, ostentosos, soberbios y tenaces.
Sexto signo, Virgo (el servicio y la pureza):
Conforma el conjunto de habilidades necesarias para poder ayudar a los demás.
Los nativos de Virgo se destacan por su voluntad de sacrificarse en aras de ayudar a otros y son: abnegados, celosos, colaboradores, críticos, dedicados, detallistas, disciplinados, eficaces, eficientes, fieles, justos, modestos, organizados, perfeccionistas, precavidos, receptivos, reservados, responsables, tímidos y trabajadores.
Séptimo signo, Libra (el equilibrio y la justicia):
Representa tanto el sentido de la justicia universal como la existencia de las relaciones humanas armónicas (primordialmente el matrimonio).
Los nativos de Libra toman decisiones firmes y equilibradas. Ellos son: alegres, amables, colaboradores, conciliadores, diplomáticos, empáticos, extrovertidos, fieles, inconsistentes, inflexibles, intelectuales, justos, objetivos, optimistas, pasivos, persuasivos, populares, pragmáticos, racionales, reservados y solidarios.
Octavo signo, Escorpio (el sexo y la muerte):
Abarca las emociones y los sentimientos más profundos, tanto de la persona como de los demás. También simboliza el inicio (sexo) y el fin de la vida (muerte).
Los nativos de Escorpio viven intensamente, procurando alcanzar sus metas, de cualquier manera posible, y son: altaneros, ambiciosos, apasionados, arrogantes, consistentes, decididos, dominantes, egoístas, emocionales, envidiosos, inflexibles, iracundos, luchadores, malhumorados, orgullosos, perseverantes, pragmáticos, rebeldes, resentidos, resilientes, tenaces, traicioneros y vengativos.
Noveno signo, Sagitario (la filosofía y la religión):
Comprende la sabiduría universal.
Los nativos de Sagitario se empeñan en descubrir el significado de su vida y son: curiosos, dinámicos, entusiastas, impacientes, impulsivos, inflexibles, inquietos, intelectuales, optimistas, proactivos, racionales, radicales, religiosos, sabios y tercos.
Décimo signo, Capricornio (la ambición):
Incluye la consecución definitiva de los objetivos personales y profesionales.
Los nativos de Capricornio se esfuerzan por alcanzar y preservar un status social alto, mediante el apoyo de los demás, y son: activos, ambiciosos, competitivos, disciplinados, discretos, egoístas, emprendedores, fieles, insaciables, líderes, perseverantes, presumidos, organizados, reservados, tolerantes y trabajadores.
Decimoprimer signo, Acuario (la consciencia):
Es el conjunto ilimitado de las nuevas ideas, provenientes de la consciencia, las cuales transforman y mejoran la vida, en oposición con los dogmas tradicionales.
Los nativos de Acuario se destacan por su vocación de servicio y son: amables, coquetos, curiosos, desapasionados, espirituales, flexibles, honestos, independientes, innovadores, iracundos, obstinados, optimistas, perseverantes, reformistas y tenaces.
Decimosegundo signo, Piscis (el potencial):
Representa la orientación hacia el mayor grado de desarrollo espiritual, considerando que la vida física termina.
Los nativos de Piscis son conocidos por su sensibilidad y son: afectivos, ansiosos, cariñosos, colaboradores, discretos, emocionales, esotéricos, fantasiosos, fieles, flexibles, idealistas, inconsistentes, precavidos, románticos, sensibles y soñadores.
Cada persona tiene un signo principal o solar (signo zodiacal presente en la casa donde se encuentra el Sol, de acuerdo al lugar, fecha y hora de nacimiento), un signo ascendente o alterno (signo zodiacal que se levanta por el horizonte en el momento exacto del nacimiento, en la casa 1) y un signo descendente o lunar (signo zodiacal presente en la casa donde se encuentra la Luna, según el lugar, fecha y hora de nacimiento).
Por lo tanto, la personalidad, el comportamiento, las actitudes y diversas cualidades de cada quien dependen primordialmente de su signo zodiacal solar, y parcialmente de sus otros signos zodiacales (ascendente y descendente), considerando también las posiciones de los demás signos zodiacales y planetas, en cada casa, de acuerdo al lugar, fecha y hora de nacimiento.
Respecto a los planetas, el Sol representa al propio ser humano, maximizándolo y considerándolo como un dios o un individuo espiritual muy evolucionado. También es la racionalidad y la parte masculina de la personalidad (hemisferio derecho del cerebro).
Como el signo zodiacal solar es el más relevante y comprende ciertas cualidades distintivas de la persona, inmersa en nociones abstractas (Aries es la autorrealización, Tauro es el mundo terrenal, Géminis es la dualidad humana, Cáncer es la emocionalidad, Leo es el mundo laboral, Virgo es el servicio y la pureza, Libra es el equilibrio y la justicia, Escorpio es el sexo y la muerte, Sagitario es la filosofía y la religión, Capricornio es la ambición, Acuario es la consciencia y Piscis es el potencial), se puede determinar la personalidad predominante, de esta manera:
El Sol en Aries: el pionero.
