— ¡No te quedes quieto!. Ven ayúdame. (Christine)
— Ya voy… (Makoto)
Estábamos trabajando para poder al menos colocar un poco de comida en la mesa. Está vida es difícil pero no podemos rendirnos.
— Entiendo que no lo quieras hacer, pero no hay otra forma para conseguir dinero para la comida. (Christine)
— Si pero… es que el trabajo es muy pesado, ¿porque mi padre tuvo que abandonarnos?. (Makoto)
— No te sientas mal por eso, se que duele pero hay que seguir adelante. (Christine)
Hace cuatro años mi padre nos abandono a mí ya mi madre por otra mujer, desde entonces nuestra situación va de mal en peor, pero no las arreglamos para sobrevivir estos años y se que con mi mamá a mi lado no hay nada que pueda hacer.
— Por fin terminamos. (Christine)
— Si eso fue un poco agotador. (Makoto)
Justo cuando terminamos nos dirigimos a la casa para descansar.
Cuando llegamos nos colocamos a hablar de cualquier y aprovechando la situación le hago una promesa a mi madre.
— Madre te prometo que un día de estos te voy a sacar de aquí para que vivas mejor. (Makoto)
— Gracias hijo mío. (Christine)
Cuando dije esto mi madre rompió en llanto y me abrazó por un buen rato.
La verdad odiaría ver a mi mamá sufrir de nuevo por eso quiero hacerla feliz a toda costa.