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Chapter 5 - Es una promesa

— ¡Por fin partiremos hacia la ciudad! — Comentó Kana llena de energía mientras las ruedas de todos los carruajes comenzaron a girar en un mismo sentido.

— Si, eso parece, pero aún no llega quien se supone que debe venir con nosotros — en el momento en que comento eso, un hombre se agarra de nuestra carreta y comienza a trepar hasta subir completamente y se sienta justo enfrente de nosotros.

— Un momento... ¡Eres tú el hombre que le gritó a Kana hace unos momentos! — no esperaba que ese tipo rapado fuera quien vendría con nosotros.

— Ah si, lo siento mucho por eso, realmente quería encontrar alguna forma de evitar que todos abandonaran la aldea, siento mucho lo que hice, de verdad — ahora nos está hablando de forma muy casual y relajada, como si hablara casualmente con un amigo o algo así, creo que por mi culpa se golpeó demasiado fuerte en la cabeza.

— Está bien, no hay problema después de todo has hecho un buen trabajo proteguendo a todos hasta ahora, así que no te preocupes por eso — Kana se adelantó a mi perdonándolo en el acto.

— Yo aún sigo molesta por lo que hiciste, pero si Kana te perdona entonces yo también tendré que hacerlo.

— Muchas gracias a ambas, supongo que pelear diariamente contra esos desgraciados hizo que perdiera la compostura al tratar con otras personas, después de todo estos días fueron realmente muy duros para todos nosotros — supongo que es cierto, en ese tipo de situación es muy fácil perder la cordura, sobretodo si constantemente ves a tus compañeros y amigos morir a tu lado y no poder hacer nada por ellos.

— Como exjefe de la guardia y persona me disculpo nuevamente por mi anterior comportamiento, les juro por mi honor que les compensaré de algún modo, así que si necesitan cualquier cosa me avisan — parece realmente arrepentido y no creo que nos mienta sobre esos sentimientos, por ello pasaré por alto lo que hizo anteriormente y le perdonaré, después de todo todos cometemos errores.

— Bien, ya te perdoné pero no pienso darte una segunda oportunidad, así que si vuelvo a verte gritándole a alguien te detendré inmediatamente.

— Muchas gracias, prometo no volver a perder la cordura de esa manera — ahora que lo conozco un poco mejor parece ser una buena persona, parece completamente distinto a cuando lo conocí en la aldea.

— Bien, ese caso permíteme presentarme debidamente, mi nombre es Arisa, ¡mucho gusto! — le dije con una sonrisa queriendo simular un poco la sonrisa que "ella" le mostraba a todos, creo que no lo hice tan mal como creí al principio, ya que me devolvió ese mismo gesto, él definitivamente parece otra persona.

— ¡Ah, yo soy Kana y somos hermanas! — le dijo mientras sonreía a su manera, le agradecería si ella evita comentarle a todo el que ve sobre nuestra supuesta relación, incluso le comentó lo mismo a la señora que nos salvó anteriormente cuando se encontraron en la tienda y ahora todos piensan que somos hermanas, no es que eso me moleste realmente, pero tampoco veo la necesidad de que todos sepan algo así.

— Ya veo, un placer conocerlas, mi nombre es Guido — él afirmó mientras yo le asentí en gesto de aprobación.

— Entonces, ¿qué harán todos ustedes a partir de ahora? — le dije mirando a las caravanas donde se encontraban los demás aldeanos.

— Nosotros... Tendremos que comenzar nuevamente nuestra vida dentro de las murallas de la ciudad, debemos encontrar un nuevo trabajo y con suerte la mitad de nosotros lo logrará, el problema son los ancianos, quienes les será muy difícil conseguir que alguien les contrate, pero los que aún somos jóvenes no permitiremos que ellos pasen hambre.

— Los entiendo... Todos ustedes también están siendo obligados a comenzar de nuevo su vida — susurré de tal forma que solo yo lo escuche.

— Entonces, me gustaría preguntarles a ambos sobre todo lo que saben de lo que está ocurriendo actualmente — quiero saber que ocurrió en la aldea, solo puedo hacerme una idea no muy clara de lo que está sucediendo.

— T- tampoco es necesario, y si no quieren hablar sobre eso lo entiendo, pero quisiera saber todo lo que ustedes saben.

