-¿Ya casi llegamos mamá?
-Ya falta poco.
Una de las zonas más afectadas por los continuos enfrentamientos de la guerra entre los Ascendidos y Tempest estaba por recibir suministros de parte de los ascendidos.
Muchas personas habían perdido sus hogares o en consecuencia empleos y sustentabilidad para sus familias. Actualmente muchos dependen de los suministros que les entregaban los ascendidos por lo que una gigantesca parte de la población estaba eternamente agradecida con los ascendidos, por otro lado, aquellos que no lo estaban, era por que no habían sido realmente afectados por la guerra, aunque reconocen la excelente labor que habían estado haciendo.
Entre toda la multitud que se estaba reuniendo, de forma muy discreta, caminaba a paso moderado una persona con una capucha que cubría por completo su cuerpo, parecía mantener la cara agachada para que de ninguna forma se viera nada de ella.
Una repentina corriente de aire retiró rápidamente el gorro de la capucha que traía aquella persona, se dejó ver por apenas unos instantes una oreja de gato negro sobresaliendo de la cabeza, pero tan pronto el gorro habia caido, estaba de nuevo en su lugar para evitar resaltar.
-... (... No quisiera que alguien me reconociera en este momento).
Mei Ling siguió avanzando por la zona, analizando a todos los que estaban en ella, podía ver a las familias y personas en condiciones difíciles, no podía evitar sentir remordimiento por el hecho de pensar que ella había sido parte de las operaciones que habían orillado a las personas a vivir en esas condiciones.
Pero contrario a lo que ella esperaba encontrar, no había sido todo así. Todas las personas tenían esperanza en sus ojos, todos parecían creer fervientemente en que los Ascendidos ganarian esta guerra.
El rostro de Mei Ling sonrió suavemente al ver que la población confiaba plenamente en ellos y había hecho cosas para demostrar que valía la pena creerles.
-(Decidí que iría a ayudar a quien lo necesitara de los refugiados… pero parece que los ascendidos lo tienen todo bajo control).
*Grrrrr*
El estómago de Mei Ling gruñó fuertemente, no había logrado comer nada desde la misión para entregar a las princesas a los ascendidos así que llevaba poco más de 30 horas sin comer nada, absolutamente nada.
-(Mmmm… jamas logre superar la prueba de días sin comer a maximo rendimiento…)
*GRRRRRRRRRRRRR*
-Ugh…
Mei Ling sujetó su estómago con ambas manos en un gesto de vergüenza y molestia, parecía que de verdad le estaban afectando las 30 horas sin comer nada.
-Jajajaja… ¿Ha pasado un mal tiempo señorita?
Una señora mayor con un bastón se acercó a Mei Ling, no parecía tener ninguna clase de mala intención.
Mei Ling la miró detenidamente por un momento mientras la analizaba.
*GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR*
-Ugh…
-Jajajaja… se ve que tiene hambre señorita.
-... ¿Cómo sabe que soy mujer?
-Ah… la edad te enseña muchas cosas, ese tipo de cosas las podemos saber los ancianos con una simple mirada a la forma de caminar de alguien.
-Oh…
-¿Esta hambrienta verdad?
-... … … Es solo… .. que no he comido nada en… … 30 horas…
-¡¿T-TREINTA HORAS?!
-Si…
-¡¿Estás bien?!
-Si… solo hambrienta…
-Ven conmigo, los ascendidos entregarán guarniciones pronto.
-¿Eh?
-Es por eso que todos estamos aquí, ¿No es obvio?
-Ah…
La anciana jaló a Mei Ling de la mano, se quedó mirando un momento sus uñas inusualmente largas pero las ignoró y siguió avanzando. En un inicio, Mei Ling no había pensado en comer, simplemente se había dirigido a esa zona porque parecía haber una gran concentración de personas en ella, ahora entendía el porqué.
La anciana formó a Mei Ling junto con ella en una de las filas que se estaban formando en la zona de suministros.
-...
-¿Sorprendida?
-Bueno… es que no soy de aqui… … es la primera vez que veo esto…
-¿De donde eres chica?
-(... … … Pues claro que te va a preguntar eso idiota… ah… ¿Ahora que le contesto?...) Vivía en una pequeña casa en la cordillera Qin pero… hace tiempo unas cosas extrañas la arrasaron … He estado vagando en la cordillera desde entonces, apenas me atreví a entrar a la ciudad porque… bueno… tenía hambre…
-Ya veo… ¿Eres de los barrios rezagados?
-¿?
-Claro, los que viven ahí no saben que así se refieren a ellos… por más que el gobierno se haya esforzado en aplicar sanciones a los que discriminan a las razas híbridas como los hombres perro, los reptilianos y los hombres gato… no se ha podido evitar por completo, al menos en esta parte de China… pero la gente es hipócrita, en cambio, tienen mucho respeto hacia los mitad elfos… es absurdo, sobre todo cuando son las principales familias élficas las que han luchado en contra de la discriminacion.
