Hoy es mi último entrenamiento para perfeccionar mi vuelo y estar lista para el gran día, donde recibiré mi corona de princesa, puede parecer un pequeño evento pero es una tradición que levantara el ánimo de todos, desde aquella terrible tragedia no tenemos muchas razones para celebrar.
Me llevó la mayor parte del día preparar mis palabras que tendré que decir frente a todos, que nervios, eso de hablar en público puede ser incluso más difícil que aprender a volar sola.
Aquí estoy de nuevo en esta vieja colina que fue testigo mudo de todas las veces que mi Abu práctico como volar, la misma que me ayuda ahora, esta es la última noche de la luna roja, se ve tan grande, tan redonda, tan roja, y tan tan cerca, desde siempre he creído que si estiro la mano puedo tocarla, supongo que al crecer todo niño olvida que casi lo lograba.
Pero ya no soy la misma niña de hace varias noches, ahora se volar, o algo así, sin embargo sigo creyendo… y ¿si solo vuelo a ella? Vainilla la estrella fugaz del reino de girasoles, la primera en llegar a la luna.
Lo haré, de esa forma entrenaré mi vuelo, practicaré apuntando alto, me ganaré mi nombre, alitas no me fallen ahora, despegamos.
Así comienza un vuelo es como correr pero decenas de veces más rápido, me encanta como la luna cada vez pareciera más cerca, la gente suele creer que lo sabe todo, creo que entre más adulto te vuelves, las ideas que suelen bailar todo el tiempo en las cabezas de los niños dejan de moverse, poco a poco menos ideas y menos movimiento, en este momento me conviene mucho concentrarme en mis pensamientos, para no acordarme del terrible dolor que me causa explotar mis alas y sanarlas.
Volverse adulto también es creerse más inteligente, o mas cobarde, aunque no me convence, si dejaran de saltar tantas posibilidades en mi mente, para aplacarse, para dejar de preguntarnos cosas, para oxidar nuestros pensamientos, eso es solo fingir inteligencia, dar por hecho algo para no tener que preguntarte más sobre ello, o creer en algo para encajar con los demás, eso es patético.
Seguía volando guiada por los rayos rojos de la luna, guiada por su luz, cada vez más cerca de ella, platicando conmigo misma, tan profundamente, tan cómodamente, conmigo de compañía, después de todo soy mi mejor amiga, bueno mi única amiga, que feo debe ser no poder hablar contigo porque no te soportas, aprieto tanto mis dientes para aguantar mi dolor, que no me di cuenta cuando se agotó mi mana.
Caí, aún planeando con mis alitas volviéndose a formar, seguro moriría, mi vida pasó frente a mis ojos en un instante, abrazando a mis papas, comiendo un rico helado de miel, diseñando ropa para mis muñecas, peleando con mi hermano, me sentía mareada, en caída libre, sin esperanza alguna, con mucho miedo, cuando mi mano, chocó con algo en mi bolsillo, pronto recordé traía un poco del mejor secreto de la realeza, saque mi recipiente de cristal lleno de jalea real de la más pura, excelente calidad, un solo trago y mi maná se había restaurado por completo.
Logre sanar y continuar con mi vuelo, seguir con el objetivo, la luna parecía no estar tan lejos, solo llevaba tres tragos de jalea real uno por cada 100 kilómetros de vuelo, cuando lo que parecía imposible para todos, incluso para mi, se hizo realidad, ya había llegado, una parte de mi creía que si había muerto por la caída y esto era una especie de sueño o lo que sigue después de la muerte.
La luna, esa que supuestamente giraba alrededor de nosotros, no estaba afuera, estaba aquí, detrás de unas nubes y delante de otras, y yo la estaba tocando.
¿Cómo era posible?, todos se equivocaban, los adultos, los maestros, los eruditos, los libros, las noticias, ¿Cómo podían estar todos en el mismo error?, comprendí que en el mundo de las ideas, no importa cuantas miles de personas o miles de años están del lado de una mentira, basta con una sola persona que descubra la verdad y en un solo instante, todo puede cambiar.
Esto es escalofriante, esta fría, es roca, pero emite luz, no está reflejando nada, sale de ella, si es enorme, pero muy pequeña para las medidas que me habían enseñado en la escuela, siempre me pregunte ¿Por qué era la misma imagen la que yo veía que la que mis ancestros veían?, construyeron nuestro reino de pirámides y ya era así en los antiguos códices de pictogramas, se supone que gira, se supone que todo está siempre en movimiento, ¿Por qué nunca nadie ha mostrado que hay detrás?, este es el momento para averiguarlo solo debo seguir volando.
Una hora más volando por su parte más baja y descubro que no es una esfera, esto es más bien un plato, un gran plato cóncavo de roca, ¿Cómo es que llegó a permanecer volando? ¿de qué está hecha realmente?, cada vez que ejecuto micro explosión, se regenera de inmediato, arena surge de la nada para rellenar su hueco y quedar exacto como era antes, se auto repara, como si supiera cómo debe ser, un diseño inteligente.