Kana y Guido se miraron el uno al otro, como si estuvieran esperando a que el otro hable primero.

— B-bueno, lo único que sé es que hace aproximadamente una semana  los monstruos del bosque cercano comenzaeon a atacarnos — Dijo Guido mientras se razcaba la cabeza tratando de hacer memoria.

— El primer gran ataque que ellos realizaron contra la nosotros fueron al rededor de 2 monstruos de nivel medio y unos 10 de nivel inferior, los soldados que defendían la aldea fueron masacrados muy fácilmente por uno de los monstruos de nivel medio mientras que los demás comenzaron a destruir algunas casas y perseguir a los que intentaban escapar, en ese momento todos creíamos que estábamos acabados, sin embargo entre la multitud que observaba cómo su aldea estaba siendo destrozada, apareció una misteriosa chica de cabello negro con una espada larga y delgada, vistiendo una capa que cubría todo su cuerpo, esta chica rápidamente se abalanzó contra los monstruos y acabó con cada uno de ellos en cuestión de segundos, mis ojos casi no podían seguir sus movimientos a pesar de centrarme en observarla a ella, luego de acabar con todos ella desapareció sin dejar rastro alguno, nadie sabe realmente como lo hizo y tampoco hacia donde fué, pero después de ese día nadie la volvió a ver.

— Si, horas más tarde llegamos mi maestra y yo, quizá por ello nos culparon de que fuimos nosotros quienes atrajimos a los monstruos a la aldea, pero por supuesto no tenemos nada que ver con eso y actualmente todos lo saben — kana añadió luego de que Guido hiciera una pequeña pausa para organizar sus ideas, luego continuó:

— A partir de ese día comenzaron a atacar monstruos de nivel inferior de los cuales pudimos defendernos hasta ahora, sin embargo creemos que en algún momento esos desgraciados podrían repetir un ataque a gran escala como el primero, por eso tomamos la difícil desición de abandonar la aldea para preservar la vida de todos.

— Ya veo, pero ¿por qué esos monstruos comenzaron a atacar su aldea repentinamente?

— No sabemos, simplemente comenzaron a atacar desde el bosque, enviamos varias cartas y avisos a la ciudad de buckas pero nunca nos dieron respuesta alguna, esos desgraciados simplemente nos ignoraron — El parece realmente molesto aunque no quiera mostrarlo, talvez él esperaba ayuda militar de parte de la ciudad, mas nunca recibieron nada.

Esa situación no parece normal y sigo sin respuestas sobre porqué está ocurriendo todo, solo les queda esperar a llegar a la ciudad y avisar a todos sobre estos incidentes, talvez cuando estén todos reunidos sea probable que los escuchen y les crean.

***

Han pasado ya unas 12 horas desde que partimos desde la aldea por lo que se hizo completamente de noche, mientras oscurecía en algún momento Kana se quedó completamente dormida y cayó inocentemente sobre mi regazo.

— Vaya, ella se quedó completamente dormida — dijo Guido mientras nos observaba y continuó:

— Ustedes dos realmente parecen hermanas — Él está mostrando una sonrisa compleciente, como si saliese de un padre dirigida a sus queridos hijos.

— ¿Cómo supiste que no somos realmente hermanas?

— Bueno, solo lo supuse, después de todo conozco a la familia de esa niña y ellos sólo tuvieron una sola hija, eran buenas personas y sinceramente hacían buena pareja.

— Entiendo, ¿Sabes que les sucedió?

— No realmente, un día desaparecieron sin dejar rastro y la dejaron sola a ella, esa niña realmente lo pasó muy mal, quería pedirte que la protejas todo lo que puedas, pero no soy quien para pedir eso.

— No te preocupes, no necesitas pedirlo, yo la cuidaré hasta que vuelva con sus padres.

— Bien, muchas gracias.

— Por cierto, ¿cuánto tiempo tardaremos en llegar?

— Bueno, desde nuestra aldea hasta la ciudad serían unas 14 horas aproximadamente por lo que nos quedan al rededor de 2 horas en carretera.