-Eh… (¡¿ESOS BARRIOS EXISTEN?! Bueno… ciertamente note que había gente que me discriminaba especialmente cuando era una niña… pero creí que era por que Sun y yo éramos huérfanos y pobres … no tenía idea de todo esto … sin embargo, me puede servir de una buena coartada en este momento) No sabía que mi hogar era parte de los barrios rezagados… pero supongo que si, era parte de ellos…
-Entonces elegiste una mala ciudad para venir chica… Eres una mujer gato ¿Verdad?
-... ¿Como…?
-Prácticamente me lo acabas de decir en la conversación jovenzuela… además, esas uñas… no, garras, no las tenemos los humanos ni los mitad elfos.
-Oh…
Mei Lin ocultó sus garras un poco.
-No te preocupes por ello, yo no formo parte de las personas que discriminan a esas razas y afortunadamente los ascendidos tampoco… pero en esta ciudad, es donde más se concentra la discriminacion hacia las mismas, fue un golpe de suerte que vinieras con una capucha.
-Ajajaja… (Al final el hecho de ser fugitiva… supongo que maté dos pájaros de un tiro).
-Pero ciertamente oí que el barrio rezagado más cercano a esta ciudad fue arrasado en el ataque de hace varias semanas.
-... … (Aquel ataque en el que me quede observando de lejos … maldición… de haber sabido que existían esos barrios… tal vez pude haber salvado a alguien…).
-Por hoy yo te recomendaría que tomaras una cápsula de suministros y te dirijas a uno de esos barrios, sin duda alguna te trataran mejor que aquí…
-Ya veo… gracias por el consejo…
-Mira, ahí viene la nave de los ascendidos.
Me Ling alzó levemente la vista, vio claramente como un escuadrón de naves de carga se aproximaba al sitio, los vítores de la gente se oían alrededor, los esperaban con toda su alma.
-... (Si… eso es lo que yo quería lograr … que la gente supiera que fuéramos personas de confianza… y que confiaran plenamente en nosotros … simplemente … lo eche a perder uniendome a Tempest…).
Las naves de los ascendidos terminaron de descender y rápidamente comenzaron a colocarse para empezar a entregar suministros.
Mei Ling revisó rápidamente a todo el personal con sus ojos de hado, pero para su sorpresa, ninguno representaba una amenaza, o quizás era mejor decir, casi ninguno estaba entrenado en el uso del hado.
La gran mayoría de activos parecían personas normales.
-¿Eh?
-¿Qué pasa?
-Es solo que… ¿No parecen muy normales para ser activos de los ascendidos?
-Oh… jovenzuela, ¿De casualidad manejas el hado?
-Uh- Ehm… un poco… m-mi madre… me enseñó un poco de ello antes de que muriera…
-Ya veo… pues ciertamente, esos jóvenes son personas normales, son miembros del escuadrón de rescate.
-¿Escuadrón de rescate?
-Si… los ascendidos tenían problemas en cubrir a todos los afectados ya que su personal no era tan grande y tenían que destinar una gran mayoría del mismo a defender las zonas civiles… pero tenían otro problema latente.
-¿Cual problema?
-La gente quería luchar por su territorio.
-¿Qué?
-Nuestros jóvenes… muchos, querían alistarse en las filas de los ascendidos para defender sus hogares de los invasores, inundaban las zonas de recolección de bienes con peticiones incontables para alistarse… todos querían ir a pelear por su patria, pero por supuesto, los ascendidos los rechazaron, no tenían el nivel para enfrentar a personas de ese calibre.
-(Pues claro que no, un usuario de hado medianamente entrenado puede barrer fácil con 500 civiles no entrenados que se enfrenten a él, sería como enviarlos a una misión suicida).
-Así que ahí es cuando se alzó el comandante más cercano a nosotros.
-¿Quien?
-An, el comandante del escuadrón de rescate. Un día, se plantó frente a uno de los comandantes del escuadrón de los ascendidos y les hizo una propuesta, parecía una negociación pero fue un gran éxito. el sugirió el crear un escuadrón que se encargará de distribuir los bienes y apoyar a los civiles más afectados relegando en su totalidad esa responsabilidad, de esa manera, los escuadrones entrenados de los ascendidos podrían dedicar todos sus esfuerzos a la defensa de la población mientras que aquel recién propuesto escuadrón de rescate, conformado por todos los civiles que querían ayudar a su gente, podía liberar presión a los ascendidos, podía ayudar en lo que tanto querían aunque no fuera en combate y también liberan los puntos de recolección con tantas cartas de alistamiento.
