Mientras tanto, la princesa Meritamón y el zumo sacerdote Passer, salían de los territorios de Egipto a toda velocidad en busca de Merenptah, quien ya llevaba desaparecido varias lunas.
Meritamón no paraba de pensar sobre el paradero de su hijo, al notar esto Passer le pregunta _ ¿se siente bien princesa? _ con una mirada perdida, Meritamón le responde _tengo mucha incertidumbre sobre Merenptah, me gustaría saber desde ya su paradero ¿los dioses te han dicho algo? _ Passer preocupado le dice _la poderosísima Osiris te compadece e Isis dice que él continúa con vida en algún lugar de este vasto desierto_ Meritamón toma un respiro y más aliviada continúa _gracias Passer por esa tranquilidad que me das siempre.
Durante el recorrido, a Passer se le ocurre una idea que sin pensarlo se lo comunica a Meritamón _ ¿princesa no cree que sería buena idea separar a algunos muchachos de la guardia para encontrar más fácil a Merenptah? Meritamón suelta una ligera risa y contesta _me encantaría Passer, pero si queremos sobrevivir a un ataque enemigo sería mejor que tengamos a todos los guardias a un lado para protegernos, tenemos esta carroza de guerra de mi padre, es mejor protegerla y también a sus caballos favoritos también_ Passer apenado le responde _toda razón mi princesa, discúlpeme.
Después de un largo rato de cubrir terreno y sin resultados, la caravana de la princesa y el sacerdote se detienen a hacer una parada para descansar a los caballos y ellos tomar sombra y un poco de vino refrescante.
…
Mientras tanto en el campamento Hitita, Merenptah no cesa de sudar ante el abrasador sol, por lo que decide llamar a un guardia diciéndole _ hey tú grandulón ¿quieres traerme un poco de agua o algo de sombra, me muero del calor_ a lo que el guardia vuelve a ver y le replica _no me importa lo que tengas, eres un prisionero, no te sientas superior solo porque Emira te ofreció su hospitalidad_ Merenptah algo herido en su orgullo le dice _no me obligues a llamar a la princesa, sabes que ella te castigará_ _no me importa, hazlo_ a lo que Merenptah con un grito llama a la princesa. Emira al escuchar el grito envía a una de sus siervas para atender el llamado de Merenptah. La sierva al presentarse con Merenptah le dice _que se le ofrece mi lord_ Merenptah con una sonrisa de orgullo le responde _aquel guardia no me quiere traer agua o algo de sombra y la princesa me dijo que lo podía hacer_ la sierva se retira para traerle una copa de agua y un poco de sombra _ ¿es suficiente mi lord? _ Merenptah tomando agua le hace un gesto afirmativo con la cabeza a lo que la sierva se retira con una reverencia.
Emira le pregunta a la sierva qué quería Merenptah a lo que esta le dice _quería un poco de agua y sombra, mi señora porque un guardia se negó a dárselo_ Emira un poco enojada le responde _pues más te vale que al llegar, ese guardia sea despedido de la guardia, él también es de la nobleza_ la sierva le contesta con un sí temeroso.
Emira terminando sus rituales de belleza matutinos sale de la carpa para recibir un poco de sol y viento. Mientras tanto Merenptah no para de observar cada detalle de ella, como ondeaba el cabello de ella con el viento, su mirada, simplemente era la perfección para Merenptah y cada vez que Emira lo volteaba a ver él desviaba la mirada hasta que conectaron miradas y de ambos salió una sonrisa, en ese momento Merenptah supo que estaba enamorado de Emira.
…
Mientras tanto la caravana egipcia seguía su rumbo y su misión, hasta que, por lo lejos, uno de los guardias logró mirar un campamento a lo lejos por lo que se detuvo inmediatamente la caravana y el militar egipcio se lo notificó a la princesa.
Meritamón no quería hacerse falsas esperanzas sobre su hijo, sin embargo, dio indicaciones claras a los guardias _quiero que estén atentos a cualquier indicio de mi hijo_ bajando del carruaje prosiguió _si hay que atacar lo hacemos, si hay que negociar lo haremos, estemos preparados para lo que sea_ a lo que todos los guardias respondieron un sí al mismo tiempo.
La caravana se dirigía lo más rápido que podían los caballos y cada vez se hacía más claro el panorama, era un campamento resguardado con mucha seguridad y era muy grande.
A Passer se le ocurrió inmediatamente que era un campamento rival e inmediatamente se lo advirtió a la princesa _mi señora ese es un campamento enemigo, lo más probable Hitita, deberíamos retroceder y buscar otras pistas_ Meritamón segura le contradijo _no, no vamos a retroceder, usted dijo que estaba vivo aún y lo buscaré no me importa donde_ Passer algo nervioso le replica _entonces debemos ser muy precavidos mi señora, podemos desencadenar una guerra incluso y no sería muy bueno para el imperio_ Meritamón le dice _y así es como iremos, tengo un plan, nos bajaremos a una distancia prudente para no provocar a nadie y usted y yo, junto con otros guardias iremos a hablar con esas personas_ Passer cauteloso le dice _sí mi señora.
Cuando ya faltaba poco para llegar al campamento Hitita, la princesa que lideraba la caravana hace la señal de parada y les dice a todos _los y las siervas se quedarán acá junto con unos pocos guardias, los demás guardias me acompañarán, quiero que les quede muy claro.
Los guardias Hititas no tardaron mucho en percatarse que una caravana de carruajes se dirigía hacia ellos, por lo que le notificaron a Emira para esperar una orden de la princesa.