— De acuerdo, pero ahora que lo pienso, me preocupa un poco qué es lo que haremos cuando lleguemos, es demasiado tarde por lo que será poco probable que encontremos algún lugar donde podamos quedarnos a estas horas de la noche, Kana me habló mientras caminabamos por la aldea sobre quedarnos en una posada que había reservado desde su anterior visita, pero ella esperaba tardar más en el viaje de regreso así que la reserva se hizo para dentro de 3 días por lo que ahora no tenemos ningún lugar donde quedarnos.

— Ya veo, no te preocupes por eso, anteriormente hicimos un trato con una posada realmente grande para quedarnos todos allí por un determinado tiempo, así que ambas podrán quedarse con nosotros allí si lo desean, yo me encargaré de pagar todos sus gastos.

—oh, pues... —cuando iba a hablar, alguien que creía dormida me interrumpió.

— No aceptaremos, muchas gracias por su oferta pero no — dijo Kana tajantemente mientras se levantaba lo más rápido que pudo, parece que escuchó la conversación o como mínimo escuchó esa última parte, ella se quedó mirándome queriendo que yo también rechace la proposición de Guido.

— Kana, es una gran oportunidad, podemos quedarnos con ellos unos días hasta que estemos completamente listos para partir hacia la capital — le repliqué tratando de que ella lo entendiera, no entiendo que le ocurre, sería muy bueno para nosotros tener alojamiento gratis por unos días.

— Yo, buscaré otro lugar donde podamos quedarnos, seguro encontramos algún lugar para nosotras, no necesitamos quedarnos con ellos.

— No entiendo que te sucede, que más da donde nos quedemos.

— ¡Yo, yo sólo no quiero que me abandones!

— ¿Abandonarte? No te entiendo.

— Si, soñé que te quedabas con ellos y me dejarías sola, parecías muy feliz, y yo... no quiero que nos separemos — ojos vidriosos muestran a Kana a punto de querer llorar, ahora entiendo su berrinche, así que solo fue un sueño... en ese momento recordé algo del pasado que me hizo actuar.

Me acerqué aún más a ella, la tomé muy delicadamente y la acerqué a mi pecho para darle un fuerte abrazo mientras le susurré al oído:

— No te preocupes, yo jamás te dejaré sola, después de todo somos hermanas ¿cierto? — Esto hizo que ella también se lanzara a abrazarme en respuesta a mis acciones y asintió con la cabeza, por algún motivo ambas emanábamos una sensación de paz y seguridad, ella y yo no nos conocemos realmente pero siento como si la conociera de siempre, como si ella realmente fuera mi familia.

En aquél momento recordé a mi madre, ella debía viajar por trabajo y recuerdo que yo hice todo lo posible porque no se marchara ese dia, no logro recordar por qué intenté detenerla, pero cada intento terminaba en fracaso, ella al darse cuenta de mi inquietud me abrazó de la misma forma que yo abracé a Kana y me explicó al oído que solo estaría fuera unos días y me prometió que no me volvería a dejar sólo nunca más.

Aquel mismo día hubo un accidente de coche, un camión se estrelló contra un coche civil y en aquello hubieron varias victimas, entre las que se encontraba mi madre.

Eso ocurrió hace 13 años aproximadamente, sin embargo a diferencia de esa promesa de hace 13 años yo no me separaré de Kana, he decidido que la protegeré como mi nueva familia, por mi culpa mi madre y Arisa fallecieron ya que no pude detenerlas a tiempo.

Prometo que haré todo lo posible para evitar volver perder a alguien querido para mi, no permitiré que le ocurra lo mismo a Kana, mi hermana, es una promesa...

— Cierto, somos hermanas así que por favor nunca me dejes sola.

— Nunca lo haré, prometo que siempre seremos hermanas, siempre será así... — Kana parece muy aliviada al escucharme decir eso e incluso yo también me siento mejor ahora.

— ¡Observen! Ya se pueden ver las luces de la muralla de la ciudad — Guido no podía aguantarlo más así que nos interrumpió, supongo que nuestra situación fue un poco incómoda para él.

Al darme cuenta de cuan cerca estaba de Kana rápidamente me alejé tratando de disimular asombro con lo antes mencionado por Guido, creo que me dejé llevar por la situación pero aún así no me arrepiento de la promesa que le hice.

¡Realmente hemos llegado a la ciudad!