Download Chereads APP
Chereads App StoreGoogle Play
Chereads

Eres la única droga que nunca pude tocar

🇪🇸Aria_1v7
--
chs / week
--
NOT RATINGS
5.4k
Views
Synopsis
Cuando dos corazones chocan puede suceder dos cosas; que uno de los dos acabe roto, o que le ocurra a ambos. Pero, ¿qué pasa si no llegan a chocar?¿Podrían romperse sin siquiera tocarse? La cercanía es segura pero esa distancia no es suficiente cuando la atracción es más fuerte. Amy y Jake, son dos antiguos compañeros de clase que retoman el contacto tras tomar sus propios caminos en la vida. Conversaciones en la penumbra de la noche les acerca cada vez más, desarrollando un vínculo especial entre ambos, pero cuando llega el momento de romper las barreras que ellos mismos se habían impuesto el amor interfiere en su encuentro cara a cara. ¿Se atreverán a dar el paso y colisionar sus corazones arriesgándose a que uno salga herido o la atracción cambiara su rumbo por el miedo a qué podría pasar?

Table of contents

VIEW MORE

Chapter 1 - Prólogo

07/ 05/ 2023

0:00 a. m

No sabía exactamente cómo había empezado todo. No recordaba la primera vez que hablamos ni la última que nos encontramos, no tenía idea de qué hacer pero la desesperación sucumbía ante mi situación con las lágrimas bañando mi rostro de agua salada y un sabor amargo que me consumía. Miré el teléfono que tenía en mano sintiendo como el corazón me latía a mil por hora. ¿Respondería acaso? Era mi última opción y si no respondía habría ya mi sentencia. Necesitaba salir de ahí en seguida, pero mis piernas eran incapaces de responder impidiéndome moverme al igual que mi voz opresa por un nudo formado en la garganta. Quería llorar, quería hacerlo pero ni eso era capaz, no podía hacerlo. Y menos si él respondía. Era mi última esperanza después de haber llamado tantas veces a cualquier ser de confianza que viviera a menos de una hora de aquí. Y aunque sabía que las posibilidades de que respondiera eran una entre mil, algo en mí me hacía mantener la esperanza así que tomé una bocanada de aire y lo llamé alejando cualquier pensamiento negativo de la cabeza.

Un pitido.

Por favor contesta, por favor contesta, por favor contesta.

Segundo pitido.

Por favor contesta, por favor contesta, por favor contesta.

Tercero.

Por favor contesta, por favor contesta, por favor contesta.

Cuarto.

-Por favor... - supliqué en voz alta desesperada. -Te necesito... - y justo cuando estaba por perder las esperanzas sentí que descolgó, dejándome sin aliento por la sorpresa a sabiendas de que no tenía ni idea de qué le iba a decir exactamente.

-¿Amy?