-Eh…
-Así nació el escuadrón de rescate que a día de hoy sigue recibiendo miembros, se encarga de esas cosas.
-Ya veo… (Eh… así que la gente quiere pelear por su territorio también…)
-An también consiguió que participará en una misión de verdad, se encargaron de controlar puntos importantes en el asedio a ciudad Ziu.
-¡¿EH?!
-Si… claro que hubo bajas … pero todos estaban agradecidos con la oportunidad de poder defender su tierra, cuando regresaron victoriosos de la misión, y recibimos el reporte de bajas… la gente construyó una pequeña estatua en cada ciudad con los nombres de los caídos en batalla… no ha pasado mucho tiempo y ya se recuerdan como héroes.
-¿Como héroes?
-Por supuesto… ¿Como más los catalogarias? Ciudadanos con apenas entrenamiento… que fueron a asediar una base enemiga la cual estaba perfectamente entrenada en el uso del hado… … y regresaron triunfantes … Dios estuvo de nuestro lado, él quería que esas personas se convirtieran en héroes… no, en leyendas vivientes.
-(Si lo pone de esa forma… suena bastante increíble… es como David y Goliat… … … … no, de hecho estoy bastante segura de que eso fue lo que pasó).
-Vamos jovenzuela, ya están repartiendo las cápsulas.
-Ah, si, voy.
Muchas personas pasaron frente a Mei Ling, finalmente, la anciana con la que estaba hablando también pasó y se despidió de Mei Ling alejándose del sitio. Finalmente fue el turno de Mei Ling.
-... ¿? Disculpe, ¿Es la primera vez que recibe una cápsula de bienes?
-¿Eh? Ah… ¿Yo? Uh… es decir… si…
-Ya veo… ¿No es de por aquí verdad?
-No … ¿Está mal?
-Para nada, es solo que simplemente comenzamos a aprendernos los rostros comunes del sitio, y ciertamente una persona tan curiosa como usted no había pasado nunca, ¿Por que tapa su cara?
-Bueno… eso es… …
Mei Ling jugueteó con sus manos nerviosamente, no tenía idea si el escuadrón de rescate conocía su rostro, pero no quería arriesgarse a apostar por ello.
-Oh… ya entiendo… Es una mala ciudad para usted ¿Eh?
-¿Eh?
-Disculpe si me equivoco pero… ¿Es una mujer perro? ¿O tal vez una mujer gato? No, es una mujer gato, solo son los hombres gato los que mantienen las garras.
Mei Ling se dio cuenta de que había dejado sus manos al descubierto, probablemente la habían reconocido por ello de la misma forma que lo había hecho la anciana.
-(Supongo que me puedo jactar de eso) … ¿Está mal que reciba una cápsula?
-Para nada, aquí tiene.
El hombre que repartía las cápsulas le entregó las 3 cajas que conformaban la cápsula a Mei Ling.
-La roja contiene mantas y ropa, la amarilla es comida, principalmente enlatados, la azul es agua. Raciónala bien, se supone que volvemos cada ocho días pero… quién sabe qué pueda pasar.
-Oh… gracias…
El hombre que entregaba las cápsulas levantó levemente la capucha de Mei Ling para poder ver su rostro, al momento de hacer eso, Mei Ling entró en pánico, pero el comentario siguiente del hombre la hizo entrar en un pánico diferente.
-Es usted una dama hermosa… es una lástima que esta gente no sepa apreciar la belleza de una mujer gato.
-Awawawawawawawawawa…
-Disculpe si fui descortés, cuídese por favor. Yo le recomendaría abandonar esta ciudad , hay más sitios de distribución en otras ciudades, creo que valdría la pena que abandonara una ciudad que trata tan mal a los hombres gato y los hombres perro.
-Ah… si… gracias por el consejo.
Mei Ling dio media vuelta y se alejó de la zona.
~-~
Ya en una colina alejada de la ciudad en la que Mei Ling recogió la cápsula de suministros, ella se pudo sentar bajo un árbol para poder ver que tenía la caja.
Tal como le habían dicho, había mantas, alimentos enlatados, alimentos secos y algunos empaquetados en bolsas al igual que botellas de agua en la última caja.
Mei Ling abrió uno de los Dumplings empaquetados y comenzó a comerlo.
-(Parece que los ascendidos tienen perfectamente controlada las zonas urbanas … tal vez deba ir a checar los supuestos barrios rezagados. no voy a poder ayudar en nada aquí, pero tal vez allá si.)
Mei Ling revisó las provisiones que tenía en la caja.
-Me darán perfectamente para una semana o más si las raciono a dosis mínimas … deberían de tener sitios de repartición allá también, iré a ver esos barrios.