Cuando Chloe Fiore conoce al piloto de aerolínea, Max Duff, sabe que no es amor a primera vista. Ni siquiera iria tan lejos como para considerarse amigos. Lo único que Chloe y Max tienen en común es una atracción mutua innegable. Una vez que sus deseos están a la intemperie, se dan cuenta que tienen el perfecto arreglo. Él no quiere amor, y ella no tiene tiempo para eso, de modo que solo queda el sexo. Su acuerdo podría ir sorprendentemente sin problemas, siempre y cuando Chloe pueda apegarse a las únicas dos reglas que Max tiene para ella.
- ¡Nunca preguntar por el pasado!
- ¡No esperes un futuro!
Ellos piensan que pueden manejar la situación, pero se dan cuenta casi de inmediato que no pueden con todo.
"Los corazones se involucran".
"Las promesas se rompen".
"Las reglas se quebrantan. El amor se pone feo".