En el antiguo Egipto, cuando el faraón era Ramsés II, por los años de 1279 y 1213 a. C, en la dinastía XIX. En 1280 a. C nació la princesa Meritamón, la tercera hija del faraón y de su esposa real Nefertari, la cual gozó de todos los privilegios de ser princesa en el antiguo Egipto durante su niñez y adolescencia, en la que se le inculcó la cultura egipcia y adorar a los dioses egipcios, con mayor énfasis, a la diosa del amor y la fertilidad, la diosa Bastet.
A sus 20 años, quedó embarazada de su primogénito llamado Merenptah, pero del cuál el faraón no estaba muy satisfecho ya que Meritamón quedó embarazada de un noble y no de un integrante de la familia real, por lo que se había perdido la sangre solar y a esto Ramsés II no le hacía mucha gracia, sin embargo no le dio mucha importancia.
Merenptah creció con muchos de los primogénitos de los hermanos de su madre, uno en particular, con el que había hecho una gran relación, Imhotep, quien era hijo de Bintanat, hermana de Meritamón.
Merenptah e Imhotep compartían mucho juntos desde sus primeros años de vida y eran muy queridos por Ramsés y Nefertari a pesar de que Merenptah no era de sangre solar, entrenaban juntos, ambos adoraban al supremo creador, al dios Amón y el resto de los dioses. Cuando el faraón salía de la capital de Egipto Pi-Ramsés Merenptah e Imhotep lo acompañaban.
En un viaje a la ciudad de Tebas Merenptah llamó al faraón por el sobrenombre de "papá" lo cual molestó al faraón, pero al llegar donde se encontraba Merenptah le dijo _ ¿Qué sucede Merenptah, mi nieto? _ y Merenptah le responde _ Sabes que te considero como mi papá ya que nunca conocí al mío y tú me has enseñado muchas cosas. _ Esto enfureció mucho al faraón ya que recordó que había hecho con el papá de Merenptah y que su propia hija no siguió con la sangre solar, por lo que ordenó a sus guardias llevar a Merenptah a Pi-Ramsés de vuelta al palacio.
En sus días restantes en Tebas, el faraón no paraba de pensar y recordar lo que había sucedido con el papá de Merenptah, Amenhotep y sabía que todo esto era su culpa, pero lo había hecho con el fin de resguardar la sangre solar y que ninguna persona se diera cuenta que su hija, la princesa Meritamón, había ido en contra de las reglas egipcias y que el propio faraón lo permitió y que ni siquiera Nefertari sabía de ese acto atroz. Esos días generaron cierto odio del que ya tenía hacia Merenptah.
Cuando Merenptah volvió al palacio y al observar Meritamón a su hijo, el cual regresaba solo, le preguntó que le sucedió y Merenptah con voz llorosa le dijo _ Mi abuelo les ordenó a sus guardias que me devolvieran al palacio _ Meritamón le hace una pregunta muy inquieta _ Y ¿tú que hiciste para que el abuelo tuviera esa reacción? _ A lo que el pequeño respondió _ Solo le dije que para mí él era mi padre.
Al escuchar esto Meritamón se levantó de inmediato y fue a buscar a su madre, quién yacía en el trono y con voz furiosa Meritamón le pregunta a Nefertari _ Por los dioses mamá ¿qué le pasa a mi papá y por qué trata así a Merenptah? _ y Nefertari le dice _ Sabes que él no es de nuestra sangre y tiene sangre cualquiera, además Ramsés es el faraón, Horus vivo, el hace lo que quiera _ Esto hizo enojar mucho más a Meritamón y antes de retirarse Meritamón le hace una pregunta a Nefertari _ ¿Sabes que le hizo tu esposo al papá de Merenptah? _ A lo que Nefertari le responde muy calmada _Él hace lo que quiera, tiene todo el poder, tú solo eres la princesa, él y yo tenemos todo el poder, pero, aun así, yo no sé lo que sucedió.
Después de la respuesta de la reina, Meritamón se retira.
Merenptah estaba solo en el palacio, ya que Imhotep se había quedado con el faraón en Tebas, por lo que el tiempo que estuvo solo Merenptah lo pasó furioso con Imhotep y cuando este llegó con el faraón al palacio Merenptah, con rabia, le reclama _ ¿Por qué tú sí tienes padre? ¿Por qué mi abuelo no me quiere? Todo esto es tu culpa Imhotep por quedarte con él en Tebas _ Imhotep molesto con la rección de Merenptah le responde _ Tal vez a mi me quiere porque tengo papá y mi abuelo quiere mucho más a mi mamá que a tú mamá.
Ellos dos, no sabían que Merenptah no era de sangre solar pero alguien que sí sabía e iba pasando por el lugar de la discusión era Bintanat y al escuchar las palabras de Imhotep su madre le dice _ No hijo eso no es cierto, mi padre nos quiere a todas por igual y a todos sus nietos por igual Merenptah, así que no te sientas mal _ Merenptah en su momento de furia le responde _ Tú que sabes, mi abuelo me echo de Tebas donde estábamos todos _ Por lo que Bintanat se retiró de la discusión.
Bintanat fue al aposento de Meritamón y le preguntó sobre lo ocurrido con Ramsés y Merenptah a lo que Meritamón le respondió con lágrimas en la cara _ Nuestro padre odia a Merenptah por no ser de sangre solar y solo lo aceptó por ser yo su hija _ Bentanat no fue nada cortés con su hermana al responderle _ Nadie te tiene Meritamón, por querer a ese tipo que con costos tenía casa y romper con nuestra sangre solar _ A lo que a gritos Meritamón echó de sus aposentos a Bentanat y llamó a Merenptah para que se acostara porque ya era tarde, mientras Merenptah seguía discutiendo con Imhotep y no escuchó a su madre. Debido a esto, Meritamón fue a buscarlo y se dio cuenta de la discusión de ambos y con la furia del momento le dijo a Imhotep _ Vete de aquí mocoso antes que haga algo que me afecte como princesa _ Por lo que Imhotep se fue corriendo y Meritamón le agarró cierta envidia a Imhotep porque el Faraón sí lo quería bastante y a veces compartía mucho más con Imhotep que con Merenptah, e incluso muchas tácticas de batalla y muchos más regalos iban dirigidos a Imhotep y no a Merenptah.
Meritamón se llevó a Merenptah a su aposento regañándolo y diciéndole que no se volviera a juntar con él, lo cual era improbable ya que era con el único que pasaba tiempo con Merenptah, luego de todo esto envió a Merenptah a dormir para luego Meritamón buscar a su padre, el faraón con toda la ira del momento.