El Sol en Tauro: el diplomático.
El Sol en Géminis: el imaginativo.
El Sol en Cáncer: el fantasioso.
El Sol en Leo: el intrépido.
El Sol en Virgo: el receptivo.
El Sol en Libra: el conciliador.
El Sol en Escorpio: el orgulloso.
El Sol en Sagitario: el radical.
El Sol en Capricornio: el ambicioso.
El Sol en Acuario: el reformador.
El Sol en Piscis: el sensible.
Además, el signo zodiacal ascendente se manifiesta como personalidad alterna. Por ejemplo, un individuo Sagitario, con ascendente Aries, será curioso y proactivo (dispuesto a sacrificarse por los demás sin que le pidan ayuda). Sin embargo, otros astrólogos sostendrán que un nativo de Sagitario, con ascendente Aries, será racional y materialista (muy egocéntrico y preocupado principalmente por su bienestar).
Igualmente, la Luna representa: el amor, el carisma, la imaginación, la intuición y la sensibilidad. También se le vincula con las emociones y la parte femenina de la personalidad (hemisferio izquierdo del cerebro).
Al respecto, el descendente o signo zodiacal lunar también concede determinadas cualidades a cada quien. A grandes rasgos, algunos astrólogos infieren que el arquetipo lunar de cada persona es éste:
La Luna en Aries: la entusiasta.
La Luna en Tauro: la persistente.
La Luna en Géminis: la hiperactiva.
La Luna en Cáncer: la hogareña.
La Luna en Leo: la ambiciosa.
La Luna en Virgo: la eficaz.
La Luna en Libra: la popular.
La Luna en Escorpio: la decidida.
La Luna en Sagitario: la inquieta.
La Luna en Capricornio: la presumida.
La Luna en Acuario: la curiosa.
La Luna en Piscis: la soñadora.
No obstante, algunos astrólogos, basándose en otras características de cada signo zodiacal, pueden concluir que la personalidad lunar predominante es la siguiente:
La Luna en Aries: la ambiciosa.
La Luna en Tauro: la celosa.
La Luna en Géminis: la egoísta.
La Luna en Cáncer: la romántica.
La Luna en Leo: la audaz.
La Luna en Virgo: la fiel.
La Luna en Libra: la solidaria.
La Luna en Escorpio: la vengativa.
La Luna en Sagitario: la religiosa.
La Luna en Capricornio: la competitiva.
La Luna en Acuario: la obstinada.
La Luna en Piscis: la emotiva.
Por ejemplo, un individuo Sagitario, con ascendente Aries y descendente Escorpio, será clasificado como radical, proactivo y decidido (dispuesto a tomar decisiones difíciles y asumir grandes riesgos en aras de lograr sus objetivos). Mientras que otros astrólogos sostendrán que un Sagitario, con ascendente Aries y descendente Escorpio, será racional, materialista y vengativo (más egocéntrico, preocupado principalmente por su bienestar, y dispuesto a actuar violentamente contra sus rivales y enemigos).
En cuanto a los demás planetas (para efectos astrológicos el Sol y la Luna son considerados planetas), cada uno de éstos representa un conjunto de factores psíquicos o cualidades humanas o arquetipos, los cuales varían de acuerdo a su ubicación (casa y signo zodiacal). Aunque, en términos generales, cada planeta contiene estos significados:
Mercurio: la inteligencia.
Venus: el amor.
Marte: la violencia.
Júpiter: la madurez.
Saturno: la sabiduría.
Urano: la rebeldía.
Neptuno: las artes.
Plutón: la creación.
Mercurio (la inteligencia):
Vinculado con la intelectualidad y la racionalidad.
Venus (el amor):
Asociado con el afecto, las relaciones sociales, la amistad y la felicidad.
Marte (la violencia):
Relacionado con la ambición, los conflictos y los deseos sexuales.
Júpiter (la madurez):
Representa procesos de crecimiento y desarrollo, un nivel alto de madurez (más material que espiritual) y la riqueza.
Saturno (la sabiduría):
Vinculado con los conocimientos, la filosofía, la religión, la paciencia, la perseverancia y el cumplimiento de un propósito existencial.
Urano (la rebeldía):
Asociado con el egoísmo, los deseos de cambios drásticos en la vida, la violencia y la necesidad de libertad.
Neptuno (las artes):
Relacionado con el artista y el idealista. Incluye un predominio del pensamiento supersticioso, místico, esotérico, espiritual y religioso sobre el racional.
Plutón (la creación):
Representa el misterioso proceso de la creación del universo y de la vida, comprendiendo el nacimiento (inicio), la muerte (transformación) y el renacimiento (nuevo comienzo)."
Ya a altas horas de la noche, Cuasimodo Fiestero estaba cansado y decidió terminar la lectura el próximo día.
Revisó rápidamente los mensajes de su dispositivo de comunicaciones y consiguió justamente el que estaba buscando. Al leer el título ("Convocatoria del Congreso Nacional en Defensa de la Astrología"), vislumbró que pronto estaría declarando ante los parlamentarios.