Inmediatamente Merenptah escuchó eso, supo que era su madre, sin embargo, no tenía muchas ganas de que lo vinieran a rescatar, ya que estaba muy cómodo con la princesa Emira.
Emira por su lado, un poco preocupada les dice a sus generales _van a esperar y no harán ninguna provocación, hablen e intimiden, recuerden que pueden provocar una guerra, tenemos un tratado, pero eso no significa que no volvamos a la guerra, seré su futura reina y no quiero derramar mucha sangre, pero lo haré si es necesario, así que obedézcanme y manden a un grupo de guardias a mi carpa para protegerme en todo caso, pueden irse.
Emira no paraba de caminar de un lado a otro pensando si las órdenes fueron las correctas, una sierva al notar ello le dice _su majestad si me permite decirlo, tiene mucho coraje para esto, no se preocupe, todo saldrá bien, hizo lo correcto, si gusta le traigo un té_ Emira toma un respiro y responde _gracias bella, solo estoy preocupada también por Merenptah, pero es lo de menos en estos momentos, tráeme eso ya.
Con forme iba avanzando, Meritamón con sus hombres, sentía cada vez más los nervios y sentía su corazón palpitar rápido. Cuando llegaron frente a los guardias Hititas, tomó un suspiro y dijo _soy la princesa Meritamón, vengo en paz_ mientras hablaba su mirada se centró en buscar a Merenptah _vengo a buscar a mi hijo nada más, no quiero malentendidos_ a lo que el guardia respondió _este es el campamento de la heredera al trono al Imperio Hitita… _ mientras Meritamón halló a su hijo a la distancia amarrado a un palo que sostenía la tienda, con sombra y con copas a la par de él, en ese momento Meritamón sintió una paz que invadió su cuerpo _ …así que como le decía señorita, ya que no me presta atención, entre solo usted, su acompañante y el resto se quedará, ordenes de la princesa_ a lo que Meritamón sin pensarlo dos veces entró.
Los recibió un general diciéndole _muy buenas señorita, me imagino que debe ser la princesa del maravilloso Egipto, soy el general a cargo ¿en qué le puedo ayudar? _ terminando con una reverencia, Meritamón agradecida le dice _muchas gracias, soy la princesa del Alto y Bajo Egipto, vengo en busca de mi hijo perdido, Merenptah
Emira tomando su té, desde su carpa, empezó a escuchar toda la conversación del general con Meritamón y al escuchar que venía por Merenptah soltó su té y asustada caminó hacia las afueras de su carpa, en donde encontró a Meritamón, Emira quedó asombrada por el lujo, la fineza que tenía Meritamón al hablar y todos sus gestos, digno de una princesa, Emira nerviosa interrumpe la conversación _hola un gusto_ haciendo una reverencia siguió _me presento, soy Emira, princesa y futura heredera al trono del Imperio de mi padre, el Hitita, te ofrezco vino o ¿en qué te puedo ayudar? _ Meritamón sonriendo le contesta _hola querida, un honor hablar con una heredera al trono_ haciendo otra reverencia Meritamón, continúa _créeme que estoy bien así, vengo por mi hijo, el que lo tienes atado justamente_ ambas princesas se ríen, sin embargo, la de Emira fue una risa nerviosa _sí princesa, mis disculpas, era por si acaso, por cierto, ¿cuál era tu nombre? _ _me llamo Meritamón, hija del faraón Ramsés de Egipto, un placer princesa_ Emira avergonzada le dice al general _ve y desata a Merenptah y dile que venga, yo se lo ordeno_ el general se retira y prosigue con la conversación Meritamón _no te preocupes por lo de mi hijo, yo hubiera hecho lo mismo más bien me gustó mucho como diriges a tus hombres, me deberías enseñar algún día_ soltando una carcajada ambas princesas y Emira le responde _muchas gracias y que pena, usted y su hijo Merenptah son bienvenidos por mí en el palacio, cuando quieran pueden ir y que por cierto, hablé un rato con su hijo y es asombroso el agallas que tiene para meterse en un campamento real…
Mientras tanto el general llegó por Merenptah diciéndole _vamos muchacho, ya llegó tu madre por ti, te desamarraré e irás con tu madre, se quedó hablando con la princesa Emira, en su carpa_ a lo que Merenptah agradecido le dice _muchas gracias, imagino que es una orden de Emira, así que iré enseguida_ levantándose se estrecha la mano al general y antes de irse el general le comenta _niño créeme que jamás he visto ser así con alguien a la princesa Emira, como lo fue contigo, deberías proponerle que visite tu castillo o una visita sorpresa, no desaproveches esa oportunidad_ Merenptah sorprendido le contesta _mmm muchas gracias por los consejos, los tomaré
Al llegar Merenptah donde estaban las princesas, este abraza muy fuerte a Meritamón y viceversa por un largo rato, Emira los veía con una sonrisa y les dice _veo que son muy unidos ustedes dos, desearía lo mismo con mi padre pero Merenptah no vuelvas a hacerle eso a tu madre, te lo ordeno_ con una risa le responde Merenptah _lo volvería a hacer si me prometes que me vuelves a dar posada_ con una risa nerviosa Emira le dice _no tonto pero de igual manera gracias por ponerle un poco de emoción a esto que es muy aburrido, espero verte pronto en mi palacio o yo verte en el tuyo, ya hablé con tu madre_ Meritamón le responde _gracias a ti princesa por cuidarlo y darle de comer y beber, te debo un gran favor pero vamos ya hijo, Ramsés debe estar preocupado por ti
Antes de irse, Merenptah le da un fuerte abrazo a Emira y Emira lo abraza fuerte de igual modo para así retirarse del campamento.
…