Al fin logre rodearla, ahora estoy en su otro lado, en esta área la luz no está, es como si la luna solo sirviera para iluminar por un solo lado, aunque ahora que lo pienso un pedazo de roca no refleja la luz del sol ni la puede almacenar para después arrojarla, ¿Cómo es que realmente funciona la luz lunar?, por fortuna tengo mi propia magia de luz, y mis alitas pueden brillar todo lo que quiera, si que da miedo estar acá arriba sola, este escenario es como las películas de terror que nunca vemos desde que estamos solos.
Después de caminar un poco en este inclinado paisaje rocoso y polvoriento, veo bajo mi pie la huella que he dejado pero no es la única, alrededor de mi huella existe otra, casi cuatro veces más grande que la mía, me pregunto quien o que ¿pudo provocarla?, es mucho más profunda, esto no está bien, tengo un muy mal presentimiento, un escalofrío me recorre por completo.
Debo apagar mi luz, algo se mueve justo en el centro de ese gran valle, –Vainilla tranquila, sea lo que sea no te ha visto,– no puedo volar o vera mis chispas de vuelo estelar, soy fantásticamente indiscreta para ser una espía, escalar a mano es mi mejor opción, me acercaré un poco mas solo para ver que es, justo detrás de esa pequeña montaña, o debería llamarlo cráter aunque se que no estoy en el espacio, quizá el espacio ni siquiera existe, o no, de nuevo están otra vez esos brincos de ideas, concéntrate, concéntrate.
Tengo muy buena vista, incluso de noche, pero mis ojitos no pueden decidir si lo que estoy viendo es real o es mi imaginación.
Al parecer ahora se lo que causó la huella gigante, esa criatura enorme parece muy peligrosa, mis instintos me piden que salga de aquí cuanto antes, pero debo averiguar hacia dónde se dirige, y desde aquí no alcanzo a distinguir que es.
Mide como 3 veces yo, completamente negra, a excepción de esos dos grandes ojos rojos, con alas fuertes y poderosas, antenas, garras al final de su grandes brazos, camina sobre dos patas, no lleva ropa, tiene un aguijón enorme, creo que es una especie de ¡Avispa! enemigos naturales de las abejas, no me extraña sentir tanta repulsión, es menos humanoide y más insectoide, como nuestros más antiguos antepasados, si me ve estoy muerta, además si hay uno de esos monstruos solo significa que podrían haber cientos acompañándole.
¿Qué? a dónde fue, en un instante desapareció, me acercaré un poco más, solo para…. ohh ya veo, se trata de túneles, decenas de entradas oscuras con aura de muerte, esa es la entrada más cercana, su guarida debe ser subterránea, o debería decir sublunarea, digo los chistes mas buenos cuando estoy nerviosa.
¿Pero qué es eso que brilla en el suelo?, debo acercarme hasta la entrada, se que podría tratarse de la evidencia que necesito para que me crean, o para yo creerme mañana, pero esto es muy peligroso, un paso a la vez Vainilla un pasito a la vez, como jugar a las escondidas, solo que si te atrapan estas muerta, al fin alcanzo a ver lo que brillaba en el suelo, se trata de una especie de llave de plata, con cristales rojos, como es que llegó esto aquí cerca de la entrada del túnel, parece muy elegante para un nido de monstruos gigantes, debo acercarme a ella, me la llevaré como prueba de que todo esto no es un sueño.
Quiero entrar a ese túnel pero mis alitas me tiemblan, indicando que es una mala idea, solo tomaré esta fina llave, debo volver y advertirles a todos en el reino.
Primero me alejaré de aquí caminando, escucho aleteos incesantes desde adentro del túnel, suena como una tormenta, una tormenta de muerte, cuando esté lo suficientemente lejos podré activar el vuelo estelar.
Esto de volar es muy útil, mientras me alejo a toda velocidad de la luna, pienso en la manera de explicarles todo esto, simplemente es demasiado, la luna no es lo que siempre se nos ha dicho, existe una base secreta de avispas gigantes, que podrían atacar el reino entero en solo cuestión de horas.
Volar hacia abajo es mucho más rápido, en solo dos horas estaré en mi Panalacio lo que significa que ese monstruo podría hacer lo mismo, y sus cientos o miles de compañeros.. eso es aterrador, el reino no está preparado para algo así.
Al fin alcanzo a ver mi habitación desde aquí, entraré por la ventana en silencio, ya está apunto de amanecer, con suerte podré dormir un poquito.
El dolor me está matando, exigirle así a mi cuerpo me la va a cobrar mañana, pondré la llave de plata justo aquí debajo de la almohada, ¿pero porque Vinz no está en la cama?, vaya se durmió en la silla cerca de la puerta, seguramente esperándome, sigue siendo un niño, aunque yo también a quien engaño, lo cargaré y dormiré unos minutos para después contarle mi horrible pesadilla.